La presentación del hallazgo se realizó en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, donde los investigadores explicaron que los restos fósiles del megaraptor demostraron que habitó la Patagonia argentina hace casi 70 millones de años y que era una criatura de gran tamaño, de entre nueve y diez metros de largo y seis toneladas, lo mismo que un elefante macho adulto.
El investigador Mauro Aranciaga, becario del Conicet, dijo a la prensa que el nombre Maip refiere a una palabra de origen tehuelche (pueblos originarios que habitaron el sur argentino) que significa “entidad maligna que suele atacar por la noche y dejar muerte a su pasar”, lo que se cree que hacía este espécimen en el Cretácico.
Una familia posando frente a un dinosaurio animatrónico en la actividad Tierra de dinosaurios del predio Tecnópolis, en Villa Martelli. Foto NA/Xinhua: Martín Zabala.
Por otro lado, continuó, la palabra Macrothorax hace referencia a su “enorme pecho”, que medía 1,2 y 1,5 metros de alto.
“Los huesos de Maip nos ayudaron a entender mejor la anatomía de los megaraptores. Pertenecían a una familia cuyo esqueleto no era como el de un tiranosaurio, grande pero pesado, sino que eran animales ligeros”, destacó el científico.
Aranciaga agregó que este tipo de especie es “bastante enigmática” y todavía quedan por dilucidar aspectos de su comportamiento de caza, “por ejemplo, cuáles eran sus presas favoritas”.