¿Podrán las PASO proveer el ancla que demanda la economía?

¿Podrán las PASO proveer el ancla que demanda la economía?

Ieral – Jorge Vasconcelos
Buenos Aires, 27 de julio (PR/23).- Aun cuando las medidas anunciadas durante el fin de semana permitan que se destraben los desembolsos pendientes del FMI, resultan muy limitadas para revertir las dos tendencias más preocupantes que dominan el presente: la emisión de pesos por parte del Banco Central (antes de su esterilización a través de las Leliq), que desde mediados del año pasado corre a un ritmo de 11,2 % acumulativo mensual, con la presión inflacionaria consiguiente, y el drenaje de las reservas externas, que en su medición neta caen a un ritmo de 2,3 mil millones de dólares por mes, hasta un rojo actual de 7,0 mil millones, partiendo de 8,7 mil millones en diciembre pasado.
Habrá recaudación adicional por la generalización del impuesto país a las
importaciones, y posiblemente se pueda poner un piso al deterioro de la balanza
comercial, pero la cuenta corriente del balance de pagos difícilmente cierre el año con un déficit inferior a los 16,0 mil millones de dólares, con una merma en la competitividad cambiaria de las exportaciones (al margen de la sequía) cercana al 25 % respecto a los registros de 2019, previos a las PASO de aquel año. La referencia no es arbitraria, porque en 2019 la cuenta corriente del balance de pagos fue relativamente equilibrada.
Así, en este plano, el 2023 sólo puede cerrar con un fuerte aumento del
endeudamiento externo, del orden de los 15 mil millones de dólares, sumando los compromisos con China (yuanes) y con los proveedores de importaciones compradas “a crédito”, un ítem que ya generó un pasivo a pagar del orden de los 12,6 mil millones de dólares desde principios de 2022.
Una versión resumida de este artículo fue publicada en el Diario La Nación el 26 de julio de 2023 * Importaciones pagadas en jun-23 proyectado

En el segmento de los pesos, aun asumiendo que el gobierno pueda recortar el déficit primario hasta un nivel del orden de los 2,5 puntos del PIB/año, las necesidades de financiamiento del Tesoro del segundo semestre resultan una variable a monitorear día a día. Considerando el rojo fiscal esperable de aquí a fin de año (incluyendo intereses de la deuda pública) y los vencimientos de Bonos del Tesoro en manos del sector privado, se necesitaría conseguir financiamiento del orden de 1,5 billones de pesos por mes para que el gobierno pueda evitar seguir recurriendo al BCRA. Esa cifra mensual equivale al 25 % de la Base Monetaria, ratio que alerta sobre el impacto monetario que tendría algún inconveniente a la hora de las licitaciones de deuda pública.
Lo ocurrido en los últimos doce meses es ilustrativo: las transferencias del BCRA a favor del Tesoro y las destinadas a comprar bonos de deuda en el mercado de capitales (asistencia indirecta) explicaron 34 pesos de cada 100 de emisión bruta (antes de esterilización). Es decir, la emisión por motivo fiscal ahora se acerca a la mitad de la generada por los intereses de las Leliq, cuando era sólo una fracción poco tiempo atrás.
Las presiones inflacionarias derivadas de la emisión monetaria terminan afectando el poder adquisitivo de los trabajadores. Al respecto, en junio y julio las ventas de bienes de consumo masivo habrían caído entre 1,5 % y 2,0 % interanual, con bruscas oscilaciones semana a semana, ya que también se activó la demanda por inventarios.
Las presiones inflacionarias también deterioran la competitividad, al igual que las
dificultades para importar insumos y partes por el cepo, lo que afecta al sector externo en la misma dirección que la sequía. Por caso, las exportaciones a Brasil (principalmente industriales) entraron hace tres meses en terreno negativo, con una caída de 25,6 % interanual en junio.
Por lo reseñado, aun con acuerdo y desembolsos del FMI, no será sencillo mantener las expectativas bajo control en esta transición. Sin reservas y con dificultades para frenar el ritmo de la expansión monetaria, la pregunta es si el resultado de las PASO será capaz de proveer un ancla política para la economía. Esto, a su vez, depende de dos cuestiones: a) la nitidez del liderazgo político que eventualmente surja del conteo de los votos y; b) la consistencia de las señales económicas. Hay cuadrantes en los que estos factores podrían conjugarse pero, obviamente, no son todos.
Mientras tanto, sería muy positivo que la dirigencia política preste más atención a lo que ocurre alrededor. Por ejemplo, el caso de Brasil, que le ha sacado a la Argentina 13,1 puntos porcentuales de diferencia en el crecimiento acumulado del PIB desde 2017 (10,2 % vs – 2,9%), brecha que también se registra en el aumento del empleo privado formal, de 7,5 % en Brasil y de 1,0 % en la Argentina.

Esta publicación es propiedad del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL). Dirección Marcelo L. Capello. Dirección Nacional del Derecho de Autor Ley Nº 11723 – Nº 2328, Registro de Propiedad Intelectual Nº (en trámite). ISSN Nº 1850-6895 (correo electrónico). Se autoriza la reproducción total o parcial citando la fuente. Sede Buenos Aires y domicilio legal: Viamonte 610 2º piso, (C1053ABN) Buenos Aires, Argentina. Tel.: (54-11) 4393-0375. Sede Córdoba:
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Sabemos que el vecino del Mercosur es un país repleto de distorsiones. Aun así,
lograron remover parte del lastre con una serie de medidas que datan de 2016 y 2017:
se adoptó una regla para contener el gasto público; se ratificó la preferencia por la estabilidad, por lo que la inflación y las tasas de interés bajaron simultáneamente y por último, pero no menos importante, una reforma laboral dictada por el sentido común facilitó en forma significativa la creación de empleo privado formal y, al mismo tiempo, contribuyó a la recuperación del crecimiento.

Primicias Rurales

Fuente: Ieral

Massa se ejercita como equilibrista y Milei arremete imprevistamente contra Patricia Bullrich

Massa se ejercita como equilibrista y Milei arremete imprevistamente contra Patricia Bullrich

Sergio Massa, durante un acto en la CGT.Sergio Massa, durante un acto en la CGT.Foto: NA/Mariano Sánchez.

Buenos Aires, 22 julio (PR/23) –Como mínimo resultó peculiar, por no decir extraño, el discurso de Juan José Bahillo durante una exposición en La Rural de Palermo, al enumerar las medidas que podrían implementarse en el país para favorecer al campo. Pero, ¿cuándo? Esa era la cuestión: más que hablar del “ahora”, el secretario de Agricultura se refirió al próximo Gobierno, llegado el caso, lógicamente, de que Sergio Massa gane las elecciones y asuma como jefe de Estado.

Bahillo se esforzó cuanto pudo en busca de allanar el camino para lo que será la visita estelar el ministro de Economía al predio palermitano, prevista para el lunes que viene. Ese día se espera que Massa exponga sus planes y proyectos junto a otros precandidatos presidenciales, como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Javier Milei y Juan Schiaretti, desde las 9:30, como parte de un panel llamado “Compromiso con una nueva Argentina”.

Como “primer adelantado” del Gobierno (actual), el secretario de Agricultura ofreció detalles en la 135ª edición de la Exposición Rural de ese “compromiso” que podría asumir Massa, en su rol de aspirante a la Jefatura de Estado, claro está, de cara a los comicios generales que se avecinan. Apenas tres semanas restan para las PASO del 13 de agosto, una instancia electoral que ya se ubica prácticamente a la vuelta de la esquina.

Bahillo también confirmó que el gabinete económico estudiaba cambios en la política cambiaria, en medio de unas tensas negociaciones entre funcionarios del Ministerio de Economía y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Estados Unidos: en ese marco, el dólar “blue” alcanzó nuevas cumbres la semana pasada en la “city” porteña y completó la jornada del viernes en 528 pesos por unidad para la venta.

A los chacareros de La Rural, de todos modos, les generó casi tanto ruido las versiones sobre el lanzamiento de un “dólar agro” para potenciar las exportaciones de soja, maíz y trigo especialmente, como el discurso del secretario de Agricultura relacionado con las medidas que podría disponer el próximo Gobierno para beneficiar al campo, en el caso de que Massa llegue a la Presidencia de la Nación. Por poco margen, la posibilidad de aplicar más “parches” a la economía, como plantearon las autoridades de la casa lideradas por Nicolás Pino, ocasionaron algo más de urticaria entre los productores agropecuarios.

De cualquier manera, lo ocurrido en La Rural con la exposición de Bahillo en el panel “Certidumbre sobre qué traerán los candidatos después de octubre” representa un botón de muestra significativo del peculiar escenario electoral por el que debe transitar Massa en su rol dual de aspirante a la primera magistratura y -al mismo tiempo- ministro de Economía de un Gobierno que está llegando prácticamente con el tanque de combustible en reserva a las próximas elecciones.

Quienes demandan medidas urgentes en distintos sectores del andamiaje productivo nacional, entre ellos el campo, esperan soluciones inmediatas de parte del titular del Palacio de Hacienda, por más que Massa en su “versión precandidato” intente endulzarles el oído en plena campaña electoral y convencerlos de que se avecina un futuro mejor para la Argentina: lo que probablemente sea cierto, valga la aclaración.

