Juan Elizalde, junto a Sebastián Riffel.

Juan Elizalde, junto a Sebastián Riffel.

La devaluación ocurrida después de las PASO modificó los precios relativos de las distintas categorías de hacienda y de los insumos de los planteos ganaderos. Para entender cómo quedó parado el negocio del productor, el estudio Elizalde & Riffel analizó los márgenes brutos de las actividades de cría, recría-terminación y feedlot de consumo, a marzo y septiembre de 2023, mientras el dólar trepaba un 67%. El trabajo fue realizado en el marco de un convenio con Phibro Animal Health. 

El escenario

Más allá de la variación entre los precios relativos de la hacienda y los costos de producción tras la devaluación, la estacionalidad y la dinámica del negocio beneficiaron más a ciertas categorías, comparando la primera quincena de septiembre versus la primera de marzo de 2023.

Tal es el caso de las vacas gordas (+107%) y del ternero de invernada (+84%), que comienzan a escasear a partir de esta época del año. En tanto, el novillo gordo de 390-430 kg aumentó el 67%, igualando a la suba del tipo de cambio (67%) y el liviano, con gran oferta estacional, sólo el 59%. Por otra parte, el precio del maíz presentó un incremento menor respecto del resto de las variables (26%).

En este contexto, la consultora Elizalde & Riffel analizó el impacto de la devaluación en distintos planteos de cría, recría-terminación y feedlot, representativos de la región pampeana.

Los planteos

Para la cría se consideró un modelo con una carga de 0,7 EV/ha, primer servicio a los 27 meses y un destete del 80% en marzo-abril con venta del ternero. Realizado en bajos de la Cuenca del Salado con promociones de raigrás, se evaluó en campo propio y alquilado, considerándose un costo de arrendamiento de 65 kg INM/ha.

En cuanto a la recría-terminación se modelizaron tres alternativas en función de la aptitud de la tierra y del esquema de negocio de la empresa. El primero incluye recría a corral con silo de maíz hasta los 320 kg y terminación también a corral hasta los 420 kg. El segundo, recría en pasturas de alfalfa hasta los 370kg y terminación a corral hasta los 450kg. Y el tercero, recría en campo bajo sobre promociones raigrás hasta los 320 kg y terminación a corral hasta los 420 kg. Se incluyó el costo de alquiler de la tierra: para la recría en promoción de raigrás de 65 kg INM/ha y para campo agrícola de diez quintales de soja.

Con respecto al engorde de animales livianos sin recría previa, se analizaron dos modelos de feedlots en lo que se compran terneros de 180 kg y se venden con 320 kg: con maíz propio (considerando precio pizarra Rosario menos gastos comerciales) versus maíz comprado (precio pizarra). Las dietas de engorde incluyeron 70% de grano maíz en base seca y silaje de planta entera como fuente de fibra.

Los resultados

En función de los cambios de precios relativos comentados más arriba, se calcularon los márgenes de la cría expresados en USD/cab en campo propio y en campo alquilado, antes y después de la devaluación.

Estas figuras indican que los resultados económicos de la cría mejoraron por el ajuste en los precios de terneros y vacas gordas posterior a las PASO, tanto en campo propio como campo alquilado. Sin embargo, el margen bruto sigue siendo muy escaso a tal punto que la actividad no es capaz de pagar el costo de oportunidad de la tierra aun con los cambios en el precio del ternero a setiembre 2023 (-32 USD/cab en campo alquilado).

Con respecto a los modelos de recría-terminación a corral se observa que la variación en el precio de la hacienda gorda no afectó el margen de esta actividad en ninguno de planteos evaluados y en algunos mejoró ligeramente.

En tal sentido, si bien el precio del gordo tuvo una corrección de mayor magnitud respecto de los costos de alimentación (pasto y grano), la relación de compraventa se tornó más desfavorable (1,08 en septiembre vs 0,98 en marzo). Por tal motivo, los márgenes son similares a los obtenidos al inicio de la zafra. Otro aspecto que contribuyó a la estabilidad fue la menor variación relativa en el precio del maíz, aun cuando la incidencia del grano varía según la intensificación de la recría.

Por último, los resultados del engorde a corral sin recría previa de terneros machos y hembras para consumo se presentan en los siguientes gráficos, con maíz propio y comprado, para ambos períodos.

Como se puede observar, el cambio en los precios relativos de las diferentes variables afectó negativamente el negocio del feedlot, a diferencia de lo ocurrido en el resto de los planteos ganaderos, debido principalmente a la compraventa desfavorable (1,08 septiembre vs 0,93 en marzo). En concreto, desapareció el ternero barato por la sequía que llevó a un encierre otoñal superior a la media de años anteriores.

A pesar de esto, las empresas que cuentan con maíz propio todavía logran un resultado levemente positivo, cosa que no ocurre en las que compran el grano que obtienen un resultado neutro.

Pasando en limpio

El efecto de la devaluación ocurrido el día posterior a las PASO generó modificaciones disímiles en los precios de la hacienda, aunque no fue suficiente para mejorar el resultado económico de las diferentes actividades ganaderas. La cría fue la actividad más beneficiada, aunque aun así no logra pagar el costo de alquiler del campo.

En contraposición, el negocio del engorde a corral de terneros livianos fue el más afectado debido al deterioro de la relación compraventa, con lo cual es posible que se reduzca su realización en los próximos meses, salvo que prolonguen los efectos de la sequía.

Por último, la recría-terminación a corral presentó mayor estabilidad frente a los cambios de precios relativos tras la devaluación, posicionándose como la actividad que mejor cubrió al ganadero de los embates del mercado.

Por: Ing. Agr. Juan C. Elizalde, Ph.D.
Ing. Agr., M. Sci. Sebastián L. Riffel

Primicias Rurales

Fuente: Valor Carne