Las cooperativas lácteas crearon la revolución del forraje

Las cooperativas lácteas crearon la revolución del forraje

Buenos Aires, martes 12 noviembre (PR/24) — Hasta hace pocos días, Alberto Sánchez fue el presidente de SanCor, la cooperativa creada en 1938 y en torno a la cual se ha escrito buena parte de la historia lechera de la Argentina. Hoy, con 400.000 litros diarios provenientes de 150 productores, la empresa ocupa el puesto número 12 en el ranking de industrias lácteas del país.

Sánchez es tercera generación de productores lecheros y hace 40 años que está al frente de la empresa familiar. Tiene dos tambos entre Sacanta y Arroyito, en la provincia de Córdoba, en los que produce 16.000 litros diarios: uno de 150 vacas en ordeñe y otro de 350 vacas en un galpón de cama fría. Desde siempre, los Sánchez le entregaron su producción a SanCor.

En 2008, Alberto Sánchez se unió a otros cinco productores y creó Geosilar, una empresa pensada para resolver la necesidad de confeccionar forrajes de calidad. La primera máquina que compraron fue una picadora JAGUAR 870. Durante estos años fueron renovando modelos y hoy están incorporando por quinta vez una máquina CLAAS, una JAGUAR 960 cero kilómetro que se sumará a otra JAGUAR 870 modelo 2013 que la empresa tiene en stock para que sirva de apoyo.

Actualmente, Geosilar está integrada por cuatro productores y suma también otros fierros necesarios para la labor diaria en los tambos: embolsadora, tractores, estercoleras, segadora, rotoenfardadora, pulverizadora. En total, pican unas 1500 hectáreas de maíz y sorgo por campaña y otras 2.500 hectáreas de pasturas y verdeos. En un 70% brindan servicios a los dueños de la empresa. El resto son prestaciones para terceros.

Según Sánchez, la tecnificación ha sido, históricamente, uno de los grandes motores de crecimiento para los tambos. “Hasta los años `80 la lechería era totalmente pastoril. Los productores cobrábamos precios de base y excedentes porque en el invierno se llegaba a producir un 30% y el resto en primavera y verano, cuando comenzaba a haber pasto. La tecnología en el manejo del forraje permitió estabilizar la lechería”, relató el productor y acotó que “la JAGUAR y su capacidad de trabajo vinieron a posibilitar la fibra necesaria para ordeñar durante el invierno. Esto generó un salto impresionante. No solo resolvió el volumen sino también la calidad del picado y de la conservación”.

“La lechería es una actividad de doscientos detalles diarios que hay que coordinar”, destacó Sánchez para luego enumerar que “hay que elegir el lote a sembrar, la fertilidad para tener el volumen acorde en el momento del ensilado, la conservación de ese silo, ajustar el suministro para que ese kilo de materia seca se convierta en el litro de leche… Es un trabajo que va de la mano del confort animal, de los recursos humanos. No se puede dejar nada al azar. Y el picado, cuando ocupa el 50% de la dieta de nuestras vacas, es un tema muy importante”, explicó.

Y añadió: “Los productores decimos que puede haber de tres a cinco raciones para una vaca. Una es la que dice el nutricionista en la computadora, otra es la que el mixero le da y otra la que la vaca puede comer”, ironizó el productor lechero.

Como siempre, para Sánchez el principal desafío que tiene la lechería en toda su cadena es incorporar tecnologías que deben estar acompañadas de reglas de juego claras.

“Desde el año 2001 a la actualidad no ha habido una política lechera en el país, todo lo contrario. La actividad se ha ido concentrando en mano de menos productores que en su mayoría han diversificado actividades o ganado en escala para poder sostener el negocio. Han sido medidas pésimas que han hecho que la lechería argentina no crezca. Pensemos que, en ese mismo período, Brasil pasó de 10 mil millones de litros a 40 mil millones”, disparó el productor tambero, referente de la cooperativa láctea que a través de su empresa Integral Insumos hizo posible que a mediados de los ´90 un grupo de cooperativas lecheras pudieran adquirir la máxima tecnología mundial para el picado de forraje como son, hasta hoy, las picadoras JAGUAR de CLAAS.

Acerca de CLAAS

CLAAS (www.claas.com) es una empresa familiar fundada en 1913 y uno de los principales fabricantes mundiales de maquinaria agrícola. La empresa, con sede en Harsewinkel, Westfalia, es líder del mercado mundial de picadoras de forraje.

