Hoy es la celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

Hoy es la celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

Buenos Aires, jueves 20 noviembre (PR/24) — La celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.

La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.

Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo. Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos: “Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí” (Jn 18, 36).

Jesús no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado, Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce.

Recursos sobre Jesucristo, Rey del Universo:

Primicias Rurales

Fuente: ACI Prensa

Hoy se celebra a San Edmundo, rey y mártir

Hoy se celebra a San Edmundo, rey y mártir

Buenos Aires, miércoles 20 nnoviembre (PR/24) — San Edmundo fue rey de Anglia Oriental en el siglo IX, en la actual Inglaterra.

Por Santiago Cantó

Edmundo es un nombre masculino de origen germánico cuyo significado es ‘el que defiende sus bienes‘. Actualmente, 940 hombres en España reciben este nombre y celebran su santo gracias a San Edmundo, rey.

Sólo se conservan dos fuentes manuscritas contemporáneas que relatan su vida: la Crónica Anglosaxona, escrita por un monje anónimo entre 877 y 899 y una obra conmemorativa de 890. Otras historias son más tardías y se mezclan con leyendas sobre el martirio y los milagros que se le atribuyen cuando fue venerado como santo.

Su origen familiar es incierto: las fuentes más fiables presentan a Edmundo como descendiente de los reyes de Anglia Oriental de la rama de Wuffing. Según Abón de Fleury, venía “ex antiquorum Saxonum nobili prosapia oriundus“, que parece indicar que era de origen extranjero, posiblemente de los antiguos sajones del continente.

Una tradición dice, sin pruebas, que su padre era el rey Alcmundo, del cual no se sabe nada más. A partir de aquí se desarrolla una leyenda que sitúa su nacimiento en Núremberg (Alemania) y que fue adoptado por el rey Æthelweard de la Anglia Oriental. Otras fuentes lo hacen hijo del propio Æthelweard.

Lo que es cierto es que Æthelweard murió en 854 y fue sucedido por Edmundo, entonces de catorce años de edad. La leyenda dice que fue elegido por nobles y clérigos de Norfolk. Se dice que fue coronado por San Humberto el 25 de diciembre de 855 en Burna, que era la capital del reino. Nada más se sabe con fiabilidad: Abón de Fleury dice que fue un rey modélico por su equidad y la justicia de sus actos y el ejercicio de la caridad con los necesitados, especialmente huérfanos y viudas. También dicen las fuentes que se retiró durante un año en la torre de Hunstanton y aprendió los salmos bíblicos.

A partir del 865, los daneses atacaron el reino y al ser rechazados invadieron Northumbria y Mercia, pero volvieron a atacar Anglia Oriental en 869.

Comenzó a gobernar sobre los anglos del Este cuando sólo tenía quince años de edad, en el 855. Fue tomado prisionero por los daneses, quienes le propusieron que abandonase su religión a lo que se negó resueltamente. En consecuencia, fue azotado y muerto a flechazos, el año 870.

El cuerpo del rey fue enterrado en Beadoriceworth, actual Bury St Edmunds. El lugar se convirtió en meta de peregrinación e hizo que se originara una población alrededor de sus reliquias. La fama del santo se hizo universal. La fecha de la canonización es desconocida, pero podría haber sido durante el reinado de Athelstan (924–939). Su popularidad fue grande: estandartes que se decía que habían sido del rey eran llevados por el ejército inglés (en la campaña de Irlanda, a Caerlaverock Castle de 1300 o en Agincourt) y muchas iglesias le fueron dedicadas a Inglaterra.

Sobre su tumba se erigió la abadía de Bury St Edmunds, una de las iglesias más grandes del reino; pero fue destruida en 1539, durante la Reforma protestante. Su festividad litúrgica se celebra el 20 de noviembre

Este y otros santos son celebrados durante el 20 de noviembre.

