Para Santiago Saenz Valiente, las medidas que presentó el presidente Javier Milei en la Exposición Rural de Palermo
El especialista recordó la enorme carga fiscal que arrastra y soporta desde hace mucho tiempo el campo. “Es insoportable producir, con costos administrativos elevadísimos, sumado a los muchos riesgos que enfrentan los productores (contribuyentes) ante cada uno de los trámites y de presentaciones que corresponden”, dijo.
“No se cumple justamente por los propios impuestos distorsivos que tenemos y no se mide adecuadamente la capacidad de contribuir que, por la propia inflación no se actualizan los anticipos que se pagan ni ningún pago a cuenta, ni retenciones, ni percepciones y, de esa manera, se licua el crédito a favor de los contribuyentes cuando tienen su saldo a favor. Se afecta también el derecho de propiedad a través de la confiscatoria de impuestos como son las retenciones y la legalidad al exigir cargas fiscales a través de resoluciones superior a la propia obligación legal”, afirmó.
En el discurso de Milei, los anuncios de baja de un 25% de las retenciones en carnes [como vacuna, aviar y porcina] y la quita de los derechos de exportación para las categorías de vacas pasaron casi desapercibidos para los presentes que esperaban una medida enfocada en los granos. “Las retenciones son un impuesto violento a la producción. Que se eliminen el 25% de derecho de exportación a las proteínas animales es una gran cosa. Es imposible pensar en crecer en exportaciones con esa lógica impositiva. No existe ningún lugar del mundo y eso lleva a una imposibilidad y gran dificultad de competir con los países vecinos que, cuando hay muy escasa producción, se genera una mayor distorsión”, señaló Saenz Valiente.
El tema de la eliminación de algunas barreras administrativas “tampoco es menor”. Los productores ya no tendrán que reinscribirse en el Registro Único de la Cadena Agroindustrial (RUCA) y solo deberán hacerlo en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa), otorgado por Senasa. Eso les facilitará el camino para que se centren únicamente en producir.
Y, si bien será a través de un proyecto de ley pyme, cambiar el régimen de amortización de bienes de capital para el agro actual por uno acelerado, que se modifique el manejo contable del ganado, como también la compra de reproductores (toros) y que el Impuesto a las Ganancias pase a pagarse al momento de la venta de la hacienda terminada, “es vital para que la inversión ganadera crezca y los stocks tengan un salto productivo”.
En la actualidad, por ejemplo, la compra de un reproductor es considerada para el balance fiscal una inversión que se amortiza en cinco años, por lo que se puede deducir un quinto del valor de la factura de compra por año, explicó el tributarista.
“Los beneficios impositivos que se han anunciado son realmente interesantes, que habían sido previstos ya en el proyecto del Consejo Agroindustrial. El campo no está pretendiendo ventajas, sino equilibrios razonables para incentivar la compra de bienes de capitales y de uso como son las maquinarias. Hoy tienen un cargo a pérdida en 10 años. Lo que se espera es que se produzca una amortización acelerada en menos periodos fiscales. También se puede contemplar una mayor carga en el año de compra y después se reparte. Esto va a llevar a que los productores agropecuarios inviertan, se preparen para una mejor siembra y cosecha y poder picar en punta en la Argentina con medidas simples de equidad. Lo mismo para la compra de toros que se espera directamente lleve a producir más toros”, aseguró.
En cuanto a la cría e invernada, explicó que “todos los años los contadores preparan la liquidación impositiva, el Estado obliga a que se considere el valor de cotización de estos animales al cierre del ejercicio y eso genera una obligación de pago anticipado, cuando todavía no hubo venta y mucho menos un cobro”.
“Esto se llama ganancia por tenencia y esa ganancia por tenencia es muy inequitativa porque no es razonable plantear un adelanto de este impuesto cuando todavía no se concretó la venta. Esto es lo que se modificaría en forma absoluta”, agregó.
Por último, aunque sin precisiones, el Presidente anunció un régimen de riego, con beneficios impositivos en áreas marginales con estabilidad en el tiempo (15 años). “Esto tiene que ver con la necesidad de la infraestructura indispensable para que no haya más problemas graves con la cuestión del desastre agropecuario por sequía o por lluvias. Esa infraestructura hoy está faltando en forma absoluta, pese al nivel de impuestos que se paga a nivel patrimonial en todas las tierras rurales”, finalizó.