Primicias Rurales

Fuente: CLAAS

 

 

Nace el gemelo digital de la basílica vaticana: online en diciembre gracias a Inteligencia Artificial y Microsoft

Nace el gemelo digital de la basílica vaticana: online en diciembre gracias a Inteligencia Artificial y Microsoft

Vaticano y Microsoft unen fuerzas para recrear digitalmente la Basílica de San Pedro y abrir las puertas a la accesibilidad global. Diseñada para beneficiar tanto a los visitantes generales como a los especialistas, la Basílica digital brindará a los peregrinos un viaje virtual inmersivo y a los académicos una gran cantidad de detalles invaluables para la restauración y la investigación

Por Valentina Di Giorgio

Buenos Aires, martes 12 noviembre (PR/24) — En un ambicioso proyecto que fusiona la espiritualidad antigua con la tecnología de vanguardia, el Vaticano ha presentado un gemelo digital de la Basílica de San Pedro en colaboración con Microsoft, con el objetivo de preservar y compartir la riqueza histórica, artística y espiritual de la Basílica con una audiencia global.

El cardenal Mauro Gambetti, director de la Basílica y de la Fabbrica di San Pietro, anunció la iniciativa en una conferencia de prensa el 11 de noviembre de 2024, subrayando la misión de hacer de la Basílica un «espacio para todas las personas» mientras se prepara para recibir a millones de peregrinos para el próximo Jubileo en 2025.

Capturando la esencia de San Pedro a través de la tecnología Usando drones, cámaras de alta resolución e imágenes láser, un equipo de expertos capturó más de 400.000 imágenes de la Basílica de San Pedro durante tres semanas.

Estas imágenes fueron transformadas en un modelo 3D ultrapreciso por el AI for Good Lab de Microsoft, junto con la empresa francesa Iconem, empleando algoritmos avanzados de IA para garantizar que el gemelo digital refleje las complejidades de la Basílica con precisión milimétrica. Este modelo 3D, alojado en una plataforma interactiva en línea, se lanzará el 1 de diciembre, lo que permitirá a los visitantes de cualquier lugar experimentar el exterior y el interior de la Basílica, con una opción de explorar a través de una interfaz educativa inspirada en el popular juego «Minecraft».

«Gracias a la IA, ahora podemos admirar este extraordinario lugar de fe, arte e historia como nunca antes», dijo Brad Smith, vicepresidente y presidente de Microsoft.

Esta colaboración representa no sólo una herramienta educativa innovadora, sino también un medio para que los visitantes de todo el mundo se conecten con la atmósfera espiritual de la Basílica, incluso desde lejos.

Nuevas oportunidades para peregrinos, académicos y esfuerzos de conservación Diseñada para beneficiar tanto a los visitantes generales como a los especialistas, la Basílica digital brindará a los peregrinos un viaje virtual inmersivo y a los académicos una gran cantidad de detalles invaluables para la restauración y la investigación.

La representación 3D precisa ya ha ayudado a descubrir vulnerabilidades estructurales, como grietas y mosaicos faltantes, que de otro modo serían difíciles de identificar sin un examen minucioso. «En uno de nuestros escaneos, incluso encontramos pequeños nidos de arañas en el mosaico de la cúpula», comentó el cardenal Gambetti, ilustrando el nivel de detalle del modelo digital.

Junto con el gemelo digital se lanzarán dos nuevas exhibiciones interactivas, “Petros Eni” y “Petros Eni Octagon”, que brindarán a los visitantes una perspectiva de la evolución de la Basílica a través del tiempo con exhibiciones inmersivas.

Estas exhibiciones prometen agregar una dimensión a la experiencia para aquellos que puedan visitar la Basílica en persona. Preservando San Pedro para las generaciones futuras Además de ofrecer una experiencia virtual sin precedentes, el proyecto busca apoyar la conservación a largo plazo de la Basílica.

El padre Francesco Occhetta, secretario de la Fundación “Fratelli Tutti”, que coordinó el proyecto, destacó que el gemelo digital alinea el espacio sagrado con sus raíces físicas en la tumba de San Pedro, asegurando que este símbolo icónico perdure. “Nuestro objetivo no es meramente tecnológico”, dijo.

“La Basílica digital sirve como una forma para que las personas de todo el mundo encuentren este lugar sagrado en su viaje espiritual, donde sea que estén”, expresó al señalar que es una visión de “La Basílica en la extensión”.

El cardenal Gambetti enfatizó que el proyecto marca un nuevo capítulo en la misión de la Basílica de servir a una audiencia global, inspirada en la visión del Papa Francisco de una acogedora “casa de oración para todos los pueblos”.

Un plan coordinado para digitalizar registros y establecer plataformas para la participación virtual subraya la iniciativa más amplia de hacer que la Basílica de San Pedro sea accesible de maneras que resuenen con la cultura digital actual. “Estamos haciendo historia”, dijo Gambetti.

“Durante siglos, la Iglesia ha adaptado su mensaje al lenguaje de cada época, y ahora, con la tecnología, estamos abriendo las puertas de San Pedro más que nunca”.

El gemelo digital de la Basílica, añadió, representa una visión atemporal, que invita a todos a su abrazo sagrado, artístico y espiritual. Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.

