Por Lic. Melany Carlovich, (MN 8102), Nutricionista del staff de CRENYF
Buenos Aires, 27 febrero (PR/20) — Estamos a días del nuevo ciclo lectivo. Luego de varios días de descanso, vacaciones y horarios cambiados, debemos retomar la rutina y con ella, vuelven las preocupaciones. Comenzamos a pensar cómo organizar las comidas y viandas de los chicos para lograr que coman rico, saludable, pudiendo ahorrar tiempo y dinero. Pero enseguida nos asustamos al pensar en todo eso porque es difícil encontrar la forma de llegar al lunes con todo esto previsto.
Algunos consejos para tener en cuenta antes del comienzo de clases y ponerlos en práctica.
Todo empieza en casa. No saltear el desayuno.
Esta es una comida muy importante porque es la primer ingesta después de muchas horas de ayuno, por lo que el cuerpo necesita reponer todo ese combustible que utilizó durante la noche. Cuando se saltea el desayuno, aumenta el cansancio, el sueño, y disminuye la energía y la capacidad de concentración, afectando el rendimiento escolar.
Armar un menú que permita organizar todas las comidas, teniendo en cuenta las comidas que realizarán en el colegio y cuáles en casa. Si los niños hacen una comida en el comedor, se puede pedir el menú para poder planificar las de casa de forma tal que se complementen y así evitar la monotonía. Por ejemplo, si el menú del mediodía serán pastas con salsa, a la noche se puede incluir una buena cantidad de vegetales y acompañarlos, con alguna carne o legumbres. En caso que lleven vianda, se podrá cocinar la noche anterior mayor cantidad y de esta manera asegurarse el almuerzo del día siguiente.
Cocinar bizcochuelos, budines, muffins, galletitas, pancakes y guardarlos freezados para tener listos alimentos caseros y saludables para consumir en desayuno, merienda y llevar a los recreos.
Preparar con tiempo y de manera anticipada lo que se pueda (cortar, pelar y hervir verduras, rebozar milanesas, cocinar los saltados, cocinar el pollo, preparar tarta y freezar por porciones, preparar muffins o un bizcochuelo).
Es importante tener en cuenta la conservación de los alimentos que vayan en la vianda. Preguntar si en el comedor o en el colegio hay heladeras o refrigeración donde poder dejar la lunchera. En caso que no lo haya, se podrían enviar las lancheras con hielo seco o geles congelados para lograr que la comida se mantenga a la menor temperatura posible hasta la hora del almuerzo.
En forma complementaria, se debe mantener la higiene adecuada de tappers y luncheras. Lavarlos ni bien vuelven del colegio, con agua y detergente y de forma cuidadosa para evitar que queden restos de comida que puedan llegar a mezclarse con el almuerzo nuevo al siguiente día. Además es importante tener en cuenta que los tuppers sean aptos para calentar en microondas.
Siempre debemos tener en cuenta que luego del almuerzo, los chicos siguen con varias actividades y esa comida es fundamental para reponer energías, por eso hay que enviar comida que sabemos que van a comer. Si hay alimentos que no comen en casa o que nunca probaron antes, no es aconsejable enviarselos para que coman en el colegio, ya que seguramente no lo harán y se quedarán con hambre. Lo que llevará a dos caminos: o picotear alimentos ricos en azúcar, grasa, y sal en los recreos, o a quedarse con hambre y sin energía para continuar el día.
En caso de que se envíen pastas, arroz, o aquellos alimentos que tienden a resecarse agregar algún ingrediente húmedo que evite que al calentarlo en microondas se forme una mezcla dura e imposible de mover o comer: queso untable, crema, salsas, aceite. Y enviar el queso rallado aparte. Si el almuerzo va a contener alimentos que se calientan y otros que no, enviar en tuppers o recipientes separados para facilitarle a los chicos el momento de calentarlos y evitar que no coman algo por no poder solucionarlo o porque no les gusta.
Poner siempre el agua en la mochila. La hidratación durante el día es fundamental, por eso tener la botella de agua en la mochila facilita a los chicos el poder tomar agua a lo largo del horario escolar para mantenerse hidratados, y disminuir así el consumo de bebidas azucaradas.
La fruta es siempre la mejor opción para el postre o para los recreos: hidrata, aporta vitaminas y minerales, no tiene paquetes, no necesita preparación previa y es un alimento por demás saludable. Para evitar que la fruta se oxide se puede usar unas gotitas de limón o naranja, y enviarlas en tuppers o bolsas con cierre hermético para evitar que entre el aire.
Y como siempre advertimos, el descanso es fundamental para mejorar el rendimiento y evitar el cansancio extremo durante el horario escolar. Se recomienda apagar todas las pantallas por lo menos una hora antes de irse a dormir: tv, celular, tablet, juegos electrónicos, etc.
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