Paulo Henrique Reis Furtado Campos, consultor técnico nutricional de Provimi-Cargill en Brasil, analiza los desafíos y oportunidades para un desempeño exitoso. Un enfoque integral de la genética unida a una gestión nutricional de alta calidad como respuesta para entregar cerdos con excelente rendimiento en la terminación.
Buenos Aires,27 de agosto (PR/24) ,- La utilización de materias primas de máxima calidad, un equilibrio planificado entre el consumo voluntario de proteínas y una nutrición de precisión, además de ambiente, tecnología, bienestar animal y otros factores, son pilares fundamentales para el éxito de la producción porcina moderna.
Escenario productivo actual:
El escenario actual de la producción porcina se caracteriza por la presencia de líneas genéticas altamente eficientes que ofrecen un notable potencial productivo. Estas líneas son capaces de generar más peso en un menor lapso de tiempo, gracias a la optimización de su tasa de crecimiento y a una conversión alimenticia excepcionalmente eficiente. Además, se destacan por presentar una mejor calidad de la canal, con un mayor porcentaje de carne magra y un rendimiento superior.
Sin embargo, esta mejora genotípica conlleva un aumento en la sensibilidad de los cerdos a factores nutricionales y ambientales adversos. Por ello, es imperativo implementar medidas que reduzcan estos efectos negativos y ayuden a aprovechar al máximo el potencial que ofrece la genética.
En este contexto, donde la rentabilidad es una preocupación constante para los productores porcinos, es crucial desarrollar estrategias que garanticen la viabilidad económica. Aunque existen variables sobre las cuales el productor no tiene injerencia, como el costo de los granos y el precio del cerdo, también existen otras donde sí puede influir de manera significativa. Por ejemplo, puede tomar decisiones sobre la genética utilizada, las estrategias de manejo implementadas, las prácticas de regulación ambiental y la gestión nutricional. Aspectos como la calidad del alimento suministrado, su composición, los niveles nutricionales y la aplicación de tecnologías específicas son determinantes en este sentido.
Gestión nutricional global de la granja:
Resulta fundamental realizar un diagnóstico preciso del escenario productivo actual, lo que permitirá definir las estrategias y objetivos de formulación nutricional a seguir. Estos pueden clasificarse en dos grandes categorías:
Ante escenarios desfavorables, el enfoque se centra en minimizar los costos, reduciendo el costo del alimento por kilogramo de carne producido.
En situaciones favorables, el objetivo principal es maximizar el retorno de inversión (ROI).
Independientemente de los objetivos específicos de cada granja, es fundamental asegurar una nutrición de alta calidad. Esto se logra principalmente utilizando materias primas de excelente calidad, lo que maximiza la eficiencia productiva de los animales al satisfacer adecuadamente sus necesidades, las cuales varían según su estado fisiológico.
Resulta esencial identificar claramente el punto de máxima eficiencia de la genética y/o del sistema productivo. Esto permite establecer el momento en el cual se debe proporcionar una mayor cantidad de nutrientes para maximizar la ganancia de peso, así como el período en el cual es posible reducir esta provisión. Este enfoque está estrechamente relacionado con la capacidad de consumo voluntario, influenciada por la edad del animal.
En el caso de cerdos con destino a mercado, en la etapa de crecimiento, el potencial de deposición de proteína supera el consumo voluntario, lo que implica la necesidad de maximizar el aporte de nutrientes a través de dietas concentradas. Por el contrario, en la etapa de terminación, la deposición de proteína disminuye y el consumo voluntario aumenta, lo que lleva a un mayor depósito de grasa. En esta etapa, es posible utilizar dietas menos concentradas y, por lo tanto, de menor costo, debido a una menor exigencia de calidad en sus ingredientes.
En este contexto, formular bajo el concepto de “nutrición de precisión” emerge como un pilar fundamental para optimizar los resultados productivos en la industria porcina. La implementación de herramientas tecnológicas, como software y modelos de predicción, se convierte en un elemento clave para analizar la situación y los objetivos específicos de cada empresa porcina, lo que facilita la definición de planes nutricionales que se adapten de manera óptima a las necesidades particulares de cada granja.
En este sentido, resulta fundamental la actualización de los requerimientos nutricionales de los cerdos actuales, ya que las tablas utilizadas han quedado obsoletas. Al formular dietas basadas en estándares antiguos, no se proporciona una nutrición adecuada. Por tanto, es necesario considerar las necesidades diarias de los animales, evitando así fases de alimentación prolongadas que podrían desviar los aportes nutricionales de las exigencias reales de los animales.
Implementación de aditivos en Sitio 3:
Una herramienta sumamente eficaz es la utilización de aditivos alimentarios, los cuales desempeñan un papel crucial en la promoción de la nutrición de precisión al aumentar la disponibilidad de nutrientes para el crecimiento animal. Estos aditivos no solo son beneficiosos en las etapas tempranas del desarrollo, sino que también resultan útiles para los cerdos en etapas más avanzadas de su ciclo de vida. Se han desarrollado y siguen desarrollándose aditivos con efectos calmantes en los animales durante la etapa de terminación (Sitio 3), lo que conlleva un beneficio doble: por un lado, mejoran significativamente la conversión alimenticia al reducir el metabolismo basal, lo que deja más nutrientes disponibles para el crecimiento; por otro lado, mejoran la calidad de la canal al mejorar la capacidad antioxidante de los cerdos. Este último aspecto es fundamental debido al metabolismo más acelerado y la mayor generación de calor metabólico de las líneas genéticas modernas.
Conclusión:
En conclusión, la producción porcina moderna exige un enfoque integral, en el debemos prestar atención tanto a la genética como a la nutrición, el manejo y la tecnología para lograr la máxima eficiencia y rentabilidad, sin descuidar la sostenibilidad y el bienestar animal. La aplicación de todas las herramientas productivas disponibles, la adaptación de la nutrición a las nuevas genéticas y desafíos, y la optimización del uso de los recursos para minimizar el impacto ambiental son elementos clave para aprovechar plenamente el potencial que ofrecen las genéticas modernas.
Primicias Rurales
Fuente: Provimi