La agenda económica impuesta por Milei

En este contexto, generan una expectativa particular las promesas o los “compromisos” que pueda asumir Massa el próximo lunes cuando exponga en el auditorio principal de La Rural. Allí, está previsto en principio que comparta escenario con otros aspirantes a la Presidencia de la Nación, entre ellos Milei, que en los últimos días desafió al ministro de Economía a debatir en público con vistas a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del mes próximo.

El líder de La Libertad Avanza logró, más allá de su discurso corrosivo, instalar en la agenda electoral una serie de debates de perfil macroeconómico a los que se terminaron subiendo otros precandidatos a la Jefatura de Estado, como la dolarización y las privatizaciones, por ejemplo, además del arancelamiento de servicios públicos hasta ahora gratuitos en el país. Al amplificarse la discusión, Massa y otros referentes de Unión por la Patria encontraron allí un terreno fértil para advertir sobre el “peligro” que supone para la sociedad que ese tipo de iniciativas prosperen: “La derecha o los derechos”, suelen esgrimir, mientras procuran despegarse cada vez más de la demacrada gestión de Alberto Fernández para abogar sobre la “importancia” de que el peronismo se mantenga en el poder. A propósito del primer mandatario, ¿en serio que lo corrieron de la campaña?

Massa, por su parte, endureció su discurso en los últimos días y se activó en modo “autopercepción K”, sumando así una nueva faceta a su variopinto abanico de perfiles políticos asumidos durante su carrera. Al líder del Frente Renovador se lo nota más combativo y enérgico, buscando levantar banderas características del kirchnerismo como, por ejemplo, la defensa de que empresas como Aerolíneas Argentinas se mantengan en manos del Estado. De esa manera, es probable que intente evitar fugas en el núcleo duro de habituales votantes de Cristina Kirchner.

Si bien con esta postura su objetivo parece ser asegurarse como mínimo el voto kirchnerista en general y el camporista en particular, un Massa más girado hacia uno de los extremos de la grieta podría dejar de ser atractivo, como oferta electoral, para sectores moderados, allí en donde el ministro de Economía en principio debería tratar de “pescar” votos después de las PASO, si es que Rodríguez Larreta no logra vencer a Patricia Bullrich en la interna de Juntos por el Cambio.

Pero de momento la decisión parece tomada por parte de Massa: levantar su perfil a partir de la confrontación con la oposición; marcar presencia especialmente en el Gran Buenos Aires, con la premisa de fidelizar al votante peronista; y estrechar vínculos con La Cámpora, mostrándose incluso con referentes de ese espacio que conduce Máximo Kirchner. Claro que tanta puesta en escena en clave electoral puede traer aparejados ciertos riesgos a veces: ¿cómo es eso de “escuchar a Cristina”?

“Creo y espero que, si Sergio Massa es Presidente, va a escuchar y consultar a Cristina”, dijo la intendenta camporista de Quilmes, Mayra Mendoza, días atrás. ¿Otra vez la misma película? Sucedió en 2019 con Fernández, aquel dirigente “elegido” por la ex mandataria para liderar el camino de regreso de un peronismo/kirchnerismo supuestamente “mejorado” al poder. La apuesta resultó exitosa en las urnas, pero quedaron más que en evidencia luego las dificultades con las que debió lidiar el jefe de Estado para gobernar “bajo la sombra” de la principal figura política del ex Frente de Todos.

Una delgada línea para que Massa haga equilibrio

Así las cosas, determinados comentarios elogiosos o “esperanzadores” pueden convertirse en un arma de doble filo. Es hoy extremadamente delgada, por cierto, la línea de argumentación sobre la cual Massa debe hacer equilibrio y repeler los embates de quienes lo señalan como el posible “nuevo Alberto de Cristina”. Sumado a esto, lo que fue comentado anteriormente: su desafiante misión de lograr que al menos hasta las próximas elecciones convivan de manera pacífica en una misma persona sus versiones “ministro” y “precandidato presidencial”, sabiendo que el éxito o el fracaso de una -versión- puede condicionar a la otra, de igual modo que al futuro inmediato de una fuerza política en general.

De cualquier manera, Massa no fue el único dirigente que endureció su discurso recientemente. Lo propio ocurrió con Rodríguez Larreta, que en busca de llamar la atención de eventuales votantes de Patricia Bullrich aseguró que enviará al Ejército a patrullar las fronteras y también prometió crear un “cuerpo de elite” especial para combatir al narcotráfico en el caso de asumir al frente de la Casa Rosada. Su compañero de fórmula, Gerardo Morales, en tanto, de perfil más “halcón” de todos modos, insistió en promover la ley de derribo de aviones.

Por su parte, Bullrich, que debió soportar en los últimos días una sorpresiva, aunque contundente ráfaga de “fuego amigo” de parte de Juan Manuel López, presidente del bloque de diputados de la Coalición Cívica, sumó recientemente a un nuevo e ¿inesperado? adversario político a su amplia nómina de confrontadores discursivos en esta campaña. ¿De quién se trata? De Milei, que comenzó a atacar de manera mediática a la ex ministra de Seguridad, en lo que significa un notorio cambio en su estrategia proselitista.

¿Qué ocurrió? En el entorno del economista consideran que dirigentes bullrichistas azuzaron el debate sobre la presunta venta de candidaturas en La Libertad Avanza (LLA), de igual manera que la polémica por la supuesta intervención de “manos massistas” en el armado de listas de ese espacio en la provincia de Buenos Aires. Además, les endilgan responsabilidad en el “escrache” que el diputado nacional sufrió el martes pasado durante el acto de conmemoración del atentado terrorista a la sede de la AMIA de 1994.

Fuentes de LLA dijeron a Noticias Argentinas que Milei, por estos motivos, se siente “decepcionado” con Patricia Bullrich. “Desde nuestro espacio siempre sostuvimos que respetábamos a Patricia Bullrich porque jugaba de frente, pero decidió alinearse con los mismos de siempre”, agregaron. “Replicó las trampas típicas de la política con operaciones berretas para ensuciarnos. O no es la persona que creíamos o no controla a su gente”, agregaron los voceros consultados por esta agencia.

Independientemente de los argumentos que enarbole Milei para avanzar con su viraje discursivo y arremeter contra Patricia Bullrich -que venía permaneciendo fuera del alcance de sus misiles verbales hasta ahora-, está claro que ambos compiten por votos similares, de perfil disruptivo, por no decir radicalizado. En consecuencia, es de espera que el economista libertario busque diferenciarse, también, de la ex ministra de Seguridad. Además, cambió su modalidad de recorridas de campaña, en un intento por mostrarse “más cerca de la gente”, ya no tanto rodeado únicamente por militantes que lo arropan y vitorean como si se tratara de una “estrella de rock”.

Para los próximos días, incluso, se espera que Milei refuerce sus visitas al interior de la provincia de Buenos Aires y a grandes ciudades del país en un flamante “motorhome” de color azul ploteado con su imagen. Leyendo encuestas, en su entorno entienden que el economista libertario “mide bien” de momento en la ciudad de Buenos Aires, en zonas del conurbano -donde le quitaría votos al kirchnerismo- y también en Córdoba, Mendoza y Santa Fe. Su acto de cierre de campaña está previsto para el próximo 7 de agosto a partir de las 21 en un estadio techado del barrio porteño de Villa Crespo.

 

Primicias Rurales

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Pesca. El pato de la boda. Las redes de arrastre

Pesca. El pato de la boda. Las redes de arrastre

Cómo tras las redes de pesca de arrastre se enmascara la sobrepesca, la pesca ilegal global y la pesca depredadora en alta mar de los recursos migratorios de los Estados ribereños (por ejemplo, Argentina). Por César Augusto Lerena

Mar del Plata, 22 julio (PR/23) — En el mundo y, también en la Argentina, se discute el uso de las redes de arrastre de pesca y sus eventuales efectos negativos sobre la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio marino.

