Por Gustavo Picolla – Consultor | Director Agromanagement Agroeducación

Hace muchísimos años la especia humana evolucionaba desde el Neandertal hacia el Homo Sapiens. A pesar de que hace tiempo se creía que las distintas especies humanas se habían desarrollado de forma independiente, estudios han demostrado que convivieron durante varios años hasta que los neandertales desaparecieron. También se creía que ambas especies poseían el mismo nivel de conocimiento porque el cerebro de ambos tenía el mismo tamaño, luego con el estudio de la estructura interna del cerebro se demostró que el Homo Sapiens tenía mayor nivel de conocimiento.

Tranquilo, esta no es una nota sobre la historia de la especie humana, pero nos sirve de introducción para apoyar lo que viene.

Es una obviedad compartida que el mundo de hoy es muy diferente al que vivieron las poblaciones de homínidos arcaicos y bastante distinto al de no hace muchos años atrás. El avance de la tecnología, entre otros, produjo cambios más frecuentes. Estábamos acostumbrados a que entre cambio y cambio existía un tiempo donde podíamos acomodarnos antes de un nuevo sacudón. Ahora es algo que sucede en forma permanente y esto trae incertidumbre

En un mundo incierto y con cambios frecuentes es viable pensar que los líderes no deberían tomar decisiones sin debatir sus ideas con otros. Cuando digo otros me refiero a sus equipos de trabajo, asesores o quien sea, pero no jugársela con su saber solamente. Sin embargo, no es lo que sucede en las empresas. En las empresas encontramos personas que suponen que lo saben todo.

La arrogancia con la que se comportan no solo los convierte en insoportables, sino que son peligrosos. No escuchan, lo que les impide conocer nuevas ideas, debatirlas o mejorarlas, creando un silencio total. Ellos saben cómo las cosas son, cómo deben ser y qué debe hacerse. Aman tener razón, y guarda con que le lleves la contra porque podés caer en desgracia si este personaje es a quien debes rendir cuentas. Así, generan un sequito de seguidores a quienes llaman “leales” aunque en realidad le dicen todo que SI para caerle bien.

Si intentas hablar sobre el tema, seguramente se extrañarán, como si hablarás de otra persona. Es que por lo general los arrogantes son exitosos, de gran corazón y tienen buenas intenciones. La cuestión es que las personas no los juzgan por las intenciones sino por los hechos y es en estos donde muestran su superioridad y donde apagan a sus colaboradores. El mayor problema es que no se dan cuenta de las consecuencias de su comportamiento e incluso imposibilitan el desarrollo de la organización.

el Neandertal actual es el arrogante SABELOTODO

En realidad, el sabelotodo no es una especie como la define la antropología, pero es una forma de actuar que debe ser evolucionada, porque atenta contra el desarrollo de la humanidad.

Ahora, ¿Cuál debería ser la forma de actuar que represente esa evolución?

Ninguna persona en soledad puede llevar una empresa a lograr su misión, por eso el nuevo homo sapiens es el HUMILDE APRENDIZ.

El HUMILDE APRENDIZ es aquel que, aun teniendo mucho más conocimiento que el sabelotodo, tiene una predisposición a mantener su mente abierta, a ser curioso, esta dispuesto a poner a consideración sus ideas antes de tomar una decisión. De esta manera, esta abierto a incorporar conocimientos y se nutre de la sabiduría de otros. No tiene “leales” tampoco seguidores, no le interesa, solo se abre a la experiencia de aprendizaje con otros. Sabe que su percepción de la realidad puede ser distinta a la de otros, que puede tener un panorama diferente de la misma.

Las empresas deben estar lideradas por HUMILDES APRENDICES

La buena noticia es que, a diferencia del Neandertal, el sabelotodo puede convertirse en el HUMILDE APRENDIZ. Lo cierto es que el cambio ocurre de adentro hacia afuera, por lo que solo cambian aquellos sabelotodos que tengan la intención de aprender a dejar esa postura. A partir de la intención, necesitan ser humildes, tener coraje, disciplina y paciencia para respetar los tiempos del proceso. Bajo estas condiciones es factible lograr el cambio.

Estoy seguro que conoces a ambos. Y vos, ¿sos sabelotodo, HUMILDE APRENDIZ o un mix de ambos?

Por Gustavo Picolla – Consultor | Director Agromanagement Agroeducacion