Con las reformas implementadas por la administración Milei, Argentina habría subido del puesto 145º al 84º en el Índice de Libertad Económica.

 

Buenos Aires, martes 10 diciembre (PR/24) — La Fundación Libertad y Progreso realizó una revisión de la posición de Argentina en el Índice de Libertad Económica que elabora la Heritage Foundation teniendo en cuenta el impacto que habrían tenido las medidas implementadas durante los primeros 12 meses de gestión del Presidente Javier Milei.
En base a este escenario, Libertad y Progreso estimó que las reformas implementadas desde el 10 de diciembre de 2023 habrían contribuido a que Argentina suba 61 puestos en el Índice de Libertad Económica, pasando de estar en la posición 145º a ubicarse en el puesto 84º, sobre un total 176 países evaluados.
La calificación del país en el índice habría aumentado de 49,9 a 59,3 puntos, lo que haría que Argentina pase de estar entre el 20% de economías menos libres a ubicarse entre la mitad del mundo más libre en términos económicos.
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Según las estimaciones de Libertad y Progreso, las principales mejoras se habrían dado en aquellos componentes del índice que hacen al orden macroeconómico, al entorno regulatorio y la intervención del Estado en la economía: “Salud Fiscal”, “Gasto del Gobierno”, “Libertad para Hacer Negocios” y la “Integridad del Gobierno”.
Con las reformas actualmente implementadas, Argentina pasaría a tener los niveles de libertad económica más altos en más de 20 años (desde el 2002). De confirmarse este escenario, sería la primera suba importante en el índice de Libertad Económica desde el año 2016. Y sería un quiebre significativo en la tendencia que siguió el país durante las últimas dos décadas. Recordando que, entre los años 2001 y 2023, Argentina pasó de estar en el grupo de “Economías Mayormente Libres” al de “Economías Reprimidas”.
En enero de este año, Libertad y Progreso había estimado que de implementarse todas las reformas que el Ejecutivo había propuesto en diciembre de 2023, Argentina subiría más de 90 puestos en el Índice de Libertad Económica. Sin embargo, varias de las reformas que se anunciaron fueron implementadas de forma parcial o pospuestas, incluyendo: (i) la aprobación reducida de la Ley Bases por parte del Congreso Nacional, (ii) el freno en la Justicia que tuvo la reforma laboral impulsada por el DNU 70/23, (iii) el limitado acompañamiento de varias provincias y municipios en la agenda de facilitación de inversiones y desregulación, (iv) la falta de reformas para agilizar los procesos judiciales, y (v) el sostenimiento de varias de las medidas que hacen al control de cambios y de capitales.
LA NUEVA POSICIÓN DE ARGENTINA EN EL MUNDO
En el Índice de Libertad Económica 2024, que toma en cuenta datos cerrados del año 2023, Argentina se ubicó en el puesto 145º sobre 176 países, compartiendo el ranking con países como Mozambique (141º), Laos (142º), Timor Leste (143º), Liberia (144º), Egipto (146º), o Pakistán (147º). Dentro de las economías latinoamericanas superó únicamente a Haití (155º), Bolivia (165º), Venezuela (174º) y Cuba (175º).
La proyección de Libertad y Progreso posiciona a Argentina en un vecindario sumamente diferente, compartiendo un índice de libertad económica similar al de países como Colombia o Italia. Dentro de la región, superaría a Brasil (124º), El Salvador (117º), Ecuador (115º), Honduras (89º) y Colombia (actual número 84º).
En términos cualitativos, la mejora en el Índice permitiría a Argentina salir del grupo de “Economías Reprimidas” (índice en el rango 0-49,9), y ubicarse a las puertas de entrar al grupo de “Economías Moderadamente Libres” (índice en el rango 60-69,9).
El ranking de Libertad Económica 2024, está liderado por Singapur, con un índice de 83,5 puntos. Y el podio de economías más libres es completado por Suiza (83,0 puntos) e Irlanda (82,6 puntos). Las economías menos libres del mundo son Corea del Norte (2,9 puntos), Cuba (25,7 puntos) y Venezuela (28,1 puntos).
MAYOR LIBERTAD, MAYOR PROSPERIDAD
La evidencia empírica indica que los países más libres alcanzan mayores niveles de desarrollo e ingreso por habitante. En base a datos de correspondientes al año 2023, se observa que el ingreso per cápita promedio para las economías libres es 11 veces mayor al de las economías con libertades reprimidas.