Primicias Rurales

Fuente: Agencia Zenit

Tiene 68 años y trabaja como esquilador hace 17 ¿Quién es el esquilador de los campos?

Tiene 68 años y trabaja como esquilador hace 17 ¿Quién es el esquilador de los campos?

Don Funes aprendió a esquilar de niño porque su familia tenía ovejas y en ese momento, no imaginó que esa tarea sería su oficio al llegar al medio siglo de vida. Han pasado 17 años y Don Funes sigue esquilando a cientos de ovejas cordobesas en los campos. ¡Conocé su historia en esta nota!

Córdoba, lunes 11 noviembre (PR/24) — El ruido de las tijeras al cortar la lana es el sonido constante que acompaña a las manos ágiles de José, mientras esquila. Una oveja tras otra, Don Funes trabaja durante largas horas que comienzan al amanecer.

José Alberto Funes tiene 68 años y trabaja como esquilador hace 17, pero al oficio lo aprendió de niño, en su casa en el campo, donde tenían ovejas.

Expoagro (E): ¿Quién le enseñó a esquilar?

José Funes (JF): A este oficio lo aprendí de muy chico, con mi familia, cuando estábamos en la zona de La Salada, departamento Río Primero en Córdoba, vivíamos en el campo y teníamos ovejas y trabajábamos. Habré tenido 8 o 10 años y yo trabajaba con mis padres. Teníamos 200 animales entre cabras y ovejas, y esquilábamos nuestras ovejas… por eso me es muy fácil, lo hacía de chico siempre. A medida que me fui criando después me fui de la zona donde había ovejas, y lo dejé.

E: ¿Cómo volvió a hacer esta actividad?

JF: Lo empecé a hacer de nuevo cuando dejé los tambos, porque siempre fui tambero, me vine aquí a La Tordilla hace 17 años, y trabajaba con el señor Lucho Miretti, y bueno, él compró una majada en la zona de La Rinconada y un día estaba ayudándolo en una carneada y me dice si no me animaba a esquilarle las ovejas y le digo: “Yo antes lo hacía, pero no tengo tijeras, no tengo nada”, y me responde: “Una vez que terminemos en el galpón hay unas tijeras, vamos a probar”… y era pleno invierno, no se podía hacer pero queríamos probar con una oveja… Entonces lo hice. Y me dice: “Llévate las tijeras, acomodalas, y cuando sea la época de esquilar haceme las ovejas”, y de ahí empecé, empecé de nuevo y él empezó a decir, y la gente empezó a ver y a darme trabajo. Hoy estoy esquilando a tijera alrededor de tres mil ovejas la temporada. Me está ayudando un chico, y estamos en eso.

E: ¿Por qué se esquilan las ovejas?

JF: Primero y principal para que estén sanas y limpias, porque si no las esquilan, la oveja tiene problemas en las pariciones; puede tener problemas en el servicio, porque el carnero no puede trabajar, puede tener problema cuando paren, porque la mayoría de los corderos, yo te diría un 60%, no maman por la lana, porque no encuentran la teta, entonces ese cordero muere… También se esquilan por la salud del animal, porque por ejemplo en la parte de la cola, la oveja tiene una cola larga cuando no se la cortan, y con mucha lana alrededor eso se ensucia, se raspa la ubre, se lastima y se embicha… también por la tierra y la comida se le junta mugre entre la lana y el cuero… El que tiene ovejas tiene que esquilarla, es así.

E: ¿Cuándo es la temporada para esquilar las ovejas?

JF: Realmente la temporada sería arrancar los primeros días de agosto… hay gente que tiene miedo por los fríos, pero no le hace nada a la oveja… esquilas en agosto, septiembre, y el 15 de octubre debería terminar… Porque si la oveja tiene un poquito de sarna, o por ahí tienen piojos, cuando vos la hacés en esa época, agarra algo de frío y la mejora, le mejora la piel al animal. A veces las esquilan a partir de octubre porque dicen que no quieren que las agarre el verano con lana, pero la lana a la vez les hace sombra y las protege, entonces ya las tiene que agarrar el verano un poquito con la lana crecida porque si no el sol las quema. Cuando ya se acerca el verano hay que dejarle la lana un poquito alta porque si no las quema, a la oveja si la dejás con la lana es como si se hiciera sombra, tiene calor pero no la quema el sol; si vos las pelás, ellas se desesperan porque el sol las quema… Por eso tiene su época. Aparte si vos las esquilas los primeros días de agosto, arranca la parición en septiembre, y en octubre la oveja ya está limpia y no tenés problema que se te enmosque, el corderito mama, porque es así, hay ovejas que el cordero confunde la teta con la lana entonces muchos creen que el cordero mama y no mama, y se muere porque no mamó. Si la parición las agarra con mucha lana, por la lana la oveja queda sucia, junta humedad y se embicha, se enmosca y por ahí los dueños no se dan cuenta… en vez cuando vos la tenés limpia, sí la ves.

