Buenos Aires, martes 2o agosto (PR/24) — El domingo 18 de agosto 2024 murió Alain Delon, actor francés y profundísimo devoto de la Santísima Virgen.
UNA HISTORIA DE MISERICORDIA Y REDENCIÓN
Al final de su vida el reconocido actor francés (Alain Delon), por fin conoció el verdadero amor a pesar de su agitada vida, es decir, a la Santísima Virgen María, por quien profesaba una gran devoción de admiración, acogida y consuelo.
Su corazón de niño fue herido a muy temprana edad, una herida que nunca pudo sanar con los excesos del éxito y la fama, pero en la bondad y amor del Inmaculado Corazón de la Madre Dios puedo finalmente encontrar la misericordia, el consuelo y la esperanza.
En sus últimos años solía testificar lo siguiente de la Madre del Señor:
“Mi Pasión es la Virgen María… Porque amo a esta mujer. Me encanta todo lo que ha hecho. María, le hablo, le cuento cosas, le pregunto cosas… Ella me trae alivio, ella me trae una compañía que no tengo, ella siempre está ahí.”
Al respecto les comparto la siguiente emotiva reseña:
“Fue el más grande ícono del cine francés. Conoció la fama, el amor de muchas mujeres, la vida lujosa y nada de ello pudo curar las heridas que llevaba desde los 4 años en que sus padres se divorciaron. Eso lo hizo a la postre un lobo solitario.
Fue Delon de fe católica, un hombre políticamente incorrecto, que llegó a despreciar este mundo, afirmaba, por estar lleno de mentiras y solo afan por el dinero.
Conoció la misericordia de Dios por medio de Ntra. Santísima Madre, a la que veneraba y admirada. Decía, en sus últimos años, que ella era el gran amor de su vida. Hablaba con ella en la capilla que se construyó en su residencia y afirmaba que ella le daba auxilio y consuelo.
Se manifestó públicamente como defensor de la vida y de la no adopción de niños por parejas homosexuales. Tenía claro que la homosexualidad era algo contra la naturaleza.
Le pedía a Nuestra Santísima Madre que lo ayude a llegar al cielo y allí encontrar y ver a sus padres juntos.
Ayer domingo Alaín Delon partió de este mundo a la edad de 88 años y quiera Dios, en su misericordia, que lo ayude a cumplir su sueño, de ver a sus padres en el cielo. Donde todos los salvados estamos juntos y vivimos como hijos de Dios en su gloria, todos con Él, como una gran familia, en el gozo de su amor eterno.
¡Recemos por su alma y la intención que le acompañó y conservó desde niño!”
Fin de la cita.
Paz a su alma.-
Fuente: Pablo Vivas Conferencista Predicador en Mundo Católico Televisión Network
Primicias Rurales