El Cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha presentado este 19 de septiembre en Roma el documento “La Reina de la Paz”, — aprobado por el Papa Francisco el pasado 28 de agosto —, con el que confirma el nihil obstat y autoriza a los fieles a adherirse a esta devoción.
“Ha llegado el momento de concluir esta larga historia”
Después de más de cuatro décadas de investigación sobre las supuestas apariciones de la Virgen María en la parroquia-santuario de la Reina de la Paz de Medjugorje, en Bosnia y Herzegovina, el Vaticano declara que “ha llegado el momento” de concluir esta “larga y compleja historia”.
De acuerdo con las nuevas normas para el estudio de las presuntas apariciones de la Iglesia Católica, el Dicasterio vaticano subraya que “se han producido muchos frutos positivos y no se han difundido efectos negativos o de riesgo entre el Pueblo de Dios”, aunque evita emitir un juicio acerca de su naturaleza sobrenatural.
Asimismo, precisa que, aunque en el conjunto de los mensajes hay muchos elementos positivos “que ayudan a acoger la llamada del Evangelio”, algunos de ellos presentan errores teológicos, contradicciones, o “estarían relacionados con los deseos o intereses de los presuntos videntes o de otras personas”.
Los frutos espirituales
La autoridad vaticana utiliza la expresión “el fenómeno Medjugorje” para referirse a sus abundantes frutos espirituales, que se producen principalmente “en el contexto de las peregrinaciones a los lugares de los hechos originales, más que durante los encuentros con los ‘videntes’”.
Destaca también el creciente número de devotos en todo el mundo y la gran cantidad de peregrinos que acuden para renovar su fe, así como “las abundantes conversiones, el frecuente retorno la práctica sacramental, y las numerosas vocaciones a la vida sacerdotal, religiosa y matrimonial”.
Asimismo, resalta la “profundización de la vida de fe, una práctica más intensa de la oración; numerosas reconciliaciones entre los esposos y la renovación de la vida matrimonial y familiar”.
También afirma que ha habido curaciones y que han surgido obras de caridad para atender a huérfanos, drogadictos y discapacitados. Precisa que también hay grupos de cristianos ortodoxos y musulmanes y remarca la gran presencia especialmente de jóvenes.
Aspectos centrales de los mensajes
En el documento se destaca “la paz” como un elemento central de los mensajes presuntamente transmitidos por la Virgen y afirma que ésta debe brotar de la caridad e implica también “el amor hacia aquellos que no son católicos”.
Según el purpurado, esto no supone “proponer un sincretismo ni decir que todas las religiones son iguales delante de Dios”, aunque aclara que “todas las personas son amadas”.
Asimismo, señala que en los mensajes “la Virgen no se coloca a sí misma en el centro”, y que “la intercesión y la obra de María aparecen claramente sometidas a Jesucristo como autor de la gracia y de la salvación en cada persona”.
Añade también que muchos mensajes invitan a la conversión, a reconocer la importancia de pedir la ayuda del Espíritu Santo y a abandonar “un estilo de vida mundano”.
El prefecto de Doctrina para la Fe destaca que los mensajes atribuidos a la Virgen en Medjugorje exhortan a no infravalorar “la gravedad del mal y del pecado” y a tomar “muy en serio la llamada de Dios a luchar contra el mal y contra la influencia de Satanás”.
También subraya el papel fundamental de la oración y el ayuno, así como la centralidad de la Misa, la importancia de la comunión fraterna, la búsqueda del sentido último de la existencia en la vida eterna y una invitación a vivir la alegría de seguir a Cristo en comunión con toda la Iglesia.
Aclaración sobre algunos mensajes para evitar confusiones
La segunda parte del documento aclara que hay algunos presuntos mensajes que “se desvían” de lo explicado hasta ahora y que por ello es necesario “aclarar algunas posibles confusiones que pueden llevar a grupos minoritarios a distorsionar la preciosa propuesta de esta experiencia espiritual”.
En primer lugar, señala que algunos de ellos pueden parecer “ligados a experiencias humanas confusas, a expresiones imprecisas desde el punto de vista teológico o a intereses no del todo legítimos”, aunque aclara que estos errores no se deben a una mala intención, “sino a la percepción subjetiva del fenómeno”.