Por suerte la zona mía casi la convencí a toda… y a veces algunos hacen dos esquilas, la segunda la tendrían que hacer por ahí en abril, antes de que empiecen los fríos grandes… pero yo en la zona mía la hago una vez al año.

E: ¿Sigue esquilando a tijera como cuando era chico?

JF: Sí, yo esquilo a tijera. Se puede esquilar con máquina, yo compré una máquina grande, la tuve, el problema es que la oveja… por ahí hay corrales que la oveja es limpia, pero nosotros en esta zona casi todas las ovejas están encerradas, entonces le tiran el silo para comer, están con el rollo, y se ensucian, más se ensucian en el lomo, entonces con la máquina para mí es imposible, lo hace la gente práctica, pero como yo me acostumbré a tijera me costó aprender con la máquina, así que la tuve que vender.

E: ¿Es difícil aprender a esquilar?

JF: Es muy fácil aprender a esquilar, es todo tener la práctica y el pulso en la mano, esquilar es muy sencillo, y la oveja se mueve si vos la tocás con la tijera, si no, se queda quieta. Por ahí se mueven cuando están con cría porque el cordero le bala, pero si no, no hay problema… Sí a veces hay que hacer mucha fuerza al enlazar a la oveja, porque cuando el corral es grande, enlazás la oveja y la tenés que tirar hasta donde estás esquilando, y las ovejas hacen mucha fuerza, entonces eso es un esfuerzo…

E: ¿Enlazar la oveja es el primer paso para esquilar?

JF: Primero uno llega bien temprano, cuando aclara, y limpio donde voy a esquilar que es en los corrales… hay gente que pone la oveja arriba de una mesa o algo para esquilar pero yo no, yo esquilo en el suelo. Y se enlaza la oveja, se la tumba, y se empieza a esquilar por la panza, sin manear. Se manea después, porque si no sería incómodo esquilar la panza con las patas atadas… Una vez maneada, se va por una pata hacia el lomo, el cuello y la cabeza y se empieza a girar, el otro lado del lomo y se termina con cola. Puede ser depende la oveja también, pero es más o menos así. Y entre oveja y oveja nosotros tenemos un escobillón y vamos barriendo para mantener limpio.

En eso, nosotros tenemos un tarro con agua fría donde metemos la tijera para que salga la grasa que se le pega, porque la lana es grasosa… así entre cada oveja o, si la oveja es muy grasosa, a medida que la vas esquilando la mojas. Así la tijera no pierde el filo, vos metes la tijera y la grasa inmediatamente se sale y así trabajas más liviano. También se afila la tijera de vez en cuando por la tierra… La grasa es terrible, los lazos no aguantan nada, se echan a perder, se pudren por la grasa, y si llueve el lazo parece una anguila, no hay forma de tenerlo por la grasa.

E: ¿Cuánto demora en esquilar una oveja?

JF: Todo depende de la raza de la oveja, la oveja más difícil es la raza Caracú, es una oveja negra, tiene probablemente más grande la cola que la cabeza, tiene una cola ancha… La lana es más cerrada, más tupida. La oveja más fácil es la Pampita que tiene solamente el poncho, la parte del lomo, y en la parte de abajo tiene menos lana y la lana es más rala, es más rápida de esquilar que la negra… de la Caracú hay ovejas blancas y negras. Y aparte hay ovejas con guampas, que te demora el tema de la cabeza, por la guampa. Yo hay gente que a la oveja Caracú no se la hago, por ahí los clientes tiene una o dos y sí se las hago, pero si son más no. Demora mucho y si la llego a hacer siempre el precio es mayor.

En tiempo, son tres ovejas la hora, cuando son Pampita a veces hacés cuatro, cuatro y media… Por día hago varias horas porque yo no bien aclara estoy en el corral, paro 20 minutos, media hora al mediodía y de ahí hasta las 6, 6:30 de la tarde. Son 11, 12 o hasta 13 horas por día. Si hay un corral de 40, 50 ovejas tratamos de hacerlo en el día para no tener que volver, ahora si hay más uno trata de dividir e ir dos días. Hay clientes que tiene muchas, 130, 140 tiene un cliente de El Arañado, otro en Las averías tiene más.

E: ¿Y qué pasa con la lana?

JF: A la lana buena me la traigo yo, que es el vellón, la lana del lomo, el cuello… la lana que no sirve se la dejamos al dueño del animal porque ellos la queman después, que es la lana de las garras y la de la cola. A la lana la ponemos en un bolsón, y yo tengo un galponcito, que por ahí la cambio y la pongo en otro bolsón, y si no la dejo en granel y cuando me la vienen a buscar ahí la ponemos toda en bolsones y la llevan, son 2.000, 3.000 kilos.