La preocupación y presión de las organizaciones no pesqueras, dio motivo a que la Unión Europea dictara el Reglamento (UE) 2019/1241 del Parlamento europeo y del Consejo del 20 de junio de 2019 sobre «la
conservación de los recursos pesqueros y la protección de los ecosistemas marinos», modificándose una serie de reglamentos y anulándose otros; pero que, a nuestro juicio, si bien es un interesante reglamento que avanza pormenorizadamente en mucho detalle técnico, demostrando un importante trabajo de los expertos; entendemos, que pierde de vista la necesidad de revisar la administración global del recurso desde un enfoque ecosistémico.
El mejor estudio de las partes no hace al todo, más aún, cuando los buques de los Estados de los principales países pesqueros, no se limitan a la explotación de los recursos en sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) sino que avanzan pescando a distancia recursos migratorios y asociados, que integran la cadena trófica de las especies de los Estados ribereños y, es probable, que sin adentrarnos todavía, a un análisis más profundo, podamos decir que es imposible efectuar una
administración ecosistémica sino se ejecutan las acciones necesarias para que en alta mar, conforme lo determina la Convención (CONVEMAR), los Estados de pabellón controlan en forma presencial sus buques, determinan las capturas máximas sostenibles y -afectando a intereses de terceros- acuerden la pesca de los recursos migratorios o asociados con los Estados ribereños y, también, se finalice con la captura de especies que no hayan llegado al máximo desarrollo posible; con aquellas acciones que impidan la ecología trófica; descartando en el mar o en los procesos de transformación; no procesando
los residuos en el mar; sustituyendo las especies en el desembarco, etc. y, sin una investigación integral ZEE-Alta mar.
Seguramente, es necesario avanzar en los estudios, como el citado Reglamento lo indica en varios de sus apartados, para arribar a conclusiones certeras como resultado del trabajo de expertos oficiales en conjunto con sus pares de las asociaciones pesqueras; pero, en cualquier caso, las decisiones que se tomen, no deberían estar influidas por presiones empíricas de organizaciones ambientalistas; que pudiendo estar habilitadas a intervenir, lo deben hacer aportando evidencias científicas y soluciones técnicas compatibles con el aprovechamiento eficiente y sostenible de los recursos.
En principio, es necesario tener pruebas científicas y certezas del daño a los recursos pesqueros y al medio marino que podrían provocan las redes de arrastre, según se trate de artes destinadas a la captura de especies pelágicas (columna de agua); demersales (cerca del fondo) o bentónicas (fondo) y representativas de todos los océanos, realizados por organismos oficiales, como los Institutos Nacionales de Investigación de cada región, no solo en la ZEE, sino también en alta mar, con apoyo económico de los organismos multilaterales.
Cualquier tratado básico de Biología, podría poner en duda inconsistentes científicas de algunas organizaciones; pero, también la delimitación arbitraria de la CONVEMAR, donde se exigen todo tipo de prácticas, controles e investigaciones dentro de la ZEE y luego de las 200 millas la pesca es libre; entendiéndose erróneamente que el concepto de “pesca libre” habilitaría incluso la depredación y, donde los controles y estudios realizados son escasos; pese, a tratarse, de un mismo ecosistema, provocando que los resultados de las investigaciones en las ZEE, incluso, sean insuficientes e imperfectas.
Estableceremos como “hipótesis de trabajo” que las redes de arrastre causan daños a la pesca y al medio marino; aunque, diremos rápidamente como contrapartida que, según la FAO (Estado Mundial de Pesca, 2022) el número total de buques en 2020 eran unos 4,1 millones (un 62% motorizados), un 10% menos que en 2015; lo que habría llevado las capturas marítimas de aquel año a 78,8 millones de toneladas, una reducción del 7,6% en relación a 2018 y, el empleo, con 37.882.000 pescadores ocupados en la pesca marítima en 2020 un 5,5% menos que en 2018. Datos suficientemente serios, que no se deberían ser dejados de lado, a la hora de alcanzar con rigor científico una certeza de la hipótesis preestablecida. Hay que armonizar entre la “sostenibilidad” biológica y “la sustentabilidad” empresaria.
Paralelo a ello, decimos, que, a pesar de la disminución de buques citada, el tonelaje de registro bruto (TRB) de los buques (el volumen que incluye bodega, máquinas, camarotes, etc.) aumentó en un 28% (1990-2010) y la potencia KW (la potencia del motor) también aumentó un 45% en igual periodo. Es decir, la capacidad de pesca aumentó, aunque todavía las “estadísticas oficiales” solo puedan estar registrando la baja de buques.
Según la FAO (ob. cit. 2022) “corresponde a Asia la mayor flota pesquera mundial, estimada en 2,68 millones de embarcaciones”, es decir un 65% del total de la flota mundial, de las cuales 564.000 son buques chinos. Por su parte, según FAO, África alcanzó al 23,5%, América al 9%, Europa un 2% y Oceanía un 1%. Aunque en estos últimos porcentuales no estén claros cuántos son motorizados y cuántos no.
Un análisis inicial nos permite inferir que no puede atribuirse a este arte de pesca la principal responsabilidad, sino a la aún sobrepoblación de buques a partir de la mayor eficiencia de los existentes y, a las más de cuarenta razones por las que podríamos tipificar de pesca ilegal (INDNR) a muchas de las capturas. Por supuesto, dentro de ello, habrá que dar solución a los descartes, como producto de la pesca incidental o a razones comerciales, que de ninguna manera deberían devolverse al mar y, a la captura de mamíferos, aves y tortugas, cuyos aportes hace el Reglamento.
El problema global, lo resume la declaración de Política Pesquera de la Unión Europea de la siguiente manera: «los Estados miembros deberían adoptar medidas específicas, para alinear el número de buques pesqueros comunitarios con los recursos disponibles, a partir del equilibrio entre la capacidad de pesca de sus flotas y la posibilidad de pesca que disponen…»; cuestión, que Global Fishing Watch, se encarga de mostrar la gravedad del desequilibrio existente, al analizar los mensajes de ubicación enviados por los buques pesqueros: «por cada Km2 dedicado el agro, los barcos pesqueros operan cuatro veces más espacio en el mar, cerca del 55% de la superficie oceánica y, contrario a lo que ocurre en las áreas agrícolas, las zonas pesqueras de alta mar, se ubican más allá de las 200 millas de la ZEE, (NdA: es decir fuera de la jurisdicción de las naciones) y tienen un reparto poco proporcional: el 85% de esas capturas las acaparan solo cinco países: China, España, Taiwán, Japón y Corea del Sur» (Álvaro Merino, 7/2/2023) y, nosotros agregamos: diez países se llevan el 65% del total de las capturas del mundo.
También, en un examen del rendimiento tecno-económico de las principales flotas de pesca marítima de veinte países de 2016-2019 en relación al 2000 se observa un aumento de tonelaje bruto, incrementos sustantivos de esloras y, la potencia del motor y menor antigüedad en la flota; verificándose al mismo tiempo, una reducción de costos de combustibles y el ahorro de energía debido a avances tecnológicos en las operaciones y los artes de pesca; registrándose avances muy importantes en el aumento de la eficiencia pesquera y la reducción del impacto ambiental de la pesca.
Es decir, teniendo en cuenta lo indicado precedentemente, el número de buques de cada país y sus capturas; contrario a lo que plantea la Unión Europea -si bien limitado a sus miembros- no es posible que «los Estados “deberían” adoptar medidas específicas, para alinear el número de buques pesqueros comunitarios con los recursos disponibles»”, ya que es evidente, que no se trata sólo de número de buques, sino de potencia, etc. y, que el reparto, es inequitativo, muy especialmente fuera de sus jurisdicciones en alta mar, donde unos pocos se hacen de los recursos migratorios de todo el planeta; por lo tanto, no se puede esperar que cada país haga una reducción (que no alcanza) de buques; por ejemplo, sino, que ésta -hechos los cálculos pertinentes- debe traducirse en una reducción de capturas, proporcionalmente mayor por quienes están causando mayor esfuerzo pesquero y, aún más, si se trata de pesca tipificada de ilegal, con el tecnicismo o no de “no declarada, no registrada”, ya que cualquiera de sus formas, afecta el stock pesquero y al reparto equitativo de la pesca en los países, las regiones y el mundo, sin tener en cuenta «los intereses y necesidades de toda la humanidad y, en particular, los intereses y necesidades de los países en desarrollo», como reza el Preámbulo de la CONVEMAR.
