Buenos Aires, sábado 15 febrero (PR/25) — Las altas temperaturas y la falta de lluvias han deteriorado el estado de los cultivos de verano, afectando el potencial productivo del maíz y la soja. Los primeros recortes en las estimaciones de cosecha reflejan un escenario desafiante para el agro.

– Deterioro acelerado: En febrero, el 25% del maíz y el 31% de la soja están en estado regular/malo, con fuertes caídas en las áreas en condición excelente/buena.

– Impacto en la producción: La BCR redujo su proyección de maíz a 48-49 Mt (-8,5% vs. 2024), mientras que la soja podría quedar por debajo de 50 Mt.

– Zonas críticas: En la zona núcleo, el centro y el este son los más afectados, con cultivos en riesgo si no llegan lluvias en el corto plazo.

Tres claves

¿Qué desarrollo muestran los cultivos de verano en los primeros días de febrero?
En el transcurso del 2025 los principales cultivos estivales han ido deteriorando su condición de desarrollo, particularmente en algunas regiones del país. De mostrar un estado auspicioso casi generalizado en las primeras semanas  posteriores a la siembra, las elevadas temperaturas y la ausencia de suficientes precipitaciones han castigado el normal crecimiento de los cultivos de soja y maíz, obligando a realizar los primeros recortes en las estimaciones de cosecha.

Para los primeros días de febrero, los maíces en condición mala y/o regular representaban el 25% del área implantada, porcentaje que sube al 31% en soja.

¿Cómo compara el estado actual de los cultivos con los observados en las últimas campañas?
La proporción de maíces en condición buena y excelente se mantiene estable respecto a las últimas cuatro campañas. Sin embargo, la de cultivos en estado malo o regular supera los niveles previos. Lo anterior revela una reducción de maíces en condiciones normales y una creciente separación entre dos grandes áreas: una en la que los maíces están siendo acompañados (o al menos no castigados) por el clima (una franja central del país, hacia el oeste de la zona núcleo) y otra
con maíces cada vez más comprometidos y afectados en su potencial productivo (el centro y el este de la zona núcleo, con toda la provincia de Buenos Aires bastante comprometida).

Más preocupante luce la situación de la soja, la participación de los cultivos en estado bueno y excelente se ubica significativamente por debajo de los valores de campañas previas, mientras que los cultivos en estado malo y regular superan la participación de ciclos anteriores.

¿Bajo las condiciones actuales, qué volumen de producción de granos puede esperarse para el ciclo agrícola 2024/25?

En su última estimación realizada a mediados de enero la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó su estimación de maíz, desde los 52 millones de toneladas con las que venía trabajando a 48 millones, un volumen 8,5% inferior al del ciclo previo; dado que el deterioro de los cultivos continuó durante la segunda quincena de enero, no debería descartarse un nuevo ajuste en la proyección del cereal.

En el caso de la soja, la BCR ya descartó rindes normales, y si bien no ha hecho una estimación del volumen total a cosechar, este podría quedar por debajo de los 50 millones, es decir, también
retrocediendo respecto del 2024. La SAGyP no ha presentado todavía estimaciones de cosecha de cultivos estivales para el ciclo en curso.

Producción esperada

Hacia mediados de enero empezaron los primeros recortes en las estimaciones de producción del ciclo agrícola 2024/25, provocando así que seguramente se observen volúmenes inferiores a los de la campaña previa. Para el maíz se está proyectando una producción que rondaría los 48-49 millones de toneladas (BCR, Bolsa de Cereales), lo que implicaría una reducción del 8,5% con respecto a la campaña previa, pero no hay que dejar de notar que la superficie implantada sufrió una
reducción de casi el 16% luego de lo que fue el fenómeno de la chicharrita que afecto al cereal en la campaña 2023/24.

En soja, desde BCR se plantea que las condiciones de estrés hídrico limitarían la posibilidad de observar rindes normales, lo cual significaría una producción de 53/53,5 Mt; en cambio, si bien no ha presentado una estimación del volumen total a cosechar, el mismo podría quedar por debajo del umbral de los 50 millones de toneladas, retrocediendo también respecto de 2024.

La SAGyP no ha presentado todavía estimaciones de cosecha de cultivos estivales para el ciclo en curso.

Fuente: Monitor Productivo. Por Tobías Lucero. IERAL de la Fundación Mediterránea

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