E: ¿Cuántos kilos de lana tiene una oveja?

JF: El promedio es entre 2,800 y 3 kilos, no hay ovejas de más de 3. Si tiene más de 3 kilos de lana, es porque la lana es muy sucia, y ahí no te sirve, porque la lana va así nomás, sucia, la compran para hilar y ellos hacen el hilo así nomás y después que la hilan recién la lavan a la lana, eso es en los telares, en Santiago… Ahora la lana se está yendo toda a Santiago del Estero, antes la entregaba a la parte del sur, Villa María, Río Cuarto… pero como se cerraron las exportaciones no la están comprando, entonces se está yendo toda para hacer hilo. Y esta gente que la hila y después la lava, hacen al revés que los del sur, que primero lavan y después mandan a hilar… Y ellos pretenden que el vellón venga entero así cuando ellos lo hilan no se les corta, porque si no la lana se corta y es más trabajo para hilarla… Otra diferencia entre el norte y el sur es que, para teñir la lana, la pintura que usan en la parte norte es toda natural: para el pintado marrón usan la corteza del algarrobo, la parte verde la corteza del chañar… es toda tintura natural. Acá, y en la parte sur, se usa tintura artificial. Y la lana con tintura natural dura más la pintura, vos lavás la prenda que comprás que sea teñida con el algarrobo o el chañar, y no se despinta, se envejece pero queda del mismo color…

E: ¿Cuál es su zona de trabajo?

JF: Cuando arranqué, arranqué en esta zona de Tordilla, ahora ando en muchos lugares alrededor. Llego hasta Calchín, hago algunas en San Bartolo, La Para, tengo mucha en la zona de Chañarito, Santa Rosa… y esquilo muy buena oveja en esta zona, porque han puesto muy buena raza de oveja. Y también esquilo llamas, en Las Delicias y a una familia de acá de Tordilla; las llamas se esquilan en la misma época, nada más que cada dos años, pero son poquitas…

E: ¿Esquila solo?

JF: Hace 4 años trabajo con Fabián Goyenechea, lo empecé a llevar para que me agarrara y maneara la oveja, y ya empezó a agarrar la tijera y ahora ya esquilamos mano a mano, cada uno se agarra la oveja y la esquila. Y él como nunca había esquilado, empezó a usar guantes porque se lastimaba, así que yo también probé y ahora uso guantes y también me vendo las manos, los dedos, por el tema que la tijera me saca ampollas de sangre y después… por ahí piensan que estoy cortado y no, yo en la mañana cuando me levanto, 4:30, 5 de la mañana, tomo el té y ya cuando tomo el té ya me vendo y me pongo guantes. Así que esquilo con guantes ahora, una vez que me acostumbré es muy práctico… antes no, antes lo hacía así nomás y no me lastimaba ni nada, pero ahora me lastimo, porque son muchas horas también.

Con la energía de ese niño que esquilaba ovejas con sus padres, Don Funes se venda los dedos, enlaza casi siempre a la primera, afila la tijera y le transmite calma a las ovejas que se desprenden de su lana bajo sus manos. 

E: ¿Le gusta esquilar?

JF: Me encanta. A mí me gusta todo trabajo de campo, y siempre todo trabajo me fue fácil… la esquila me es muy fácil y lo ve la gente, por algo me busca tanta gente. Hace unos días me llamaron de Villa del Rosario, y me ha sabido llamar gente de Alta Gracia también, pero es muy lejos… La gente ya me conoce, y después la confianza, porque tengo muchos campos que los animales están solos, pero solamente yo sé dónde está la llave guardada, cómo tengo que hacer para entrar…

Yo nunca pensé llegar a hacer esto que estoy haciendo porque para mí es algo que hacía con mi familia, y ahora lo sigo haciendo porque es rentable también… Nadie más de mi familia es esquilador y por ahora nadie lo va a seguir al oficio…

Pero yo siempre he trabajado vinculado al campo y me encanta el campo, uno que se yo… siempre el campo.

Por Natalí Ruatta Contigiani

Primicias Rurales
Fuente: www.expoagro.com.ar 
Así es la bóveda del Fin del Mundo: está bajo tierra y guarda más de 1 millón de semillas de todo el planeta

Así es la bóveda del Fin del Mundo: está bajo tierra y guarda más de 1 millón de semillas de todo el planeta

Buenos Aires, domingo 10 noviembre (PR/24) — Parece sacado de una película o libro de ciencia ficción. Pero no lo es. Y es que la bóveda del Fin del Mundo es una realidad.

Para que tengas una idea está ubicada en una isla remota al norte de Noruega, a 1300 kilómetros del Polo Norte, en el archipiélago de Svalbard. Este entorno frío y aislado la convierte en un sitio ideal para su propósito.