Continúa luego, la declaración de la Unión Europea «Cada Estado debería poder elegir las medidas e instrumentos que desea adoptar con el fin de reducir el exceso de capacidad de pesca. Se deja así margen para reducir el arqueo bruto; teniendo en cuenta también, la seguridad y comodidad de los pescadores» (Arie Aalbers “Análisis de límites máximos de Arqueo Bruto y potencia de propulsión”, Unión Europea, 11/2018). Más de lo ya dicho.
En ningún caso, esta declaración refiere, al uso o no en la pesca de redes de arrastre, aunque las regula y, sí “a la flota pescando en relación al recurso disponible”; entonces, podríamos ratificar una primera precisión: hay que reducir la flota de tal forma que arroje resultados ciertos sobre la disminución de las capturas y eliminar la flota que pesca ilegalmente y en ella incluimos -especialmente- la flota que pesca a distancia los recursos migratorios en alta mar originarios de las ZEE de los Estados ribereños sin acuerdos con éstos.
Todo esto requiere un análisis más fino; pero, cuando la propia FAO refiere a que hay un 30% de pesca ilegal, no hay duda que por el momento, el problema no está en la pesca con redes de arrastre, sino a la sobrepesca, la falta de combate a la pesca ilegal y al descarte, que no solo se hace sobre un importantísimo volumen sin control, sino que se desconoce el daño al ecosistema y, cuyas consecuencias nutricionales son gravísimas. Con 300 mil toneladas descartadas por año se podrían alimentar 3 millones de niños todos los días, todo el año, con la mejor proteína.
También habrá que evaluar destinar al consumo humano los 12 millones de toneladas capturadas que se destinan a la
fabricación de harinas para consumo animal; esfuerzo que deberían compensar los países más desarrollados.
Todo parece una cuestión de mejorar la administración pesquera a nivel mundial, entre otros, regular y controlar mejor la pesca en áreas consideradas sobreexplotadas, ya que, según la FAO, las áreas biológicamente sostenibles en 1974 alcanzaban al 90% y en el 2019 se redujeron al 64,6%; aunque, según esta misma fuente las poblaciones biológicamente sostenibles representaron el 82% de los desembarques, es decir un aumento con relación a 2017 que hace presumir una mejora en el manejo del recurso, lo que la propia FAO confirma: «las poblaciones más abundantes se gestionan de manera eficaz» (ob. cit. pág. 16); aunque para precisarlo habría que constatar, si no se esconden en estos porcentuales los descartes que, como es obvio, no llegan al desembarco. En cualquier caso, es evidente que la presión sobre el recurso aumentó y que, de los aproximadamente 45 millones de toneladas que se pescaban en 1980 con destino humano, hoy con 78 millones se captura un 75% más, solo unos 2 millones de toneladas menos que 2015.
Ante la presencia de un eventual tope en las capturas y la demanda de proteínas creciente, la pregunta que cualquier funcionario del sector se hace es: ¿cómo aumentar la producción para generar más producto, más industria y más empleo? la respuesta parecería ser aumentar la eficiencia; permitir un mayor desarrollo de las especies para capturar más gramos por unidad; agregar el mayor valor posible; buscar acuerdos entre los Estados de pabellón y ribereños para aprovechar en forma sostenible y “sustentable” las especies que migran a alta mar y, seguramente, como está ocurriendo, incrementando la
producción de acuicultura, que hoy alcanza al 50% del total mundial producido.
El ordenamiento general de ello, no alcanza con acciones individuales de los países, sino que requiere un
acuerdo internacional, que incluya el control presencial en todos los buques, de modo de garantizar que las medidas de regulación no queden en los papeles. Y estos controles, cuando se trate de alta mar, deberían ser realizados por terceros idóneos, para evitar informaciones que no se ajusten a los procesos acordados.
Ya hemos dicho, que es imposible una administración ecosistémica con la dicotomía biológica que establece la CONVEMAR donde se obliga a hacer controles en la ZEE y se libera la pesca en alta mar. Es sabido, que una administración ecosistémica va de lo global a lo particular (un área, una especie, un arte de pesca). Gestiona el ecosistema y dentro de éste, a las especies y sus interrelaciones ecológicas y alimentarias; pero también los efectos socioeconómicos vinculados a la explotación de los recursos. Ello implica, una visión integrada del manejo de las aguas y los recursos, teniendo por finalidad su
conservación y uso sostenible de modo equilibrado. Comienza por satisfacer las necesidades nutricionales, sociales y económicas de la humanidad a partir de asegurar el equilibrio del ecosistema a perpetuidad. Esto, incluye el análisis de todos los procesos, funciones e interacciones entre los componentes y recursos del ecosistema e involucra el manejo de las especies y de otros servicios y bienes ecosistémicos. No debe perderse de vista que el ser humano y sus hábitos alimentarios y culturales son componentes integrales del ecosistema, no es suficiente con suprimir los efectos negativos sino se asegura la alimentación de la población, junto con la sostenibilidad de las especies. No alcanza con asegurar una mayor sobrevida a otras especies, sino se asegura primero la sobrevida a los hombres, mujeres y niños que se alimentan de estos recursos. Solo la reducción de buques
ha producido una pérdida de 2 millones de empleos y, obvio, ello supone dificultades alimentarias.
Aunque resulte duro, no se puede esperar reducir la población humana para dar mayor sustento a las
tortugas, por ejemplo. Hay que lograr con mejores acuerdos; mayores controles; nuevas tecnologías; vedas en las áreas de reproducción; optimizando el aprovechamiento y sostenibilidad de las especies para asegurar la alimentación de una población humana que crece, junto a una regulación equilibrada del resto de las especies, para que se pueda seguir atendiendo las necesidades alimentarias de las personas, en un equilibrio biológico, donde el cuidado del resto de las especies, no obligue a controlar la natalidad humana.
En los océanos pacífico suroriental y atlántico suroccidental, el enfoque ecosistémico citado implica además tener muy en cuenta la legislación aplicable de Latinoamérica y el Caribe que da preminencia a “aspectos sociales, económicos, tecnológicos, productivos, biológicos y ambientales” donde, incluso, la pesca forma parte de los programas de seguridad alimentaria del país, cuyo consumo de productos pesqueros accede en promedio a los 10 Kg per cápita por año, un 50% pordebajo del consumo promedio mundial.
Cuando hay sobrepesca, incluso hasta la pesca selectiva puede ser perjudicial, ya que, al ser más eficiente este arte de pesca para hacerse de un determinado recurso objetivo, hay una mayor presión sobre el stock de ese recurso específico.
Y en estas discusiones teóricas, que muchas veces se ventilan, deberíamos poner el acento en una administración ineficiente del recurso y la falta de políticas y controles insuficientes y no perder de vista que esta actividad genera recursos económicos a los Estados, desarrollo poblacional e industrial a las regiones más inhóspitas y el empleo a 37.882.000 de pescadores, sin tener en cuenta los operarios que trabajan en la transformación, empleos indirectos; además, de los efectos saludables a los pueblos y el mantenimiento de los hábitos culturales ancestrales. La insostenibilidad ataca la actividad presente y la futura de las generaciones venideras.
El Reglamento (UE) 2019/1241 avanza en cientos de reglas técnicas, varias de ellas de singular detalle y valor, que seguramente podrán ser de aplicación inmediata, aunque entendemos que son subsidiarias frente a la necesidad de resolver
primero o en forma simultánea la sobrepesca global y la pesca ilegal. Una definición explicitada en su punto 4 del Reglamento
es elocuente: «Este marco debe contemplar la captura y el desembarque de los recursos pesqueros, así como la utilización de
los artes de pesca y la interacción de las actividades pesqueras con los ecosistemas marinos».
Las vedas deben estar monitoreadas en forma permanente para que no se transformen en Áreas Marinas
Protegidas sin sustento científico y los artes de pesca de arrastre tienen en este reglamento una serie de exigencias que deberán ser cumplidas y aún mejoradas tecnológicamente, pero la cuestión de fondo está en la sobrepesca, la pesca ilegal global y la regulación de la pesca en alta mar con activa participación de los Estados de pabellón y ribereños.

