Buenos Aires, 19 marzo (Especial de NA, por Matilde Fierro) — 
La cosecha de granos gruesos ya viene, las tolvas aguardan la 
recolección, los maíces de primera deben perder humedad en las 
plantas para evitar al productor pagar altas sumas por secado 
artificial, y la soja ya casi está a punto. 
   Sin embargo, las últimas lluvias perjudicaron las tareas 
previas al inicio de la cosecha en varios lugares porque los 
caminos estuvieron intransitables y los cultivos sin chances de 
ser cosechados en lo inmediato. 
   Pero el campo vibra con la nueva etapa, por su parte, las 
especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Sofía 
Corina y Emilce Terré señalaron que la soja "sufre el 
debilitamiento de la demanda internacional de sus subproductos 
que, junto con la confirmación de una abultada oferta 
sudamericana, se traslada en una marcada presión bajista para su 
precio".
​   Según su análisis, los commodities agrícolas locales (la soja 
no se ha movido de los 3.900 pesos la tonelada) se encuentran, en 
general, sumidos en una tendencia bajista que se sustenta tanto en 
los descensos del mercado externo de referencia (Chicago) como en 
la expectativa de una muy buena afluencia de granos gruesos en 
vísperas del ciclo comercial 2016-2017. 
   "Siguiendo la referencia de la Cámara rosarina maíz, trigo y 
soja han visto sus precios erosionarse un 5%, 13% y 9%, 
respectivamente, durante los últimos 30 días, incluso a pesar de 
la suba del 1% en el valor de la divisa norteamericana, que sin 
embargo no logra recuperarse de los $ 15,5 el dólar", 
manifestaron.  
   Por otro lado, los exportadores privilegian la recepción de 
mercadería ya acondicionada para cargar a bodega inmediatamente. 
   Están frente a compromisos de embarcar, que según la agencia 
marítima NABSA rondan el millón de toneladas para los puertos del 
Gran Rosario en los próximos 15 días, en la avalancha maicera. 
   Mientras que algunos temas lograron poner frenéticos a 
funcionarios y dirigentes de asociaciones afines: la situación de 
SanCor, los arándanos y la vapuleada venta de limones a Estados 
Unidos en tanto, México parece abrir una ventana de ingreso a esta 
producción argentina.  
   Por su parte, SanCor, que ya cerró cuatro plantas se 
comprometió con el Gobierno (Ministerios de Agroindustria, Trabajo 
y Producción) y con el gremio de los trabajadores de la industria 
lechera, Atilra, a concebir un plan de reestructuración serio y a 
largo plazo. 
   Sin embargo esta semana filtró en un matutino porteño que 
piensa despedir mil empleados y reprogramó a sus tamberos 
proveedores de materia prima los pagos de febrero hasta 2018, pero 
abonará en abril próximo la producción de este mes de marzo.
   Respecto del posible despido de mil empleados, el gremio dijo 
a NA que SanCor tiene en condiciones de jubilar a 400 trabajadores 
y que casi el 10% de los 4.000 que posee en forma directa, 
aceptarían un ofrecimiento de retiro voluntario en condiciones 
ventajosas. 
   "Por lo tanto no existe la necesidad de hablar de mil despidos 
ni de cierre de plantas, porque la cooperativa en un momento de 
su historia por una necesidad logística instaló fábricas que en 
la actualidad pueden agruparse", dijeron las fuentes gremiales. 
   El problema, según señala Atilra es la materia prima, porque 
ahora SanCor procesa entre 1,2 y 1,5 millones de litros de leche 
por día (la mitad que hace cuatro meses) cuando deberían ser 6 
millones diarios y el faltante de productos ya se ve en góndolas. 
   La Cooperativa no gestiona pedidos a los supermercados y las 
preferencias de los consumidores emigran a otras marcas: La 
Serenísima para quesos y Tres Niñas para la leche. 
   En tanto, la Comisión de Lechería de Federación Agraria reclamó 
asistencia urgente para salvar a los productores lecheros y 
advirtió que en unos meses el país podría estar importando materia 
prima y los tambos siguen cerrando.    
   A su vez, productores de arándanos reclamaron a diputados 
nacionales que se declare el estado de emergencia en la actividad 
porque entre 2015 y 2016, hubo un incremento en volumen en ventas 
al exterior alrededor del 15 por ciento, pero comercialmente fue 
la peor época de la historia en términos económicos. 
   Respecto del esperado ingreso de los limones frescos a Estados 
Unidos, en unos días se vencen los 60 días que pidió la 
administración de Donald Trump para revisar la normativa de 
exportación. 
   Por ese motivo y ante la ausencia de señales del Gobierno 
norteamericano al respecto, la Agregaduría agrícola en la Embajada 
de la Argentina en Washington y la Cancillería están con manos a 
la obra para incentivar la exportación: Los productores citrícolas 
tucumanos por ahora tienen decepción porque el futuro es incierto.  
 
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