Consumo al alza de proteína vegetal; creciente demanda de producciones sustentables; transición energética y apertura de mercados.
3.1- Consumo al alza de proteína vegetal
La demanda de proteína vegetal para consumo está llamada a crecer por dos vías, una directa a medida que aumenta el ingreso disponible de la población mundial, y una indirecta vía la mayor demanda de proteína animal que, a su vez, exige un uso forrajero de productos tales como maíz, harina de soja, sorgo, etc., para su fabricación.
En relación con la demanda de productos básicos agrícolas, siguiendo las proyecciones de la OCDE-FAO al 2033 se prevé que el consumo total crezca 1,1% anual en los próximos diez años, hasta 20,6 millones de calorías. Además, cerca de 94% del consumo adicional tendrá lugar en los países de ingresos bajos y medios. En particular, la región de Asia meridional y el Sudeste asiático representará alrededor de 40% del consumo mundial adicional, y la mitad de ello corresponde específicamente a India. Tanto el aumento poblacional como la mejora en los ingresos son la base sobre la que se asienta el mayor consumo de estas regiones. (OECD, 2024)
Con relación a la demanda de granos y subproductos como alimento forrajero específicamente, de 2024 a 2033 la FAO y la OCDE esperan que el stock ganadero mundial crezca 10%. De esta manera, el consumo y el comercio global de granos, harinas, aceites y otros alimentos aspira a crecer sostenidamente a lo largo y a lo ancho del mundo en la próxima década. (OECD-FAO, 2024)
Esto sigue abriendo oportunidades para la Argentina de amplificar su inserción internacional. En un contexto de crecimiento del consumo mundial de proteínas vegetales y animales en la próxima década, y como tercer exportador neto de alimentos del mundo (Bergero, Marín, & Rodríguez Zurro, 2024), Argentina aspira a incrementar su participación en el abastecimiento mundial.
3.2- Creciente demanda de producciones sustentables
En los próximos años, se espera que el comercio mundial de biocombustibles, bioplásticos, biofertilizantes, biofármacos y productos derivados de la biotecnología crezca a tasas muy por encima de las subas esperadas en el comercio de aceites, harinas, granos y carnes (Regúnaga & Tejeda, 2023). Naturalmente, estos son mercados de desarrollo más incipiente que los últimos mencionados, pero que ofrecen a la Argentina la oportunidad de posicionarse como exportador líder de productos sustentables al mundo.
En un plano más regional, América Latina y el Caribe se posiciona como un diamante en bruto para la era de los biomateriales, por su gran riqueza biológica y la disponibilidad de recursos naturales. En efecto, la región representa 50% de la biodiversidad conocida a nivel mundial, una quinta parte de las ecorregiones terrestres, 22% del agua fresca disponible, 16% de los recursos de agua marinos, 23% de los bosques y 57 % de los bosques primarios (Chavarría & Trigo, 2019). Además, América Latina y el Caribe es la región en desarrollo con mayor proporción de tierra disponible per cápita apta para incorporar a las actividades productivas.
Para ejemplificar lo anterior, el reemplazo del consumo doméstico de polímeros tradicionales por polímeros biodegradables de base maíz puede ser uno de los vectores dónde la producción de biomateriales puede posicionar a la Argentina en el contexto del cambio climático al tiempo que agrega más valor a las cosechas del agro. En general, el desafío es el desarrollo de cadenas de valor con productos agroindustriales y biomateriales sustentables para seguir potenciando a la agroindustria argentina.
En este marco de creciente consumo de producciones sustentables, la trazabilidad de los productos se muestra como una gran oportunidad para la Argentina. Con nuevos sistemas de trazabilidad para las cadenas de granos y carnes, se estará cada vez más cerca de poder certificar la libre deforestación de las cadenas agro de la Argentina.
3.3- Transición energética
En un intento por combatir el cambio climático, reducir la generación de gases de efecto invernadero y, en definitiva, evolucionar a un sistema de producción más sustentable el mundo está en una carrera hacia la transición energética, que reduzca su dependencia de combustibles fósiles (como el carbón, el petróleo y el gas natural) hacia fuentes de energía renovables (como la solar, eólica, hidráulica, geotérmica y la biomasa).
En esta reconversión de la matriz energética, la biomasa (incluyendo los cultivos agrícolas) está llamada a ser uno de los insumos claves para generar energía más limpia. En efecto, tal como muestra el gráfico adjunto, el porcentaje del maíz que se utiliza como insumo para la industria de bioetanol como proporción del consumo ha mostrado un crecimiento exponencial en la primera década del siglo XXI a nivel mundial, para estabilizarse algo por debajo del 40%. El uso de aceite de soja para la producción de biodiesel, en tanto, ha continuado su sendero alcista e impulsado más recientemente por el HVO se acerca a representar casi la mitad de la demanda total de este subproducto.
Son muchas las ventajas comparativas que tiene Argentina para la producción no sólo de maíz y soja, con su producto aceite de soja, sino también para otros cultivos como colza o camelina, que despiertan cada vez más interés de los jugadores de la cadena como insumos para la generación de energías más limpias. La producción de Combustible de Aviación Sostenible (Conocido como SAF por su nombre en inglés sustainable aviation fuel) espera ser el vector de la demanda de estos cultivos en Argentina, que además pueden ser enormemente complementarios para los planes de siembra en todas las zonas productoras del país.
3.4- Apertura de mercados
Argentina tiene relaciones diplomáticas con más de 170 países y dispone de embajadas en más de 100 países. En línea con la apertura diplomática y las múltiples gestiones de las empresas y los diplomáticos, las industrias relacionadas al sector agropecuario argentino tienen presencia en más de 150 estados. De esta manera, la agroindustria argentina llega al 70% de los países del mundo.
Esta inserción en un amplio espectro de países abre oportunidades para seguir ampliando la exportación de productos argentinos en el mundo. Del elevado volumen de negociaciones comerciales que se desarrollan para los productos argentinos, los avances hacia acuerdos de libre comercio entre el Mercosur con diversos bloques encuentran elevadas oportunidades para mejorar el acceso de productos de las cadenas de granos argentinas, ya sea con reducciones arancelarias, ampliaciones de cupos y/o menores barreras paraarancelarias. De estas negociaciones, se destacan los avances de negociaciones con Emiratos Árabes Unidos, la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), Canadá, Corea del Sur, Indonesia y Unión Europea.
3.5- Nuevas oportunidades de financiamiento: Pagaré Producto
La reciente reglamentación del Pagaré Producto a través del Decreto 1124/24 abre nuevas oportunidades para la fluidez de negocios y el financiamiento agro. Dicho decreto permite la emisión de pagarés con intereses vinculados al valor de un producto, como los “commodities”. Esta operatoria permitirá, en términos prácticos, el uso de la propia producción agrícola como moneda de cuenta, dinamizando el crédito hacia el sector productivo a través del mercado de capitales o en forma privada.
De esta manera, esta nueva herramienta permitirá al productor tomar crédito y comprar insumos o maquinarias entregando pagarés con el nuevo sistema. En tanto la necesidad de financiamiento del sector todavía tiene mucho potencial para seguir creciendo, el Pagaré Producto emerge como una gran oportunidad como alternativas de financiamiento para el campo argentino.
Bibliografía:
Ver Nota “Fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de las cadenas agrícolas en Argentina: una introducción”, en este mismo portal.