Foto: La productora agropecuaria Denise Stephani Campion junto a su marido Marcos y sus hijos.

Denise Stephani Campion tiene 45 años de edad, egresó como Ingeniera en Producción Agropecuaria en la Universidad Católica Argentina (UCA), y es cuarta generación de productores. Vive en la localidad bonaerense de General Villegas, donde trabaja para una empresa agroindustrial, y administra los campos de sus tíos maternos en Urdampilleta, localidad que forma parte del partido de Bolívar.

A partir del diagnóstico de celiaquía a sus dos hijas (además es madre de dos varones) a fines del 2021, ella y su marido Marcos, quien es ingeniero agrónomo, se dieron cuenta que la avena sin gluten debía importarse, porque en Argentina no se producía.

“Consumíamos un montón de avena hasta que le detectaron la celiaquía a mis hijas, y no conseguíamos la avena libre de gluten en Argentina. Siendo agrónomos, nos preguntábamos cómo podía ser posible que no se produjera en el país. Por eso, nos pusimos en contacto con el INTA para interiorizarnos sobre el tema y encaramos este proyecto”, aseguró al ser entrevistada por TN.

Para que sea apta para celíacos, la avena requiere de una producción especial, donde se cultive en “lotes limpios”, sin riesgo de contaminarse de centeno, trigo o cebada. Lo mismo debe hacerse con las máquinas que se utilizan, en base a rigurosos protocolos.

Hay que ser muy cuidadoso con el procedimiento. La dificultad es que todo suele estar contaminado, como la sembradora, la cosechadora, los silos, las tolvas y las semillas, las cuales son difícil de conseguirse puras, porque a veces vienen contaminadas con otros granos que si tienen gluten, como es el caso del trigo. Por eso es que en Argentina suele ser muy complejo el proceso, porque toda la industria suele estar contaminada. Hay que ser muy riguroso hasta el empaquetado, que quede bien hermético, y llegue al consumidor final. Tiene que estar todo impecable, sin un grano de trigo, cebada o centeno”, relató.

Para que sea apta para celíacos, la avena requiere de una producción especial, donde se cultive en “lotes limpios”, sin riesgo de contaminarse de centeno, trigo o cebada. (Foto: Denise Stephani Campion)
Para que sea apta para celíacos, la avena requiere de una producción especial, donde se cultive en “lotes limpios”, sin riesgo de contaminarse de centeno, trigo o cebada. (Foto: Denise Stephani Campion)

Campion aseguró que, cuando la sembraron en 2023, fueron pioneros en la producción de avena libre de gluten. “Luego, el INTA comenzó a producirla, pero cuando en su momento arrancamos fuimos los pioneros. El INTA, que después siguió por su camino, nos ayudó con las variedades y los proyectos, y nos dijeron que en ese entonces no había registros de otros casos”.

Al respecto, dijo que, cuando comenzaron con el emprendimiento, los productos para celiacos debían ser Sin TACC (Trigo, Avena, Cebada y Centeno). Pero a fines del 2023 hubo una modificación en la legislación, tal como ellos lo esperaban, y sacaron esa sigla para reemplazarla por una que sea “Sin Gluten”.

“Tienen 3 años para hacer ese cambio, pero ahora la avena podría comercializarse como libre de gluten. Eso nos abre muchas posibilidades de comercialización”, explicó.

En ese sentido, aseveró que, desde ese cambio en la norma, los alimentos libres de gluten ahora se los considera a aquellos que contienen hasta 10 miligramos por kilo.

Foto: Denise Stephani Campion
Foto: Denise Stephani Campion

En este momento, se encuentran trabajando en lanzar a la venta subproductos, como la harina de avena libre de gluten, para ofrecerla al mercado como la primera de origen nacional.

Por eso, se encuentran ultimando detalles del logo y de la marca, que se denominará “Pentolina”, nombre de origen italiano que se relaciona con la familia de su esposo.

En tanto, comentó que además se pusieron en contacto con empresas farmacéuticas, cosméticas y alimenticias, para ofrecerse como proveedores de este cultivo sin gluten. “Son los 3 sectores fuertes a los que puede interesarles la avena libre de gluten por sus cualidades”.

Ganadería y agricultura regenerativa

En uno de los establecimientos que administra, Campion cultiva soja y maíz bajo el modelo de producción regenerativa, que favorece los procesos geológicos y permite una reducción de la aplicación de fitosanitarios. “Trabajamos desde hace un par de años junto a una empresa que se dedica al manejo holístico, y todo lo que es la agricultura y la ganadería regenerativa”, comentó.

En ese sentido, amplió: “Arrancamos ahora más que nada con lo que es agricultura, pero tuvimos hacienda en algunos lotes como parte de las rotaciones. Se trata de un planteo que reconoce a las distintas especies y microorganismos como naturales, aprovechando las virtudes de cada una y utilizando menos agroquímicos, de una manera más regenerativa como dice su nombre. Es una forma de producción de la forma mas natural posible”.

Además, dijo que bajo este esquema obtuvieron rindes dentro del promedio, y pudieron ahorrar en la aplicación de fitosanitarios y fertilizantes. “Es un proyecto a largo plazo, pero ya estamos viendo algunos resultados que nos incentiva”, indicó.

Reclamo al municipio

Además de encargarse de las labores productivas, Campion también dedica parte de su tiempo a reclamar por el mal estado de los caminos rurales.

De hecho, forma parte de la agrupación Productores Agropecuarios Unidos (PAU), que le reclama al intendente kirchnerista Marcos Pisano por el mal estado de los caminos rurales en Bolívar.

Actualmente, dos grupos distintos de productores iniciaron demandas al municipio para que cumpla con la partida presupuestaria que se debe destinar para el arreglo de los caminos, un problema que se agudizó luego de las recientes inundaciones. “Estamos en juicio, por separado con dos estrategias distintas, para que nos expliquen en qué gastan nuestro dinero, o bien nos den los recursos para encargarnos del tema por medio de un consorcio”.

Uno de los caminos rurales de Bolívar en mal estado, luego de las recientes inundaciones. (Foto: Clara Busquet)
Uno de los caminos rurales de Bolívar en mal estado, luego de las recientes inundaciones. (Foto: Clara Busquet)

Los campos que ella maneja, al estar ubicados en una zona con superficie más elevada, no tuvieron inconvenientes. Pero alertó que no es la realidad de la mayoría de los productores de Bolívar, donde hace poco la Sociedad Rural de esa localidad estimó unas 150.000 hectáreas anegadas.

Se desbordó el agua que había en otras zonas, hizo un desastre y tuvimos a una víctima fatal, que fue un trabajador rural (que se ahogó) llevando los animales de un campo al otro. Hay animales perdidos y productores que no puede cosechar ni llegar a sus campos. Es un desastre, y el Ejecutivo no hace nada, hay dos máquinas (viales) para 500.000 hectáreas. Se hizo una asamblea de productores en la Sociedad Rural, pero fue más para informar que para tomar medidas”, comentó.

En este contexto, afirmó que seguirán con sus reclamos, aunque deban restarle horas a sus trabajos. “Los productores estamos más unidos que nunca, somos un grupo que se mantiene grande y fuerte, pensando en acciones concretas”, concluyó.

Primicias Rurales

Fuente: TN Campo