Buenos Aires, 27 de julio (PR/22) .- El presidente quiere que los empresarios agropecuarios vendan lo que no tienen. Si no cambia de relato, el dólar trepara a niveles muy altos.

Los empresarios agropecuarios, tienen la difícil tarea de convivir con un negocio a cielo abierto, esto implica que entre todas las variables que maneja un empresario tradicional, en el campo hay que agregar una variable incontrolable que es el clima.

El gobierno poco hace para que el clima se torne una variable controlable, ya que no ha podido instrumentar un seguro multiriesgo para el sector, para dar previsibilidad a este problema grave. No voy a ahondar en que debería realizar desde el Estado para facilitarle a las aseguradoras este tipo de cobertura, pero deberían ocuparse como sucede en otros países.

El 70% de los empresarios agropecuarios no trabajan en campo propio, por ende, alquilan campo a terceros para desarrollar su negocio. Lo que un empresario paga por el alquiler de la tierra es una suma fija, que equivale a un 40% de los ingresos brutos de lo que produce el campo, en condiciones normales. Si tiene buena cosecha paga esa suma fija, si tiene mala cosecha paga esa suma fija.

En el año 2022/23 la cosecha de soja se ubicó en 43,3 millones de hectáreas, esto implica que un 70% de dicha producción se realizó sobre campo alquilado. Esto implica que quienes realizan esta operación como previsión guardan un 40% de lo que cosechan, para pagar los alquileres de esta campaña o la entrante, ya que, si no pueden cosechar por problemas climáticos, el alquiler se paga igual.

El 70% de la producción de 43,3 millones de toneladas, son 30,3 millones de toneladas, de ese total 12 millones de toneladas quedan guardadas como reaseguro de los alquileres a pagar en la próxima campaña.

Esto implica que, sobre 43,3 millones de toneladas producidas, si le restamos los 12 millones de toneladas para pagos de alquileres futuros, nos quedan 31,3 millones de toneladas.

En la actualidad segunda datos del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca, los productores han vendido un total de 20 millones de toneladas, esto implica que vendieron el 46% del total cosechado.

Es muy importante resaltar que la soja se cosecho en el mes de mayo, y que aún no pasaron 60 días del momento en que recolecto la oleaginosa, esto quiere decir que el nivel de ventas es muy importante. Para agregar más claridad al análisis, en los últimos 8 años las ventas a esta fecha, tomadas sobre la cantidad cosechada, siempre se ubicaron en torno del 50%, por ende, no hay nada que acusar y sospechar por la cantidad de soja vendida.

Los exportadores compran la soja, pero no exportan mayoritariamente soja, producen harina y aceite de soja, en lo que va del año solo se exportaron 1,5 millones de toneladas de soja, mientras que el resto fueron subproductos como aceite y harina. Las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior sumarían aproximadamente 16,5 millones de toneladas.

Como el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca no brinda información del stock de soja guardada de años anteriores, no nos parece apropiado hacer especulaciones del stock de soja que provienen de otros años, sin embargo, las estimaciones de mercado indicarían que habría un total de 10 millones de toneladas que se acarrean de años anteriores.

Vamos a las cuentas de la verdad. La cantidad de soja cosechada en la campaña 2021/22 asciende a 43,3 millones de toneladas, a las que le deberíamos sumar unos 10 millones de toneladas guardadas de campañas anteriores, esto nos daría un total de 53,3 millones de toneladas.

Del total de soja disponible, pasan de un año a otro un stock de 12 millones de toneladas, que es la previsión para pagos de alquiler futuro. Esto implica que hay un stock de 41,3 millones de toneladas.

Del total de 41,3 millones de toneladas, el productor vendió 20 millones de toneladas. Esto implica quedarían por vender 21,3 millones de toneladas. Esta mercadería se liquida entre los meses de agosto 2022 y abril de 2023, ya que se va vendiendo en la medida que el productor las necesita para pagar deudas, comprar insumos o para los gastos de estructura de la empresa. En los próximos 9 meses se van a liquidar unos 21,3 millones de toneladas, lo que implicaría una venta mensual promedio de 2,37 millones de toneladas.

Si la soja vale hoy aproximadamente U$S 510 la tonelada, esto implica que, si en los próximos 9 meses se pueden vender 21,3 millones de toneladas aproximadamente, esto implica que el dólar a ingresar ascendería a U$S 10.863 millones.

Si lo mediríamos por mes, esto implica que podrían ingresar unos U$S 1.207 millones por mes.

