Centralizan en SIGTrámites todas las gestiones para fitosanitarios, bioinsumos y fertilizantes

Centralizan en SIGTrámites todas las gestiones para fitosanitarios, bioinsumos y fertilizantes

La medida del Senasa agiliza, facilita y transparenta gestiones que realicen los usuarios, así como también las solicitudes previas.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) del Ministerio de Economía de la Nacion informó que desde hoy todas las gestiones para bioinsumos, fertilizantes y fitosanitarios se realizan a través de la plataforma SIGTrámites del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

Esta modalidad permite agilizar, facilitar y transparentar las nuevas tramitaciones que realicen los usuarios, así como también las solicitudes de gestión que se realizaron con anterioridad y que ya fueron migradas al nuevo sistema.

La plataforma ofrece como ventajas la unificación de toda la gestión de solicitudes realizadas a la Dirección de Agroquímicos y Biológicos del Senasa, la autogestión, el pago online, la trazabilidad del trámite, la reducción de tiempos, el respaldo documental en base de datos y la comunicación fluida, entre otras.



Para poder iniciar nuevas gestiones de registro, modificaciones, titularidad y autorizaciones vinculadas a las cuatro áreas de tramitación –Bioinsumos, Fertilizantes, Fitosanitarios y Personas—, el usuario deberá loguearse a través de la AFIP y adherir al servicio de SIG-Trámite.

Los interesados en obtener más información sobre la plataforma y cuestiones relacionadas a los trámites, podrán consultar en el apartado de Servicios Destacados de la página web del Senasa, bajo el título Registro de Agroquímicos y Bioinsumos.

Invertir en nutrición de maíz es productivo, rentable y sostenible

Invertir en nutrición de maíz es productivo, rentable y sostenible

En Argentina, la producción de maíz alcanza solo el 53% del rendimiento potencial, y la principal razón es el bajo nivel de aplicación de nutrientes.

Buenos Aires, 13 de septiembre (PR/24) ,- FERTILIZAR Asociación Civil  mostró el costo-beneficio para la campaña 2024-25 de la fertilización del cultivo, y cómo la inversión asegura el retorno económico. FERTILIZAR llevó a cabo su tradicional Reunión de Prensa previa al inicio de la campaña de maíz 2024-2025, en la que se compartió el presente del cereal, enfocado en la inversión en tecnología y con un contexto desafiante.

En el encuentro se resaltó la necesidad de cerrar la brecha de rendimientos existente a partir de un mejor uso de las tecnologías en nutrición, que va a redundar en un retorno de la inversión, y que a su vez contribuye con el cuidado del recurso suelo.

La gerente ejecutiva de la entidad, María Fernanda González Sanjuan, destacó la importancia de la inversión en fertilizantes a pesar de los altos costos asociados, dado que el potencial de rinde para el maíz podría alcanzar hasta 11.500 kilos por hectárea en el promedio país. Sin embargo, el rendimiento promedio actual es de apenas 7.600 kg/ha, lo que representa solo el 34% del rendimiento alcanzable, según datos validados por el trabajo publicado recientemente de Brechas de Nutrientes, del cual la institución formó parte.

Esta pérdida de rendimientos, según González Sanjuan, se debe en gran medida a una insuficiencia en la aplicación de nutrientes esenciales. En números promedio país, la brecha de nutrientes a cubrir está en 50% de deficiencia de nitrógeno; 61% en fósforo y 81% en azufre.

“Estamos hablando de una brecha productiva que podría representar casi 4.000 kilos adicionales por hectárea en promedio país. Al aplicar este aumento en las actuales 6 a 7 millones de hectáreas cultivadas, el impacto sería realmente de gran impacto en las toneladas producidas”, describió.

