Buenos Aires, martes 23 julio (PR/24) — Un informe reciente de Cammesa ha generado preocupación en el sector energético argentino, anticipando la posibilidad de cortes masivos de luz durante el próximo verano.

Según la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista, se espera un pico récord de consumo para febrero de 2025, alcanzando los 30.700 megavatios (MW), más de 1.000 MW por encima del récord histórico registrado este año.

El análisis técnico indica que la capacidad de generación local, complementada con importaciones de países vecinos, podría no ser suficiente para cubrir la demanda proyectada, especialmente durante las olas de calor cada vez más frecuentes. La cancelación de la licitación TerConf, que tenía como objetivo ampliar el parque termoeléctrico, ha dejado al sistema vulnerable, exacerbando el riesgo de apagones.Con reservas operativas bajo presión y un margen estrecho para contingencias, existe un escenario realista donde serán necesarios cortes programados para gestionar la demanda energética. La urgencia de medidas de contingencia es evidente, ya que el sistema podría operar con reservas reducidas y enfrentar riesgos significativos de Energía No Suministrada.

Ante esta situación, tanto autoridades como operadores del sector energético instan a tomar acciones inmediatas para fortalecer la infraestructura de generación y transmisión, con el fin de evitar un colapso durante los meses críticos de verano.

El informe subraya que la situación se agrava por la combinación de factores, incluyendo problemas financieros en las empresas generadoras de energía. Estas enfrentan dificultades económicas debido al pago de energía con bonos en dólares y recortes en los subsidios, limitando sus capacidades de inversión en mantenimiento y mejoras. La falta de proyectos clave como AMBA I y AMBA II, financiados por China, también contribuye al riesgo, al no poder implementarse estaciones transformadoras cruciales para el suministro en el Gran Buenos Aires.

Además, la cancelación de la licitación TerConf ha sido criticada por expertos y partes interesadas en el sector energético, quienes argumentan que esta decisión ha dejado al país sin los incrementos necesarios en la capacidad de generación y transmisión. Estos proyectos habrían proporcionado un alivio significativo durante períodos de alta demanda como los pronosticados para el próximo verano. Sin embargo, con las inversiones estancadas, el sistema se enfrenta a desafíos adicionales para mantener la estabilidad y confiabilidad del suministro eléctrico.

El escenario descrito por Cammesa refleja una preocupante realidad energética para Argentina en los meses venideros. La combinación de demanda récord, problemas financieros en las generadoras y la falta de expansión infraestructural plantea un panorama incierto, con riesgos latentes de cortes de energía generalizados. La urgencia de medidas gubernamentales y estratégicas en el sector es crucial para mitigar estos riesgos y garantizar un suministro eléctrico estable y seguro para todos los argentinos durante el próximo verano.

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Fuente: InfoEnergía