El ingreso por habitante promedio en los países de libertades económicas “reprimidas” (grupo de Argentina en base a datos 2023) es menos de un tercio del que poseen las economías “Moderadamente Libres”, grupo al cual Libertad y Progreso estima que podría ingresar Argentina con su nuevo posicionamiento en libertades económicas.
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LAS PRINCIPALES MEJORAS Y TAREAS PENDIENTES  
Argentina cerró el año 2023 con severas falencias en todos los componentes del Índice de Libertad Económica. En 5 de los 12 subíndices se ubicó entre las “Economías Reprimidas”, en 6 entre las “Economías Mayormente Reprimidas”, y en solo 2 entre las economías “Moderadamente Libres”. No obstante, desde el 10 de diciembre de 2023 se llevaron adelante varias reformas que Libertad y Progreso estima habrían contribuido a mejorar significativamente la posición de Argentina en varios de estos componentes.
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Los que más mejoraron
Las estimaciones apuntan a que la principal mejoría se observaría en el subíndice de “Salud Fiscal”, donde se proyecta que Argentina mejoró del puesto 116º al 43º. Esto se debió mayormente a la eliminación del déficit fiscal, que en 2023 fue del 5% del PBI y que en 2024 proyectamos será del 0%. Por su parte, a medida que el PBI empieza a recuperarse, la proporción de la deuda pública sobre el producto también ha ido reduciéndose, contribuyendo (aunque menos), a la mejora en el subindicador.
También se estima una importante mejora en el subíndice de “Gasto del Gobierno”, donde Argentina mejoró del puesto 128º al 93º. Esto fruto más que nada de la reducción del gasto público como porcentaje del PBI. Sobre este ítem, vale la pena mencionar que, con los datos proyectados, Argentina volvería a registrar niveles de gasto público sobre PBI similares a los de su promedio histórico, entre 30%-35% del producto.
Los progresos en materia de simplicidad y calidad regulatoria se proyecta que favorecieron la posición internacional de Argentina en el subíndice de “Libertad para Hacer Negocios” del puesto 112º al 91º. Hay que considerar que la mejora en este subíndice responde más que nada a los cambios en la calidad regulatoria y la eliminación de distorsiones y burocracias ineficientes, pero que la misma se encuentra moderada por la composición del subíndice.
Incluye tópicos donde la Argentina ya está bien posicionada internacionalmente, como el acceso a la electricidad y la libertad de las mujeres para hacer negocios. Y otras donde la mejora se va dando de manera gradual, como la percepción de riesgo para hacer negocios.
También se estima una suba sustantiva en lo que es el subíndice de “Integridad del Gobierno” (del puesto 91º al 54º), que tiene en cuenta la percepción de corrupción, el riesgo de sobornos a funcionarios públicos y el control de la corrupción. Esto de la mano de la eliminación de regulaciones discrecionales y la mayor transparencia de la mano de la digitalización y una regulación más simple, lo que reduce la injerencia de los funcionarios.
Los que van en la dirección correcta
El subíndice de “Libertad Monetaria” merece un comentario aparte ya que, si bien la inflación en Argentina ha mostrado una reducción significativa del 211% en 2023 a un proyectado de 115% en 2024, la situación no se vería reflejada en el puntaje del indicador. Esto por dos cuestiones: primero, porque pondera la inflación de los últimos tres años (se dejaría de contabilizar para el promedio la inflación del 2021 y pasaría a considerarse la inflación del 2022), y, segundo, porque a pesar de la reducción, Argentina sigue con niveles de inflación elevados en la comparación internacional. Dicho esto, si la reducción de la inflación se consolida en los próximos dos años, se estima que el subíndice de Libertad Monetaria podrá mejorar hasta estándares internacionales para el año 2027.
En el subíndice de “Libertad del Comercio Exterior”, Argentina partió de la posición 149º sobre 176º países, mostrando claramente que era una de las economías más cerradas del mundo. Con las reformas se estima subió al puesto 118º (en línea con la posición de Brasil). La principal medida que se implementó en este ámbito fue la eliminación del sistema SIRA/SIRASE y las licencias de importación, lo que redujo ampliamente las barreras no arancelarias a las importaciones. Además, se bajaron estratégicamente varios aranceles para la importación de insumos y otros bienes de consumo. En este ámbito, sigue pendiente la reforma del Arancel Externo Común del Mercosur, algo que hoy pone a Argentina con un arancel promedio del 11%, 4 veces el arancel promedio de los países de la Alianza del Pacífica y 5 veces el promedio de los países de la OCDE. Y la eliminación de los impuestos a la exportación.