¿Qué es y para qué sirve la bóveda del Fin del Mundo?

También llamada el “Arca de Noé” vegetal, la “bóveda del Apocalipsis” o la “bóveda del Juicio Final”, tiene como objetivo resguardar la diversidad de cultivos del planeta.

En caso de catástrofes naturales, guerras, pandemias o incluso efectos del cambio climático, podría ser necesario acceder a estas semillas para restaurar sistemas alimentarios que se ven devastados. La bóveda funciona como una especie de “seguro de vida” para nuestras cosechas.

Este proyecto fue inaugurado en 2008 y es gestionado por el gobierno de Noruega, en colaboración con el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y otras organizaciones. Actualmente, la bóveda almacena más de un millón de muestras de semillas provenientes de casi todos los países, incluidas variedades de plantas alimenticias clave como el arroz, el maíz y el trigo.

¿Por qué está bajo tierra?

El diseño subterráneo es parte de la clave para proteger las semillas. La bóveda está a unos 130 metros dentro de una montaña, en una isla de permafrost, lo que significa que la temperatura del suelo se mantiene constantemente fría. A esto se le suma un sistema de refrigeración que garantiza que las semillas se conserven a una temperatura de -18°C, ideal para mantener su viabilidad durante cientos e incluso miles de años.

Además, estar bajo tierra protege a la bóveda de eventos externos, como terremotos o posibles conflictos. Incluso, si se produjeran cortes de electricidad, las bajas temperaturas del entorno natural seguirían manteniendo las semillas en buen estado.

¿Qué semillas se guardan en la bóveda del Fin del Mundo?

La bóveda almacena semillas de más de 4,5 millones de variedades de plantas, aunque el número exacto de semillas depositadas hasta hoy supera el millón.

Entre las semillas más importantes se encuentran las de cultivos básicos como arroz, maíz, trigo, cebada, lentejas, entre otros. Pero también guarda semillas de plantas más raras o endémicas que son esenciales para la biodiversidad, tanto a nivel alimentario como ecológico.

La bóveda no funciona como un banco común. No se trata de una tienda de semillas a la que cualquiera pueda ir a pedir lo que necesita. Los depósitos en Svalbard se hacen desde bancos de semillas nacionales y regionales de diferentes partes del mundo. En caso de que algún banco de semillas pierda sus colecciones, puede solicitar acceder a sus duplicados en la bóveda.

Un seguro para el futuro

Uno de los ejemplos más conocidos de la importancia de esta bóveda fue durante la guerra civil en Siria. El banco de semillas de Alepo, que almacenaba una gran cantidad de recursos genéticos, fue destruido durante el conflicto. Gracias a la bóveda de Svalbard, pudo recuperar varias de las variedades que habían perdido.

La Bóveda del Fin del Mundo no es solo un refugio para las semillas, es también un símbolo del compromiso global por preservar la biodiversidad y garantizar que, pase lo que pase en el futuro, tendremos los recursos necesarios para rehacer la agricultura y proteger nuestro sustento. Es uno de esos lugares “invisibles” pero fundamentales para el bienestar de las generaciones futuras.

Primicias Rurales

Fuente: De Raíz

 

Miden la captación de carbono en suelos productivos

Miden la captación de carbono en suelos productivos

El proyecto desarrollado por CREA, Arcor y UPL busca generar información en establecimientos de distintas regiones con variadas actividades y recomendar prácticas sostenibles para mitigar los efectos del calentamiento global.

Se encuentra en marcha un proyecto que busca medir el stock de carbono en el suelo de diversos sistemas productivos del país. Se trata de una estrategia desarrollada en conjunto por CREA junto con las empresas Arcor y UPL. Este año comenzaron los trabajos tendientes a validar un protocolo de muestreo del suelo junto a técnicos de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), los cuales se extenderán hasta 2025.

La iniciativa tiene como objetivo identificar y evaluar estrategias de manejo que contribuyan a incrementar el carbono del suelo y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la producción primaria para lograr una mayor sostenibilidad del sistema. Para ello, se contemplan dos etapas de trabajo: durante la primera fase se hará foco en la cuantificación del stock de carbono de suelo de los diferentes sistemas de producción para validar un protocolo adaptado que resulte útil para productores y técnicos. La segunda etapa contempla una evaluación de alternativas de manejo -con información que estará disponible para productores y técnicos- destinada a mejorar la captación de carbono sin disminuir la producción. Además, se apunta a determinar la huella de carbono de las distintas actividades agropecuarias.

Luís Arias Usandivaras, líder del proyecto denominado “Carbono en los sistemas agropecuarios”, destacó que uno de sus principales aportes consiste en generar conocimiento acerca de producciones y zonas extrapampeanas que no han sido contempladas en otros trabajos donde se analiza esta temática, y detalló que las acciones comprenden gran parte de las actividades que se realizan en establecimientos de los grupos CREA en distintas regiones del país.

