Buenos Aires, 22 enero (Especial de NA, por Matilde Fierro) —
Las pretensiones de obtener una cosecha nacional de granos récord
en esta campaña 2016-2017 se alejaron luego de que se conocieran
los primeros números que hablan de la pérdida de más de cinco
millones de toneladas en todo el país, producto de eventos
climáticos e incendios que no dieron tregua entre la primavera y
principios del verano.
Esta semana la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) divulgó
números que hablan de una caída de producción que ascendería a
5,2 millones de toneladas y 1.050 millones de dólares.
El análisis, elaborado por Emilce Terré y Sofía Corina, de la
Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de esa entidad,
estima 600.000 hectáreas sin sembrar y casi un millón sin
cosechar.
Del total de granos de Argentina para la campaña 2016-2017 con
ese recorte de toneladas pasaría de 124,9 millones que se
esperaban en diciembre a 119,7 millones de toneladas en la
actualidad.
Respecto de la soja, de una intención inicial de siembra de
19,65 millones de hectáreas, se tiene hoy que unas 350 mil
directamente no lograrán completarse.
En tanto, 19,3 millones de hectáreas que efectivamente sí han
sido sembradas con la oleaginosa al día de hoy, se calcula que
660
mil se perdieron por los cinco eventos extremos de lluvias
ocurridos en especial, en el norte bonaerense y en el sur
santafesino.
Para el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de
Cereales de Buenos Aires, los excesos hídricos ya afectan
1.100.000 hectáreas sembradas con soja, maíz, girasol y sorgo.
"Lluvias acumuladas durante las últimas semanas sobre gran
parte del área agrícola nacional, generaron anegamientos en lotes
implantados, provocando pérdidas y limitando el normal desarrollo
de los cultivos en pie", indicaron los técnicos del PAS.
Señalaron que también se relevaron inundaciones en extensas
áreas ganaderas y otros ambientes no destinados a la
producción de granos en nuestro país.
Bajo este contexto, estimaron que "770.000 hectáreas de soja,
290.000 de maíz, 21.000 de sorgo y 19.000 de girasol se
encuentran afectadas por la situación climática actual".
El contexto es tal que llevó a la Comisión Nacional de
Emergencia y Desastre Agropecuario a entrar en sesión permanente.
Pero sin embargo, para entidades como Federación Agraria
Argentina (FAA) las declaraciones de emergencia no alcanzan
porque
tras las inundaciones muchos chacareros no podrán recuperarse.
Jorge Solmi quien capitanea el distrito de FAA más afectado
pide "obras urgentes" porque considera que cuando bajen las aguas
cientos de pequeños y medianos chacareros no podrán recomponer la
producción y lamentablemente muchos estarán obligados liquidar
tambos, granjas avícolas, arrendar o vender sus tierras.
En FAA se mostraron preocupados porque en marzo comienzan los
vencimientos de los créditos bancarios y los cheques con que
financiaron la siembra.
Mientras que en un comunicado reiteraron que las autoridades
parecen no comprender la magnitud de la tragedia que alcanza
tópicos económicos, sociales y productivos.
La cuestión se presenta gravísima también para los pequeños y
medianos productores intensivos como aviares, de cerdo y
horticultores.
No sólo no habrá una cosecha récord de granos, sino que
podrían perderse más de mil tambos, gran parte ubicados en la
poderosa cuenca lechera santafesina.
Habrá una concentración de la actividad porque los animales e
instalaciones serán vendidos a tambos más grandes y que estén
mejor posicionados para hacer frente a la crisis.
El ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani,
confirmó que se pondrá "máxima prioridad" en obras hídricas en la
provincia que está afectada por la inundaciones.
En diálogo con el diario Castellanos consignó que existe
urgencia de los trabajos y que hay "disponibilidad de fondos"
para emprender los trabajos.
Asimismo expresó la intención de ayudar de forma
extraordinaria a los 1.350 tambos vulnerados que producen 1,8
millón de litros menos de leche, diariamente.
Sin embargo, el escepticismo está presente: se supo que el
sector agropecuario perdió cinco mil puestos de trabajo en el
tercer trimestre de 2016, la mayoría pertenecía a los sectores
forestal y a la lechería: los datos son oficiales.
NA
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