Primicias Rurales

Fuente: El Español

 

“Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”

“Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”

Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 11-28

 

En aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestarse enseguida.
Dijo, pues:
«Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.
Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles:
“Negociad mientras vuelvo”.
Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo:
“No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”.
Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.
El primero se presentó y dijo:
“Señor, tu mina ha producido diez”.
Él le dijo:
“Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”.
El segundo llegó y dijo:
“Tu mina, señor, ha rendido cinco”.
A ese le dijo también:
“Pues toma tú el mando de cinco ciudades”.
El otro llegó y dijo:
“Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”.
Él le dijo:
“Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”.
Entonces dijo a los presentes:
“Quitadle a este la mina y dádsela al que tiene diez minas”.
Le dijeron:
“Señor, ya tiene diez minas”.
Os digo: “Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia”».
Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

Miedo a cruzar el umbral

Hay que puntualizar dos aspectos fundamentales de este evangelio, primero la libertad, con la cual el ser humano adquiere dignidad y segundo la libertad para enriquecer o malgastar esa dignidad. El relato dice que les entregó “diez minas de oro” a cada uno. Todos obtuvieron resultados positivos excepto el que la guardó. Una mina de oro es el símbolo de la grandeza que constituye el ser humano, porque este ser humano que somos todos nosotros, es ´único e irrepetible  y por lo tanto es en sí mismo  un tesoro para la humanidad, lo triste es como  malgastamos la mina de nuestra propia vida. El valor está en como la utilizo, el que la  utilice para hacer el bien engendrará bien. Aquí está en juego nuestra libertad y la capacidad de hacer de nuestra vida una buena noticia.

Ser libres nos hace responsables del bien personal y de los demás porque la libertad no es algo arbitrario, sino la cualidad esencial que nos cualifica y nos dignifica como seres humanos, cuando la libertad no conlleva el bien, no se puede calificar como tal, más bien, es una caricatura, una deformación de la misma, nos convierte en aquellos que como en el Evangelio mandan a decir a Jesús que no quieren que él sea su rey. Jesús nos invita a ser libres desde el riesgo de la entrega, desde la mirada del alma limpia para descubrir en el ser humano que cada uno de nosotros somos lo más parecido a la belleza de Dios.  Nos invita a arriesgar la vida sin buscar la eficacia, sino la generosidad. Al que guardó la moneda le paralizó el miedo de no ser eficaz, es nuestra gran trampa, buscar la eficacia. En la lógica de Dios, la eficacia se llama pobreza de Belén, soledad de Getsemaní, “inapariencia” y despojo de la Cruz.

Esos son los mejores bancos para invertir la moneda de nuestra vida, los intereses los recibiremos a través de la puerta del corazón de Dios.

“Hoy ha llegado la salvación a esta casa”

“Hoy ha llegado la salvación a esta casa”

Evangelio de Hoy

Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús, pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”.

Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”.

Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido”.

Reflexión

Muchas veces pensamos que nuestra vida no ha sido la más digna y que no es fácil establecer una relación nueva y diferente con Dios. En este evangelio Jesús nos muestra que Dios no está interesado en nuestra vida pasada.

Él quiere para nosotros una vida nueva en la que los valores del amor y la justicia puedan ser vividos en su totalidad. La salvación, y con ello la amistad con Dios, se realiza en el momento que nosotros decidimos iniciar un camino de encuentro con Dios y con los demás.

En el momento en que nos damos cuenta que nuestra vida puede ser mucho mejor y más feliz de lo que ya es. No tengamos temor de amar a Dios. Zaqueo nos enseña que nuestro Dios es el Dios de la misericordia que nos invita a dejarlo entrar en nuestra casa. Abrámosle las puertas.

Fuente: Evangelización Activa

“¿Qué quieres que haga por ti?”

“¿Qué quieres que haga por ti?”

Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 35-43

 

Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron:
«Pasa Jesús el Nazareno».
Entonces empezó a gritar:
«¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!».
Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte:
«Hijo de David, ten compasión de mí!».
Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.
Cuando estuvo cerca, le preguntó:
«¿Qué quieres que haga por ti?».
Él dijo:
«Señor, que recobre la vista».
Jesús le dijo:
«Recobra la vista, tu fe te ha salvado».
Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.

Palabra del Señor

“Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”

“Como sucedió… así sucederá”

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 26-37

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.
Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.
Así sucederá el día que se revele el Hijo del hombre.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa no baje a recogerlas; igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás.
Acordaos de la mujer de Lot.
El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará.
Os digo que aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán».
Ellos le preguntaron:
«¿Dónde, Señor?».
Él les dijo:
«Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres».

Palabra del Señor