Buenos Aires, jueves 24 octubre (PR/24) — Antonio Claret nace en Sallent (Barcelona), a unos 15 kms de Manresa, en 1807, en el seno de una familia profundamente cristiana, dedicada a la fabricación textil.
Su infancia no transcurrió con total tranquilidad. La guerra napoleónica, la influencia de las ideas de la revolución francesa, el juramento de la Constitución de 1812, y las tensiones entre absolutistas y liberales marcaron de alguna manera la vida del santo.
En el aspecto religioso está marcado por la vivencia de la providencia de Dios, por un lado; y por la idea de la eternidad, por otro.
Su piedad se ve influida por la devoción a la Virgen María y a la Eucaristía.