En el marco de un proyecto de cooperación internacional, un equipo de especialistas del INTA, del Instituto de Biotecnología Etíope (EBTI) y del Conicet trabajan en la obtención de un biofertilizante a partir de bacterias y hongos benéficos para los cultivos, con el objetivo de reducir el uso de fertilizantes sintéticos en la agricultura y mejorar la productividad.

Buenos Aires, jueves 19 diciembre (PR/24) — En el marco de un proyecto FO.AR, técnicos del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) del INTA, el Instituto de Biotecnología Etíope (EBTI) y el Conicet lograron aislar diversas cepas bacterianas del género Bacillus y hongos micorrícicos para reducir el uso de productos químicos en la agricultura.

Resultados preliminares sugieren que la combinación de estos microorganismos nativos constituye una opción prometedora para la formulación de biofertilizantes, los cuales podrían contribuir a reducir el uso de fertilizantes sintéticos y mejorar la productividad en diversos cultivos de interés agrícola-forestal para el país.

El empleo de microorganismos benéficos como principio activo de los biofertilizantes se ha consolidado como una estrategia clave para fomentar el crecimiento, mejorar el desarrollo y optimizar la nutrición de los cultivos. Esta solución adquiere aún más relevancia en un contexto global donde la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente son prioridades.

“Como punto de partida, se recolectaron muestras de suelos de diferentes regiones de Etiopía con el objetivo de aislar hongos micorrícicos”, explicó Mariana Puente, coordinadora del Proyecto FO.AR. e investigadora del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) del INTA. Los ensayos de interacción se realizaron en macetas que tenían como sustrato suelo sin esterilizar y fueron conducidos en invernáculo.

En este sentido, la investigadora del INTA señaló: “Por un lado, se evaluó la capacidad que presentan estas micorrizas de favorecer el desarrollo y sobrevida en forestales y, por otro, se evaluó de manera conjunta las micorrizas con una Bacillus subtilis (bacteria PGPR) la capacidad de promover el crecimiento en cultivos hortícolas”.

En ambos ensayos se determinaron distintos parámetros relacionados con el crecimiento de los cultivos evaluados, entre ellos, altura de planta, número total de hojas, longitud de las raíces, biomasa fresca y seca de parte aérea y de raíces. También se cuantificó la densidad de esporas en el sustrato, y la colonización y dependencia micorrícica.

“El siguiente paso consiste en realizar ensayos a campo para verificar los resultados obtenidos en condiciones controladas y establecer una colaboración con una empresa del sector para desarrollar bioinsumos a partir de las cepas y consorcios valuados, lo que permitirá llegar a los productores etíopes de manera efectiva”, expresó Puente.

Este proyecto no solo tuvo como objetivo minimizar el uso de insumos químicos mediante el uso de prácticas sustentables, sino también la capacitación de investigadores etíopes en técnicas de aislamiento para la obtención de microorganismos relacionados al desarrollo de biofertilizantes.

Como resultado de las capacitaciones realizadas, se aislaron diversas cepas bacterianas del género Bacillus y hongos micorrícicos. Este material fue utilizado para la realización de numerosos ensayos de interacción planta-microorganismo con resultados que quedaron plasmados en dos publicaciones internacionales: Inoculation of Native Arbuscular Mycorrhizae and Bacillus subtilis Can Improve Growth in Vegetable Crops y Indigenous mycorrhizae from ethiopia improve tree growth and seedlings survival contributing to the green legacy program de Tropical and Subtropical Agroecosystems.

Primicias Rurales

Fuente: INTA Informa