González Sanjuan explicó la conveniencia de invertir en fertilizantes considerando la relación insumo-producto que determina cuántos kilos de maíz se necesitan para comprar un kilo de fertilizante y cuántos kilos adicionales de grano produce ese fertilizante adicional:

• Para el caso del nitrógeno (N), enumeró que se necesitan 7 kilos de maíz para adquirir un kilo de este nutriente. Ese kilogramo de N genera entre 15 y 25 kilos de maíz: esto significa que después de cubrir el costo del insumo (7 kilos) quedan entre 8 y 18 kilos adicionales de ganancia: un balance positivo que justifica la inversión.
• En el caso del fósforo: se requieren, a los precios actuales, 22 kilos de maíz para cubrir 1 kg de este nutriente, pero genera entre 25 y 65 kilos de grano. Entonces, aun así, el fertilizante sigue aportando un retorno significativo en forma de mayor rendimiento.
• El azufre demanda también 7 kilos de maíz para ser adquirido y puede generar entre 45 y 95 kilos de grano. La ganancia es aún mayor. “Fertilizar es una buena inversión”, aseveró la ejecutiva de Fertilizar AC.

González Sanjuan concluyó subrayando que la tecnología de fertilización no solo se paga a sí misma, sino que también es la que garantiza el rendimiento y la estabilidad de la producción a lo largo del tiempo. Al día de hoy, si calculamos la inversión en dólares que requiere un manejo adecuado de fertilizantes versus los ingresos adicionales que genera en granos cosechados, tenemos una renta del 40% en 6 meses. Esto representa un retorno de la inversión en fertilizantes equivalente al 80% anual en dólares. “Es fundamental que los productores evalúen cuidadosamente la tecnología de fertilización y busquen asesoramiento profesional para maximizar su inversión y rendimiento”, afirmó.

La importancia del manejo

A su turno, la Ingeniera Agrónoma Cecilia Cerliani de la Universidad Nacional de Río Cuarto, abordó el manejo nutricional del maíz, subrayando cómo una adecuada nutrición puede cerrar la brecha entre el rendimiento actual y el potencial máximo del cultivo.

Cerliani destacó que, en el departamento de Río Cuarto, el rendimiento promedio de maíz es de 5.800 kilos por hectárea, pero que existe el potencial de alcanzar bajo riego los 19.000 kg/ha, en condiciones hídricas y nutricionales no limitantes, lo que revela una brecha significativa de 13000 kilos/ha, entendida en parte por la deficiencia hídrica y en otra parte por la nutrición del suelo: las investigaciones mostraron que las dosis promedio de nutrientes aplicadas por los productores son insuficientes, con brechas importantes en nitrógeno, fósforo, azufre y zinc

La especialista enfatizó la importancia de un manejo nutricional basado en las “4R” (del inglés Right: Correcta): Fuente Correcta, Dosis Correcta, Momento Correcto, y Forma Correcta.

En tanto, dijo que, para lograr una nutrición adecuada, “es esencial” comenzar con un diagnóstico preciso mediante análisis de suelo. “Encarar un manejo sin realizar estos análisis dificulta una aplicación eficiente de los nutrientes”, apuntó.

A la hora de las recomendaciones de aplicación, Cerliani detalló que si el análisis de fósforo en el suelo, muestra niveles inferiores a 15-18 ppm (partes por millón) hay una altísima chance de respuesta y por lo tanto se requiere el agregado de este nutriente. En cuanto al nitrógeno, la dosis óptima varía según el rendimiento esperado del cultivo y las condiciones climáticas, siendo menor en años secos y mayor en años húmedos.

La ingeniera también abordó el impacto económico de diferentes fuentes de nutrientes. Los ensayos mostraron que la aplicación balanceada no solo incrementa el rendimiento del maíz, sino que también resulta más rentable a largo plazo, a pesar de su costo inicial más alto. Además, enfatizó en que la aplicación de estas estrategias a lo largo del tiempo, le dan estabilidad al sistema productivo.

Cerliani presentó datos que indican que la aplicación balanceada de nutrientes puede mejorar el margen bruto hasta en 48 dólares por hectárea, comparado con estrategias menos completas.

Asimismo, enfatizó en la correcta aplicación de los fertilizantes. En este sentido, mostró algunos resultados que indican que, la aplicación de fertilizante nitrogenado en estadios avanzados puede aumentar la eficiencia y el rendimiento, con respecto a aplicaciones al voleo de urea o a la siembra incorporada.

