Buenos Aires, 21 mayo (Especial de NA, por Matilde Fierro) —
La agroindustria argentina exporta hasta el 65% del total de
ventas del país al exterior pero en estos tiempos surgió la
necesidad de aumentar la presión vendedora con la búsqueda de
nuevos mercados.
"La Argentina tiene que vender al mundo todos los productos que
pueda, es la única salida para la reactivación económica", dijo a
NA el empresario y ex Rey de la Soja, Gustavo Grobocopatel, quien
mostró su interés en el derrotero del país.
El escenario de la conversación fue una nueva edición del
programa "Del Territorio al Plato" de la Fundación ArgenInta
mientras pasaban tragos tropicales con frutos del NEA y bocadillos
realizados con quinotos y queso, carpincho y yacaré (que pudimos
averiguar son de criadero en obvia intención de preservar la fauna
vulnerable).
La pregunta a Grobocopatel fue por el desembarco argentino
masivo en Asia que en la semana incluyó desde el presidente
Mauricio Macri, ministros, gobernadores, funcionarios diversos,
productores, exportadores y empresarios entre otros.
El traslado fue expansivo a China y Japón y a Grobocopatel le
pareció muy bien porque opina que la Argentina debe vender al
exterior todo lo que pueda.
Algunos datos son alentadores, a pesar del retraso cambiario,
principal escollo exportador y la falta de competitividad de los
productos argentinos, por ejemplo Fecovita estuvo en Chile en un
encuentro internacional y aceitó contactos comerciales.
El dato no es menor ya que es actualmente la cooperativa
vitivinícola más grande de América; nuclea a 29 cooperativas, 54
bodegas y 5.000 productores con 25.000 hectáreas de viñedos.
Como parte de su plan estratégico de crecimiento cerró un
acuerdo con la cooperativa francesa Vinadeis que permitió abrir
oficinas comerciales en Shangai (China) y en San Pablo (Brasil)
para ampliar la penetración de los vinos franceses y argentinos en
ambas organizaciones.
Así como también se destaca la reciente apertura de Brasil para
nuestros cítricos, en donde hubo un fuerte trabajo de la cartera
de Agroindustria que conduce Ricardo Buryaile para lograrse
después de años de no poder acceder a ese mercado.
Por otra parte, la intensa actividad que desarrolló el
Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA),
particularmente en Shangai, donde funcionó la feria de
alimentación más importante de Oriente, la Sial China 2017,
terminó con satisfacción para las 24 empresas exportadoras
argentinas que estuvieron en el Pabellón Argentine Beef de 800
metros cuadrados.
Hubo buenos negocios y precios: lo que se vende en China es
mayormente garrón en cuadraditos desgrasados (a 4.000 dólares la
tonelada) y brazuelo congelados, porque ahora falta que se abran
los protocolos para carnes enfriadas y termoprocesadas entre
otros.
En Japón se avanzó con firmas de memorandos que atañen a las
economías regionales (las que mayor esfuerzo tienen que hacer para
exportar).
Así en Tokio, Buryaile se reunió con el ministro de
Agricultura, Forestación y Pesca, Yuji Yamamoto, con quien firmó
un Memorando de Cooperación en las áreas agrícola, ganadera,
pesquera, forestal y agroindustrial, frente al presidente Macri y
al primer Ministro nipón, Shinzo Abe.
Este acuerdo establece un mecanismo de diálogo entre los
Ministerios de ambos países, con el objetivo de impulsar la agenda
de cooperación en materia sanitaria y fitosanitaria, que se
encontraba paralizada desde hacía varios años.
Los funcionarios argentinos también mantuvieron reuniones con
representantes de grupos empresariales líderes locales, como
Marubeni Corp., Mitsui & Co; y Nipponham Group (NH), algunos de
los cuales ya cuentan con presencia de larga data en el sector de
la comercialización de granos en nuestro país y que se mostraron
muy interesados por expandir su cartera de negocios en la
Argentina.
Mientras que en la búsqueda de exportaciones, en el marco de la
feria agropecuaria Nampo, en la ciudad de Bothaville, Sudáfrica,
representantes de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria
Agrícola (Cafma), el INTA y Fundación Cideter firmaron esta semana
también un convenio de Cooperación Técnica con GRAIN SA con el
propósito de mejorar la productividad de los cultivos en Sudáfrica
utilizando tecnología argentina.
La expectativa de buscar cada vez más mercados para la
producción argentina es imperiosa. No es estratégico quedar
encerrados en un destino como lo que pasa con la persistencia de
enviar limones a Estados Unidos que son resistidos por los
productores de ese país y el biodiésel acusado de dumping.
Por ahora y no tambalea, la Argentina es el primer exportador
mundial de harina y aceite de soja y mejora en el ranking
internacional de ventas externas de maíz, trigo, semilla y aceite
de girasol.
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