Buenos Aires, viernes 29 noviembre (PR/24) –Las exportaciones argentinas de carnes van a terminar el año muy cerca del récord histórico de hace cien años (985 mil tec en 1924).
Más allá de esta comparación que por diversos motivos puede no ser tan válida, es el nivel más alto en muchas décadas. Podrían llegar a 930-940 mil tec y vienen de un último trimestre (agosto-octubre) que promedia el equivalente a algo más de un millón de toneladas anuales.
Sin embargo, el sector exportador ha estado trabajando bajo condiciones de gran estrés, con márgenes muy insatisfactorios. La combinación de precio de la hacienda, tipo de cambio, derechos de exportación subsistentes para todo lo que no es vaca y precios internacionales determinó un año desfavorable.
Mirando hacia adelante, no parece que la ecuación pueda ser arreglada con precios del ganado más bajos, que no están en un buen nivel en la comparación histórica, ni con modificaciones en la política cambiaria.
Repasemos la situación en los principales mercados argentinos.
China: es el principal mercado, por lejos, en volumen y en valor. La Argentina está muy bien posicionada, siendo el segundo proveedor a lo largo de varios años.
Después de haber llegado a precios muy altos en 2022, hubo una caída muy marcada, manteniéndose en muy bajos niveles desde hace más de un año.
En las últimas semanas hubo un “descongelamiento” de la situación y los precios avanzaron unos 400-500 dólares por tonelada, o un 10-15%. Pese a que en los últimos días se registró un retroceso de unos 100 dólares, la impresión de los operadores es que no se va a volver a la situación anterior.
Israel: la carne argentina tiene una cuota de mercado importante y, pese a la situación de guerra que lleva más de un año, los volúmenes se han mantenido. Al tiempo, hay muchos operadores que están tratando de mejorar los precios para esta nueva temporada, que empezó este mes, en relación a la que terminó en septiembre. Podrían aparecer algunos avances.
Estados Unidos: en conjunción con precios internos récord para la hacienda y la mejora en los de importación, la Argentina incrementó considerablemente sus ventas. Mientras que en 2023 se embarcaron sólo 3 mil t por arriba de la cuota casi libre de aranceles de 20 mil t, ahora marchamos hacia más de 13 mil t vendidas por fuera de la cuota, pese a que pagan un arancel muy alto, del 27%.
Chile: en los últimos meses el mercado se ha reanimado, principalmente en volumen, pero también algo en precios. La competencia de carne paraguaya y brasileña ha mantenido más deprimida la plaza, pero con la reciente valorización de la hacienda en ambos países este factor debería ceder.
México: es un mercado relativamente nuevo para la Argentina, que ha venido creciendo fuerte en estos meses, llegando a superar las mil toneladas mensuales y convirtiéndose en uno de los principales. Lleva más carne enfriada que congelada, lo que es un atractivo. Esta plaza puede ser impactada por una guerra comercial con EE.UU. de difícil pronóstico.
Brasil: es un mercado muy tradicional y asentado, que lleva productos de alto valor unitario, especialmente la picanha enfriada. El encarecimiento interno de su ganado puede ofrecer mejores condiciones para los exportadores argentinos.
La situación de los competidores
Brasil: el principal exportador del mundo está sufriendo un cambio muy notable en el valor de su hacienda, que pasó en pocos meses de un nivel de USD2,70 por kilo en gancho a los actuales 4 dólares, poniéndolo a la par de la situación en la Argentina y Uruguay. Esto pone presión a los exportadores para conseguir mejores precios. Después de muchos meses de un valor promedio de los embarques estable y bajo, en menos de seis semanas pasó de USD4.600/t a los 5 mil de la semana pasada. Las perspectivas para 2025 indican una menor faena y mayores precios, con dificultades para sostener el nivel récord de sus ventas al exterior de este año.
Estados Unidos: en julio, el precio del novillo tocó un precio nominal récord, de casi 7 dólares por kilo carcasa y se ha mantenido cerca de ese nivel todo este tiempo. Esto impulsa a conseguir más valor por sus exportaciones y a ofrecer más por sus importaciones. La reciente prohibición de importar ganado de México, a causa de la mosca de la bichera, pone más presión sobre el mercado.
Algunos nubarrones hacia adelante
Entre los principales desafíos que se presentan para esta actividad está la política comercial que aplique el reelecto presidente Trump a partir de fines de enero.
Hay riesgos tanto con respecto al funcionamiento de la economía mundial como específicos del negocio.
Los analistas esperan una repetición de las políticas proteccionistas de su primera presidencia, que implican una mayor inflación y la valorización del dólar, que siempre afecta negativamente al precio de las commodities.
El reciente anuncio de aplicar aranceles adicionales del 25% sobre las importaciones de Canadá y de México, pese a que fue Trump mismo el que negoció el cambio del NAFTA por el actual USMCA, puede impactar en el negocio de la carne, siendo ambos países proveedores y clientes muy importantes para la ganadería estadounidense.
También, la amenaza de incentivar la guerra comercial con China, aunque el foco esté lejos de la carne, traerá consecuencias, algunas buenas pero también de las otras.
En forma más general, una política como la que se vislumbra no será buena para el desempeño de la economía mundial y dejará más frágiles a las instituciones mundiales, que protegen la actividad comercial de los países menos poderosos.
En materia bélica propiamente dicha, también existen riesgos, con dos guerras en curso (Ucrania y Medio Oriente) y otra potencial en torno a Taiwán, pero es una materia en la que preferimos no meternos.
Por Lic. Miguel Gorelik, Director de Valor Carne
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