Buenos Aires, 11 septiembre (PR/23) — En una entrevista exclusiva con Agroempresario.com, Carlos Van Gelderen, presidente de la fundación PROSAIA (Fundación de Promoción, Investigación y Educación para la Seguridad Alimentaria) y médico veterinario, habló sobre los objetivos de la institución, sus proyectos con mayor impacto, los desafíos a los que se enfrenta y los logros obtenidos, entre otras cuestiones.
Propósito de la Fundación
Carlos Van Gelderen – “A la Fundación Prosaia la creamos junto con el doctor Alejandro Schudel, durante la década de los noventa. Por ese entonces nosotros habíamos trabajado mucho en el proyecto de prevención de las encefalopatías espongiforme bovina también llamada BSE, o enfermedad de la vaca loca. Yo en esa época trabajaba en el sector privado y fuimos los que trajimos esta inquietud, e hicimos todo el desarrollo junto con otros organismos públicos y privados para demostrar que la Argentina estaba en ese momento libre o que el riesgo era muy bajo.
Como consecuencia de la crisis de la vaca loca, sobre todo en Europa, que sufrieron mucho, surgió la idea de la seguridad alimentaria y de una salud. Hubo dos reuniones muy importantes. La inicial fue la primera vez que se reunieron veterinarios y médicos en la Organización Mundial de la Salud, cuando se determinó que esta enfermedad era una zoonosis, o sea que pasaba de los animales al hombre, y había ocasionado lo que es la nueva variante de Creutzfeldt-Jakob que es una enfermedad de la misma encefalopatía transmisible de los animales y el hombre, pero esto se había demostrado que traspasó la frontera de la especie y enfermo sobre todo un montón de chicos en Inglaterra.
Y la segunda, como consecuencia de eso, fue otra reunión muy importante que se realizó en el Parlamento Europeo y ahí lo que yo empecé a ver es que había un nuevo enfoque sobre lo que es la producción animal, sobre todo, en la producción de alimentos referida a la seguridad alimentaria y a resucitar un viejo concepto, que ahora todos se hablan como nuevo, que es el de una salud.
El concepto de una salud, que dice que la salud humana, animal y el cuidado del ecosistema es parte de lo mismo. Esto en la Unión Europea trajo como consecuencia que redactaran lo que es el Libro Blanco, donde hablan justamente de la seguridad alimentaria. Nosotros entendemos por seguridad alimentaria que a la gente le lleguen los alimentos en condiciones de inocuidad en la cantidad y en la calidad de lo que ellos requieren.
Así nació, PROSAIA. Tuvimos un grupo de gente que nos apoyó del sector privado y arrancamos haciendo alguna serie de trabajos relacionados con todo este tema”.
El mayor desafío
“El mayor desafío fue arrancar en un país que no está muy acostumbrado, tuvimos muchos proyectos y financiaciones tanto del Estado, como de las empresas, además hemos trabajado para SENASA.
Ahora junto con la Red de Seguridad Alimentaria estamos trabajando en la influenza aviar y la aftosa lo cual es muy importante para poder abrir los mercados. Esto ha sido una iniciativa nuestra, a raíz de pedidos del sector privado. Y además tenemos una newsletter sobre todos los temas sanitarios que se publica todos los meses.
Para vivir en este mundo hay que pasar a un sistema de prevención, no de reacción, acá estábamos acostumbrados a tener sistemas de reacción y lo que hay que hacer es prevenir.
Ahora la vida se ha complicado mucho, podes viajar demasiado en muy poco tiempo y estar incubando la peste que se te ocurra tanto vos como tu equipaje, lo que sea. El gran ejemplo es el COVID, que en definitiva terminó siendo una zoonosis, porque salió de animales y se pasó al hombre, entonces por eso, yo creo que hay que adecuar todo el sistema de control y pasarlos a sistema de prevención, que no es fácil.
Por ejemplo, en el caso de la influencia aviar, el problema más grave son las migraciones de las aves, desde que empezamos a trabajar, nos hemos dado cuenta que tenemos bastante información de todas las migraciones que vienen por el Pacífico, pero del Atlántico no, de estas últimas no sabemos si hay las mismas o no, y también de los genotipos que tenemos que utilizar, que están actuando, porque no todos los virus son exactamente iguales para poder planificar las vacunas. En consecuencia estamos trabajando junto con SENASA, y con un grupo de investigadores, si es que hay que vacunar, cuál es el sistema de vacunación más apropiado, hay tres tipos diferentes de acuerdo a la situación que tengamos, la Argentina es muy larga y muy grande, puede ser que en algún lado haya que aplicar un sistema de vacunación de emergencia, otra de prevención, etc.
Por otro lado es impresionante la cantidad de gente que se acerca, acá hay un sistema científico que es extraordinario, yo estuve adentro y no soy investigador, pero hay grupos de gente muy preparada y que se ha dedicado a trabajar, por muy bajos salarios, y mucha gente te dice, yo vengo a colaborar porque quiero devolver al país lo que invirtió en mí, capacitándome, y la verdad que es extraordinario”.
A futuro
“Poder terminar de implementar en la Argentina un concepto primero de prevención de todas las enfermedades, lo cual ya se está defendiendo, nosotros hemos construido nuestro granito de arena, y estamos tratando de contribuir a que eso interaccione en los distintos estamentos de la producción, que es muy importante, porque vuelvo a repetir, hay veces que uno está trabajando por un lado, otro por el otro, así que yo creo que la palabra es articular, contribuir a articular a todos para que trabajen.
Hoy en día, eso al menos en nuestro caso, ha funcionado, tenemos pedidos de algunos temas, asesoramientos, ya sea de SENASA, ya sea de INTA, tenemos convenios con ellos, estamos dando muchos cursos de capacitación, estamos administrando la solicitud del consorcio de exportadores de carne, sobre el manejo y todos los temas que hacen a la industria frigorífica, y como dije, el de la aftosa.
Queremos empujar todo esto y contribuir a que la Argentina despierte en que realmente tenemos enormes posibilidades, cosas que algunos no sabíamos. Yo creo que la Argentina es uno de los pocos países, si no el único que tiene producción de agua azul, o sea, la ganadería no usa el agua que necesita la gente, sino esa agua que si no la tomaban las vacas, no se tomaba, y eso se puede probar y todo eso contribuye a la sustentabilidad de nuestro sistema de producción.
Cuando empezamos, éramos dos locos, o tres, y se fue juntando un montón de gente, creo que la Argentina tiene todas las posibilidades, y el problema que tiene es su capacidad de organizarse y administrar los temas, el resto está, la gente está, el país está y tiene todas las posibilidades. Cuando vos vas afuera, al menos en las áreas que me toca a mí, que es la veterinaria, no somos menos que nadie, no digo que seamos más, pero menos no”.
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Fuente: Agroempresario