Buenos Aires, viernes 9 febrero (PR/24) — En el escenario global contemporáneo, el comercio mundial desempeña un papel crucial en el desarrollo económico y la prosperidad de las naciones. Hay evidencia de que la apertura comercial no sólo impulsa el crecimiento económico, sino que también facilita la transferencia de conocimientos, tecnología, capital y recursos humanos, promoviendo mejoras en la productividad agregada.
Según los datos y las últimas proyecciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), las exportaciones por mercancías y servicios superaron algo más de 32 billones de dólares (millones de millones) en 2023. Para ponerlo en perspectiva, esto equivale a casi 51 veces la producción de bienes y servicios finales (PBI) de Argentina en el mismo año, con lo cual el potencial mercado para la exportación es prácticamente infinito.
A pesar de ello, la República Argentina parece haber perdido el tren exportador, del cual fue uno de los principales motores hasta la década del cincuenta.
En lo que respecta a la exportación de mercancías, Argentina ha ido perdiendo protagonismo internacional con el paso del tiempo. Si se toman promedios anuales, en la década del cincuenta se ubicaba en el puesto 22 de más de 200 países en términos de valor de exportaciones, con una participación del 1,12% sobre las exportaciones mundiales. Los únicos países de Latinoamérica que la superaban eran Brasil, que se ubicaba en la 15va posición (1,60% de participación en el total), y Venezuela con su 13ra posición y una participación de 1,80%.
Durante la década del sesenta, las posiciones se mantuvieron relativamente estables, con Argentina perdiendo 3 lugares, mientras que Brasil retrocedió 7 y Venezuela 3. El pronunciado declive comenzó en la década del setenta donde pasó del puesto 25 al 42. A partir de allí nunca volvió a estar entre los 30 principales exportadores, por lo que de una participación promedio del 0,47% en los setenta pasó al 0,30% actual.
Otro caso particular es el de Venezuela, que pasó de representar el 1,80% de las exportaciones mundiales de mercancías, muy cerca del top 10, a situarse en la posición 51 en lo que va de la década actual, con apenas un 0,02% de participación mundial. Esta caída se acentuó fuertemente a partir de los 2000s.
En el año 2023, las exportaciones de Argentina sumaron 66.788 millones de dólares, un 24% menos que en el año previo: esto significó una participación del 0,22% en las exportaciones mundiales.
Si se piensa en el país que en la década del cincuenta registró una participación promedio del 1,22%, la aritmética indica que, de haber mantenido la participación, actualmente se exportarían 306.500 millones de dólares y nos ubicaríamos cerca del puesto 27. Estos guarismos son prácticamente imposibles de alcanzar en el corto plazo, ya que implicarían revertir un deterioro de, al menos, tres décadas. No obstante, si se toma la participación promedio histórica de las últimas siete décadas (0,53%), el cálculo arroja un número que parece más realista: 133.000 millones de dólares anuales.
Además de las mercancías, desde fines del siglo XX, los servicios fueron adquiriendo un rol preponderante, incrementando su importancia en la economía global y su participación en el comercio. Para el 2022 este rubro representó el 22% de las exportaciones mundiales totales. Además, por su naturaleza, los servicios son en gran medida intensivos en conocimiento y recursos humanos. Actualmente, las exportaciones mundiales de servicios alcanzan más de 7 billones de dólares, con un crecimiento sostenido en las últimas décadas.
Si se analiza la evolución de los últimos tres lustros y lo que va del actual, se advierte que Argentina detenta la segunda posición como exportador neto de servicios de entre los principales países de Sudamérica, mientras que se ubica alrededor de la posición 50 en el ranking mundial. Brasil mantiene la mejor performance, al igual que con las mercancías, y ronda el ranking 30 en la tabla global.
En 2022, último dato disponible de la OMC, el mercado de servicios significó para Argentina exportaciones por un valor de 14.400 millones de dólares. Si bien este guarismo se encuentra por debajo del máximo de 15.500 millones registrado en 2017, al compararlo con el valor del año 2005 se observa un crecimiento de más del 100%.
Si se analiza el panorama mundial, se observa que Estados Unidos mantuvo un marcado liderazgo desde la década del cincuenta hasta la primera década del siglo XXI, con una participación promedio del 12,4%. Alemania se ubicó segunda en el mismo período con una participación del 10%. Reino Unido y Japón se disputaron el 3er y 4to lugar, mientras que la aparición protagónica de China en el escenario mundial se dio de la década de los ochenta en adelante. El gigante asiático pasó de representar el 1,35% de las exportaciones mundiales de mercancías al 12,31% en la segunda década del siglo XXI, cuando pasó a la primera posición, incrementando su participación y cerrando la brecha con respecto a Estados Unidos en la década actual.