Buenos Aires, 23 octubre (PR/23) – Recientemente fueron difundidas preocupantes imágenes y videos relacionado con el proyecto conocido como “Canal de la Patria”, una obra en ejecución que consiste en el revestimiento de un canal de 250 kilómetros de extensión con concreto, que tiene aproximadamente 2 metros de ancho y 1,40 metros de profundidad. Las imágenes muestran el problema que implica para los animales que ingresan o caen en el canal y no pueden salir, resultando en su ahogamiento. El canal lleva agua desde el río Salado a diversas localidades como Quimilí, El Colorado, Pozo del Toba y otras en la provincia de Santiago del Estero. El testimonio de personas cercanas al lugar, junto a videos y fotografías circulantes dan alerta de la magnitud de la situación, con numerosos registros de muerte de animales silvestres y domésticos por ahogamiento. “Es particularmente preocupante la pérdida de ejemplares de especies amenazadas como osos hormigueros (Myrmecophaga tridactyla) y pecaríes de collar (Pecari tajacu), clasificados como “Vulnerables” según la Sociedad Argentina para el Estudio de Mamíferos. Además, se reportaron incidentes con pumas (Puma concolor), zorros grises (Lycalopex gymnocercus), así como múltiples animales domésticos como perros, vacas, y chivos (incluso un rebaño completo)”, señala Fernando Miñarro, Director de Conservación de Fundación Vida Silvestre Argentina. Sin embargo, desde la organización señalan que estos casos representan sólo una parte del problema generado. Estos animales de gran tamaño son más fáciles de detectar, pero el problema se multiplicaría al estudiar el impacto de esta clase de canales en fauna más pequeña como anfibios o pequeños mamíferos que son mucho más complejos de registrar. Esto sugiere que el impacto ambiental y el riesgo sanitario posiblemente sea mucho mayor de lo observado. “Una obra de esta magnitud que atraviesa áreas naturales que conservan fauna silvestre nativa, sin una planificación adecuada ni el respaldo de un estudio de impacto ambiental serio, puede tener consecuencias muy negativas para la sociedad y el ambiente. El Canal de la Patria resulta una verdadera trampa ecológica, que no solo impide el desplazamiento de la fauna terrestre sin los adecuados pasos de fauna, sino que también en épocas de fuertes sequías como las que se vienen atravesando, el agua que transporta el canal resulta una atracción y del canal luego la fauna no puede escapar por sus propios medios.” sostiene Miñarro. El canal de Santiago del Estero se agrega así a otros factores que sin su debida atención despojan a las áreas naturales de su fauna silvestre, como la caza furtiva y las rutas, pero destacándose por su acción constante, que lo vuelve particularmente dramático. El Canal de la patria se encuentra aún en desarrollo lo que implica que el impacto continuará aumentando, a menos que se implementen estrategias efectivas a corto plazo, para evitar la caída de animales. Hasta la fecha, en respuesta al reclamo de diversos actores de la sociedad civil, en su mayoría locales, las autoridades de Santiago del Estero a cargo de la Dirección de Bosques y Fauna, la Subsecretaría de Medio Ambiente (dependiente del Ministerio de Producción) y desde la Secretaría del Agua (dependiente del Ministerio de Obras Públicas) emitieron un comunicado oficial en la que se menciona como única medida la realización de recorridas periódicas de personal para rescatar los animales afectados. No se menciona si el equipo de rescatistas está conformado por profesionales capacitados en el manejo de fauna silvestre, si en los equipos hay veterinarios con experiencia en fauna silvestre y si cuentan con los elementos apropiados para un rescate seguro. “Es evidente que esta medida es insuficiente, paliativa, ineficiente y a corto plazo. Esto solo pareciera permitir la recuperación de algunos animales sobrevivientes y el rescate de los cuerpos ahogados. Esto no evita que una obra destinada a acercar agua potable a las comunidades sea una fuente de contaminación y riesgo sanitario aún de mayores proporciones. El comunicado oficial menciona las caídas de animales como eventos accidentales, es decir, imprevistos y aleatorios, ajenos a lo previsto en la planificación. Esta es una afirmación inexacta ya desde lo conceptual, puesto que las características estructurales del canal a lo largo de sus 250 kilómetros, la escasez de agua en el entorno y la abundancia de fauna hacen que el impacto sea más por la negligencia del estudio de impacto ambiental que no señaló el problema para evitar los “accidentes”” analiza Miñarro y agrega “La falta de planificación, la ausencia de medidas de mitigación y la respuesta insuficiente de las autoridades a esta problemática demuestran la responsabilidad no solo de la empresa constructora y de las autoridades santiagueñas, sino de quienes realizaron la evaluación de impacto ambiental”. Frente a esta situación, Vida Silvestre exige tomar medidas urgentes entre las que se incluyen:
“Es necesario el compromiso y la seriedad de las autoridades competentes para revertir la situación y lograr un antecedente positivo desde la perspectiva ambiental y social. Sólo la búsqueda de soluciones permanentes, con respaldo técnico y científico va a permitir que el nombre de la infraestructura sea coherente con su esencia y represente cabalmente los intereses de la Patria, las personas que la conforman y su patrimonio natural. Desde Vida Silvestre ya estamos en diálogo con otras Organizaciones de la Sociedad Civil abiertos a ayudar en lo que podamos desde nuestro sector”, finaliza Miñarro.
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Acerca de Vida Silvestre La Fundación Vida Silvestre Argentina es una organización no gubernamental, de bien público y sin fines de lucro, creada en 1977. Su misión es proponer e implementar soluciones para conservar la naturaleza, promover el uso sustentable de los recursos naturales y una conducta responsable en un contexto de cambio climático. Desde 1988 está asociada y representa en la Argentina a WWF, una de las organizaciones independientes de conservación más grande del mundo, presente en 100 países. Para más información: www. Primicias Rurales Fuente: Fundación VIda Silvestre |