Buenos Aires, 2 enero (Especial de NA, por Matilde Fierro) —
El economista Javier González Fraga, expresidente del Banco
Central, fue uno de los varios analistas que predijo que el agro
estará visto como un factor de crecimiento en 2017 para una
alicaída economía argentina, que no avanzará más allá del 3%
según
sus cálculos.
Variadas expectativas están centradas en el devenir del campo
para morigerar la crisis económica actual.
En rigor el año que se fue comenzó con las primeras medidas
del
presidente Mauricio Macri, que eliminó las retenciones de los
productos agropecuarios, con excepción de la soja a la que bajó 5
por ciento y quedó en 30 por ciento.
También dejaron de estar vigentes las trabas a la exportación
con la desaparición de los ROES (permisos de embarques) y otros
manejos discrecionales del destino de la producción agropecuaria.
En 2016 se instaló la denominación agroindustrial para el
sector y sus actividades en una clara apuesta a la suma del valor
agregado a la materia prima, otro tópico de crecimiento que se
espera avance en 2017.
La pregunta es si el campo dejará atrás la intensa pérdida de
rentabilidad que vivió en los últimos años.
Un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario, realizado por
las especialistas Sofía Corina y Emilce Terré afirmó
recientemente
que la participación del productor en la renta de exportación de
trigo aumentó más del 150% y así por cada dólar exportado, pasó
del 3,3% en diciembre de 2015 al 9,5% al mismo mes de 2016.
Ernesto Ambrosetti, economista en jefe de la Sociedad Rural
Argentina (SRA), vaticinó en declaraciones a un matutino porteño
que el ingreso del agro mejorará en unos 2000 millones de dólares
en esta campaña 2016-2017, dinero que se reinvertirá.
Otras evaluaciones indican que la lechería fue uno de los
grandes perdedores en 2016 y reclaman políticas en las que los
funcionarios de turno den una vuelta positiva de tuerca para el
sector.
La industria láctea por su parte se queja de que no recuperó
la
rentabilidad necesaria para ser sustentable a causa de precios y
el clima que afectó a cuencas tamberas, lo que dará una menor
producción de leche.
Por su parte, el flamante presidente de Coninagro, Carlos
Iannizzotto, la entidad cooperativista consideró que en general
los productores del agro no cuentan con las herramientas
financieras e impositivas que necesitan para producir más.
El gran repunte vino del lado de la ganadería y como dijo en
la
revista Nuestro Agro el presidente del mercado televisado
ganadero
Rosgan, Eduardo Romagnoli, en 2016 hubo retenciones de vientres y
muchos productores han ampliado sus rodeos.
Mientras que el Gobierno dio una cifra: las exportaciones de
carne vacuna crecieron un 10 por ciento entre enero y octubre del
año que finaliza, afirmó.
En tanto, el activo Instituto de Promoción de la Carne
Vacuna (IPCVA), con Ulises Forte a la cabeza, se apresta a tener,
este 2017, una fuerte presencia en las ferias de alimentos
internacionales más prestigiosas con el ya calificado "Argentine
Beef", el stand donde se dan cita consumidores, exportadores
argentinos e importadores de distintos países.
El otro triunfador fue el sector de la maquinaria que además
de
su crecimiento obtuvo una línea de créditos oficial y el Gobierno
autorizó la importación de equipos usados.
La venta de maquinarias agrícolas alcanzó en el país durante
el
tercer trimestre una facturación de 5.147,6 millones de pesos con
un aumento de 148,2 por ciento en relación al mismo período de
2015.
En otro lado del vasto segmento agroindustrial, la
fruticultura
sufrió bastante, pero hubo un logro y fue que el Servicio de
Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de
Agricultura (USDA/APHIS, por sus siglas en inglés) de los Estados
Unidos publicó la Norma Final en el Registro Federal que
permitirá
la importación de fruta fresca de limón del noroeste argentino
hacia el mercado norteamericano.
El sector de biocombustibles reclama que el ministro de
Energía, Juan José Aranguren y sus secretarios den señales claras
oficiales a futuro.
En otro sentido, el año terminó con una espada de Damocles
sobre la zona núcleo productiva, ya que un fenómeno climático
derramó hasta más de 200 milímetros de lluvias sobre dos áreas de
las 10 millones de hectáreas que componen la región que está en
jaque por la posible llegada de nuevas precipitaciones, caso
contrario habría un aumento de rindes en soja y maíz.
La otra deuda es una Ley de Semillas que no vio la luz y la
promesa: una cosecha récord que podría llegar a los 130 millones
de toneladas.
Primicias Rurales