Buenos Aires, 14 febrero (PR/23) — En los últimos años, un equipo de investigación del INTA y del Conicet detectó especies nuevas para la ciencia y la flora argentina en una ecorregión constituida por humedales, pastizales y sabanas, localizadas en el área sur de la provincia. En este relevamiento encontraron Mimosa serra, indicadora de pastizales inundables en buen estado de conservación.
Además de la Selva Misionera, la provincia guarda un tesoro de diversidad, con una riqueza de especies de plantas nativas de alto valor económico y ambientes naturales únicos en la Argentina. Se trata de los Campos, una ecorregión constituida por humedales, pastizales y sabanas, localizadas en el área Sur de la provincia.
Esta ecorregión se vincula con los pastizales y campos del noreste de la provincia de Corrientes, del sur de Brasil y de parte del sur de Paraguay. “Muchas veces la provincia de Misiones se asocia rápidamente con la presencia de una selva húmeda y densa, rica en especies. Sin embargo, pocas veces se la asocia con la presencia de pastizales donde existen plantas nativas muy atractivas, raras y cada vez más difíciles de ver”, indicó Matías Morales, investigador del Instituto de Recursos Biológicos (IRB) del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA.
La franja que ocupa esta ecorregión se extiende entre la frontera con Corrientes y una línea imaginaria que cruza transversalmente la provincia a la latitud de Oberá. De acuerdo con el investigador, “algunas de las peculiaridades son: la presencia de relictos de Cerrado (una sabana tropical del centro de Brasil, Paraguay y Bolivia) en el área del Parque Provincial Teyú Cuaré, cerca de San Ignacio, pastizales sobre afloramientos rocosos con plantas endémicas (plantas que, en todo el mundo, sólo crecen en esos lugares), humedales y campos bajos y sabanas de Myracroduon balansae (urunday), un árbol de alto valor maderero”.
Los estudios que viene realizando el IRB, en conjunto con otros científicos de INTA y CONICET sobre la flora nativa del lugar, “permiten apreciar que muchas especies de plantas nativas de valor ornamental, potencialmente medicinal y que brindan servicios ecosistémicos, son cada vez más raras de ver y crecen en ambientes muy pequeños y cada vez más alterados, principalmente por la forestación y la diseminación de especies exóticas”, subrayó el investigador.
Siguiendo con Morales, “en recientes relevamientos sobre campos localizados en áreas próximas a forestaciones, un equipo conjunto del IRB y del Instituto de Botánica del Nordeste detectó la presencia de especies raras en lotes de pastizal preservados para la forestación”. Y especificó: “una de ellas es una mimosa, Mimosa serra, la cual nunca fue encontrada previamente en la Argentina, por lo que es una novedad que se suma a nuestra flora nativa”. Esta especie hasta ahora sólo era conocida en campos y bañados del Sur de Brasil y de Paraguay.
Mimosa serra es indicadora de pastizales inundables en buen estado de conservación. El INTA ha censado la población, la cual se encuentra en buen estado sanitario y reproductivo, con un número alto de ejemplares adultos en edad fértil. Sin embargo, la población ocupa un área pequeña y está rodeada de forestaciones de eucaliptos. “También detectamos otra amenaza, y es la presencia de especies invasoras en los alrededores del pastizal: Hedychium coronarium (caña de ámbar) y ejemplares de Pinus taeda (pino)”, indicó Morales, quién agregó: “ambas especies son invasoras muy conocidas de los pastizales misioneros y por esta razón ya se ha propuesto que se encare un manejo basado en su erradicación del área de Mimosa serra”.
El investigador calificó este hallazgo como “sorprendente”, ya que el Sur de Misiones es un área explorada desde hace varias décadas por los botánicos. Sin embargo, en la última década han descubierto en ellos algunas especies de plantas nuevas (Oxypetalum teyuruarense, O. randinsii, Hedeoma teyucuarensis) o poblaciones de especies de plantas raras (por ejemplo, Mimosa paraguariae o M. regnelli), en pequeñas áreas de pastizal natural, afloramiento rocoso, o incluso, bordes de caminos, de diferentes partes de la provincia.
Para finalizar, Morales afirmó que “el trabajo permitió no sólo detectar una especie nueva para la flora argentina, sino también, rápidamente poder realizar un diagnóstico inicial de su estado de conservación”. En ese sentido, han realizado el censo de la población, con lo cual se lleva el registro de todos los individuos maduros existentes, su densidad, estado sanitario, amenazas y las posibles medidas de manejo para su preservación a futuro. De acuerdo con los datos, “propusimos como estado de conservación para la especie: CR (En Estado Crítico) para Argentina, lo cual significa que corre serios riesgos de desaparición al estado natural, dada su pequeña población, las amenazas a las que se ve sometida y la presencia de la especie en una única localidad en Argentina”, concluyó.