Eliminan plan de asistencia financiera estatal a productores algodoneros

Eliminan plan de asistencia financiera estatal a productores algodoneros

La decisión se da ante la finalización del Fondo de Compensación de Ingresos para la Producción Algodonera.

 

os productores algodoneros dejarán de recibir asistencia financiera bajo el plan derogado.
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / archivo

Buenos Aires, viernes 27 junio (PR/25) — El Gobierno dio de baja el Plan de Desarrollo Sustentable y Fomento de la Producción Algodonera, por lo que los productores dejarán de recibir asistencia financiera estatal bajo este programa, según dispuso el Decreto 429/2025 publicado este jueves en el Boletín Oficial.

La decisión se da ante la finalización del Fondo de Compensación de Ingresos para la Producción Algodonera (FCIPA), que fue la fuente de sustento económico del plan, y por “la imposibilidad de instrumentar sus herramientas”.

El régimen creado por la Ley 26.060 contempló la creación del FCIPA, “con el objeto de garantizar la sustentabilidad del cultivo del algodón a través de mecanismos que permitan atenuar los efectos de las oscilaciones bruscas y negativas de los precios y promuevan certidumbre de largo plazo para cada productor algodonero”.

El mencionado Fondo, fue constituido inicialmente por un plazo de 10 años y prorrogado por el mismo lapso, hasta que se cumplió en 2024 “sin que se haya dispuesto una nueva extensión ni se hayan introducido modificaciones a las disposiciones legales pertinentes”.

En el texto oficial, el Ejecutivo precisó que “la totalidad de los recursos asignados al referido Fondo han sido ejecutados en la asistencia brindada para la Campaña 2023-2024, y no se prevé su renovación o reposición presupuestaria, remarcando que “el FCIPA ha cesado en su vigencia, quedando sin efecto y sin posibilidad de realizar nuevas operaciones”.

Con el amparo de la emergencia pública declarada en materia administrativa, económica, financiera y energética junto con las facultades otorgadas en la Ley Bases, el Ejecutivo
consideró “procedente derogar la Ley N° 26.060, en virtud del vencimiento del plazo de vigencia del FCIPA, así como de la imposibilidad de la implementación efectiva de las atribuciones conferidas”.

El decreto aclaró que “la derogación de la citada norma legal y de su decreto reglamentario no afectará la validez ni la continuidad de los convenios celebrados entre el Estado Nacional y las Provincias en el marco del régimen derogado, los cuales conservarán su vigencia conforme a las cláusulas pactadas y al régimen jurídico aplicable”.

El plan se había estructurado sobre la base de la asistencia financiera a los productores algodoneros, previéndose, entre otras herramientas, la contratación de seguros para garantizar la sustentabilidad de la actividad.

En este sentido, contemplaba que el Estado asista financieramente a los productores en la contratación de seguros “contra las caídas extraordinarias de la producción debido a las adversidades climáticas, físicas, telúricas y biológicas que afecten un área geográfica algodonera”.

Sin embargo, dicho instrumento no surtió efecto ya que las compañías aseguradoras se negaban a ofrecer cobertura debido a las “condiciones agroclimáticas adversas y a la elevada exposición al riesgo del cultivo de algodón”.

Primicias Rurales

Fuente: Noticias Argentinas

Vasconcelos habla de “Plan B” en caso que el resultado de las elecciones no sea el esperado por el Gobierno

Vasconcelos habla de “Plan B” en caso que el resultado de las elecciones no sea el esperado por el Gobierno

Remarca el objetivo de que el Riesgo País caiga por debajo de los 500 puntos
Jorge Vasconcelos Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / redes

Buenos Aires, viernes 27 junio (PR/25) — El economista Jorge Vasconcelos marcó un punto crítico en la coyuntura argentina, identificando una “grieta” en la interpretación económica que oscila entre la prioridad en la inflación y la atención en el empleo, el riesgo país y las reservas.

En una columna de opinión publicada en el portal de noticias BAE, Vasconcelos subraya que la recuperación de las reservas propias del Banco Central (BCRA) y la reducción adicional del riesgo país se han convertido en el “flanco débil” del actual programa económico.

