Buenos Aires, 5 mayo (PR/18) –Durante la primavera 2017 y la mayor parte del verano 2018, el clima del área agrícola del Cono Sur fue afectado por una combinación de factores y ahora evoluciona hacia un estado cercano a lo normal.
   Así lo consignó el especialista Eduardo Sierra en el informe estacional que realizó para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
   En el final del verano y lo que va del otoño, el escenario climático cambió de signo, en forma contrapuesta, explicó el experto.
   El enfriamiento del Océano Pacífico ecuatorial disminuyó considerablemente, asumiendo un estado neutral levemente frío.
   Paralelamente, el Océano Atlántico Sur se calentó debido al avance hacia el sur de la corriente marina cálida del Brasil, mientras la corriente marina fría de Malvinas retrocedió hasta casi desaparecer.
   Este proceso fue potenciado por la descarga de aguas calientes, procedentes de la alta cuenca de los grandes ríos Paraná y Uruguay, que vierten su caudal en el río de La Plata.
   "Esta recombinación de factores invirtió la marcha del clima y el área agrícola de latitudes medias, previamente afectada por la sequía, pasó a experimentar una racha de precipitaciones abundantes, que se extendió a lo largo de abril, reponiendo las reservas de humedad de los suelos, aunque al mismo tiempo, entorpeció la cosecha de los cultivos de verano", indicó Sierra.
   Contrariamente, el área cercana al Trópico que, hasta marzo, venía siendo beneficiada por precipitaciones abundantes, experimentó una racha seca, que obstaculizó la siembra de los cultivos de invierno.
   "De mantenerse esta combinación de factores, la campaña 2018- 2019, podría desarrollarse en un escenario climático mucho más cercano a lo normal que el registrado durante la campaña precedente", sostuvo.
   No obstante advirtió que "aunque se espera que, durante lo que resta del otoño, el escenario climático continuará normalizándose, es muy probable queexperimente perturbaciones considerables".
   Como es usual en esta época del año, las precipitaciones disminuirán su volumen; la circulación tropical bajará su intensidad, aunque manteniéndose algo por encima de su nivel medio.
   Motivará que Perú, Bolivia, el norte de Chile, el NOA, la Región Occidental del Paraguay, el norte y el centro del área agrícola del Brasil, el oeste de la Región del Chaco, el este de Cuyo y el noroeste de la Región Pampeana, donde el otoño suele ser seco, observen algunas precipitaciones tardías algo superiores al promedio, con leve a moderado riesgo de tormentas severas.
   El sudoeste de la Región Pampeana y Cuyo observarán precipitaciones escasas, pero algo superiores al promedio, con nevadas abundantes en la Cordillera.
   Mientras que el escenario climático invernal continuará evolucionando hacia su promedio, pero no obstante experimentará perturbaciones de moderada intensidad. 
 
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