El presidente debería buscar otras herramientas para controlar el presupuesto público e incrementar las reservas del Banco Central, gritándole y acusando al campo, no va a lograr más reservas, más bien tendrá más problemas con el precio de los dólares alternativos.

Conclusiones

El presidente está en busca de un enemigo, y apunto al sector del campo. Hay muchos sectores económicos que tienen más stock de mercadería que el campo. Por ejemplo, una mayoría silenciosa de argentinos acopian dólares en argentina o en el exterior y sumarían la friolera de U$S 200.000 millones. Claro que dicha acusación apuntaría a una inmensa mayoría que lo dejaría sin votos a futuro.

. – Las empresas en su gran mayoría, se sienten más cómodas constituyendo stock, que acopiando pesos. El peso es un helado que te lo dan a las 14 horas de un día de verano con 40 grados y lo tenes que comer a las 20 horas.

. – No hay empresarios que ahorren mayoritariamente en pesos, el total de depósitos del sistema son 13 billones de pesos, y en plazo fijo hay 5,5 billones, si lo medimos al dólar MEP representarían U$S 17.028 millones de dólares. Los plazos fijos en dólares suman U$S 4.377 millones. Claramente la gente en Argentina no ahorra en el sistema financiero, más bien compra dólares y se llevan al colchón o se queda con mercadería. La suma de los plazos fijos en pesos y en dólares asciende a U$S 21.405 millones, que representa el 4,5% del PBI, la nada misma.

. – La cosecha de maíz campaña 2022/23 ascendería a 51,1 millones de toneladas, y se llevan vendidos 32,1 millones de toneladas, esto representa el 63% del potencial a cosecharse (aún estamos trillando maíz). Cabe aclarar que las hectáreas destinadas al maíz, pagan alquiler y la moneda en que se fija es soja, con un precio similar al alquiler de un campo sojero.

. – La cosecha de trigo 2021/22 ascendió a 22 millones de toneladas, y se llevan vendidos 20,7 millones de toneladas, esto representa el 94% de la cosecha. Cabe aclarar que las hectáreas destinadas al trigo pagan alquiler y la moneda en que se fija es soja, con un precio que suele ser la mitad de lo que se paga por un campo sojero, la otra mitad se paga para un cultivo que se hace una vez cosechado el trigo que puede ser soja o maíz de segunda.

. – La soja se guarda porque es la moneda del campo. Los alquileres de todos los cultivos ya sean soja, maíz, trigo o le que se te ocurra se pagan en función de quintales de soja. Las empresas de insumos hacen planes de venta de sus productos con canjes de soja a cosecha o a un mes determinado, esto es muy beneficioso porque le deja un ahorro impositivo al empresario agropecuario.

. – Cuando un empresario agropecuario guarda soja de una campaña a otra, en el paso del tiempo, por la variación de precio paga impuesto a las ganancias, por ende, cuando el productor ahorra en soja le termina pagando más impuestos al Estado, que si ahorraría en dólares en cabeza de persona humana.

El presidente y buena parte de la clase política desconoce lo que sucede en el campo, en los lugares donde se trabaja la tierra no hay cuevas, financieras o caja de seguridad para guardar los ahorros, hay mucha tierra, pocos caminos asfaltados, escasa infraestructura, nada de servicios y la única que queda es embolsar y vender en la medida que sea necesario. Difícil encontrar muchos empresarios del agro en los Panamá Paperas, más bien hay representantes de muchos sectores, pero de gente viviendo en el campo no conozco.

. – Señor presidente, le sugiero que estudie lo que sucede en el campo, que no lo menosprecie, en el campo no hay productores o sojeros como los llama despectivamente, hay argentinos trabajando, empresarios como cualquier otro, con similares problemas y las mismas ganas de que Argentina crezca y sea un gran país.

Bonus track la propuesta del gobierno para liquidar más soja

La propuesta es muy engorrosa, y difícil de explicar, por lo tanto, no parece muy atractiva para el que está ahorrando de largo plazo, hace un mes atrás estos valores eran más elevados por un precio más alto de la soja a nivel internacional y menos brecha cambiaria.

Este cambio beneficia a los exportadores, los productores ganan un 12% adicional, pero tienen que tener en cuenta los costos de comisiones e impuesto a los débitos y créditos bancarios.

Se hubiera necesitado una fórmula más simple, y sin tantas complejidades. Por ejemplo, bajar la retención del 33% al 30% o 28% hubiera sido más entendible y atractivo. Las fronteras ideológicas complican lo sencillo, y dificultan los resultados positivos.

Por Salvador Di Stefano | Analista Económico y Director de AgroEducación

Primicias Rurales