Dr. César Augusto Lerena
Experto en Atlántico Sur y Pesca – Ex Secretario de Estado
Presidente Centro de Estudios para la Pesca Latinoamericana (CESPEL)
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Presidente de la Fundación Agustina Lerena2
Autor de “La expoliación de los recursos pesqueros migratorios de Suramérica y el Caribe” (2022).
21 de julio de 2023
(1) Fundada el 2/4/1989 (2) Fundada el 21/10/2002

Massa activa la campaña del oficialismo en “Modo K” y embiste contra Bullrich que reclama “juego limpio”

Massa activa la campaña del oficialismo en “Modo K” y embiste contra Bullrich que reclama “juego limpio”

Por Emiliano Rodríguez* .
Buenos Aires, 15 julio (Especial de NA) — Sergio Massa, precandidato presidencial estrella de Unión por la Patria, y el oficialismo en general volvieron a jugar al fleje en los últimos días, al activar decididamente el “modo K” en el menú de opciones de la campaña electoral y redoblar su embestida contra la oposición de cara a las PASO del mes próximo.
Massa y compañía escogieron a Patricia Bullrich como blanco particular, por delante del libertario Javier Milei, lo que permite suponer -en este caso- que el economista también representa un peligro latente para el peronismo, no solo para Juntos por el Cambio (JxC), en tanto y en cuanto logre absorber a votantes desencantados con el actual Gobierno. Algunos analistas políticos, en efecto, lo venían planteando desde hace meses, antes de que estalle la polémica por la presunta venta de candidaturas en La Libertad Avanza.
De todos modos, es Bullrich quien aparece hoy en el escenario electoral como la principal destinataria de los embates del oficialismo, incluyendo una cuestionada intervención a su Instituto de Estudios Estratégicos en Seguridad (IEES). Esa decisión del Gobierno, a su vez, generó que los máximos referentes de JxC dejaran por un momento de lado la interna partidaria y cerraran filas en defensa de la ex ministra.
La arremetida de Unión por la Patria (UxP) contra Bullrich puede leerse como mínimo de dos maneras: por un lado, el intento de ese espacio de “subirla al ring” con vistas a las PASO y así confrontar con ella, antes que con Horacio Rodríguez Larreta, entendiendo que sería preferible para las aspiraciones de Massa competir en octubre contra un “halcón” de la oposición, en lugar de un dirigente con un perfil menos radicalizado.
En el oficialismo consideran que Massa tendría mayores probabilidades de éxito en los comicios generales frente a Bullrich que ante Rodríguez Larreta como candidato presidencial de JxC, al evaluar que el ministro de Economía y el alcalde porteño deberían salir a pescar “en la misma pecera de votantes moderados” después de las primarias y en ese caso, el dirigente opositor podría beneficiarse más con aquellos que se sienten decepcionados por el actual Gobierno -que no son pocos-.
En principio, sería ese el escenario que el peronismo intenta evitar al “subirle el precio” a Bullrich. Sin embargo, dada la vigorosidad de la embestida en su contra, en medio de una ya lanzada campaña de miedo por parte de UxP, otra lectura que podría sugerir esta situación es que el Gobierno en efecto observa en la ex ministra de Seguridad a una rival de cuidado y procura lisa y llanamente esmerilarla. Sobre todo después de la difusión de algunas encuestas sobre intención de voto que la ubican como amplia favorita frente a Rodríguez Larreta en la interna de JxC.
Es decir, podría tratarse de un acto reflejo propio de una coyuntura determinada más que de un intento de instalación de una precandidata presidencial con la que el peronismo preferiría competir el próximo 22 de octubre, una vez superada la instancia de las Primerias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) prevista para el mes que viene: el 13 de agosto.
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“Con el cuchillo entre los dientes”
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El propio Massa endureció su discurso en los últimos días, mientras otros referentes del oficialismo insistieron en bramar advertencias sobre “sangre y muertos” en las calles si JxC gana las elecciones de este año. “Cuando el peronismo intuye que puede perder, se te viene encima con todo. Te atacan con todo lo que tienen. Siempre ha sido así. Nosotros lo único que pedimos es que nos jueguen limpio”, dijo a Noticias Argentinas una fuente bullrichista.
“Dos veces la Justicia planteó que una intervención al IEES era improcedente y ellos fueron y lo intervinieron igual, sin ningún motivo. Están jugando sucio y creemos que esta campaña sucia incluso podría incrementarse a medida que se acerque la fecha de la votación (en referencia a las PASO)”, agregó. Asimismo, indicó: “A todos nuestros fiscales lo que les estamos diciendo es que se preparen para cuidar los votos con el cuchillo entre los dientes este año, porque va a estar brava la cosa”.
Mientras tanto, Bullrich sigue adelante con sus recorridas, buscando robustecer especialmente a sus precandidatos en distintos partidos de la provincia de Buenos Aires. Este escenario de primarias en la mayoría de los distritos, incluyendo en aquellos en donde actualmente gobierna JxC, generó malestar puertas adentro en la alianza opositora: “A nuestros intendentes mucha gracia no les hace, pero bueno, así son las internas. Tendrán que competir”, sostuvo la fuente consultada por esta agencia.
Se salvaron de poner en riesgo su continuidad en el cargo, como casos excepcionales, los jefes comunales de Vicente López, Soledad Martínez, y de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, por ejemplo: supuestamente, por su condición de “neutrales” en la disputa entre “halcones” y “palomas” del PRO. Otros dirigentes de peso dentro de JxC en el Gran Buenos Aires no corrieron la misma suerte, como Diego Valenzuela en Tres de Febrero: allí Bullrich eligió a un ex referente massista, Gustavo Spalletti, como su precandidato a intendente.
Si bien Bullrich propone al larretismo reunirse en un desayuno de camaradería el lunes 14 de agosto próximo, independientemente del resultado electoral de las PASO, para limar eventuales asperezas, aplicar cicatrizante de rápida acción a las heridas que pueda ocasionar la actual interna y afinar el lápiz para trazar una estrategia de campaña conjunta y consensuada de cara al 22 de octubre, puertas adentro en el espacio que lidera la ex ministra de Seguridad algunos magullones ocasionados durante el cierre de listas aún permanecen en vías de sanación.
Por ejemplo, existen quienes creen en filas del bullrichismo que en partidos de la primera sección electoral podría producirse en las PASO un corte de boletas en la sección local, después de que referentes distritales de ese espacio quedaran fuera de las nóminas de precandidatos por decisiones políticas. Allí, quienes se encargaron de establecer “este sí, este no”, además de la propia ex ministra, fueron Sebastián García de Luca (delfín de Emilio Monzó) y Joaquín de la Torre, después de que el ex armador provincial de La Fuerza del Cambio Gerardo Milman quedara relegado en la mesa de toma de decisiones.
La provincia de Buenos Aires será nuevamente este año escenario de una batalla electoral determinante, tanto en la interna de JxC como en la posterior contienda por el poder entre la alianza opositora y UxP. Allí el kirchnerismo reunió en la boleta a sus espadas políticas estelares, incluyendo al gobernador Axel Kicillof, a Máximo Kirchner y a Eduardo “Wado” de Pedro, en busca de retener ese territorio. En octubre se espera que Massa lidere la nómina de candidatos del oficialismo, como aspirante a la Presidencia de la Nación, después de superar al militante social Juan Grabois en las PASO.
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No más de cinco puntos de diferencia
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Los estrategas políticos de JxC evalúan escenarios posibles allí en la Provincia, en función de los resultados de recientes encuestas sobre intención de voto. En ese sentido, consideran que en la actualidad el mandatario bonaerense luce robusto, aunque con un piso electoral bajo. Este contexto entusiasma a la coalición opositora: “A Kicillof lo tenemos en alrededor de 37 puntos y nosotros estamos en 35. Es decir, puede pasar cualquier cosa”, dijo a Noticias Argentinas una fuente de PRO.
“En la provincia de Buenos Aires la variable de ajuste es el peronismo, no Juntos por el Cambio. Y ellos están con un piso bajo ahora y lo que pueda suceder en octubre va a depender mucho de cómo quede el escenario luego de las PASO”, agregó. Siguiendo con esa línea de razonamiento, planteó que cuando más cerca quede JxC de Kicillof el 13 de agosto mayores serán las probabilidades de que se active el llamado “voto útil” de cara a las elecciones generales.
En el caso de abrirse esa instancia de polarización entre el gobernador bonaerense y el vencedor de la interna entre Diego Santilli y Néstor Grindetti, la candidatura de Carolina Piparo de La Libertad Avanza podría verse perjudicada, según la fuente consultada por esta agencia: “Nosotros a ella la tenemos en el orden de los 9 puntos y esos votos podrían reducirse a la mitad después de las PASO si logramos construir un escenario de confrontación mano a mano con el peronismo”, evaluó.
“Para que se active el ´voto útil´ nosotros deberíamos quedar a no más de 5 puntos de Kicillof en las PASO, pero insisto, puede pasar cualquier cosa. Si llegamos a perforar el techo de 40 puntos en octubre -en la provincia de Buenos Aires- creo que tenemos grandes chances de ganar incluso la elección nacional en primera vuelta”, sostuvo la fuente consultada por esta agencia. De momento, en filas de JxC, Santilli aventaja a Grindetti, aunque la performance de ambos está supeditada al rendimiento electoral que alcancen Rodríguez Larreta y Bullrich, respectivamente, en las primarias de ese espacio.
El kirchnerismo, por su parte, superpobló de dirigentes camporistas sus listas tanto en la Provincia como en la ciudad de Buenos Aires, lo que ciertamente podría constituirse en un escollo con el que Massa debería lidiar en el Congreso de la Nación si la fórmula que integra con el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, resulta victoriosa este año. Es decir, si el ministro de Economía logra convertirse en el sucesor de Alberto Fernández, ¿qué respuestas encontrarían en el Parlamento de parte de legisladores del núcleo duro K frente a proyectos relacionados eventualmente con aperturas comerciales, incentivos para atraer inversiones extranjeras o bien vinculados con el acuerdo de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros?.
El propio Máximo Kirchner renunció como presidente del bloque de diputados del oficialismo, y desató así una nueva oleada de turbulencias internas en la gestión de Fernández, con motivo del pacto con el Fondo en su momento. O sea, la mirada que pueda tener Massa sobre las medidas indispensables para que el país consiga salir de la crisis, bajar la inflación, apuntalar una estabilidad económica con tendencia de crecimiento sostenida y combatir la pobreza generando trabajo genuino, por ejemplo, ¿coincide con la del kirchnerismo, con la que profesa Cristina Kirchner y su círculo estrecho? ¿El camporismo respaldará sus propuestas en el Congreso o llegado el caso jalará de la cuerda y tensará relaciones como sucedió con el hijo de la vicepresidenta?.
De momento, Massa y el oficialismo en general se permitieron “celebrar” que la inflación se desaceleró por tercer mes consecutivo, al ubicarse en 6 por ciento en junio pasado, para un acumulado anual de ¡115,6%!, mientras juega al fleje con sus chicanas hacia la oposición y levanta día tras día su perfil: más que titular del Palacio de Hacienda y precandidato presidencial, ya luce casi convertido en una suerte de “primer ministro” del maltrecho gobierno de Fernández de cara a las PASO.
(*) – Director periodístico de la agencia Noticias Argentinas (NA); erodriguez@noticiasargentinas.com.ar; TW: @efrodriguez012.

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Pesca. El pato de la boda. Las redes de arrastre

Legislación burocrática e ineficaz sobre trazabilidad en la pesca

Revista Puerto - Chubut - Puerto Madryn - Descarga de langostino congelado - foto 02

Por César Lerena
Mar del Plata, 17 julio (PR/23) –La Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera (la Dirección) dictó la Disposición 26 el 25/10/2022 por la que crea el Sistema Federal de Información de Pesca y Acuicultura (SiFIPA); por su parte, en la Orden del Día 720/2023, la Comisión de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios y, la de Presupuesto y Hacienda, aprobaron un proyecto de ley de “Sistema Único de Trazabilidad de los Productos de la Pesca y la Acuicultura (SUTraP), al consensuar los proyectos de los diputados García (76-D-2022) y Selva (1708-D-2022).

Los mecanismos de ordenamiento de estas dos iniciativas son, a nuestro juicio, inadecuados; por un lado, una Disposición de una simple Dirección para ser aplicada a terceros, cuando la Autoridad de Aplicación (la Secretaría de AGyP) y el Consejo Federal Pesquero, debieron hacerlo y, por otro, un proyecto de Ley para legislar sobre una simple herramienta operativa, encorsetando un instrumento que puede requerir adecuaciones periódicas. Como nota de color: ¿Para qué se titula a estos Sistemas con nombres rimbombantes, si después terminan abreviándolos con las rebuscadas siglas de SiFIPA y SUTraP? que recuerdan a los gremios de los pasteleros o tranviarios, con todo el respeto por éstos.

