Organizado por la estatal Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el seminario contó con la participación del especialista en arbovirus de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carlos Melo, quien alertó que en las primeras quince semanas del año, los casos de dengue en América Latina saltaron un 237 por ciento en comparación con el mismo período de 2023.
Los arbovirus son enfermedades causadas por virus transmitidos principalmente por mosquitos, como el Aedes aegypti, que transmite el dengue, el Zika y el chikungunya.
Brasil, principal epicentro de la epidemia
Según Melo, el gran aumento se debe a las cifras de la epidemia en Brasil, principal epicentro de la enfermedad del dengue, de acuerdo con un informe de la agencia de noticias Xinhua.
El país responde por más de 3,1 millones de casos de esta enfermedad en 2024, es decir, el 67,4 por ciento de todos los casos de América Latina y el Caribe.
La Argentina, en el lamentable “podio” sudamericano
En cifras absolutas, Brasil ocupa el primer lugar de la clasificación.
Paraguay, la Argentina y Perú, países inmediatamente detrás de Brasil en orden, no tienen más de 200.000 casos cada uno.
Para Melo, una de las razones de la prominencia de Brasil es que tiene la mayor población.
Análisis a fondo
“Sin embargo, cuando observamos la incidencia del dengue, es decir, la proporción de casos en relación con la población, el país ocupa el segundo lugar, detrás de Paraguay”, indicó.
En relación con las muertes confirmadas por dengue, Brasil tiene 1.292 registros hasta 2024.
El país lidera el ranking de la OPS en números absolutos.
Sin embargo, en términos proporcionales, el país ocupa el noveno lugar, detrás de Paraguay, Guatemala, Perú, Bolivia, Honduras, Ecuador y la Argentina.
De los 25 países cubiertos por la OPS, 12 presentan brotes, es decir, más casos probables de los previstos.
Todo sobre el Aedes aegypti
Para la OPS, una de las causas apuntadas para justificar la epidemia en Brasil y los brotes en otros países es el fenómeno de El Niño, como olas de calor, sequía en algunas regiones y tormentas en otras, que favorecen la proliferación del Aedes aegypti.
Los estudios demuestran que este mosquito es más activo cuando hace calor.
Además, cuanto más calor hace, menor es el tiempo de incubación del virus en el mosquito.
Por tanto, el insecto transmite el dengue más rápidamente.
A esto se añade el hecho de que la sequía aumenta la necesidad de almacenar agua, a menudo de forma inadecuada, lo que favorece la aparición de criaderos.
Estos entornos donde prospera el mosquito aparecen más fácilmente como consecuencia de las tormentas.
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Fuente: Noticias Argentinas