Una normativa muy esperada
Las normas propuestas tienen por objeto mejorar la confianza de los consumidores introduciendo controles más estrictos de las cadenas de suministro, cambios en el cumplimiento de las normas y nuevas imposiciones para las importaciones e incluyen medidas especiales, para evitar la contaminación por plaguicidas.
También se facilitarán los procedimientos de certificación orgánica para los pequeños agricultores. Las nuevas normas también se espera que impulsen la producción de alimentos orgánicos en la UE mediante el aumento de la oferta de semillas orgánicas, lo que permite seguir trabajando a las granjas mixtas que cultivan tanto orgánicos como no orgánicos, con la condición de que los dos tipos de cultivos se mantengan separados.
Martin Häusling, ponente encargado del informe del Parlamento Europeo sobre la propuesta y principal negociador, dijo que: "después de muchos meses de negociaciones hemos logrado llegar a un acuerdo, que ayudará al sector orgánico a crecer y aumentará la confianza de los consumidores en los alimentos orgánicos. Fue una tarea laboriosa, pero creo que las nuevas normas traerán beneficios tanto para los consumidores de la UE como a los agricultores ecológico”.
El nuevo Reglamento sustituye al original, introducido en 1991 y posteriormente revisado en 1998 y 2007. La propuesta legislativa fue presentada por primera vez ante la Comisión Europea en marzo de 2014, pero recientemente se llegó a un acuerdo tras más de tres años de intensas negociaciones. La Comisión Europea, el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo acordaron provisionalmente las nuevas normas, pero el Reglamento propuesto todavía tiene que ser formalmente aprobado por el Comité de Agricultura y Desarrollo Rural del PE y el Consejo de Ministros de Agricultura y entrará en vigor a partir de julio de 2020, en todos los Estados miembros de la UE.
El que produce no consume y viceversa
El mercado de los alimentos ecológicos en la UE ha ido creciendo constantemente, pero según los informes presentados ante el PE, sólo el 6% de las tierras agrícolas de la UE se cultivan orgánicamente, por lo que se acaba por recurrir a las importaciones para satisfacer las demandas del mercado. Dinamarca tiene el consumo per cápita más alto de productos orgánicos según las cifras de 2013, seguido de Luxemburgo, Austria, Suecia y Alemania. España es el país que más hectáreas tiene dedicadas a la agricultura ecológica, pero paradójicamente es de los que menos consumen.
Actualmente, la UE cuenta con 260.000 agricultores ecológicos, la mayoría de ellos establecidos en Italia (46.000), España (30.000) y Polonia (26.000), desde donde se suele exportar los alimentos ecológicos al resto de las naciones europeas. El logotipo ecológico de la UE se dio a conocer en 2010, para simbolizar las normas aplicadas en los Estados miembros de la UE y hacer que los productos y alimentos ecológicos sean fácilmente identificables por parte de los consumidores. Es obligatoria la presencia del mismo, para certificar todos los productos orgánicos preenvasados producidos en la UE.
Primicias Rurales
Fuente: Especial Alimentos Ecológicos 2017