El economista sostuvo que el gobierno ha priorizado la consolidación de la estabilidad y ha mostrado una “resistencia oficial a emitir pesos, aún con contrapartida de dólares”, lo que ha generado efectos colaterales como el endurecimiento de las condiciones crediticias y una desaceleración adicional en el nivel de actividad.

“En función del mediano plazo, se necesita llevar la prima de riesgo país por debajo de los 500 puntos y, si con los resultados electorales de setiembre y octubre no alcanza, habrá que pensar en un “Plan B”, puntualiza.

Añade que “desde la firma del acuerdo con el FMI, la trayectoria de las reservas brutas y netas del Central ha sido divergente. Las primeras ya superaron los 40,0 mil millones de dólares, pero las netas registran todavía un rojo de 7,3 mil millones”.

“Esa asimetría fue un nuevo llamado al pragmatismo, con medidas que se anunciaron en la segunda semana de junio. Ya no se espera llegar al piso de la banda para comprar dólares, y el manejo de la liquidez ya no será una función de operaciones cambiarias a ambos extremos de las bandas”, señaló Vasconcelos.

Por tanto, evaluó que “se hizo explícito que el manejo de la liquidez pasará por operaciones de mercado abierto realizadas por el Tesoro, lo cual ya se expresa en mayor volatilidad para la tasa de interés”.

Vasconcelos observó que “pese al cambio de régimen y las bandas de flotación, subsisten indicios de la preferencia oficial por el ancla cambiaria: para una inflación que en el primer semestre de 2025 habrá acumulado 15,5 %, se corresponde una variación del tipo de cambio de exportación del orden del 11,0 % (partiendo del “blend” de fin de 2024)”.

“Las operaciones en los mercados de futuros y la astringencia de pesos son los instrumentos para este combo de políticas”, remarcó.

“Si la “agenda política puede llegar a ser monotemática, concentrando el gobierno energías en la baja de la inflación, la agenda económica necesita más horizonte temporal. El resultado de las elecciones legislativas importa, pero también el evitar que se acumulen desequilibrios y que, si éstos aparecen, las correcciones sean lo menos traumáticas posibles”, advirtió el economista.

Primicias Rurales

Fuente: Agencia NA

Histórico: por primera vez, China compra harina de soja argentina

Histórico: por primera vez, China compra harina de soja argentina

La importación de harina de soja proveniente de Argentina está autorizada desde 2019, pero nunca se habían realizado operaciones. En medio de la guerra comercial con Estados Unidos, fabricantes de alimentos chinos adquirieron 30.000 toneladas.
Foto: La harina de soja, el principal producto de exportación argentino
 

La agencia de noticias Reuters reveló este jueves una novedad que marca un verdadero hito para la agroindustria nacional: por primera vez, un cargamento de harina de soja argentina viajará a China.

Según publicó este servicio informativo, empresas chinas reservaron el primer cargamento de harina de soja procedente de Argentina desde que Pekín aprobó las importaciones argentinas en 2019.

Esto ocurre en un contexto en que la industria de alimentos animales de China busca ampliar sus opciones de suministro para mitigar posibles disrupciones de la guerra comercial que mantiene con Estados Unidos.

“Varios fabricantes de alimentos chinos firmaron conjuntamente un acuerdo para comprar 30.000 toneladas métricas de harina de soja argentina para enviar en julio, dijeron el jueves a Reuters cuatro fuentes comerciales”, indicó la agencia.

LA HARINA DE SOJA ARGENTINA, LÍDER MUNDIAL

Se trata de una novedad no menor, habida cuenta que la harina de soja ya es el producto que más divisas trae a la Argentina cada año, y que nuestro país está a la cabeza a nivel mundial en el comercio de este commoditie.

Sin embargo, el gigante asiático hasta ahora nunca había activado operaciones, porque prefiere adquirir el poroto de Estados Unidos o Brasil, y procesarlo a nivel local.

De continuar estas compras, podría significar un fuerte espaldarazo para la industria argentina, ubicada en su gran mayoría en el Gran Rosario, donde se encuentra el polo procesador de oleaginosas más grande del mundo.

De todos modos, Reuters aclaró que “esto es solo un caso de prueba”, citando un comerciante con sede en Singapur de una empresa internacional que vende soja a China. Pero la expectativa es alta: “Si pasa la inspección y cuarentena de China, esperamos más acuerdos”, agregó.