En primera persona

La presentación de FERTILIZAR AC culminó con el testimonio del productor Néstor Peinetti, de Eduardo Castex, provincia de La Pampa, quien contó la transformación que inició hace 15 años en el establecimiento La Piedad, que pertenece a su familia desde hace 105 años. Peinetti comenzó por reconvertir el manejo del suelo con la incorporación del sistema de siembra directa. “El suelo estaba agotado, se volaba, y la erosión era un problema grave”, remarcó. En 2006, Néstor decidió implementar la SD para almacenar el agua en el perfil.

En ese entonces, La Piedad era una explotación mayormente ganadera, donde el maíz no tenía protagonismo (tampoco en la zona) y las rotaciones eran escasas. “El maíz se quemaba con el calor del verano”. Hoy, el cereal es el principal cultivo en la zona, reflejo de un enfoque de diversificación que también incluye cultivos de cobertura, como el trigo, para evitar la compactación del suelo y mejorar su estructura.

Otro gran cambio que impuso este productor fue el de la convicción en el valor de la nutrición del suelo. En este sentido, Peinetti destacó especialmente el aporte que logra con el fósforo (P), un nutriente que se agotaba rápidamente con el aumento de los rindes. “Me hice fanático del fósforo porque ayuda a cosechar agua y es esencial para mantener la productividad”. Con la nutrición balanceada llegó a aumentar los rendimientos en años buenos hasta en 8.000 kg por hectárea.

Además del fósforo, incorporó nutrientes como el zinc, que genera diferencias de hasta 500 kg de grano por hectárea, contribuyendo a un sistema más estable y menos dependiente de las lluvias. Hoy, Néstor ha llevado su producción a otro nivel con siembra y fertilización por ambientes, ajustando las prácticas a las necesidades específicas de cada área del campo.

Y aseguró que lleva el mismo manejo a los campos en donde produce bajo arrendamiento: “La clave está en cuidar el suelo. No importa si es propio o alquilado: todo es suelo. Y hay que tratarlo con respeto como legado para las futuras generaciones”, concluyó Peinetti.

Roberto Rotondaro, presidente de FERTILIZAR AC, reforzó la idea: “El propósito de Fertilizar es cuidar el suelo”.

Primicias Rurales

Fuente: Fertilizar

Cómo aumentar los rendimientos en trigo con fertilización nitrogenada

Cómo aumentar los rendimientos en trigo con fertilización nitrogenada

De acuerdo con los especialistas del INTA Marcos Juárez –Córdoba–, el análisis de suelo es una herramienta clave al momento de diagnosticar la fertilización de cada lote en particular. A partir de estos datos, se puede determinar la necesidad de fertilizar con nitrógeno los cultivos de trigo

. Presentan pautas de manejo para fertilizar con nitrógeno.

Buenos Aires, 6 de septiembre (PR/24) .- Este año a fines del verano y principio de otoño hubo un registro de precipitaciones que permitió una buena recarga del perfil, –contabilizándose hasta 1,5 metros de profundidad– 235 milímetros en lotes que venían de soja y 219 milímetros en lotes que venían de trigo soja. Hasta el momento, asimismo, hubo alrededor de 38 heladas. En general, en esta zona, los trigos se implantan a fines de mayo y las heladas más severas ocurrieron en julio, esta situación encontró al cultivo en estado de macollaje, donde el trigo puede soportar mejor las bajas temperaturas. En este contexto, un equipo de investigación del INTA Marcos Juárez –Córdoba– brinda recomendaciones para mejorar el rendimiento de trigo con herramientas sobre fertilización.

Vicente Gudelj –investigador de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Marcos Juárez, Córdoba– explicó que “el principal factor de rendimiento del trigo es el agua y es fundamentalmente la almacenada previo a la siembra, porque permite sortear el período de escasas precipitaciones que generalmente ocurre a la salida del invierno y hasta que lleguen las primeras lluvias de primavera”.

El equipo de investigación del INTA recomienda analizar cada lote de trigo en particular y, según los resultados de los análisis de suelo, evaluar la viabilidad de fertilizar o re fertilizar con nitrógeno, las condiciones del cultivo y la fertilización nitrogenada realizadas hasta ahora.