En la región pampeana se estudiarán las áreas destinadas a la producción de granos (maíz, trigo y soja), leche y carne, en especial los sistemas de ciclo completo. En las regiones NEA y NOA se hará foco en los sistemas silvopastoriles (que integran actividades forestales y ganaderas), así como en caña de azúcar y cítricos. Por último, en la región Cuyo se evaluarán las producciones de tomate, de vid y de frutos de carozo.

Arias Usandivaras informó: “En estas producciones vamos a hacer mediciones del stock de carbono presente en el suelo, para lo cual se está terminando de validar un protocolo de muestreo, en conjunto con Aapresid. A partir de ahí se establecen las líneas de base del carbono actual disponible en el suelo”. Esta información será de utilidad a la hora de planificar y definir prácticas de manejo sostenibles.

Protocolo de muestreo

Los protocolos, basados en estándares internacionales, pretenden proporcionar metodologías de base para evaluar los cambios en el carbono del suelo de proyectos agrícolas que adoptan prácticas de manejo sostenible.

Según se detalla en un informe del proyecto: “la definición de estrategias de mitigación y su evaluación requiere contar con protocolos de monitoreo, reporte y verificación (MRV) estandarizados, confiables, rentables y de fácil aplicación para medir cambios en el carbono del suelo. Además, estos protocolos deben ser aplicables a diferentes sistemas agrícolas; su adopción permitirá contar con análisis cuantitativamente más robustos”.

En el marco del proyecto que se está ejecutando, se comenzaron a realizar los primeros muestreos de suelo en sitios dedicados a las producciones de carne y de granos en la región pampeana, en particular en el sur de Santa Fe y en el norte de la provincia de Buenos Aires. También se realizaron muestreos en el NEA, en Corrientes. En todos los casos, los establecimientos involucrados son miembros CREA o pertenecen a productores que están vinculados con Arcor y con UPL.

“La idea es ir validando el protocolo de muestreo de suelo, que también va a servir para determinar los stocks de carbono en estas producciones, sobre las cuales hace falta generar más información”, dijo el líder del proyecto. “Ahora también estamos por empezar a hacer los cálculos para medir la huella de carbono en diferentes casos, donde ponemos a prueba el protocolo de muestreo de suelo”, agregó. “Vamos a evaluar las emisiones de gases de efecto invernadero y la huella de carbono en las distintas producciones, y a estimar cómo impactan las diferentes estrategias de manejo”, adelantó.

Huella de carbono

Además de los cambios en el carbono del suelo, se considera necesario evaluar otros procesos que influyen en las emisiones de GEI, por ejemplo, los residuos de cosecha, el uso de fertilizantes y otros insumos. Con estas estimaciones, sumadas a los datos de producción (de granos, fruta, madera, carne y leche) se podrá estimar la huella de carbono de cada sistema productivo.

Esta herramienta permitirá cuantificar las emisiones o absorciones de GEI de las producciones agropecuarias seleccionadas, considerando las que se producen “desde la cuna a la tranquera”, es decir las correspondientes al proceso de producción primaria, desde su inicio hasta que salen del establecimiento rumbo a la industria.

Las estimaciones se realizan a escala de lote. No obstante, en las producciones ganaderas de carne y leche, involucran a los establecimientos completos, porque los animales rotan entre distintos potreros. Además, para cada producción se tendrán en cuenta distintos tipos de empresas, desde un caso modal y hasta otros casos de vanguardia.

“La idea es tener contrastes, desde un productor estándar, con nivel de fertilización promedio, por ejemplo, y otros de vanguardia, conformados por empresas que tienden a usar insumos o tecnologías más modernas y con mayores rendimientos. En algunos casos, estas producciones podrían incluir, por ejemplo, la incorporación de riego”, dijo Arias Usandivaras. “En general, estos últimos casos tienden a aumentar la producción. La idea es ver cómo este aspecto impacta sobre la huella de carbono. No necesariamente una mayor producción impacta de manera proporcional sobre la huella de carbono. Eso es lo que estamos queriendo estudiar”.

Los cálculos de huella de carbono serán utilizados para evaluar prácticas de manejo en cada sistema productivo y recomendar, en el futuro, estrategias ambientales y productivas sostenibles.

El agro, parte de la solución

Las acciones desarrolladas en el marco del proyecto “Carbono en los sistemas agropecuarios” van en línea con los desafíos planteados en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (COP21), que se celebró en París, Francia, y donde se dio a conocer el proyecto “4 por mil: Suelos para la Seguridad Alimentaria y el Clima”. El propósito de esta iniciativa es aumentar 0.4% por año los contenidos globales de materia orgánica del suelo, como compensación por las emisiones de gases de efecto invernadero. A partir de ese anuncio, se generó la necesidad de evaluar la factibilidad de incrementar los contenidos de carbono en suelos productivos y naturales de distintos países, entre ellos, la Argentina.

