A Santa Brígida se le considera fundadora del monacato femenino en su país. Es reconocida como mujer de profunda espiritualidad y apóstol de su pueblo. Su nombre ha sido perennizado gracias a la célebre “Cruz de Santa Brígida”, tradicionalmente hecha de juncos y que la santa habría utilizado cada vez que se dirigía al pueblo o a sus hijas e hijos espirituales para proclamar el Evangelio de Jesucristo.

Libre para servir a Dios

Brígida vivió entre los años 451 y 525. Nació en la ciudad de Faughart, ubicada al norte de Irlanda y, según la tradición, fue hija de un rey pagano y una esclava. Desde temprana edad conoció el cristianismo y consagró su vida a Dios.

Esa misma tradición señala que Brígida obtuvo su libertad gracias a la precocidad de su virtud, y fue bautizada por el mismo San Patricio (ca. 386-461). Posteriormente recibiría el velo de las vírgenes de manos de San Melo (… – 488), Mel de Ardagh, sobrino del más célebre santo irlandés.

Sierva de Irlanda

Es verdad que la figura de Santa Brígida está rodeada de historias -como la referida más arriba- que han despertado sospechas sobre la existencia o historicidad de la santa. Sin embargo, frente a tales cuestionamientos, hoy salen al paso evidencias, ampliamente reconocidas, como los testimonios de personajes de la época (siglos V y VI) totalmente independientes de la vida religiosa o de la fe cristiana. Por último, no son pocos los registros o fuentes históricas que dan cuenta de cómo a Santa Brígida, incluso, se le llegó a considerar santa en vida.

Monasterio de Kildare

Santa Brígida de Irlanda fundó el monasterio de Kildare hacia el año 513, adoptando la regla de San Cesáreo. Esta decisión impulsó a que otros monasterios adopten o retomen la misma regla de vida. El monasterio de Kildare, con Brígida como abadesa, le dio un importante impulso al catolicismo, a lo largo y ancho del territorio irlandés.

Santa Brígida ha sido considerada ‘madre espiritual’ por muchísimas religiosas a través de los siglos, especialmente entre los pueblos de habla inglesa.

Murió el año 525 en Kildare y su cuerpo fue enterrado en Downpatrick, junto a los otros patronos de Irlanda, Patricio y Columbano.

Primicias Rurales

Fuente: ACI Prensa