Buenos Aires, 1 enero (Especial de NA, por Matilde Fierro) — Algunas variables económicas inciden en el campo y los productores por ejemplo, a pesar de que subió el dólar, continúan enfrentando el atraso cambiario, lo que pega especialmente en las economías regionales.
No obstante, el tipo de cambio atrasado en la Argentina comenzó a tener una recuperación con el visto bueno del Gobierno y se estima que la divisa norteamericana seguirá en alza, a menos que el Banco Central envíe una señal de precio, como la que dio con su intervención en la corrida cambiaria previa a las PASO.
En tanto, las lluvias alivian los suelos y a los precios de soja, según los economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Sofía Corina y Franco Ramseyer.
Analizaron que las lluvias en Sudamérica desplomaron el precio de la soja en Chicago: "No es para menos considerando que el gigante brasileño se posiciona agresivamente en esta plaza: la siembra de soja está prácticamente finalizada y hay buenos augurios productivos", evaluaron.
Al cóctel bajista se suman las lluvias en Argentina que permitieron reanudar la implantación de la oleaginosa y así la semana pasada las precipitaciones en nuestro país fueron la gota que colmó el vaso para que, en Chicago, la soja se hundiera a u$s 350,5 la tonelada, 20 dólares menos que en el reciente 5 diciembre, fecha en la que marcó su pico máximo de los últimos seis meses.
El contexto viene ya cargado de abultada oferta de porotos y los pronósticos climáticos ahora beneficiosos para Sudamérica profundizan la sensación bajista.
Sin embargo, las lluvias que no fueron abundantes llegaron con su influencia al mercado local, y particularmente en el recinto de la BCR, los precios de pizarra de la soja (brindados por la Cámara Arbitral de Cereales) se mantuvieron cerca de los $4.650 la tonelada.
A partir de ahora están por definirse los valores de aquellas operaciones con precio a fijar concretadas en meses anteriores por soja.
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Sigue la polémica por la Comisión de Agricultura
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En tanto, las Asociaciones de Angus, Brangus y Limousin, razas ganaderas, salieron con comunicados a pedir que haya un presidente idóneo en la Comisión de Agricultura de la Cámara Baja y no alguien que provenga de un sector como el kirchnerismo que estuvo en contra del campo durante varios años.
La Asociación Argentina de Criadores de Limousin expresó su "profunda preocupación ante los trascendidos" respecto de que la Presidencia de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados de la Nación recaería "en quienes en los últimos 12 años tuvieron objetivos absolutamente contrapuestos a los intereses del sector".
"Reafirmamos la necesidad del diálogo en nuestro Parlamento.
En este ámbito se deben tratar de construir políticas activas para el campo, sector que ha demostrado ser un motor fundamental en la economía nacional", manifestaron sus integrantes.
También destacaron la importancia estratégica del agro que es "uno de los principales generadores de puestos de trabajo en las provincias, de alimentos para cubrir las necesidades de todo el pueblo argentino y de divisas por exportaciones, que permitan acercarnos a la meta de igualdad necesaria entre todos los ciudadanos de la Nación".
Para la gente de Limousin, "este diálogo deberá darse entre todos los sectores políticos, conjuntamente con los representantes de la actividad agropecuaria".
"Entendemos que esa vinculación público-privada debe articularse entre quienes creen seriamente en que el campo puede brindar soluciones para el crecimiento en paz y para derrotar la pobreza del país", afirmaron.
Por su parte Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) también se pronunció al sumarse a conceptos vertidos por la Asociación de Brangus.
"Si quienes presiden la Comisión de Agricultura con dirigentes con objetivos totalmente opuestos y con una visión política que ha dañado notablemente al campo, estaremos volviendo al pasado del que sólo quedan tristes recuerdos y el dolor frustrante de lo que hubiera podido ser y no fue", precisaron.
La Sociedad Rural Argentina (SRA)tampoco se quedó atrás y reclamó una Presidencia de la Comisión que sea coherente con la situación del agro argentino.
Al respecto su titular, Daniel Pelegrina, pidió una reunión con el presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, y aseguró que el campo tiene una importante agenda legislativa para el año que viene.
La andanada de pronunciamientos recién comenzó y es probable que Cambiemos tenga que considerar el valor estratégico de la Comisión de Agricultura de Diputados.
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