Ambas iniciativas, además de ser absolutamente burocráticas, no solo desnaturalizan el destino y el objeto para la que fue diseñada la Trazabilidad y Recall, sino que, además, a los efectos buscados de controlar la legalidad son igualmente ineficaces. Como están planteadas, no se resolverá con ninguna de estas normas la pesca ilegal (INDNR) extranjera sobre los recursos migratorios argentinos. A ambos proyectos, les faltaría transitar la banquina de pescadores y, después, unificar criterios entre estas iniciativas, antes de ponerlas en vigor, de otro modo, a quienes producen, les dificultan la tarea de producir más y mejor.

Con la aparición en 1986 de la Encefalopatía Espongiforme Bovina en la Unión Europea y la sanción de la Ley de Bioterrorismo del Gobierno de Estados Unidos, se revitalizó la aplicación de sistemas de trazabilidad, como una herramienta fundamental para dar mayor seguridad al consumidor, ante un incidente alimentario.

La Trazabilidad es una metodología, mediante la cual se establece y mantiene proce­dimientos documentados de identificación permanentemente en el rótulo del alimento, desde su origen y durante todos los procesos, que incluyen la captura o producción, industrialización, almacenamiento, comercialización y consumo; de tal forma, que en cualquiera de estas etapas, pueda conocerse en forma rápida y segura, el origen de la materia prima y los procesos sufridos previos al consumo, para actuar en consecuencia y proteger la salud del o los consumidores afectados y los que potencialmente pudieran verse aquejados por haber adquirido o ser  potenciales adquirentes del alimento en cuestión (César Lerena “Calidad y Seguridad Alimentaria”, Ed. Fundación Agustina Lerena, 2013).

Esta Trazabilidad se logra mediante procedimientos y registros de identificación de un producto único o en lotes, según se trate y, a su vez la identificación se realiza sobre un rótulo, accesible a todos, relacionando en forma inequívoca el documento con la materia prima o producto allí descrito.

La rotulación o identificación que acompaña a la materia prima o el producto indica, mediante el código que se utilice, la totalidad de la traza. Una codificación numérica o alfanumérica adecuada, desde el origen hasta al consumidor lleva unos sesenta (60) caracteres que permiten conocer a todos los usuarios en detalle, la especie, el buque, el lugar de captura y/o proceso, el tipo de proceso, el año, día y hora de todas las etapas, hasta el comercio minorista y, puede llevar setenta (70) caracteres cuando se agregan servicios de alimentación en comedores industriales, escolares, etc. En cualquier caso, la codificación asegura el conocimiento preciso de todas las etapas en cualquier momento que se requiera a cualquier lector del rótulo. Es decir, una visión retrospectiva del producto, rastreabilidad, tracking o trazabilidad.

Para garantizar la aplicación de la Trazabilidad, se requieren auditorías que incluyan una certificación continua de las etapas de captura, desembarque y procesamiento industrial y el posterior control de policía sanitaria habitual.

La aplicación de la Trazabilidad y el Plan de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP, por su abreviatura en inglés) son una de las formas más  eficaces de tener bajo control las acciones accidentales o intencionales que provocan consecuencias negativas graves para la salud o la muerte de personas u ocasionan daños a las economías de los países, como consecuencia de restricciones comerciales internacionales, derivadas de la aparición de enfermedades humanas o animales, o por la falta de confianza extranjera en los controles sanitarios locales. La trazabilidad no es en sí mismo un mecanismo que asegura inocuidad, pero en forma indirecta, por la información a consumidores y/o empresas, puede ser una interesante herramienta de mejora continua de calidad.

Ahora, suponiendo que el Estado quisiese aprovecharse de esta herramienta -creada originalmente para ser usada por los empresarios- con el objeto controlar la pesca ilegal; evitar la pesca por encima de las cuotas o autorizaciones otorgadas; impedir las subdeclaraciones de captura y desembarco; controlar eventuales evasiones fiscales, etc. las normas citadas (Disp. 26 y proyecto de Ley) no lo hacen y tampoco cumplen con el objeto principal del destinatario de la primera venta y los posteriores destinatarios (nacionales o extranjeros) de conocer con certeza el origen y las distintas operaciones y procesos sufridos por la materia prima original.

El sistema cuya aplicación impone la Disposición 26 (SiFIPA), como hecho positivo, digitaliza lo que PESCA y SENASA hacen en versión papel desde hace 50 años; pero, sus resultados son inciertos. Puede que contribuyan a evitar la evasión, pero, de ninguna manera, puede entenderse como un Sistema de trazabilidad.

Los “Considerandos” de esta Disposición de la Dirección refieren a emitir el Certificado de Captura Legal «una vez constatadas las condiciones en las que fuera realizada la captura» (sic), cuestión que de no contar con inspectores profesionales o auditores independientes, muy bien remunerados, garantizados en su seguridad y que cuenten con suficiente respaldo tecnológico a bordo, “la constatación” resulta de cumplimiento imposible y, ello queda de manifiesto cuando los mismos considerandos de la Disposición 26 indican: «se han manifestado las diversas complejidades que existen al momento de determinar los efectivos volúmenes de captura a bordo» y amplía, se busca «que las cantidades y la identificación de los numerosos recursos pesqueros efectivamente obtenidos sean determinados con un mayor grado de precisión en las plantas de procesamiento pesquero», seguramente, analizando los rendimientos hipotéticos o el ingreso a las plantas, tareas que nadie realiza en forma permanente en todos los horarios de producción. No es posible asegurarlo, con la metodología de control imperante que -en muchos casos- tolera el procesamiento de mercaderías fuera de todo control en establecimientos de terceros, que dan lugar a la circulación de mercaderías en “negro”; en perjuicio, de las empresas que tienen todos sus procesos registrados, al igual que su personal, que deben competir con mayores costos. La dificultad se agrega por el alto número de operarios no registrados, ya que del control de sus rendimientos se conocería la producción cierta.

La trazabilidad sin control presencial no es viable. No solo porque sería inaplicable; sino, porque mientras se certifica la trazabilidad a productos sin control, se podría estar descartando al mar. La trazabilidad sin acuerdos sobre la pesca ilegal (INDNR) de los recursos migratorios originarios de la ZEE en alta mar, en el mejor de los casos, ordenará el 50% de stock disponible en el Atlántico Suroccidental.

Referir, como dice la Disposición 26: “Que ello dará lugar a concentrar los datos sobre la materia prima capturada, el registro de la información sobre las actividades relacionadas con estos productos durante el procesamiento y la identificación final de los productos salientes y sus destinos”; es ciertamente desalentador. Que a esta altura, la Subsecretaría de Pesca y la Dirección de Fiscalización no tenga una información promedio precisa; sin tener en cuenta, además, los procesos industriales que se realizan, como el glaseado (agregado de agua); la incorporación de otros componentes vegetales u otros (harinas, rebozadores, aceites, quesos, etc.) en un sistema de control integrado y confiable, debería permitirnos precisar el volumen total por especie capturada, procesada y comercializada, “blanqueando” no solo las operaciones desde el punto de vista biológico, sino también evitar la evasión fiscal, uno de los principales sostenes de la pesca ilegal (INDNR).

El entrecruzamiento de información, que en la actualidad no se efectúa en forma exhaustiva, debería ser muy útil para reducir la evasión y/o la subdeclaración en los desembarques y/o el ingreso de productos elaborados en plantas fasoneras no controladas, etc., incluso, cuáles puedan ser los volúmenes irregulares; pero, de ninguna manera asegurar la aplicación de un sistema de trazabilidad.

Igualmente, no es viable que, «a efectos de comprobar el origen legal de las capturas en aguas jurisdiccionales argentinas, el procesamiento o reprocesamiento a bordo…tener en cuenta la verificación por parte de la Dirección de la vigencia de los permisos y la composición de las capturas» y, menos aún, dar certeza a un sistema de trazabilidad. Lo mismo puede decirse respecto al uso de “monitoreo satelital” que, en el mejor de los casos, podría aplicarse a determinar el origen de una no constatada captura. Otro tanto podría observarse, respecto a la probabilidad de comprobación por parte de la Dirección de la veracidad de las declaraciones juradas.

La utilización de cuatro módulos de acceso denominados “Parte de Pesca Electrónico”, “Actas de descarga”, “Transacciones Comerciales” y “Distritos”, más allá de digitalizar un mecanismo ya aplicado, no garantiza la trazabilidad del producto que se captura, desembarca, transporta, procesa, almacena y comercializa.

Luego, se recuerda, que por Res. 514/2009 de la SAGPyA se aprobó el Régimen de Inscripción; cuestión que ya se había establecido en la Ley 24.922 en 1998 y, ahora, el proyecto de Ley citado crea otro, generando nuevos registros duplicados para alegría de escribanos y fotocopiadores, etc., pérdida de tiempo y dispersión de la información. Tal vez ha llegado la hora de que el Estado tenga un solo Registro para cualquier efecto.