“La fertilización con nitrógeno en trigo es conveniente realizarla en pre siembra o durante la siembra si es que disponemos de sembradora que lo incorporen a un costado y debajo de la semilla. La fertilización nitrogenada en macollaje va a depender de una lluvia para que incorpore ese fertilizante”, aclaró Gudelj.

El nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S) son nutrientes en los que hay respuesta a la fertilización en trigo. El zinc (Zn) es otro nutriente que en alguna oportunidad produjo incremento en los rendimientos cuando se aplicó en el cultivo de trigo.

Los valores críticos de fósforo en el suelo van en un rango de 12 a 20 partes por millón y para azufre de 7 a 10 partes por millón de S-SO4. En este sentido, el investigador aclaró que “si el valor se encuentra por debajo de esos rangos es necesario fertilizar. Como la planta necesita esos nutrientes desde el arranque la recomendación es fertilizar previo o durante la siembra”.

“En cuanto al nitrógeno, se debería totalizar entre el que hay disponible al momento de la siembra, más el que hay disponible en el suelo. Ya que este mineraliza desde la siembra hasta la madurez fisiológica unos 140-150 kilos de nitrógeno por hectárea, pudiendo variar en un rango de 120 a 160 kilos por hectárea de nitrógeno. Lo que haga falta para llegar a esa cantidad, descontado lo que provee el suelo, debe agregarse con la fertilización”, explicó Gudelj.

“Si se decide utilizar fertilizante líquido como el UAN, se debe aplicar chorreado y lo más temprano que se pueda durante el macollaje para evitar mayores daños por quemado y posibilitar la recuperación del follaje”, indicó el investigador.

Asimismo, una estrategia que mejora el uso del fertilizante nitrogenado, tanto UAN como UREA, es estar expectante a los pronósticos climáticos y realizar la aplicación previa a un pronóstico de lluvia, para que ese nitrógeno se incorpore al suelo.

En la región, se diseñó una fertilizadora que incorpora el nitrógeno líquido durante el macollaje, perpendicular a la línea de siembra, con disco y zapata a 38 centímetros de distancia entre surcos, lo que permite aplicar en forma eficiente nitrógeno durante el macollaje del cultivo sin depender de la lluvia que lo incorpore.

Otra posibilidad es –si se tiene la necesidad de aumentar el porcentaje de proteína en grano– aplicar nitrógeno en estadios más avanzados de crecimiento, luego de hoja bandera. En el caso de hacerlo, se debe utilizar como fertilizante UREA en solución (20 % de N P/P) que tiene bajo contenido de biuret y baja toxicidad. Aplicar no más de 20 kilos por hectárea, dado que el cultivo es muy sensible a la fitotoxicidad en este estado.

Por otro lado, frente a una campaña marcada por La Niña, y luego que las precipitaciones fueran escasas, el productor debe considerar que el perfil de suelo tenga una buena recarga hídrica para el fin del verano y principios del otoño.

“Tenemos que cuidar esas reservas haciendo un buen control de malezas en el barbecho, para lo cual debemos eficientizar las aplicaciones utilizando la tecnología disponible y en el caso de haber implantado cultivos de cobertura suprimir el crecimiento tempranamente para nos quede un mayor remanente de agua en el suelo a ser utilizada por el cultivo de verano a implantar”, concluyó el investigador.

Primicias Rurales

Fuente: INTA informa

En el NOA, la soja acumuló hasta un 2 % más de proteína

En el NOA, la soja acumuló hasta un 2 % más de proteína

Así lo determinó el análisis del primer mapa de calidad de soja de la Argentina, realizado por un equipo de especialistas del INTA. El relevamiento demostró que el contenido de proteína en el NOA fue del 38 %, mientras que el valor medio en el resto del país fue de 36,6 %.

 

Buenos Aires, 4 de septiembre (PR/24) .- Conocer el porcentaje de proteína, del aceite y el profat (contenido de grasa y proteína combinados) es de gran relevancia para el complejo agroindustrial y, particularmente, la composición de aminoácidos es de interés debido a la importancia que tienen la harina de soja en la alimentación animal. Por esto, un equipo de especialistas del INTA junto con el apoyo de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja), estudian muestras de soja provenientes de campos de productores de todo el país y analizan su calidad. Con los resultados se genera el mapa de calidad de soja de la Argentina, un producto que aporta información esencial para posicionar la harina de soja en los mercados internacionales.