Precisa que, algunos casos, “la Virgen parece mostrar cierta irritación porque no se han seguido algunas de sus indicaciones; así, advierte de signos amenazadores y de la posibilidad de que dejen de aparecer”.
Pero en realidad, explica el Cardenal Fernández, otros mensajes, como aquellos en los que la Virgen habría afirmado que “el castigo llegará si el mundo no se convierte” y que “todo depende de vuestra conversión”, ofrecen una interpretación correcta.
Otro ejemplo son los mensajes para la parroquia, “en los que la Virgen parece querer controlar los detalles del camino espiritual y pastoral, dando así la impresión de querer sustituir con Ella los organismos ordinarios de participación”.
Asimismo, señala que “la insistencia se hace más problemática” cuando los mensajes “se refieren a peticiones de improbable origen sobrenatural, como cuando la Virgen da órdenes sobre fechas, lugares, cuestiones prácticas y toma decisiones sobre asuntos ordinarios”.
El Vaticano también define como problemáticos aquellos mensajes que atribuyen a la Virgen las expresiones “mi plan”, “mi proyecto” y otras expresiones que “podrían confundir”.
“En realidad, todo lo que María hace está siempre al servicio del plan del Señor y de su divino plan de salvación”, aclara el cardenal.
En este sentido, subraya que “cuando se reconoce una acción del Espíritu Santo en medio de una experiencia espiritual, eso no significa que todo aquello que pertenezca a esa experiencia esté exento de toda imprecisión, imperfección o posible confusión”.
Un encuentro con María y no “con los supuestos videntes”
Al final del documento, el Cardenal Víctor Fernández recuerda que, aunque “esto no implica una declaración del carácter sobrenatural” y que “nadie está obligado a creer en ellos”, la Santa Sede establece que los fieles “pueden recibir un estímulo positivo para su vida cristiana a través de esta propuesta espiritual y autoriza el culto público”.
Insiste así en “la valoración positiva de la mayor parte de los mensajes de Medjugorje como textos edificantes”, aunque esto “no implica declarar que tengan un origen sobrenatural directo”.
De este modo, invitan a las autoridades eclesiásticas de los lugares donde está presente “a apreciar el valor pastoral y también a promover la difusión de esta propuesta espiritual”.
Todo ello sin perjuicio de la potestad de cada obispo diocesano de tomar decisiones prudenciales en el caso de que haya personas o grupos que “hagan un uso inadecuado de este fenómeno espiritual y actúen de forma equivocada”.
Por último, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe invita a quienes van a Medjugorje “a aceptar que las peregrinaciones no se hacen para encontrarse con supuestos videntes, sino para tener un encuentro con María, Reina de la Paz”.
¿Qué sucede en Medjugorje?
Las presuntas apariciones marianas en Medjugorje (Bosnia – Herzegovina) comenzaron el 24 de junio de 1981. Seis niños habrían sido los receptores de los mensajes de la Virgen, de los cuales tres dicen seguir recibiendo mensajes a diario.
En enero de 2014, la entonces Congregación –hoy Dicasterio– para la Doctrina de la fe concluyó un informe solicitado por el Papa Francisco quien, en noviembre de 2013, afirmó que la Virgen “no es un jefe de la oficina de correos, para enviar mensajes todos los días”, sin mencionar específicamente a Medjugorje.
En 2017, resumiendo el contenido del informe, el Papa Francisco aseguró que las apariciones iniciales son algo que “se debe continuar investigando”, mientras que sobre las actuales “el informe tiene sus dudas”.
Por otro lado, reconoció que en el lugar se da un “hecho espiritual” y “pastoral” que “no se puede negar”, y que muchos experimentan conversiones, pero expresó que “para esto no hay una varita mágica allí”.
Unos meses antes, el Pontífice nombró a Mons. Henryk Hoser como “enviado especial” a Medjugorje. Al fallecer en 2021 fue sustituido por Mons. Aldo Cavalli.
Desde mayo de 2019, el Papa Francisco autoriza de manera oficial la organización de peregrinaciones indicando que se debe “evitar que tales peregrinaciones creen confusión o ambigüedad sobre el aspecto doctrinal”.
En los años 2020, 2021 y 2023, el Papa Francisco ha enviado mensajes con motivo del Festival de Jóvenes que se celebra en el lugar.
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Fuente: ACI Prensa