Se espera que el cargamento, comprado a 360 dólares por tonelada sobre la base de costo y flete (CNF), llegue a la provincia sureña de Guangdong en septiembre, dijeron las fuentes.

CHINA, EL MAYOR CONSUMIDOR DE HARINA DE SOJA

En este contexto, vale mencionar que la relevancia de esta novedad reside también en que China es el mayor consumidor mundial de esta materia prima rica en proteínas para piensos animales. Pero, como se indicó, produce la mayor parte mediante la molienda de soja, importada principalmente de Brasil y Estados Unidos.

Del otro lado, Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja.

Hasta ahora, los compradores chinos han estado adquiriendo soja brasileña y evitando las exportaciones estadounidenses debido a los altos aranceles impuestos durante la actual guerra comercial entre Beijing y Washington.

El comerciante con sede en Singapur dijo a Reuters que la compra de los fabricantes de alimentos chinos a Argentina era parte de un esfuerzo por salvaguardar los suministros en caso de que la guerra comercial tenga un impacto duradero en las importaciones de soja estadounidense.

Los precios más bajos de la comida argentina en comparación con el producto producido localmente también estaban alentando la medida, agregaron los traders.

Cabe recordar, China abrió su mercado a la harina de soja argentina en 2019 tras años de resistencia, motivada por el deseo de proteger su industria nacional de trituración. Los participantes del mercado en aquel momento afirmaron que la decisión se debió a la guerra comercial entre Estados Unidos y China durante el primer mandato del presidente estadounidense Donald Trump.

Pese a la aprobación, hasta el momento no se habían registrado compras de cargamentos a granel de harina de soja argentina, según datos de la aduana china.

Y de hecho, en todo 2024 apenas se registraron importaciones de harina de soja en China por 30.000 toneladas -la misma cifra que ahora se le compra inicialmente a Argentina-, principalmente desde Dinamarca.

CHINA, UN SOCIO COMERCIAL CLAVE

En este marco, es preciso subrayar también que esta novedad se conoce apenas pocas horas después de que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires recibiera a una delegación de alto nivel de la Administración Nacional de Alimentos y Reservas Estratégicas (NAFRA) de la República Popular China, encabezada por su Director LIU Huanxin, con el objetivo de fortalecer la cooperación bilateral en el comercio de granos y alimentos.

“Esta visita subraya la relevancia de la relación comercial entre ambos países, que en los últimos tresaños significó exportaciones agroindustriales argentinas hacia China por un promedio anual de U$S 5.300 millones. El sector representa más del 85% del total exportado por Argentina a China en ese período”, precisaron desde la entidad porteña.

Durante el encuentro, Ricardo Marra, Presidente de la Bolsa de Cereales, destacó la trayectoria de más de 171 años de la entidad en el mercado de granos y la importancia de la tarea de NAFRA, organismo oficial chino encargado de la regulación y manejo de reservas de granos y productos críticos.

Marra enfatizó las amplias oportunidades para seguir expandiendo las relaciones comerciales, destacando que China es el principal destino de las exportaciones agroindustriales de Argentina.

WhatsApp Image 2025 06 25 at 15.08.07 scaledArgentina y China son socios estratégicos en el comercio de soja (Argentina es el tercer abastecedor de porotos y segundo de aceite), cebada (cuarto abastecedor) y sorgo (tercer abastecedor).

Además, se resaltó el potencial en la exportación de trigo y maíz, productos que cuentan con grandes oportunidades de operaciones en base a la complementariedad de las estructuras productivas y comerciales.

Ramiro Costa, Gerente de Estudios Económicos de la Bolsa, y Gustavo Idígoras, Presidente de CIARA-CEC, compartieron sus análisis sobre el sector y el comercio con China junto a representantes de las cadenas productivas argentinas quienes reafirmaron la confiabilidad del país como socio comercial, con una oferta de cantidad y calidad.

Primicias Rurales

Fuente: Infocampo

Alivio para las reservas, se dispararon las declaraciones de venta de soja

Alivio para las reservas, se dispararon las declaraciones de venta de soja

El 30 de junio vence la reducción de la alícuota de derechos de exportación

Buenos Aires, jueves 26 junio (PR/25) — Las declaraciones de ventas al exterior de soja y subproductos alcanzaron un récord anual a pocos días de que expire el plazo durante el que rige la reducción de las retenciones.