Dentro del subíndice de “Libertad Laboral”, se avanzó en devolver libertades a los trabajadores, aumentar la flexibilidad en la contratación y reducir los costos laborales no salariales. Varias reformas siguen pendientes, e involucran al Congreso. La descentralización de la negociación colectiva, la eliminación de los monopolios que generan los consejos profesionales y la eliminación de la ultraactividad de los Convenios Colectivos de Trabajo requiere de nuevas leyes del Congreso.
Por otro lado, el subíndice “Respeto por los Derechos de Propiedad”, se vio afectado positivamente por la caída en el riesgo de expropiación y la mayor calidad y eficiencia en el cumplimiento de los contratos. A su vez, estimamos que mejoró la percepción del funcionamiento de las fuerzas de seguridad y las agencias civiles del gobierno por la eliminación de normas discrecionales que daban incentivos a la corrupción y el mal manejo por parte de los funcionarios públicos. Con esto, Argentina habría pasado del puesto 137º al 97º. Más allá de las medidas del Ejecutivo, resta una mejora en el cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual y una reducción en el contrabando y la falsificación de marcas. Por último, la percepción de riesgo de expropiación irá mejorando a medida que el país consolide su situación fiscal y la estabilidad en las reglas de juego.
Los pendientes
La “Presión Impositiva” mejoró, pero marginalmente. En este subíndice es donde el país aún tiene su mayor tarea pendiente; con las reformas pasaría del puesto 154º sobre 176 países al 152º. O sea, una mejora, pero marginal. Esto porque el subíndice no tiene en cuenta la baja del impuesto inflacionario (algo que queda contemplado parcialmente en el subíndice de “Libertad Monetaria”) y tampoco corresponde la contabilización de la eliminación del Impuesto PAIS. Además, aún está pendiente la simplificación y ordenamiento de los más de 150 impuestos y tasas que hoy están vigentes, algo que involucra no solo al gobierno nacional sino también a los provinciales y municipales.
Una segunda tarea pendiente tiene que ver con la “Libertad para Hacer Inversiones”. La permanencia de los controles de cambios y de capitales, usualmente llamados “cepo”, han impedido que el país tenga una mejora significativa en este subíndice. No obstante, algunas innovaciones normativas, como el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), y la eliminación de varias de las restricciones cambiarias y de capitales más duras por parte del Banco Central han contribuido a mejorar la situación. Actualmente, Argentina sigue entre la mitad de las economías menos libres en este indicador, pero resuelta la cuestión del cepo, puede cómodamente ubicarse entre el tercio de las más libres a nivel mundial.
Vinculado a lo anterior, también están pendientes modificaciones estructurales en lo que hace al subíndice de “Libertad Financiera”. Esto implicaría la reducción de las regulaciones del Estado sobre los bancos y las entidades financieras, lo que contribuiría a profundizar la competencia en el sector, y la privatización de los bancos públicos nacionales, como el Banco de la Nación Argentina y sus subsidiarias, para limitar la intervención directa del gobierno en este mercado.
En materia de “Efectividad de la Justicia”, no se considera que haya habido cambios relevantes. Sigue pendiente una reforma que agilice los procesos judiciales y mejore la percepción de la ciudadanía sobre el funcionamiento del Poder Judicial.
ACLARACIONES METODOLÓGICAS:
Para proyectar la posición de Argentina en la próxima edición del Índice de Libertad Económica, se realizó una evaluación del impacto de las medidas implementadas desde el 10 de diciembre del 2023 hasta la fecha con injerencia en los 12 componentes que componen el índice, replicando la metodología utilizada por la Heritage Foundation.
Se tuvieron en cuenta únicamente las medidas implementadas, incluyendo los contenidos vigentes del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/23 “Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina”, la Ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” en su versión aprobada por el Congreso, y el programa de consolidación de las cuentas fiscales llevado a cabo por el Ejecutivo. Para las variables macroeconómicas relevantes, como inflación, déficit fiscal y deuda pública, se tuvieron en cuenta las proyecciones propias en base a los datos oficiales vigentes a noviembre de 2024.
Para calcular las variaciones en los rankings en el Índice de Libertad Económica y sus subíndices se asumió que la puntuación de los demás países de mantiene constante. En otras palabras, se realiza un ejercicio en el cual la situación de Argentina cambia mientras que la de los demás no.
Primicias Rurales
Fuente: Fundación Libertad y Progreso