El prolongado episodio de “La Niña” completó casi totalmente su disipación, permitiendo el paso a un estado “Neutral Cálido”, afianzándose la posibilidad que, hacia mediados del otoño en curso, se inicie un episodio de “El Niño”, que daría su marco a la campaña 2023/2024.
Buenos Aires, 11 de mayo (PR/23) .- Pero, aunque el presente episodio parece apuntar a un elevado vigor, debe tenerse en cuenta que “El Niño” raramente se activa en el área agrícola del Cono Sur durante el otoño y el Invierno, sino que lo hace preferentemente a partir de la primavera. En este contexto, es que no debe esperarse un alivio rápido de la sequía que aún subsiste en gran parte de su extensión.
Estas son algunas de las previsiones que surgen del último Informe Estacional de Perspectivas Agroclimáticas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Asoma “El Niño”
El rápido calentamiento del Pacífico Ecuatorial completó el inicio de un episodio de “El Niño”, que dará su marco a la campaña agrícola 2023/2024, aunque la actividad de factores negativos, que exhiben una notable persistencia, podría perturbar considerablemente su desarrollo.
• OTOÑO 2023: Se encuentra instalado un episodio de “El Niño”, pero es muy difícil que sus efectos positivos se activen antes de la primavera, debiendo tenerse en cuenta que la persistente acción de los vientos polares podría demorar y debilitar el proceso.
• INVIERNO 2023: Es muy probable que el sistema climático continuará en un estado de “El Niño”. Sin embargo, los efectos de este último no se notarán hasta el inicio de la primavera, por lo que, lo más probable, es que el invierno observe una evolución en el rango normal, con posibles perturbaciones negativas debidas a los vientos polares.
• PRIMAVERA 2023 Y VERANO 2024: “El Niño” atravesará su plenitud, que conservará durante el verano 2024, haciendo sentir sus efectos, tanto en lo positivo, con lluvias abundantes y temperaturas moderadas, como en lo negativo, con riesgos de anegamientos de áreas bajas, desbordes de ríos y arroyos, y crecida de los grandes ríos.
“Algunas fuentes, como el Climate Forecast System de NOAA (EE.UU.) señalan la posibilidad de que la acción de los vientos polares se extienda sobre el interior del área agrícola argentina y el Uruguay a lo largo de toda la temporada, retardando y debilitando la activación de los efectos de “El Niño”, y manteniendo grandes extensiones con déficits hídricos sobre el interior de la Argentina y gran parte del Uruguay”, completa su perspectiva la entidad porteña.
En este contexto, “puede percibirse que el desarrollo de “El Niño” no excluye riesgos de consideración, que hacen necesario un cuidadoso seguimiento de la evolución del sistema climático, una planificación prudente, un manejo riguroso y un uso racional de la tecnología disponible”, concluye su análisis la Bolsa de Cereales de Buenos Aires