Expertos en agronomía de Yara promueven una serie de prácticas orientadas a maximizar la productividad de los cultivos de invierno.
Buenos Aires, 27 de septiembre. Con el avance del ciclo de los cereales de invierno y las recientes lluvias en localidades trigueras del país, han aumentado las consultas sobre el manejo del nitrógeno, dado su rol crucial en la definición del contenido proteico para los cereales de invierno.
Es que el nitrógeno es fundamental para promover un desarrollo vigoroso y homogéneo de las plantas, favoreciendo la formación de hojas. Un aporte adecuado de este nutriente a lo largo del ciclo del cultivo asegura no solo un mayor rendimiento, sino también una mejor calidad del grano al incrementar el contenido proteico, un atributo especialmente valorado en los mercados. Por otra parte, el azufre, también cumple un papel protagónico al eficientizar la síntesis de aminoácidos y proteínas. De hecho, su deficiencia puede llevar a un uso ineficiente del nitrógeno, reduciendo el potencial productivo del cultivo.
Por eso, los técnicos de Yara, compañía noruega especializada en fertilización, diseñaron una serie de herramientas y recomendaciones para aumentar la productividad de los cultivos y la calidad de sus granos. Los expertos recomiendan, en primer lugar, monitorear el lote con un dispositivo que mida la clorofila como el N-Tester, que permite ajustar la dosis de nitrógeno en función de la probabilidad de respuesta. Esta información se puede integrar luego a la plataforma Atfarm, que permite analizar la variabilidad a nivel de lote y generar, en simples pasos, una recomendación de fertilización variable. Esto optimiza el uso de fertilizantes, aplicando más kilos por hectárea en aquellas zonas que demuestran mayor potencial productivo y menos, en aquellas que tienen lo suficiente.
A esto debe sumarse la actual disponibilidad de fertilizantes foliares para las etapas finales de los cultivos, ya que permiten reforzar el aporte de nitrógeno y azufre. Estas formulaciones líquidas de rápida disponibilidad, contienen ambos nutrientes en proporciones óptimas para estadios avanzados. Un ejemplo en ese sentido es YaraVita AZOS, un fertilizante foliar ampliamente adoptado en otros mercados trigueros, que puede incrementar hasta en 1% el contenido de proteína, además de mejorar el rinde por la sinergia de ambos nutrientes.
Natalin Toscano, especialista de Productos de Alto Valor, lo resume de esta manera: “La combinación de estos nutrientes y herramientas digitales asegura una mejora integral del rendimiento y calidad de los cereales de invierno, contribuyendo a una mayor rentabilidad para el productor”.
Fuente: YARA