por Diego Mañas

En ese marco, el presidente de la entidad remarcó que esta reglamentación foránea representa un problema para la producción argentina, y afirmó que se encuentra en franca disposición para argumentar técnicamente en mesas de negociación con autoridades europeas y cancillería argentina, para lograr una prórroga a esta medida.

“Que aflojen un poco”, dijo Rossi a este medio respecto a este tema, a la vez de recordar otras negociaciones que fueron exitosas para argentina, como la más reciente respecto del uso del herbicida glifosato.

“Acsoja lo que hizo fue realmente concentrarse en el tema más de la negociación, empujar la negociación de parte de Cancillería, de parte de Agricultura, conversar también con los delegados en Europa. Hay que seguir tratando de que se junten en una mesa. Europa hasta ahora hace oídos sordos y da explicaciones infantiles”, aseguró Rossi.

Consultado sobre el objetivo de esta negociación, el representante sectorial enfatizó que es “para aflojar”. En ese sentido. Rossi agregó: “Un país como el nuestro, donde el 80% o más de la superficie que estamos produciendo no ha tenido un árbol en siglos. Evidentemente no puede tener una regulación exigente, un país que está haciendo las cosas muy bien en lo que hace a huellas de carbono y un montón de ventajas que tiene nuestro sistema productivo”.

“Creo que hay que cambiar las cosas. El planteo para Europa lo trata de convertir en un espejo a otros países con distintas características. No es lo mismo Brasil que Estados Unidos, Argentina, Paraguay o Uruguay, igual estamos todos juntos peleando por lo mismo, una prórroga para que haya una mesa y se pueda conversar tratando de que tampoco se ponga en duda o en peligro el suministro o la originación. Es un problema que va a afectar a la cadena obviamente en el país que exporta, como harina de soja el primer rubro de la economía”, profundizó Rossi.

En la previa del discurso inaugural del seminario sojero, el presidente de la entidad abordó esta problemática también puertas adentro del propio continente europeo, que es quien establece la regla.

“Hemos ido hace muy poco compartiendo con otras entidades a pelear el tema de la renovación del glifosato y gracias a Dios fue exitosa. Creo que en esto hasta ahora hay oídos sordos y te hablo de explicaciones infantiles, porque cuando le decimos cómo no respetan las leyes nacionales dicen, bueno no me voy a poner a estudiar a 190 países sus leyes nacionales, como la ley de bosque de Argentina. Yo digo tiene que estudiar de 4 países. No me puede decir eso. Y lo otro, es riesgoso para Europa, el 92% de la harina que es importada, o sea tiene que hacer toda su cadena de abastecimiento interno, ya pasó con los OGM”.

Respecto del Visec, la plataforma aceptada como herramienta de certificación de que estas producciones se realizaron en territorios libres de deforestación, y que representa la gran apuesta de Europa, Rossi aseguró: “VISEC como plataforma es una plataforma pionera en el mundo exportador de soja, hemos aventajado a otros países dando una propuesta a tratar de ajustarse a una regulación. Es un tema voluntario de un sector de la cadena, apoyado por algunas entidades”.

Respecto de la próxima campaña agrícola y las proyecciones respecto al incremento del área sembrada, para Rossi los dos factores que impulsan esto tienen que ver con la chicharrita en maíz, que derrumbó las intenciones de siembra del cereal, y el clima.

Ante este escenario, el dirigente y también productor sojero asegura que la curva vuelve a estar en ascenso, como ocurre cada vez que hay incertidumbre, y el productor apuesta “a lo seguro” realizando un planteo productivo “defensivo”, sin invertir tanto a la espera de obtener una ganancia exigua pero sin arriesgar capital.

“Retomando la curva quiere decir que volvemos a crecer en un escenario en que tuvimos muchas dificultades, y seguimos teniéndolas. Básicamente el año pasado hubo un crecimiento del área por factores externos de distinto tipo: políticos, pre-eleccionarios, inseguridad para importar insumos, productor que quería invertir menos porque no sabía qué iba a pasar con la economía, dólar soja, etc.” contextualizó Rossi.

A su vez, manifestó que la soja va a pegar un salto: “Las estimaciones son por lo menos de un millón de hectáreas más, con lo cual, vamos a estar, si todo acompaña, la inversión en tecnología acompaña, el clima acompaña, probablemente en una cantidad de producción que no teníamos hace 10 años, llegando probablemente a 55 millones de toneladas. Esto achicaría enormemente la capacidad ociosa de la industria”.

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Fuente: Bichos de Campo