El economista Salvador Vitelli informó que el martes 24 de junio se anotaron exportaciones para julio de 750.000 toneladas, para agosto por 270.000 toneladas y otras 750.000 toneladas para septiembre.

En el global de productos y embarques, es el día con mayor anote de DJVE en lo que va del año”, destacó el especialista.

Vitelli recordó que “hay plazo de 15 días hábiles para ingresar el 95% de las divisas desde efectuada la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE)”, lo cual resultará un alivio para las reservas.

El próximo lunes 30 de junio vence el plazo en el cual rige una baja en las retenciones a la soja del 33% al 26% y para sus derivados del 31% al 24.5%.

La medida también incluye una reducción para trigo, cebada, maíz y sorgo, mientras que el girasol bajó al 5.5%

Si bien hubo varios pedidos por parte del sector para que se mantenga el beneficio, al momento el gobierno negó esa posibilidad.

Primicias Rurales

Fuente: Noticias Argentinas

¿Qué tan competitiva es Argentina para producir granos?

¿Qué tan competitiva es Argentina para producir granos?

Buenos Aires, miércoles 25 junio (PR/25) — Tras una primera publicación orientada a comparar precios de bienes y servicios de consumo final entre países, el IERAL amplía ahora su análisis hacia un eje clave de la competitividad: el costo de producir granos. Este nuevo estudio compara precios de insumos y equipos agropecuarios en Argentina frente a los de otros países relevantes de la región y del hemisferio norte, bajo una metodología similar.

Se trata de una dimensión poco explorada en los análisis habituales sobre competitividad agropecuaria. Mientras que es frecuente medir la competitividad del sector desde el lado de los ingresos (comparar precios internos de los granos, tipos de cambio efectivos), son pocos los estudios que exploran los costos de producción (insumos, servicios, bienes de capital). Se sabe que el sector agropecuario argentino presenta serias desventajas en la comparación internacional por el lado de los ingresos, puesto que ninguno de sus competidores castiga la exportación de granos y derivados con impuestos a la exportación (“retenciones”), pero poco se conoce acerca de cómo se posiciona en materia de costos.

La información sobre este frente es escasa, en parte por los desafíos que implica su relevamiento:

En primer lugar, porque no existen bases de datos secundarias estandarizadas que permitan acceder de forma directa y sistemática a los precios de similares productos en distintos países, lo que obliga a recurrir a fuentes de información primarias y estrategias de relevamiento específicas, de tipo caso por caso.

En segundo lugar, porque a diferencia de los bienes de consumo masivo —para los cuales es relativamente más sencillo identificar productos similares en distintos países— los insumos agrícolas dependen de una cantidad diversa de factores (calidad y composición de los suelos, clima y tipos de cultivos predominantes, tecnología aplicada en los establecimientos, presencia de plagas específicas, regulaciones sobre el uso de determinados productos -ej. agroquímicos-, infraestructura y logística disponible para la distribución, etc.), que pueden ser significativamente distintos en cada país, lo que dificulta la elección de productos homogéneos para incluir en la comparación.

En tercer lugar, por ciertas limitaciones en las conclusiones a las que se puede arribar a partir de los resultados obtenidos. En efecto, aun cuando se logren salvar los dos puntos anteriormente mencionados, es decir, se pueda recolectar información confiable sobre precios de insumos comparables en distintos países, a menos que se conozcan las tecnologías específicas de cada país (dosis de cada insumo por unidad de medida, eficiencia con que se utilizan, etc.), la información obtenida puede ser insuficiente como para inferir linealmente el nivel de los costos a los que producen cada uno de ellos. Para que se entienda este punto, un fertilizante puede ser utilizado y costar lo mismo en dos mercados (Brasil y Argentina), pero ello no implica necesariamente que costará lo mismo fertilizar los cultivos en estos dos países, dado que factores como la composición de los suelos y el clima de cada país influirán en las dosis efectivas de fertilizante (cantidad de litros o de kilos por hectárea) que son necesarias para lograr rendimientos similares en un determinado cultivo (toneladas de grano por hectárea). Estas diferencias y distintos parámetros de eficiencia determinarán en definitiva el costo final de fertilizar en cada país, aun cuando el insumo cueste lo mismo. 

Para ver la comparación completa por productos ingresar acá.

