Lauret, recibiendo Champion Of The World y Miss Champion Of The World 2022, junto a su familia: su esposa Lorena, y los hijos Diego, Santiago, Guillermina y Juliana.
La cabaña cordobesa La Dominga acaba de vivir un verdadero momento de fiesta. Tras el doble triunfo alcanzado en el concurso Champion Of The World y Miss Champion Of The World 2022, donde se quedó con el premio mayor en machos y hembras Braford, días atrás recibió en Houston, Estados Unidos, el reconocimiento de los organizadores. Así, con apenas diez años por cumplir en 2023, alcanzó el sexto triunfo en el certamen, convirtiéndose en el establecimiento argentino con más logros.
En diálogo con Valor Carne, Alejandro Lauret, titular de la cabaña, contó su historia de vida y reveló el secreto de un éxito basado la apuesta a la biotecnología y los modelos de negocios asociativos.
Integración y biotecnología como banderas
De profesión Administrador de Empresas Agropecuarias, Lauret acuñó la pasión por la ganadería y la genética en el campo de sus abuelos. “Si bien somos tercera generación de productores agropecuarios, el negocio familiar se basaba en el supermercadismo”, reveló. A pesar de esto, de chico sus abuelos lo llevaban seguido al campo “a ver las vacas”, recordó, con lo que fue moldeando “el gusto por la producción ganadera”.
Ya como profesional, trabajó en Catamarca en la estancia Santo Domingo, de Ganadera La Paz, donde tomó contacto estrecho con la raza Braford en 2005, junto con el reconocido Ingeniero Carlos Passerini. “Me tocó desarrollar un campo de casi 20.000 hectáreas con animales comerciales, y se nos ocurrió crear una cabaña para que la empresa obtuviera toros con genética propia, de calidad asegurada, para este rodeo”, relató sobre su primera experiencia corporativa.
Tras haber llegado a ser presidente de la compañía, cargo que ejerció durante algunos años, Lauret decidió darle un viraje a su carrera y dedicarse a la actividad familiar. Así, en 2013 fundó La Dominga, en un campo de 350 ha cedido por sus padres, en Ischilín, Córdoba.
El establecimiento está en un valle al pie de la sierra, a unos 950 metros sobre el nivel del mar, lo que provoca inviernos con temperaturas bajo cero y veranos donde el termómetro supera fácilmente los 40°. “Es un campo duro, dónde los Braford resultaron ideales por su adaptabilidad gracias a su componente índico”, consideró.
La Dominga cuenta con un plantel de 90 madres donantes y unos 250/300 animales, machos y hembras, en recría para la venta. Terminan 250 reproductores al año, 10/15% toros y el resto hembras de diferentes categorías, los que son comercializados en un remate anual y en forma directa.
Pero la clave del crecimiento está en el trabajo genético y el modelo comercial de capitalización de embriones. La Dominga tiene un convenio con dos laboratorios que le permite producir unos 2.400 embriones al año.
“La mitad son colocados en receptoras a través de acuerdos con distintas cabañas del NEA, NOA y Centro del país. De los terneros logrados, se hace una selección del 50%, que van a la cabaña para ponerlos a punto para diferentes exposiciones y ventas”, reveló Lauret. Los demás, quedan para los socios que aportan las receptoras.
El resto de los embriones obtenidos inicialmente, son exportados a Brasil, Ecuador, Paraguay y Brasil. La paleta comercial se completa con exportación de animales en pie a Brasil y Paraguay.
Los Grandes Campeones
Un aspecto sustancial para el éxito de los reproductores es la nutrición. La base pastoril es Panicum coloratum que se siembra en el establecimiento, además de las compras de alfalfa y la suplementación con balanceados de Gepsa Feeds específicos para cada categoría. “Priorizamos los insumos de alta calidad”, aseveró el criador.
Además, se ajustan a un riguroso plan sanitario y todos los animales cuentan con DEPs inscriptos en el programa genético de la Asociación Braford Argentina. “Queremos que el producto se logre con el mayor grado de garantías”, sostuvo el empresario.
Y los dos premios alcanzados en Houston el año pasado, el toro Nes Agrolepal 115 Mitai y a la vaca Agrolepal T358 Luján Fiv, se sumaron a los obtenidos en el mismo concurso en 2018 y 2020, en machos, y 2020 y 2021, en hembras.
Para Lauret, otro de los secretos del progreso de la cabaña es confiar en la biotecnología y adaptarse a los cambios. “Te ayuda a multiplicar la genética en forma más rápida y al ordenamiento del programa de mejoramiento. Incluso estamos clonando algunos animales particularmente”, aseguró. Y agregó que “tener socios estratégicos en distintas regiones nos da estabilidad, permite sortear avatares que puedan sufrir una determinada zona, como por ejemplo el clima”.
“La cabaña es muy especial tiene un condimento artesanal, de pasión, de negocio, no es tan fácil. Hay que ser versátil e integrarse, poder llegar a diferentes latitudes y apostar a relaciones ganar-ganar. Son círculos virtuosos que ayudan a la mejora y a lograr un mayor volumen de producción”, opinó.
Proyección mundial
El certamen Champion Of The World y Miss Champion Of The World, que se lleva adelante desde 2015, es organizado por el reconocido jurado internacional PJ Budler, sudafricano de nacimiento, con residencia en Texas. Del mismo participan en forma virtual los ganadores de las exposiciones más importantes de los principales países ganaderos del planeta. Además de los campeones de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, participaron los mejores de África, América del Norte y Oceanía.
Por la Argentina, habitualmente participan los ganadores de la Exposición Rural de Palermo. Sin embargo, en 2022 la Asociación Braford Argentina decidió que por esta vez los elegidos de la raza fueran los Grandes Campeones del Mundial Braford, realizado en Corrientes en junio pasado. Fue la retribución a un evento que mostró lo mejor del Braford a nivel global.
Por Marcos Lopez Arriazu, Jefe de Redacción de Valor Carne
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