Cada 15 de Marzo se celebra el Día Mundial del Consumo Resposable, un día para
analizar nuestros hábitos de consumo y considerar su impacto
Como ciudadanos debemos tener presente que todo lo que compramos genera un
impacto, no solo en el ambiente, sino también en la salud y comunidad. Por esta
razón, nuestros hábitos de consumo son una gran responsabilidad. La idea de
celebrar el Día Mundial del Consumo Responsable se encuentra ligada a promover el
consumo consciente de productos y recursos. Es importante destacar que esto
implica tener en consideración el proceso completo de producción, es decir, desde la
obtención de la materia prima de la naturaleza hasta la disposición final del producto.
El 15 de marzo fue establecido como fecha oficial ya que recuerda la Declaración de
los Derechos de los Consumidores, expresada por primera vez el 15 de marzo de
1962 por el entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy. A partir de
1985, se establece en las Naciones Unidas un decreto para reconocer, proteger y
legitimar los derechos de los consumidores a nivel internacional. Además, como parte
de la agenda 2030 de la ONU, en el objetivo 12 se propone que el consumo y la
producción sea sostenible bajo el lema “Hacer más y mejor con menos recursos”.
Es innegable que debemos cubrir nuestras necesidades básicas con diversos
productos, como alimentos y vestimenta. Sin embargo, una forma de contribuir hacia
un consumo más responsable es preguntarnos si es realmente necesario adquirir
determinado producto, o si se puede conseguir el mismo de forma más sostenible
como, por ejemplo, en tiendas de artículos usados. También, es clave plantearse si
los materiales utilizados en su fabricación son dañinos para el ambiente y analizar de
forma integral todo el proceso de producción previamente mencionado.
Finalmente, llega un punto en el que el producto ya no es de utilidad para quien lo
compró. Es aquí cuando cumplen un rol fundamental el reciclaje y la reutilización.
Parte de ser un consumidor responsable implica informarse sobre cómo disponer de
estos residuos de manera correcta en el lugar de residencia. Hoy en día, varias
ciudades en Argentina tienen programas de reciclaje cuyo principal objetivo es lograr
la gestión sustentable de los residuos buscando minimizar su generación. Por
ejemplo, el programa de la Ciudad de Buenos Aires busca concientizar sobre la
importancia de sumar nuevos hábitos sustentables e impulsar a que los ciudadanos
separen residuos de material plástico, cartón, vidrio, orgánicos, artículos electrónicos,
entre otros, en sus casas para luego entregarlos en puntos de recepción.
No solo el reciclaje es un buen accionar, sino también la reutilización de un producto
en vez de desecharlo, extendiendo su vida útil. Por ejemplo, los frascos de mermelada
se podrían utilizar como floreros o para guardar especias en la cocina. De este modo,
pensar en la reutilización de objetos ayuda a ampliar la creatividad, ahorrar dinero y
generar menos residuos.
Dicho esto, el Día Mundial del Consumo Responsable nos invita a ser un consumidor
más consciente para incorporar hábitos responsables en nuestra comunidad, no solo
en lo que compramos, sino también en los recursos naturales utilizados, tales como
el agua y energía. El consumidor es el último eslabón de la cadena de consumo y,
como pilar fundamental de esta cadena, podemos exigir una producción más
sostenible y respetuosa con el ambiente generando un cambio realmente significativo
al elegir conscientemente.

Por Ayelén Ciarlo, miembro del Área de Prensa del Centro de Desarrollo
Sustentable GEO de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA

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