A pesar de estas complejidades, IERAL logró relevar precios en mayo para cinco países: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Estados Unidos. El estudio abarca un total de trece bienes y servicios, clasificados en seis grupos: fertilizantes, herbicidas, fungicidas, transporte de carga, combustible y maquinaria (ver Tabla 1, precios expresados en dólares). 

En términos generales, los resultados muestran que Argentina es más cara en dólares que los otros países en la mayoría de los 13 productos relevados, en concreto: es más cara en el 85% de los casos con respecto a Brasil (en 11 de los 13 productos); en el 69% de los casos con respecto a Paraguay (9 productos); en el 77% de los casos con respecto a Uruguay (10 productos); y en el 62% de los casos con respecto a Estados Unidos (8 productos). 

Sin embargo, salvo excepciones, no se observan grandes brechas entre los precios que se pagan en Argentina con relación al promedio de los otros cuatro países: los fertilizantes resultan entre 3,3% promedio más caros en Argentina; herbicidas un 7,8%; fungicidas un 1,4% y los combustibles (gasoil grado 2) un 11% más caros. Las excepciones que se encontraron fueron: 1) transporte de cargas (flete granario por camión de 400 kilómetros), donde Argentina resulta un 23% en promedio más cara que el resto de los países, con una tarifa de USD 35,7 por tonelada kilometro (un nivel muy similar, levemente inferior al de Uruguay USD 37,1 tonelada kilometro); y 2) maquinaria agrícola, particularmente en tractores, donde Argentina se ubica 27% más cara que el promedio de los otros países, y en menor medida en cosechadoras, donde la brecha no llega al 10%.

En suma, Argentina exhibe precios un poco más altos en dólares para la mayoría de los insumos relevados, incluso tratándose de bienes comercializables internacionalmente. Esto revela la existencia de distorsiones que encarecen la producción agropecuaria. Entre los factores explicativos pueden encontrarse: los resabios de las restricciones cambiarias, cargas impositivas acumulativas, regulaciones laborales muy rígidas, elevados costos logísticos internos, menor escala operativa y un contexto de mayor incertidumbre y volatilidad. Estos elementos, en conjunto, limitan el funcionamiento pleno de los mecanismos de arbitraje de precios y restan competitividad. 

Teniendo en cuenta que el gobierno ha logrado avances importantes en materia de estabilización macroeconómica y cambiaria, los desafíos de mediano plazo en términos de competitividad se trasladan al terreno microeconómico. Allí, el foco debe estar en mejorar el funcionamiento de los mercados de bienes y factores, reduciendo las distorsiones generadas por una trama de regulaciones, impuestos y regímenes laborales centralizados, diseñada en su momento para un tipo de organización económica —colectivista, burocrática e intervencionista— que no arrojó buenos resultados en términos de crecimiento y desarrollo. Ese esquema debe dar paso a otro, que otorgue mayor libertad a los agentes privados para adaptar sus decisiones y organizar sus actividades productivas, de cualquier tamaño, en cualquier sector y región del país, en función de los recursos disponibles y las demandas locales e internacionales.

Para ver la comparación completa por productos ingresar acá.

Por caso, no hay dudas que los costos de insumos y equipos agropecuarios locales están exacerbados por impuestos sobre ventas como Ingresos Brutos o tasas municipales sobre facturación de empresas, que otros países no aplican, y que al no reconocer como crédito el impuesto que las empresas pagan en sus compras, van generando el pago de impuesto sobre impuesto, y un sobrecosto que se traslada a los precios de los bienes a medida que estos recorren la cadena de valor. Avanzar en la sustitución de este tipo de tributación por impuestos más neutrales (caso del IVA) y en reformas en las otras áreas antes mencionadas, puede ser muy importante para acortar brechas de precios con los países con los que compite la producción local. 

Dicho esto, no debe perderse de vista que el principal problema de la competitividad del sector agropecuario se encuentra por el lado de los ingresos y no de los costos, debido a que en Argentina los productores enfrentan derechos de exportación que reducen de forma directa el precio efectivo que reciben por sus productos, lo que tampoco ocurre en los demás países analizados. 

Así, el agro argentino compite en el mercado internacional con una ecuación que está desequilibrada: insumos más caros y precios de venta más bajos. Superar este “doble castigo” resulta fundamental para recuperar competitividad y aprovechar plenamente el potencial productivo del sector.

