Por: Pablo Adaniya, Gerente General en Atlas Copco
Buenos Aires, 6 marzo (PR/23) — El cambio climático y la necesidad de reducir costos se tradujo en los últimos años en una creciente preocupación por mejorar el desempeño energético, así como también por reemplazar la utilización de combustibles fósiles por energías renovables.
Actualmente, el 48% de las empresas en Argentina están invirtiendo para optimizar sus procesos, frente a un 60% de Brasil y un 83% de China. Si bien puede parecer un número no tan alto, resulta esperanzador si lo pensamos en relación con la última investigación ISO Survey 2021 en la que el crecimiento de certificaciones ISO 50.001 ha sido del 80%, superando ampliamente la tasa global que rondó el 11%.
La norma ISO 50.001 o, lo que es lo mismo, su adopción local IRAM-ISO 5001/2018, busca mejorar los sistemas de gestión de energía para avanzar en parámetros de eficiencia, seguridad y consumo, con una reducción de gases de efecto invernadero y un mayor uso de recursos renovables.
En el futuro, el crecimiento tendrá que ser sostenible o no será, y eso obliga a repensar la manera de administrar los negocios, tanto por razones económicas -como el repliegue de los subsidios y el aumento en las tarifas- pero también medioambientales. Las empresas que inviertan en tecnología e innovación tendrán, desde el principio, una gran ventaja competitiva de cara al futuro. En este sentido, la posibilidad de implementar actualizaciones en materia de infraestructura y de impulsar alianzas público-privadas son dos factores que permitirán sentar los cimientos para un mañana mejor.
Existen tres instancias que colaboran en optimizar el consumo de energía y sostenible a largo plazo:
1. Auditoría del consumo energético consiste en analizar el consumo actual, maximizarlo cuando la producción fluctúa y sugerir oportunidades de mejora. Esta información permite obtener tendencias y calcular los ahorros de las mejoras propuestas.
2. Innovación / actualización tecnológica como, por ejemplo, controladores centrales con algoritmos avanzados, cuya función es garantizar que todos los equipos sean utilizados de manera óptima. Al mismo tiempo, los recuperadores de energía son accesorios que permiten recuperar hasta el 70% del calor residual en forma de agua caliente para ser utilizada en diversos procesos.
3. Minería de datos para tomar decisiones en tiempo real. La Industria 4.0 y el Internet de las Cosas (IoT) se han combinado para generar dispositivos de comunicación que permiten monitorear 24/7 los equipos en forma remota. A partir de los datos obtenidos es posible diagnosticar la performance, coordinar con mayor antelación las necesidades de mantenimiento, detectar fallas en forma temprana y sugerir oportunidades de mejora.
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