Refieren también los considerandos «que la trazabilidad de los recursos, productos y subproductos pesqueros debe entenderse como la capacidad de consultar el movimiento de un alimento a través de etapas específicas…». No. No puede entenderse ello si no se identifica el rótulo del producto, desde su origen y durante todas las operaciones hasta el consumo; de forma tal, que, cualquiera de estas etapas, se puedan conocer en forma inmediata y segura las operaciones. La rotulación o identificación -como hemos dicho- debe indicar mediante el código que se utilice, la totalidad de la traza (desde el origen hasta el consumo) sin tener que apelar a ningún registro, sea éste de papel o digital. La Disposición 26 es absolutamente imperfecta y no puede considerarse ésta un Sistema de Trazabilidad, ya que no cuenta con varias cuestiones centrales:

La primera, -como dijimos- verificadas a bordo todas las operaciones y los partes por inspectores o auditores independientes; la segunda, debe prohibir los transbordos fuera de los puertos; la tercera, debe contar con un sistema de control confiable a la descarga, ya que un control “débil” contribuye a “blanquear” el origen o sustituir especies; operación que debe estar coordinada con el control al ingreso a la planta industrial o transbordo en puertos; la cuarta, control efectivo del proceso en las plantas e ingreso en cámaras; quinto, el análisis de los stock y los rendimientos probables y admitidos; sexto, contemplar los aspectos relativos al trabajo esclavo y el tráfico de drogas, los que junto a la pesca subsidiada están tipificadas como pesca ilegal (INDNR) y séptimo, y lo más importante, para garantizar la trazabilidad, no alcanza con registros documentales anexos a la materia prima y/o el producto en la góndola; ambos, materias primas y productos, deben por sí, en sus rótulos, identificar en forma suficiente, mediante un sistema de códigos, todas y cada una de las operaciones y procesos, desde el origen hasta el consumidor, que solo accesoriamente se registran en documentos ahora digitales.

La Trazabilidad supone mayores garantías a los compradores primarios, importadores y consumidores; ahora, implica un mayor costo agregado. Si no se diseña un sistema sencillo y de fácil implementación hará menos accesible el producto en el mercado interno y le quitará competencia en el mercado internacional. Con el agravante que la Disposición 26 no evitará la Pesca ilegal (INDNR) de los recursos migratorios originarios de la ZEE por parte de buques extranjeros, a pesar de referirse en varios párrafos al “área adyacente de la ZEE”. Ni siquiera, tiene previsto controlar los buques en tránsito (en supuesto paso inocente) que transportan productos pescados ilegalmente y, por supuesto, los buques extranjeros no estarán incorporados al registro nacional.

La certeza de la información agregada, será útil para contrastar con la identificación de la materia prima/producto si se efectúa en un parte de pesca electrónico antes de ingresar a puerto (y su posibilidad en las embarcaciones con escasa tecnología) destinada a un control central e, independiente, a los controles en el desembarco y, la información la fiscaliza un inspector a bordo (Decreto 4238/68; Ap. 1.1.2. Dec 1714/83 Res. exSENASA 206/95); luego se registra en el desembarque bajo control “ciego”; se verifican los transportes, acceso a plantas, procesos, almacenamiento y comercio. “El hombre es bueno, mejor si se lo controla”. Las empresas competitivas se sacan de encima a sus competidores agregando exigencias a las reglas de juego.

Las estadísticas pueden resultar más eficientes con este sistema, en tanto y en cuanto se incorporen todos los controles que no se realizan en la actualidad y los que se realizan sean “seguros”. No alcanza con cambiar papeles por un sistema digital con carácter de declaración jurada. Muchas veces “los documentos” no reflejan los verdaderos procesos. Conocemos casos en lo que se utiliza la pesca para enmascarar la exportación de drogas que se detectan al ingresar en el país importador (Caso Langostino, etc.). Suponiendo que mejoren las estadísticas de las actividades registradas, ello no habrá de significar estar aplicando un sistema de trazabilidad y, menos aún, controlando la pesca ilegal (INDNR) extranjera, como dijimos.

La implementación de un Sistema de Trazabilidad supone un procedimiento de Recall, es decir las acciones planificadas frente a la denuncia de un incidente o accidente, que no está explicitado en la Disposición 26 citada ni en el proyecto de Ley. “No hay Trazabilidad sin Recall” (Lerena, César y Lerena, Joaquín “Manual de Procedimientos de Trazabilidad y Recall”, 10/2/2013).

En la Parte II, nos referiremos al proyecto de ley de “Sistema Único de Trazabilidad de los Productos de la Pesca y la Acuicultura, aprobado en las Comisiones de Intereses Marítimos y Presupuesto de la Honorable Cámara de Diputados.

Finalmente, a los efectos de la exportación, además de determinar en forma fehaciente el origen, la trazabilidad, la aplicación de planes HACCP y otros de calidad, la Argentina, -en forma directa o a través del MERCOSUR- debe acordar con los países importadores para que no adquieran productos pesqueros, donde no esté garantizado, que los productos no proceden de la pesca ilegal (INDNR) como es el caso, de los extraídos en el Atlántico Suroccidental por parte de China, el Reino Unido de Gran Bretaña, España, Corea y Taiwán entre otros. Las autoexigencias mal diseñadas pueden resultar barreras paraarancelarias.