¹ Lamentablemente no se ha logrado conseguir información comparable para el caso de los insecticidas, productos cuya composición química se encuentra en general sujeta a diversas regulaciones locales que dificultan la armonización de los precios. 

Para ver la comparación completa por productos ingresar acá.

 

    Franco Artusso                             Tobías Lucero

Investigadores sección Agro

Fuente: Novedades Económicas – Fundación Mediterránea

¿A quién le importan las reservas a la hora de votar?

¿A quién le importan las reservas a la hora de votar?

Por Jorge Vasconcelos

Buenos Aires, martes 24 junio (PR/25) — La marcha de la coyuntura también ha sido alcanzada por una “grieta” de interpretación, dependiendo del énfasis que se coloque en la inflación por un lado, y en el empleo, el riesgo país y las reservas, por el otro.

El gobierno ha elegido darle prioridad a la consolidación de la estabilidad. Con el lanzamiento del programa del 11 de abril se puso en evidencia la resistencia oficial a emitir pesos, aún con contrapartida de dólares, pese a efectos colaterales como el endurecimiento de las condiciones crediticias y, por esa vía, algún freno adicional en el nivel de actividad.

De ese modo, recuperar reservas propias del BCRA y lograr bajas adicionales de riesgo país pasó a ser un flanco débil del programa y ahora se evalúa el alcance que pueda tener la captura de divisas a través de la emisión de deuda en pesos.

Con el riesgo país en torno a los 680 puntos, los contornos de la economía de cara a 2026 y 2027 seguirán plateando interrogantes pero, desde el punto de vista oficial, lo que vale es que la inflación de mayo haya marcado el 1,5 % mensual y en junio pueda ubicarse en torno al 2,0 %, pensando en el resultado de las elecciones.

En función del mediano plazo, se necesita llevar la prima de riesgo país por debajo de los 500 puntos y, si con los resultados electorales de setiembre y octubre no alcanza, habrá que pensar en un “Plan B”. La “grieta” en la lectura de los indicadores económicos no es tan amplia como para destruir puentes que la atraviesen. Por un lado, el incumplimiento parcial de metas comprometidas con el FMI no está haciendo descarrilar el programa; por otro lado, cuando algunos supuestos no se cumplen, aparece cierto pragmatismo en la gestión oficial. Se corrige sobre la marcha, aunque cueste reconocerlo.

Desde la firma del acuerdo con el FMI, la trayectoria de las reservas brutas y netas del Central ha sido divergente. Las primeras ya superaron los 40,0 mil millones de dólares, pero las netas registran todavía un rojo de 7,3 mil millones. Esa asimetría fue un nuevo llamado al pragmatismo, con medidas que se anunciaron en la segunda semana de junio. Ya no se espera llegar al piso de la banda para comprar dólares, y el manejo de la liquidez ya no será una función de operaciones cambiarias a ambos extremos de las bandas. Se hizo explícito que el manejo de la liquidez pasará por operaciones de mercado abierto realizadas por el Tesoro, lo cual ya se expresa en mayor volatilidad para la Reservas internacionales del Banco Central y nivel de Encajes de los depósitos S. Priv en dólares En Miles de Millones de USD 11-abr-25 17-jun-25 Reservas Brutas Encajes Reservas Netas Metodología IMF Fuente: IERAL en base a BCRA y IMF 24,7 12,3-8,5 40,4 12,5-7,3tasa de interés.

Se profundizó en el “modelo Bontes” para acumular reservas emitiendo bonos de deuda en pesos a ser suscriptos con dólares, con el propósito de colocar el equivalente a 1000 millones por mes, una dinámica que será monitoreada por el mercado, tanto en montos como en el nivel de la tasa de interés en pesos (26,65 % anual, último dato). Entre esos anuncios, se confirmó la firma de un crédito con garantía de títulos del BCRA (REPO) por 2,0 mil millones de dólares y se abrió una ventanilla de “operaciones especiales” en el mercado cambiario, destinada a ingresar dólares que formen parte de créditos y/o inversiones por números que superen un determinado piso.

