Buenos Aires, 30 de agosto (PR/24) .- Problemas climáticos afectaron al trigo brasileño y el país, al lograr una cosecha menor a la esperada, tendrá que importar en el ciclo 2024/25 al menos 6,50 millones de toneladas del cereal versus 5,67 millones comprados en el ciclo anterior.

Así lo proyectó la consultora brasileña Safras & Mercado, que pronosticó una cosecha en ese país de 8,13 millones de toneladas de trigo versus 8,85 millones toneladas previstas en la última estimación.

La caída de la producción está impulsada por la caída de la cosecha del estado de Paraná, que se espera totalice en 2,68 millones de toneladas, región en el cual las restricciones hídricas combinadas con heladas intensas golpearon a los cultivos.

Hasta la fecha el avance de la cosecha de trigo en Brasil a nivel nacional es del orden del 10%, lo que se refleja en la tendencia decreciente de precios internos del producto que se viene registrando en las últimas jornadas.

“Como la mayor de la producción aún no se recolectó, no se puede descartar que las pérdidas terminen siendo superiores”, apuntó el analista de Safras & Mercado, Elcio Bento, en un artículo publicado por la consultora.

Si bien los brasileños sueñan con el autoabastecimiento de trigo, las condiciones ambientales presentes en el país son un desafío enorme para un cultivo adaptado a regiones templadas.

“El potencial productivo de los cultivos de trigo en Paraná está siendo fuertemente impactado por las condiciones climáticas adversas. El área plantada ya era menor debido a la pérdida de espacio para el maíz ‘safrinha’ y la fuerte sequía. Además, la falta de lluvias afectó significativamente el desarrollo de los cultivos, principalmente en el norte, centro y oeste del Estado”, dijo el analista.

En agosto, dos frentes de aire polar promovieron fuertes heladas en etapas sensibles del cultivo (floración y llenado de granos), lo que recortó el rendimiento promedio previsto en al menos un 26%.

“Esta será la tercera cosecha consecutiva de pérdidas importantes en ese Estado, con la diferencia que en las dos cosechas anteriores las pérdidas fueron provocadas por exceso de lluvias, lo que se tradujo en pérdidas cualitativas. Las heladas, especialmente durante la floración y el espigado, provocan pérdidas cuantitativas”, anotó.

En tanto, el otro gran estado productor de trigo, Rio Grande do Sul, aún mantienen su potencial productivo inicial a pesar de retraso de las siembras generado por la devastadora inundación de mayo pasado.

Las heladas de la última semana de agosto no causaron daños significativos al potencial productivo del trigo de Rio Grande do Sul, aunque el riesgo de impactos climáticos no puede ser descartado hasta que se termine de levantar el cultivo.

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Fuente: Valor soja – Bichos de Campo