Buenos Aires, martes 11 febrero (PR/25) — Para los amantes de la naturaleza, la soledad y el silencio. Cuanto menos gente, mejor, más aún en las playas y lugares vacacionales. Por eso les presentamos más playas tranquilas.

San Cayetano (Buenos Aires)

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Este balneario que lleva el nombre del patrono del pan y del trabajo, se encuentra a 75 km al sur de Necochea y se caracteriza por su tupida vegetación alrededor de la playa, compuesta por médanos y gran extensión ribereña. La costa, rodeada de bahías, cuenta con 28 km de amplísimas playas y zonas pesqueras (en general para febrero se organiza el tradicional concurso de pesca “la rubia de San Cayetano”, que otorga el premio mayor a la corvina rubia de más peso). En relación al pueblo, se fundó en 1911 y hoy cuenta con 100 habitantes que viven en un entorno de suma tranquilidad donde es dificultosa la señal telefónica, pequeño centro comercial con paradores y cervecerías, y algunas casas de playa, cabañas y camping para pernoctar. A 10 km se encuentra una zona de barcos hundidos: el “Pagrus I”, un pesquero varado en abril de 2006; y el “Charrúa” que se hundió en 1979 en un área rocosa cerca del balneario. Además del entorno marino, la villa cuenta con el área recreativa Laguna La Salada, rodeada de espacios verdes. A San Cayetano se llega por RN 3 y luego RP 75 hasta destino.

La Chiquita (Buenos Aires)

Ubicada en el partido de Villarino muy cerca del ingreso a la Patagonia, esta desolada playa se encuentra a la altura del Km 793 de la RN 3, cerca del poblado de Hilario Ascasubi. Allí se encara hacia el mar en un trayecto de 70 km por camino de tierra. Es la primera playa del litoral marítimo después de Bahía Blanca y, además, la más solitaria de la provincia de Buenos Aires, donde la señal telefónica es muy limitada y los recursos, como el agua potable, son escasos. La luz eléctrica sólo está disponible algunas horas por la noche en el camping que está a metros del mar.

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ades, y donde la playa tiene un encanto especial por su entorno natural, lejos de la intervención humana. Por las noches brinda un magnífico espectáculo de constelaciones. Este balneario posee extensas y hermosas playas de suave declive, y el poblado, aunque muy pequeño, ofrece los servicios básicos para el turista. Playa, sol, mar, buena pesca y turismo 4×4 son las principales actividades para los visitantes en esta joyita perdida de la costa atlántica.

Los Pocitos (Buenos Aires)

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Este lugar de la Patagonia bonaerense, a la altura de Bahía San Blas y casi al límite con Río Negro es un pueblito detenido en el tiempo, que cuenta con almacenes para comprar provisiones y varios hospedajes. Su balneario resalta por la arena calcárea blanca y las aguas de un tono verdoso turquesa (similar a las del Caribe) junto a la calidad de sus ostras que, según entendidos, son las mejores de la costa argentina (cada enero se celebra la Fiesta Provincial de la Ostra con degustación de diversos platos típicos, actividades recreativas y culturales). Las formaciones geológicas ribereñas dejaron cinco pozos de unos 200 litros de capacidad, que le dieron el nombre al lugar. Este paraje se conoció en la década del ‘30 por la concurrencia de los vecinos de localidades cercanas. Hoy viven 60 personas y el poblado, entre sus servicios, posee baños públicos, cabañas y departamentos para alquilar, además de un muelle en el balneario para los aficionados a la pesca. Está ubicado a unos 80 km de Carmen de Patagones y para llegar hay que arribar al Km 918 de la RN 3 (rotonda) para tomar el camino de acceso durante 40 km hasta destino.

Playas Doradas (Río Negro)

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Es una playa de arena mezclada con cuarzo y conchilla molida (los rayos del sol que se reflejan en la superficie le otorgan su nombre) que se extiende por 3 km y resulta perfecta para hacer caminatas y cabalgatas. También hay formaciones rocosas donde se pueden observar erizos, pulpos y estrellas de mar. La costa se prolonga hacia el norte hasta la desembocadura del arroyo El Salado. Desde esta zona arranca una sucesión de balnearios entre los que se destacan Playa Bonita, Playa Los Suecos, Punta Hornos, Las Casitas, el embarcadero de Punta Colorada, la Pingüinera y Puerto Lobos, todas sobre las cálidas aguas del Golfo San Matías. En todos estos sitios se practican deportes acuáticos, tales como el kitesurf, sandboard, windsurf, buceo o la práctica de la pesca (pejerrey, lenguados, lisas, meros, caballas y besugos, entre otras especies). Hay lugares para comer y, en materia de alojamiento, desde casas y departamentos de alquiler hasta complejos hoteleros o el camping municipal. Al lugar se llega desde la RN 3 (altura ciudad de Sierra Grande) por el camino de acceso recorriendo 28 km.

Las Conchillas (Río Negro)

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Junto a Las Grutas conforma el llamado “caribe patagónico” con la diferencia que, si en la primera opción hay mucha gente, ésta es todo lo contrario. Lo más importante: sus aguas cálidas, sus zonas pesqueras y la buena gastronomía. Dista 60 km de Las Grutas y sólo 2 de San Antonio Oeste, donde la costa de caracoles se extiende sobre una base de médanos y es posible disfrutar de cada rincón sin dejar de sorprenderse por la belleza del lugar. Las playas son extensas, sumamente blancas por el tapizado de las conchillas y el agua cristalina, habitué de kayaks o redes que pescan cardúmenes de pejerrey para consumo. Allí se encuentra el pequeño pueblo de Saco Viejo con sólo ocho cuadras de extensión. También hay complejos, casas y departamentos para alquilar; y dos almacenes para comprar provisiones. Además, una rotisería y una pizzería con una amplia variedad de pizzas (recomendable). Allí nomás, algunas embarcaciones que, cuando el tiempo acompaña, salen en busca de langostinos, vieiras y otras variedades, para vender al regreso a precios muy accesibles (llevar un balde o una bolsa).

Playa Unión (Chubut)

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En la costa de la ciudad de Rawson se encuentra este balneario de 5 km de extensión, donde el río Chubut desemboca en el Mar Argentino. Allí se encuentra el puerto y algunos paradores gastronómicos donde resultan imperdibles los pescados y mariscos recién capturados (aquí sale la mayor parte del langostino que se pesca en el país). El nombre del lugar se debe a un barco italiano llamado Unión que naufragó en la zona a causa de un temporal en 1876. Las aguas y las destacables olas de la playa, cuyo suelo fue de canto rodado, son ideales para la práctica del surf, kite surf y windsurf. Desde la orilla se suelen ver toninas overas, un delfín endémico de la costa patagónica que nada muy cerca de la playa. Hay restaurantes, bares, paradores, alojamientos, hospedajes y campings. Un lugar para conocer es el Museo Regional Salesiano, que contiene una importante colección antropológica que muestra lo que era la zona desde sus orígenes hasta la actualidad. Para llegar desde Puerto Madryn hay que recorrer 82 km hasta Rawson por RN 3 para empalmar con la RN 25.

Marcelo Ruggieri

Por Marcelo Ruggieri

Fuente: Weekend-Perfil

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