Pasando en limpio los poco más de dos meses transcurridos desde la salida del cepo para personas físicas, se tiene que el gobierno recuperó el “centro del ring”: de la inflación de 3,7 % de marzo se pasó al 1,5 % en mayo, y de operaciones concertadas a 1475 pesos por dólar en el mercado de futuros para fin de año, en el presente esos contratos se pactan a 1334 pesos por dólar. Sin embargo, pese al cambio de régimen y las “bandas de flotación”, subsisten indicios de la preferencia oficial por el “ancla cambiaria”: para una inflación que en el primer semestre de 2025 habrá acumulado 15,5 %, se corresponde una variación del tipo de cambio de exportación del orden del 11,0 % (partiendo del “blend” de fin de 2024).

Las operaciones en los mercados de futuros y la astringencia de pesos son los instrumentos para este combo de políticas. Recaudación de Impuestos ligados a la actividad * Base 100 = Ago-23 (variables desest. Prom 3 meses) 105 100 100,0 98,0 97,1 92,9 96,2 Si la “agenda política” puede llegar a ser “monotemática”, concentrando el gobierno energías en la baja de la inflación, la “agenda económica” necesita más horizonte temporal. El resultado de las elecciones legislativas importa, pero también el evitar que se acumulen desequilibrios y que, si éstos aparecen, las correcciones sean lo menos traumáticas posibles.

Aún con un segundo semestre de moderación en las importaciones de bienes, en servicios la inercia ascendente puede extenderse. El mensaje de los flujos asociados al comercio exterior sigue siendo claro: para sostenerse en equilibrio, la economía habrá de necesitar de crecientes ingresos de capital. Con un superávit comercial que este año apunta a achicarse a La pérdida de fuerza en la evolución del nivel de actividad es consistente con la menor tasa de inflación, pero recién empezó a frenar al aumento de las importaciones entre abril y mayo, de acuerdo a la serie desestacionalizada del INDEC.

La inercia era muy fuerte, al punto que las importaciones no energéticas en el último trimestre habían registrado un aumento interanual de 37%, una variación de 6 puntos porcentuales por cada punto de variación del PIB en igual período. Y si bien en el desagregado de las importaciones se advierte una mayor participación de bienes de capital, que pasaron de 15,0 a 19,2 % del total, los ítems de bienes de consumo más automóviles se incrementaron en 6,5 puntos porcentuales en la ponderación del total de importaciones, desde un share de 14,8 % el año pasado al 21,3 % en los últimos datos. ¿Amesetamiento del nivel de actividad?

Ya se advirtió que la pérdida de productividad de la economía, cercana al 15 % en la medición PIB/empleo desde que se inaugurara la era de los cepos, allá por 2011, estaría imponiendo un “techo de cristal” a la dinámica de la rentabilidad empresarial y del salario real, y hay muchos indicios de que este fenómeno ha pasado a ser operativo en este segundo trimestre de 2025.

En términos más coyunturales, luego del pico de la recuperación posrecesión alcanzado en el primer trimestre de este año, se advierte una especie de “serrucho” en indicadores de actividad, y un amesetamiento en el promedio móvil de tres meses. Refuerza esta dinámica el endurecimiento de condiciones crediticias, con una tasa de interés que, por ejemplo, para préstamos personales, pasó a promediar el 4,0 % mensual por encima de la inflación en el transcurso de este segundo trimestre.

Y en el plano de la deuda, aunque los compromisos de 2025 están cubiertos, hay que contemplar una necesidad de financiamiento del orden de los 12,5 mil millones de dólares/año para 2026 y 2027, sólo por vencimientos de capital. De allí que el objetivo de acumular reservar y bajar riesgo país puede ser temporalmente resignado, pero será tema central de la agenda después de. Y la mochila debe ser cargada en un contexto global en las antípodas de la distensión. Producto de las idas y venidas de la política arancelaria de Trump, se espera una marcada desaceleración del ritmo de crecimiento mundial en este segundo semestre, una tendencia que podía ser parcialmente compensada por la caída del precio del petróleo….hasta que se desató el conflicto de medio oriente.

Dado el rol de Irán como exportador de hidrocarburos, habrá una prima de riesgo en la cotización del barril hasta un desenlace cierto del conflicto; mientras, en el plano financiero, la tasa de interés de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, en el andarivel del 4,4 % anual, le sigue poniendo un piso altísimo al financiamiento de países como la Argentina.

Esta publicación es propiedad del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL).

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Fuente: IERAL