Buenos Aires, 27 octubre (PR/19))– El reducto de campaña de Juntos
por el Cambio en la porteña Costa Salguero no llegó a la congoja y
optó por un tono de resignación ante la derrota sufrida en las
urnas este 27 de octubre.
A las 22:20 luego de hablar con Alberto Fernández, Mauricio
Macri apareció en el búnker de campaña de su espacio mientras los
militantes cantaban su nombre y el Presidente intentaba llevar
tranquilidad diciendo que va a haber una “transición” ordenada.
Vestido de saco azul, camisa celeste y jeans, con un énfasis de
voz diametralmente opuesto al de la decepción por los resultados
de las PASO, admitió que Frente de Todos ganó la elección.
En tanto Horacio Rodríguez Larreta arrasó en Buenos Aires y ya
la certeza del triunfo lo hizo salir al escenario antes de las
21:30 mientras los presentes coreaban su nombre.
El jefe de la Ciudad con más del 55% de los votos ganadores de
la reelección dijo “hoy hicimos historia en la Ciudad de
Buenos Aires” y, en un encendido discurso, agradeció a los
vecinos, a toda su familia y al equipo de gobierno.
Luego aparecieron las esperadas empanadas mientras canciones
como “Matador” atronaban: los cómputos provisorios daban perdedora
por 13 puntos a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal
contra Axel Kicilof.
Vidal se subió al escenario pasadas las 22:00, reconoció la
derrota y lo hizo curiosamente entre vítores de los presentes que
coreaban ¡Olé, olé, Mariú! y felicitó a Kicilof por la “excelente
elección en la provincia de Buenos Aires”.
Fue aclamada cuando con informal poncho blanco y jeans azules
admitió que “comienza otra etapa” y que “no nos rendimos”.
Las pantallas gigantes estuvieron hasta las 20:40 con el
letrero de Juntos para el Cambio como único símbolo de la espera,
en tanto la música desde los parlantes matizaba la expectativa que
después fue un estruendo.
A las 18:20 los tres jefes de campaña, nacional, provincial y
de la Ciudad, Marcos Peña, Federico Salvai y Eduardo Machiavelli
habían enfrentado al periodismo y manifestaron la sugerencia de
esperar el resultado del escrutinio definitivo y estimaron que los
cómputos provisorios estarían a las 21:00.
En el búnker del oficialismo primaron la cautela y prudencia
toda la tarde además de que Elisa Carrió había votado y anunció a
continuación que no concurriría a éste a esperar los resultados.
Faltaban 20 minutos para que cerraran las elecciones y el
catering fue lanzado compuesto de medialunas calientes con jamón y
queso, trozos de bizcochuelo de chocolate y alfajores, que serían
las delicadezas que imperarían en la jornada, pero con gusto a
poco.
A esa hora estaba repleto de gente de prensa y cero referentes
políticos del oficialismo mientras que el box de simpatizantes
había unos cuatro jóvenes, segmento de población que sería
predominante aunque en menos cantidad que en la PASO y con la
presencia infaltable del mítico Mago sin dientes.
Antes de las 17:00 ya había periodistas desconcertados por el
disminuido número de computadoras provisto por la organización de
Juntos por el Cambio que eran la mitad que las dispuestas en las
elecciones de agosto.

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