Primicias Rurales

Fuente: Revista Puertos

La política no es mentira, cinismo, pillaje y robo

La política no es mentira, cinismo, pillaje y robo

Por Álvaro De Lamadrid* .
Buenos Aires, 17 julio (especial para NA – PR/23) — “El Kirchnerismo es una organización política criminal”. Lo denunciamos desde antes de la llegada al poder nacional de los Kirchner en 2003, cuando la democracia fue reemplazada por una autocracia neopresindecialista.
Ese despiadado populismo, impregnado de las condiciones peculiares del matrimonio dinástico que instauró este régimen, siempre mantuvo un patrón que configuro esta especie de locura que todos los argentinos hemos padecido en mayor o menor medida. Hablo de la mentira, el cinismo, el pillaje y el robo como forma de hacer política, como concepción de la política.
Recuerdo que cuando hablaba del kirchnerismo como “organización política criminal en 2003”, una inmensa mayoría no me creía y hasta me atacaba. Les parecía una barbaridad esa afirmación.
Nunca me impactó esa actitud. Las personas, en ocasiones, les hacen decir a sus deseos algo diferente a lo que la historia y la verdad les muestran y, se cierran, sin estar dispuestos a escuchar y extraer trascendentales lecciones del pasado en beneficio del país.
Ciertamente, me preocupaba más, aquellos que sabiendo que nuestros señalamientos eran ciertos y, determinaban, que antes de que salga el sol podríamos perder nuestro país; decidían autoconvencerse que la madurez democrática de los argentinos y la fortaleza de las instituciones impedirían ese peligro que acechaba.
Entre esas dos posturas de la sociedad argentina, “no creer y/o creer sin preocuparse”, han pasado 20 años. Y en este tiempo, todos los argentinos hemos visto el desmoronamiento político, institucional, económico, educativo, cultural y social de nuestra amada Argentina.
Pasamos de la cacofonía de los salvadores de la patria, los campeones de los Derechos Humanos y del progresismo de la liberación, a la cacofonía, de la organización piramidal de corrupción, el gobierno de las valijas de Cristina que viola Derechos Humanos y apoya a dictaduras, a los responsables de la instalación del narcotráfico en el país, a los que persiguen opositores, jueces y periodistas; a los que cayeron en los brazos de Irán y nombraron jefe del Ejército a Milani, y a los que dicen ya no se puede hacer nada, el país se perdió.
En estos 20 años, la catástrofe de las políticas del kirchnerismo se iban desarrollando ante nuestros ojos, pero se desdibujaban por un relato absurdo que gozaba de buena salud, abonado por la falta de tratamiento cierto de las noticias que ocurrían, silenciadas con aceitadas pautas oficiales, prebendas y distintos procesos de miserabilidad de todos los factores de la sociedad.
Hubo un tiempo, en esta historia, en el cual la sociedad quito la mirada del mal. Por miedo, autocensura, benevolencia, autocomplacencia, oportunismo, calculo, conveniencia, connivencia, por intereses o por complicidad y colaboracionismo. Son procesos dolorosos. Crecer es necesario pero doloroso.
Es tan culpable quién comete el crimen, como el que lo consiente. Sin el brazo ejecutor los delirios de Cristina nunca se hubieran concretado.
No fue magia, hubo muchos cómplices que permitieron que esto pasara, desde sus funcionarios actuales y pasados, hasta los arrepentidos que se quieren reciclar, falsos opositores, funcionarios judiciales, sindicalistas, periodistas militantes, Ongs y muchos más.
Los colaboracionistas del régimen, lo conozco bien. Pasó en Santa Cruz y en el país y también es un proceso que se dio en Venezuela.
El resultado del paso del poder del kirchnerismo, ha sido extirpar a otras generaciones de argentinos, desgarrando el alma del país más rota de lo que estaba. Abriendo viejas cicatrices y causando nuevas, más lacerantes y devastadoras.
La adicción al poder bruto y al dinero para subyugar a los argentinos del kirchnerismo hizo más daño que muchas dictaduras blandas; porque bajo la apariencia democrática los DDHH quedaron a tiro de lapicera de una persona, que busca el pensamiento único para someter a la Nación.
El régimen kirchnerista generó innumerables “Salas o Senas” que son bancados por los pobres del Conurbano que al comprar un paquete de fideos pagan un IVA descomunal, para que sean sus brazos ejecutores (como Milagro Sala en Jujuy o Emerenciano Sena en Chaco).
El poder sin control siempre oprime. Ningún oprimido tiene justicia si quién lo tiene que juzgar es su opresor.
El cinismo de Massa y el kirchnerismo no tiene límites. No he perdido la capacidad de asombro ante el cinismo político. La maldad líquida ejecutada desde el cinismo político. Parecen hasta infantiles las mentiras del kirchnerismo, pero no lo son. Son una peligrosa y cruel política de estado. “Vaca Muerta es mía y la hice yo te están diciendo”.
La nueva política requiere no ser cínica. El cinismo político no es el de Juan o de Pedro, es un método político.
Hay que dar la lucha cultural. No hay que ser cínico, no se les gana en cínicos a estos fariseos de la política, ahí ganan ellos.
Me preocupa que los cínicos políticos manejen la inteligencia artificial y las relaciones y políticas internacionales.
Pero más me preocupa que hay quienes optaron por el cinismo.
Hay que correr al cinismo de la política.
El debate político que nos plantean nos lleva a pronunciar palabras emancipadoras. A Sergio Massa le aplica todo lo que plantearon grandes escritores: El hombre mediocre (José Ingenieros), El ogro Filantrópico (Octavio Paz), La sociedad abierta y sus enemigos (Karl Popper).
“Si se va Massa, pobre país”, te dicen desde ese sector que lo promociona y financia. Pero, si ya somos un pobre país. A mí siempre me han ganado los kirchnerista desde el insulto, las operaciones y jugadas sucias, pero no desde la memoria.
El que elige el campo de batalla va con ventaja a la pelea. La mentira y el cinismo no es un argumento para iniciar un diálogo o debate, es un prerrequisito no actuar así.
La lucha cultural nuestra es distinta. Es decir, y mostrar con acciones claras, nítidas, contundentes y libre de sospechas que uno es opositor y ellos son oficialistas.
Este espanto que vivimos no se puede prolongar y no le deja nada al país ni a nadie.
Hay algunos que no son nítidos opositores por eso el gobierno se anima a mostrarse además como oposición.
Por eso, Cristina Kirchner y Sergio Massa, quieren ocupar todo el tablero y jugar con las blancas y las negras.
“Hasta es posible que gane el oficialismo”, esas bolas empiezan a hacer correr desde las publinotas y el festival de entrevistas pagas. A mí me gusta la inteligencia criolla no la picardía criolla. Soy un admirador de la inteligencia criolla, pero tengo desagrado por la picardía criolla. El premio Nobel no es por pícaro sino por inteligente. Hay que ganar la elección para terminar con esto.
Votar a Massa es lo más parecido a reelegir a Alberto. Ambos reclutados por Cristina. Errores forzados para retener la provincia de Buenos Aires y el poder en el PJ/ Kirchnerista.
Cristina logró su cometido, llenar el Congreso de la Cámpora y ultra K para torpedear el cambio y se cargó nuevamente al PJ tradicional y al Frente Renovador.
Después que Massa pierda o gane le da igual. No lo puso para ganar. Otro Alberto, con más financiamiento y soporte del empresariado prebendario y la corporación sindical mafiosa.
A ambos los deja hacer sin importarle como resulte todo. Uno no pudo evitar sus condenas y el otro no podrá evitar su cárcel. No confía en Massa, sabe que debe arreglarse sola. El plan platita de Massa para llegar con algo de aire a las elecciones a costa de los jubilados, las provincias, el campo, los importadores y la soberanía nacional, también tiene su efecto espejo en Rodríguez Larreta.
Este, compra dirigentes con cargos con la plata de los contribuyentes. De derecha, izquierda, autopercibidos liberales, lo que sea. Sumar cueste lo que cueste. Pagan los contribuyentes.
Mismo método que Massa. Todo vale, Todo tiene precio, todo se compra y todo se vende. Salimos con cambios que dejen atrás al pasado y sus cómplices.
Hay que polarizar el debate y la discusión del futuro. Esa es la polarización buena en política. Como puede ser, que algunos propongan la pasividad anodina y obligar a nuestros policías a jugarse la vida en las calles y, a la vez, limitamos sus funciones y tareas, castigándolos aún más de lo que ya se los castiga con los bajos salarios y las pésimas condiciones de trabajo a los que se los somete.
Una nueva sociedad no se construye desde alianzas entre aparatos de las oligarquías políticas, empresariales y sindicales desgastadas que solo buscan reciclarse para mantener su cuota de poder.
El reto es hacer cumplir los propósitos de la CN y erradicar el hambre y el maltrato institucional, priorizando a los niños, a la justicia, a las víctimas como prioridad y no a los victimarios.
Terminar con el hambre. Hacer que se recupere y expanda la clase media.
El debate no puede ser más de lo mismo, entre “mediocres malos y mediocres buenos”.
Más de lo mismo de lado a lado. No puede no haber debate sobre una nueva política pública, con enfoque de salud pública y educación y una estrategia para acabar con el negocio del narcopiqueterismo.
El Kirchnerismo nos deja un gran esquema Ponzi. Al igual que Bernie Madoff, el Kirchnerismo tiene su propia estafa piramidal utiliza, la que utiliza hace 20 años a nivel nacional para empobrecer a la población y hacerse millonarios ellos y sus cómplices.
Con la economía paso lo mismo, la destrucción siguió, con la crisis energética, el transporte, la banca, obras pagadas con sobreprecio y adendas que nunca se comenzaron y las que tuvieron la suerte de arrancar nunca se terminaron.
Todo esto, hizo que el Kirchnerismo para mantener un relato que solo fue `magia` gracias a los millones de pesos en esta estafa piramidal al pueblo argentino se mantuvo saqueando las cajas del Estado, como las AFJP, imprimiendo temerariamente como si no hubiera mañana en Ciccone, con los préstamos del narcoestado de Miraflores, subiendo los impuestos y creando nuevos como las retenciones al campo y el impuesto a la riqueza entre otros.
No existe este tipo de política populista sin plata y cuando esto llega a su fin nos encontramos con lo mismo que paso en el 2015: inflación por las nubes, sin reservas en el BCRA, sin producción con miles de pymes cerradas, alto desempleo, pobreza e indigencia de más de la mitad del país que tiene peores indicadores tanto sociales como económicos que un país que está en guerra como es Ucrania.
Mientras tanto, el PJ con astucia delictiva, cuando se les venía un nuevo caso María Soledad en Chaco, un crimen aberrante del poder, desvío la atención a Jujuy con intento golpista para tapar esto.
Estuve en Chaco en la Marcha y con Gloria, la madre de Cecilia.
El gobernador de Chaco, Capitanich, Cristina y Massa agarraron la piedra que le tiraba el pueblo chaqueño y se las tiraron a Jujuy.
Montaron en horas incidentes organizados para tapar crímenes de lesa humanidad. Cuando se les venía la noche tiraron la pelota afuera embarrando a otro gobierno.
El kirchnerismo se autopercibe representante del progresismo, de los jubilados y trabajadores, pero atrás de su candidato Massa, se encubre lo más rancio del empresariado prebendaría.
Massa es el candidato de los empresarios de los cuadernos que sostenían al kirchnerismo y, a los cuales Cristina les debe tanto por sus favores en la Justicia.
Los empresarios de los cuadernos conforman “el clientelismo Premium” de Massa, CFK los deja ser, esperando la devolución de gentilezas en la causa criminal que la apremia.
La única utopía de Massa hoy es poder cumplirle al Fondo y vender un nuevo acuerdo que ya debía estar realizado como un gran logro. A la vez cerró un acuerdo con los narcopiqueteros y, les prometió mantenerles sus kioskos a cambio de apoyo electoralista.
Nunca vamos a salir adelante garantizando la impunidad a una mafia que vive del Estado.
Massa y Malena Galmarini sintetizan la praxis menemista y kirchnerista, con un matrimonio que cope el poder rodeado de empresarios rapaces para sustraer al estado los recursos para someter voluntades y perpetuarse.
Hay pobres en el país porque el peronismo organiza el estado para delinquir. Aquí la gente no tiene un estado que la cuida, sino que debe cuidarse de este.
Los ataques del kirchnerismo a la oposición, la Justicia y la democracia que se han convertido en la alfa y omega de su política de demolición institucional.
La perorata del kirchnerismo se volverá más febril e incendiaria en estos meses venideros.
Este momento de la Argentina necesita un gobierno que cumpla las leyes, que llegue con ideas claras, las sostenga y las lleve adelante.
Patricia Bullrich garantiza que no haya impunidad, tomas, saqueos, ataques a la propiedad privada. Grabois, Moyano, Baradel, Menéndez, Pérsico, Milagro Sala, los Senas que se replican en todo nuestro país si delinquen van presos.
Armar cualquier rejunte para ganar, incorporando a quiénes nos trajeron hasta acá; bajo el pretexto de la gobernabilidad, es no aprender de la historia.
Quiénes te condicionan cuando sos gobierno, se reciclan, pero no son leales a las ideas de cambio y; se te rebelan como los mercenarios de Putin.
Que no nos ganen las milicias de la mentira, el cinismo, el pillaje y el robo. Que gane la gente y con ellos el cambio, que, por mandato ciudadano, el nuevo gobierno de la fuerza del cambio deberá sostener y concretar.
(*) – Dirigente UCR/Juntos por el Cambio.

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Fuente: Noticias Argentinas