Primeros siglos
A pesar de que el origen de esta festividad no esté completamente esclarecido, se sabe que para el siglo X las procesiones con velas encendidas (candelas, caldas o cirios) realizadas en honor a la Virgen eran muy populares y en algunos lugares se celebraban con mucha solemnidad.
La advocación: el origen
La advocación mariana de la ‘Virgen de la Candelaria’ o ‘Nuestra Señora de la Candelaria’ tuvo su origen en las islas Canarias, Tenerife (España). Según la tradición, en 1392, dos naturales del lugar -los denominados “guanches”, antiguos aborígenes de Canarias- encontraron una imagen de la Virgen María mientras pastoreaban su rebaño, cerca de la orilla del mar.
Difusión de la devoción
La Virgen de la Candelaria es la patrona de las islas Canarias, hoy parte del territorio español.
A la Virgen se le venera en la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria, en Tenerife, la isla más grande entre las Canarias, ubicada frente a las costas de África Occidental.
A continuación, se hace un breve recuento de solo algunas de las tradiciones relacionadas a Nuestra Señora en algunos países de América:
Argentina
Hay que subrayar que si bien es cierto la devoción a la Virgen de la Candelaria empezó en Canarias (España), esta se extendió y llegó a América. Por ejemplo, su fiesta se celebra en diversos lugares, como es el caso de Candelaria, Misiones (Argentina), localidad formada bajo la inspiración de las antiguas reducciones jesuíticas. Hoy se organizan allí procesiones y serenatas en honor a la Madre de Dios.
Asimismo, en la ciudad de Humahuaca, Jujuy, se realiza la tradicional ‘danza de los toritos’ y se queman fuegos artificiales. Mientras que en la provincia de Tucumán, en la localidad de Villa de Leales, esta festividad congrega multitudes. En Guaraní, provincia de Buenos Aires, la Virgen de la Candelaria es patrona de la ciudad.
En todas las parroquias de Argentina se encienden y bendicen velas que los fieles llevan el Día de la Candelaria.
Bolivia
En Copacabana (La Paz) tienen como santa patrona a la Virgen de Copacabana, cuya figura no es otra que la de la Virgen de la Candelaria, tallada por el famoso artista Francisco “Tito Yupanqui” (1550, Copacabana, Alto Perú, hoy Bolivia – 1616, Cusco, Perú).
Esta imagen de Nuestra Señora se conserva en la Basílica de la Virgen de la Candelaria de Copacabana, el segundo templo más antiguo de Hispanoamérica. Allí fue entronizada en 1583.
En Bolivia la Virgen de la Candelaria es patrona de Aiquile (Cochabamba), Rurrenabaque (Beni), Samaipata (Santa Cruz), Azurduy (Chuquisaca) y de la comunidad de La Angostura en Tarija.
Chile
En la Iglesia de San Antonio, en la isla Mancera, en Valdivia (Chile), se le rinde culto a la Virgen de la Candelaria desde 1645, según consta en los registros de la época. Hoy son los sectores mineros del norte del país quienes alientan y promueven su devoción.
Por otro lado, en la ciudad chilena de Copiapó existe un santuario dedicado a ‘la Candelaria’; mientras que en Mincha, comuna de Canela, la Iglesia de la Candelaria es monumento histórico nacional desde 1980.
Colombia
La ciudad de Medellín (Colombia) fue erigida originalmente como “Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín” y por ello la Virgen aparece en el escudo de la ciudad.
De igual manera, la primera Catedral de la actual Arquidiócesis de Medellín fue previamente la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria. Otras ciudades colombianas también la tienen como santa patrona.
Perú
En Puno, al sur de Perú, la ‘Fiesta de la Candelaria’ es una de las celebraciones más importantes de la región. Allí, la imagen de la Virgen de la Candelaria es sacada en procesión por las calles de la ciudad, acompañada de danzas representativas y música tradicional. Cabe subrayar que en participan cientos de miles de personas durante las festividades.
En noviembre de 2014, la UNESCO declaró la Festividad de la Virgen de la Candelaria de Puno como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Muchos otros países del continente también festejan a la Virgen de la Candelaria, como es el caso de Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
…
¡Nuestra Señora de la Candelaria, ruega por los pueblos de Hispanoamérica!
Queridísima Virgen de la Candelaria:
nos reunimos junto a ti con humildad y esperanza
pues sabemos nos amas, nos escuchas y nos das luz
en todo momento y situación,
sobre todo cuando estamos agobiados por los problemas;
hoy llegamos ante tu Imagen llenos de ilusión
con nuestra fe y confianza puestas en ti Señora,
y te traemos nuestra devoción y nuestro cariño,
acéptalos amada Virgen Santísima,
y no nos dejes sufrir más, dulce Madre nuestra.
Déjanos contemplar tus virtudes
y enséñanos a imitarlas para que seamos mejores.
Que nos parezcamos a ti cada día más,
para agradar al Señor como tú lo hiciste
y vivamos así, en paz, amor y alegría
y lleguemos luego a compartir contigo
la dicha eterna de la Gloria Celestial.
Virgen Inmaculada de la Candelaria
apiádate, Señora, y danos tus bendiciones,
porque de cuantos en ti confían y esperan,
Tú eres el mejor puerto de salvación
y con tus maternales caricias
todos recibimos los tesoros de los Cielos.
Oh, María, nuestra esperanza
nuestro amparo y nuestro auxilio,
nuestro refugio, claridad y camino
nuestra madre atenta que nos guardas y guías,
te suplicamos una vez más seas nuestro consuelo,
nuestra bendita mediadora con el Señor
y nos ayudes a conseguir solución en nuestros problemas.
Oh Virgen Santísima de la Candelaria:
más que todas las criaturas bienaventuradas:
te rogamos que hoy tu alma esté con nosotros,
líbranos, Señora, de todos los peligros,
aléjanos de enemigos, enfermedad y todo mal
y danos tu ayuda para salir de esta difícil situación
que hoy nos embarga el ánimo y nos hace padecer,
te suplicamos que nos alcances de tu Hijo amado,
Nuestro Señor Jesucristo,
remedio para salir con bien de estas dificultades:
(hacer ahora con mucha esperanza la petición)
Oh, Virgen de la Candelaria,
te damos gracias, Madre y Señora nuestra;
conscientes de nuestras debilidades acudimos a ti,
somos tus hijos y nos ponemos en tus manos,
haz que con tu poderosa intercesión
sea concedido lo que solicitamos,
y no nos dejes sin tu amparo y maternal cuidado
para que nos eduques y logres hacer de nosotros
verdaderos hijos de Dios.
Amada Virgencita haz que también nosotros suspiremos
por tener a Cristo en nuestro corazón
y así tú puedas entregarlo a Dios.
Así sea.
Rezar la siete Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.
Primicias Rurales
Fuente: ACI Prensa