Para avanzar en esa línea, el proyecto de CREA, Arcor y UPL busca determinar en qué medida el agro puede contribuir a esa meta, teniendo en cuenta diversos factores que condicionan la captación de carbono en suelos dedicados a la producción, como los tipos de suelo, su diferentes usos y manejos. En sus bases, el proyecto hace referencia a que, según estudios globales, existe un mayor potencial de secuestro de carbono en suelos agrícolas con bajo nivel inicial de carbono, antes que en pastizales que ya tienen un alto stock de carbono orgánico del suelo inicial.

Teniendo en cuenta esa afirmación, uno de los objetivos es evaluar su correlación con los estudios realizados en nuestro país y valorar el rol que puede tener en la agricultura en el contexto de cambio climático, como parte de la solución.

Largo plazo

Si bien el proyecto tiene dos años de duración, se espera que los estudios continúen en el futuro, en el entendimiento de que la evaluación de cambios en el carbono del suelo a partir de modificaciones en el uso y en el manejo requiere de registros a muy largo plazo.

“En primera medida, nuestra idea es brindar un protocolo útil para conocer el estado del carbono en los suelos, ver cómo impactan las distintas prácticas de manejo y disminuir la huella de carbono en la producción”, señaló el líder del proyecto, aunque no descartó que, hacia adelante, se pongan en práctica otras iniciativas.

Jornada Alianzas estratégicas: producción sostenible de soja en la región del Gran Chaco Argentino

Jornada Alianzas estratégicas: producción sostenible de soja en la región del Gran Chaco Argentino

ACSOJA convoca a un evento presencial que se realizará el próximo jueves 21 de noviembre en la Sociedad Rural de Tucumán. Allí, se compartirán los resultados del proyecto “Soja Sostenible en el Gran Chaco”, impulsado por la asociación y CREA, con el apoyo del LIF. Además, se debatirán las oportunidades de la cadena de soja en el contexto local e internacional.

La Sociedad Rural de San Miguel de Tucumán será el escenario de una jornada organizada por la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina con el título “Alianzas estratégicas: producción sostenible de soja en la región del Gran Chaco Argentino. Desafíos y oportunidades de la Cadena”. El objetivo es presentar los resultados del proyecto “Soja Sostenible en el Gran Chaco”, llevado a cabo por ACSOJA y CREA, y financiado por el Land Innovation Fund (LIF). El encuentro se desarrollará en el Galpón del Azúcar de 17 a 20 horas y es abierto a todo público, con inscripción previa.

La iniciativa conjunta ha generado herramientas claves para medir y evaluar la sostenibilidad no solo del cultivo de soja, sino también del sistema productivo agrícola en la ecoregión. Durante 3 años de trabajo, más de 100 productores colaboraron con profesionales y científicos, incorporando análisis de brechas productivas y evaluaciones ambientales y sociales. Las herramientas desarrolladas permitirán una evaluación integral para gestionar procesos de mejora continua y fomentar la biodiversidad.

La jornada del 21 de noviembre contará con la presentación de la ingeniera agrónoma Laura Carabaca, líder del proyecto dentro del área de Ambiente en la unidad I+D de CREA, quien expondrá los resultados del proyecto que en sus 3 dimensiones: económica, social y ambiental. “Sobre esos abordajes vamos a contar cómo lo evaluamos en los sistemas productivos y los resultados que tuvimos en la Región del Gran Chaco”, adelantó.

Por su parte, Rodolfo Rossi, presidente de ACSOJA, y especialista en mejoramiento genético y biotecnología, abordará el impacto y las oportunidades del contexto local e internacional de la cadena de soja. También detallará los diferentes eslabones de la cadena y sus dificultades, y las acciones que se implementan para mejorar continuamente el principal sector de la economía argentina.

Por último, el economista Gustavo López, presidente de la consultora Agritrend y colaborador de la Fundación Producir Conservando, disertará sobre las “Perspectivas del mercado en un año de alta incertidumbre”. En este sentido, el especialista comentó que tanto el mercado de la soja y como el del maíz (un cultivo también de importancia en el Noroeste Argentino) atraviesan “un contexto de precios relativamente bajos, de convulsión mundial por los conflictos del mar Negro y de Medio Oriente, y de los cambios importantes que van a surgir de las elecciones en los Estados Unidos”.

El moderador de todo el encuentro será el Dr. Daniel Ploper, Director Técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC).

Para pre inscribirse, ingresar a: https://forms.gle/JEBohx1pVmto8rCV7

Más información en:  https://www.acsoja.org.ar/