Por José Pizarro, Abogado y Director de Future Farm Hemp Argentina
Buenos Aires, 2 marzo (PR/23) — El gasto mundial en cannabis legal creció 4,8% en 2022 hasta los 32.000 millones de dólares, y se pronostica una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 13,2 % de 2022 a 2027, resultando así un mercado de 59.600 millones al concluir el próximo lustro.
Ya hemos abordado reiteradas veces que uno de los principales desafíos de la industria es la falta de datos e información que contribuyan a la toma de decisiones. Si a la falta de datos empíricos le sumamos el oportunismo de ciertos actores que suelen ser más vendedores que estrategas, el resultado es el fracaso de los emprendimientos sustentados con fondos propios, y deudas descontroladas en un mercado limitado al capital de financistas, y privado, en virtud de las normas de cumplimiento, de financiamiento tradicional.
Mientras en los mercados maduros enfrentan renegociaciones de deudas, sanciones de los organismos de contralor, devolución de licencias y ventas de proyectos a precios muy bajos, en mercados emergentes como el argentino, proliferan iniciativas públicas y privadas a un ritmo vertiginoso con grandes puntos ciegos en sus planes de negocios.
El fenómeno de la nueva industria verde genera entusiasmo en demasía, y está muy bien que así sea, porque es ese impulso uno de los grandes responsables que animan a los cuerpos legislativos de los países a avanzar en la regulación del sector. Pero la velocidad no es la misma. Siempre la formulación de las leyes es más lenta que la evolución social. Primero se dan los hechos, luego el derecho, y en un mercado altamente competitivo, ya que miramos como ejemplo a los mercados desarrollados, esperamos los mismos comportamientos teniendo políticas públicas mucho más proteccionistas que enlentecen el desarrollo de la industria y por ende, la competitividad. Cuando insistimos en reflejar el mercado global o el norteamericano, no lo hacemos con intención de invitar a inversores a adentrarse prometiendo los mismos resultados a nivel local. No podemos compararnos, así que no lo hagan. Pero como en Argentina, el mercado todavía se encuentra en período de gestación, es menester entender el mundo donde este bebé nacerá, pero esencialmente, analicémoslo en base a nuestras políticas públicas que serán los límites en los cuales le permitiremos crecer y desarrollarse.
Dicho esto, vayamos a los números.
De acuerdo a las proyecciones del proveedor líder de inteligencia de mercado para la industria con base en Colorado, EEUU, BDSA, a pesar de la incertidumbre económica en el país del norte y el aumento de la inflación las ventas legales de cannabis crecerán un 14% para finales de 2023 luego de la merma del último año.
“El gasto legal en cannabis se desaceleró significativamente en 2022 debido a la rápida caída de los precios en todos los mercados”, dijo Roy Bingham, cofundador y director ejecutivo de BDSA. “A pesar de esto, nuestro pronóstico actualizado predice un fuerte crecimiento en los EE. UU. impulsado por los mercados en desarrollo, particularmente los mercados de uso para adultos en Missouri, Nueva Jersey y Nueva York. Además, cuatro de los cinco principales mercados de EE. UU. (Florida, Illinois, Massachusetts y Michigan) aumentarán en un 9,5 % combinado en 2023, sumando casi $770 millones en nuevos gastos”.
El verdadero federalismo estadounidense brinda a los países en desarrollo enseñanzas únicas. En base al análisis que se puede hacer de los últimos años, podemos destacar que los mercados maduros, aquellos estados que se adentraron en la legalización en las primeras etapas, crecen mucho más lento que los nuevos mercados (últimos Estados en legalizar), son estos nuevos mercados los que empujan el promedio de crecimiento total del país. Por ejemplo, Nueva Jersey y Montana, que lanzaron las ventas de uso para adultos en 2022, experimentaron un crecimiento de aproximadamente un 140% el año pasado, mientras que Missouri creció un 84 % en su segundo año de ventas exclusivamente médicas.
¿Qué podemos esperar para el mercado argentino?, por supuesto midiéndose con otra vara, podríamos experimentar un rápido crecimiento en un principio y luego podría detenerse bruscamente, más aún, si continuamos en este ritmo en cuanto a la formulación de las políticas públicas y reglamentaciones y más aún, si no las alineamos a las tendencias globales del mercado. Quienes especulen con la conformación de empresas verticalmente integradas deberán prestar especial atención a éstos datos.
Para el 2027, se pronostica que las ventas para uso adulto contribuirán con el 78% del gasto total en cannabis legal, frente al 64 % ocurrido en 2022. Se espera que el gasto en cannabis legal en los EEUU crezca a una tasa anual compuesta del órden del 13,2% para el 2027 pasando de unos 26 mil millones del último año a unos 44,5 mil millones, impulsado principalmente por los mercados de Nueva York, Florida, Nueva Jersey y California. BDSA pronostica el lanzamiento de varios nuevos mercados de uso para adultos, incluidos Maryland y Oklahoma en 2024 y Florida y Ohio en 2025. También son posibles nuevos mercados de uso adulto Hawái y Minnesota. Aunque BDSA no espera ninguna regulación federal integral sobre cannabis en este período de tiempo, existe la posibilidad de una reforma parcial, como por ejemplo el proyecto de reforma de la banca tradicional – SAFE act- para poder actuar en el mercado del cannabis.
A nivel mundial, se pronostica que los mercados de cannabis más allá de los EE. UU y Canadá podrían crecer a una CAGR del 40% hasta unos $9500 millones en el mismo período, frente a los $1800 millones estimados en 2022. BDSA pronostica que el mercado canadiense experimentará un crecimiento general del 12% este año, llevándolo hasta unos $5700 millones para 2027 con una tasa compuesta anual del 6,3%. Los nuevos mercados de uso adulto más las iniciativas en Alemania y México serán los principales impulsores del crecimiento global, y se espera que los programas limitados actuales de cannabis medicinal se expandan, principalmente dentro de la Unión Europea y en América Latina.