BOGOTÁ D. C.02 de agosto de 2017 — Agencia de Noticias UN- Integrantes de la comunidad Tierra Libre y cerca de 40 familias campesinas ubicadas en inmediaciones del municipio de Fusagasugá (Cundinamarca) tendrán la posibilidad de optimizar la producción de biofertilizantes con la ayuda de un dispositivo basado en el sistema Arduino –plataforma tecnológica de código libre, muy sencilla de programar y usar- que les permitirá medir la humedad y la temperatura de los fertilizantes.

Luego de adelantar dos visitas a la comunidad de agricultores, en el marco de la Cumbre de Diseño para el Desarrollo Internacional organizada por C-Innova con participación de la Universidades Nacional de Colombia (U.N.) y de la Universidad de Cundinamarca, estudiantes, docentes y productores trabajaron de manera mancomunada para identificar los problemas y oportunidades que ofrecía la zona.

Así, se propuso como un objetivo delproyecto co-crear un dispositivo por medio del cual se identificaran las características físicas y orgánicas de estos fertilizantes, que tienen una alta probabilidad de dañarse por circunstancias asociadas al aumento en los niveles de temperatura y/o humedad.

“Como no había un proceso estandarizado para controlar estos aspectosdecidimos desarrollar un sistema que les permitiera determinarlosen tiempo real”, precisa Juan David Reina, estudiante del doctorado en Ingeniería y facilitador del diseño.

Ciencia ciudadana

A mediano plazo, el propósito del proyecto es que las personas de la comunidad construyan sus propios dispositivos a partir de elementos que pueden adquirirse en el vecino municipio de Fusagasugá. Este mecanismo estará integrado por una microcomputadora que use el sistema Arduino y por dos sensores capaces de determinar los niveles de temperatura y humedad.

“El sistema se programa previamente según lo que se vaya a medir. Los datos son registrados de manera automática en la pantalla, lo que posibilita monitorear el proceso y tomar las medidas correspondientes en caso de que se presenten cambios abruptos”, explica Felipe Otálora, estudiante de Diseño Industrial de la U.N. Este joven hizo parte del equipo de trabajo conformado por profesionales de Administración de Empresas, Biología, Ingeniería Agrícola y Física; junto con una experta de Brasil.

El Arduino puede ser programado con dos sensores: el de humedad y el de temperatura. El primero detecta medidas de resistencia eléctrica, mientras que el el segundo es un semiconductor con capacidad para captar señales eléctricas que son interpretadas según la programación del sistema. Las señales de resistencia arrojan valores en forma de porcentajes, y las de temperatura, en grados centígrados.

Esta plataforma se encuentra en una caja de fusibles, disponible en cualquier ferretería, a la que están unidos los dos tipos de sensores.  a esta se adaptan unos cables de cobre de un 1,20 metros de longitud que se introducen en el suelo.

“Debido a que el bokashi debe voltearse cuando alcanza una temperatura de 70 grados centígrados, establecer con precisión ese rango de temperatura será de gran utilidad para los productores”, precisa Otálora.

Otro propósito del proyecto es que a partir de estas experiencias las comunidades campesinas construyan más instrumentos de similares características, por ejemplo, un sensor capaz de activar un sistema automático de riego.

Dado que esta iniciativa de la comunidad Tierra Libre hace parte de otras nueve biofábricas de biofertilizantes ubicadas en Cundinamarca, se espera que tales procesos de co-creación comunitaria se repliequen en otras regiones a partir de la metodología de fortalecimiento de capacidades creativas. 

Primicias Rurales

Fuente: UNC