Buenos Aires, 24 julio (PR/23) — El informe de perspectivas agroclimáticas estacional de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sostiene que el “Niño” comenzó a activarse, produciendo lluvias sobre el interior del área agrícola, pero su avance es lento e irregular debido a la interferencia de los vientos polares.
Durante las últimas semanas comenzaron a recibirse lluvias en el interior del área agrícola,
llevando alivio a zonas muy necesitadas de agua.
Ello es signo de una incipiente activación del vigoroso episodio de “El Niño”, que dará su
marco a la campaña 2023/2024, pero su avance es lento.
En los episodios típicos, no perturbados por factores extraños, “El Niño” vigoriza la
circulación tropical, moderando tanto los fríos invernales como los calores estivales, y
causando precipitaciones superiores a lo normal en la mayor parte del Cono Sur, mientras
produce efectos de signo contrario en el Norte de Sudamérica, Bolivia, el oeste del Paraguay y
el NOA Argentino.

Pero durante la presente temporada su desarrollo continuará siendo afectado por una
actividad superior a lo normal de los vientos polares, cuyo accionar produjo un inicio
excepcionalmente temprano de la temporada de heladas durante el pasado mes de Febrero,
que no se registraba desde inicios de la década de 1950, al mismo tiempo que estabiliza la
atmósfera, deprimiendo las precipitaciones.
A lo largo del otoño se produjeron numerosos episodios de circulación tropical dando tiempo
cálido y húmedo de corte casi estival, pero recién hacia fines de Mayo logró quebrarse la
estabilidad atmosférica, comenzando a producirse lluvias, que llegaron en forma providencial
para mejorar la perspectiva de la cosecha fina.
Estas lluvias beneficiaron a la estratégica Zona Núcleo, al Sudeste y el este del Sudoeste de
Buenos Aires, a la Región Oriental del Paraguay y parcialmente, al sur del Brasil,
pero el otoño finalizó con amplias extensiones sin aportes hídricos adecuados, afectando al
oeste de la Región Pampeana, parte de la Mesopotamia y gran parte del Uruguay.

Asimismo, llaman la atención las precipitaciones tardías sobre el NOA Argentino, el extremo
oeste de la Región del Chaco, el extremo oeste de la Región Pampeana, el sur de Bolivia, el
oeste del Paraguay y el sur del Cerrado Brasileño, que ya deberían haber entrado en su
temporada seca otoño-invernal, lo cual es un signo de la persistencia de condiciones tipo “La
Niña”, ya que en esa Región “El Niño” suele tener efectos deprimentes.

Es probable que durante el invierno próximo la gradual activación de “El Niño” siga
llevando alivio a zonas necesitadas de aportes hídricos, pero conservando rasgos
extemporáneos: el NOA Argentino, el extremo oeste de la Región del Chaco, el extremo oeste
de la Región Pampeana, el sur de Bolivia, el oeste del Paraguay y el sur del Cerrado Brasileño,
donde “El Niño” suele tener efectos deprimentes, observarán precipitaciones normales a muy
superiores a lo normal.

Contrariamente, en el área donde los efectos de “El Niño” suelen ser
positivos, sólo la Región Oriental del Paraguay, el este de la Región del Chaco, el norte, el
sudeste y el sudoeste de la Región Pampeana y el oeste de la Mesopotamia recibirá aportes
superiores a la media, mientras que el sur del Brasil, el este de la Mesopotamia, el centro-sur
de la Región Pampeana y el Uruguay observarán precipitaciones inferiores a lo normal.

Por su parte, las temperaturas mantendrán un promedio por encima de lo normal, pero con
intensas rachas de frío causadas por cortas pero vigorosas irrupciones de los vientos
polares, aunque sin llegar a los rigores experimentados en las campañas previas.

Como es usual, durante la Primavera próxima, “El Niño” alcanzará su plenitud,
aunque la interferencia de los vientos polares le impedirá eliminar totalmente los focos de
sequía.

El sur de la Región Oriental del Paraguay, el sur del Brasil, el centro de la Región Pampeana y
el norte de la Mesopotamia registrarán anomalías de precipitaciones leves a moderadas,
mientras que el Noroeste del Cono Sur, gran parte de Cuyo, el sudoeste y el sudeste de
Buenos Aires y el este del Uruguay experimentarán lluvias superiores a la media.
El régimen térmico será más moderado que en las temporadas anteriores, con menor riesgo,
tanto de heladas tardías, como de calores tempranos.

Recién durante el Verano 2024, “El Niño” logrará reducir significativamente el área con déficit
de precipitaciones.

La mayor parte del área agrícola del Cono Sur recibirá precipitaciones normales a superiores
a lo normal, y sólo una pequeña extensión, ubicada en el límite común de las Pcia de Córdoba,
La Pampa y Buenos Aires continuará con un leve déficit de precipitaciones.

El régimen térmico será poco perturbado, observando registros cercanos a lo normal con
menor frecuencia e intensidad en los episodios de calor.

Pero pese a las marcadas perturbaciones estacionales descriptas en los párrafos anteriores,
cuando se evalúa el total de la campaña 2023/2024, se observa que la mayor parte
del área agrícola del Cono Sur registrará precipitaciones normales a superiores a lo normal,
con la particularidad que las anomalías positivas de mayor magnitud se producirán en su
ángulo noroeste, donde “El Niño” suele tener efectos negativos.

No obstante, una amplia extensión alrededor del Noroeste de Buenos Aires, donde los efectos
de “El Niño” son usualmente positivos, observará una persistente anomalía negativa de
lluvias que recién recibirá alivio durante el verano 2024.

Como conclusión puede señalarse que, con un adecuado manejo y haciendo riguroso uso de
la tecnología disponible, la mayor parte del área agrícola del Cono Sur podría obtener buenos
resultados productivos. Contrariamente, el área alrededor del Noroeste de Buenos Aires
sufrirá limitaciones hídricas a lo largo de la mayor parte de la temporada.

Primicias Rurales

Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires