Buenos Aires, martes 20 agosto (PR/24) — El complejo agroexportador argentino comenzó a hacer números, para analizar posibles impactos en la baja de las retenciones, tanto en la soja como en sus derivados.

Descartada por el momento una quita total de los derechos de exportación, uno de los escenarios que comenzó a posicionarse es un horizonte de 25% en este impuesto para la cadena sojera, que hoy sufre una alícuota del 33%.

Pero, “considerando que quedan sin vender y sin fijar cerca de 21 millones de toneladas de soja de la cosecha actual, 13 millones de toneladas físicas y disponible en poder de productores y 8 millones de toneladas pendientes de fijar, este volumen equivale a u$s 8.600 millones”, remarcó.

Es decir, que si se produjera esta baja de 8 puntos en los DEX de la soja, el costo fiscal sería muy interior a lo que ganaría el conjunto de la economía en general y el Gobierno también, porque sería un alivio ante la siempre presionada oferta de dólares.

Uno de los datos a tener en cuenta es que este ingreso de divisas que podrían volcar los productores a la economía se concentraría entre septiembre y diciembre de este año.

Adreani subraya que se trataría de divisas frescas que ingresarían en un período en donde las liquidaciones bajan –por una cuestión estacional- y permitiría realizar el empalme con la cosecha fina 2024/25 sin sobresaltos.

EL IMPACTO DE LAS RETENCIONES

Adreani recordó además que Argentina viene perdiendo mucho terreno en la producción sojera: a partir del ciclo 2015/16 la superficie sembrada de la oleaginosa sufrió una reducción ininterrumpida, hasta llegar a 16,9 millones de hectáreas.

De este modo, en el lapso de una década, la superficie implantada del cultivo perdió 3,9 millones de hectáreas. En este contexto, el consultor estimó que se vieron afectadas tanto las zonas alejadas del puerto –NOA y NEA– como la región núcleo.

soja1Por las retenciones, en la última década se perdieron u$s 28.502 millones: la caída en la superficie de siembra y producción de soja, el principal cultivo generador de divisas del país, afecto la molienda de soja y a las exportaciones de aceite de soja y harina de soja producidos por la industria aceitera”, agregó el informe.

ALGUNAS VENTAJAS

En su informe, Adreani enumeró cuales serían las ventajas que representa para la cadena de valor sojera la reducción de este ipuesto:

  • Mejora y diversifica la matriz productiva y agroexportadora.
  • Estabiliza el ingreso de divisas provenientes de la soja y todo su complejo agroindustrial, aceite y harina de soja, durante 12 meses, al reducir la dependencia de cultivos más estacionales como el maíz y el trigo.
  • Reduce el riesgo climático al diversificar el portfolio productivo al expandirse y reinsertar el cultivo de soja a zonas del NOA y NEA, originalmente productores de dicha oleaginosa.
  • En los últimos años la menor superficie de soja produjo un aumento en la superficie de los cultivos que se consideran de economías regionales que no aportan ingreso al fisco, por no tener retenciones.
  • Por cada 1 millón de hectáreas de soja adicionales se producen 3 millones de toneladas, por un valor de mercado de u$s 1,200 millones
  • Aumenta la producción de soja 2025 al promover la siembra en esta cosecha, con un incremento probable de 11 millones de toneladas, de 50 a 61 millones; de acuerdo al estudio presentado por la BCBA. Con este nivel de producción el ingreso de divisas probable para el 2025 podría superar los U$S 23.000 millones.