“Existen factores que afectan la calidad nutricional y el contenido de proteína en soja, tales como el genotipo de la soja, tipo de suelo, manejo de cultivo (fecha de siembra, fertilización, rotaciones, etc.), condiciones ambientales como temperaturas, régimen hídrico, entre otros”, indicó Oscar Tamayo –especialista del INTA Salta– quien agregó que, en la actualidad, “se están analizando más de mil muestras de la última campaña nacional y se está profundizando en el análisis de calidad del grano en función del ambiente, variedad y prácticas agronómicas”.

Todos los años, en el marco de la Red Nacional de Evaluación de Cultivares de Soja (RECSO) del INTA, se realizan muestreos en los ensayos en la zona núcleo a nivel de acopios para relevar la calidad de soja cosechada. Sin embargo, “no existían antecedentes de un muestreo nacional directamente en campos de productores, lo cual fue posible gracias al trabajo en colaboración con las agencias de extensión que posee INTA a lo largo de todo el país y al trabajo de un equipo multidisciplinario de expertos en diferentes áreas”, señaló Tamayo.

“Con esta nueva red de calidad se cuenta con información de origen nacional (mapas de proteínas, aceite, etc.)  acerca de la calidad de los granos de soja en las diferentes zonas productoras, lo que contribuirá a mejorar el agregado de valor y la competitividad de los granos y sus derivados en los mercados internacionales”, puntualizó Marta Galván –especialista en mejoramiento genético de la oleaginosa–.

Del análisis realizado a más de 540 muestras, de las cuales 35 pertenecen al NOA, se observaron diferencias significativas en el contenido de proteínas y aceite. Para el estudio se delimitaron ocho zonas productoras, de las cuales el NOA lideró en contenido promedio de proteína y Profat.

El contenido de proteína que se determinó para el NOA fue del 38 %, y el valor medio considerando todas las zonas estudiadas fue de 36,6 %. Por otro lado, la región de Santa Fe centro fue la que mostró mayor contenido de aceite con un valor de 24,7 % siendo la media nacional de 23 %. El trabajo completo se encuentra disponible en https://repositorio.inta.gob.ar/xmlui/handle/20.500.12123/14777

Con base en los resultados, y a la experiencia de interacción público-privado, el INTA oficializó la creación de la Red de calidad de granos y sus derivados de cereales y oleaginosas que todos los años pondrá a disposición los datos de relevamiento de calidad de grano en base a muestreos realizados durante las diferentes campañas del cultivo.

Primicias Rurales

Fuente: INTA informa

Industria porcina: la nutrición de precisión como clave del éxito

Industria porcina: la nutrición de precisión como clave del éxito

Paulo Henrique Reis Furtado Campos, consultor técnico nutricional de Provimi-Cargill en Brasil, analiza los desafíos y oportunidades para un desempeño exitoso. Un enfoque integral de la genética unida a una gestión nutricional de alta calidad como respuesta para entregar cerdos con excelente rendimiento en la terminación.

Buenos Aires,27 de agosto (PR/24) ,- La utilización de materias primas de máxima calidad, un equilibrio planificado entre el consumo voluntario de proteínas y una nutrición de precisión, además de ambiente, tecnología, bienestar animal y otros factores, son pilares fundamentales para el éxito de la producción porcina moderna.

Escenario productivo actual:

El escenario actual de la producción porcina se caracteriza por la presencia de líneas genéticas altamente eficientes que ofrecen un notable potencial productivo. Estas líneas son capaces de generar más peso en un menor lapso de tiempo, gracias a la optimización de su tasa de crecimiento y a una conversión alimenticia excepcionalmente eficiente. Además, se destacan por presentar una mejor calidad de la canal, con un mayor porcentaje de carne magra y un rendimiento superior.

Sin embargo, esta mejora genotípica conlleva un aumento en la sensibilidad de los cerdos a factores nutricionales y ambientales adversos. Por ello, es imperativo implementar medidas que reduzcan estos efectos negativos y ayuden a aprovechar al máximo el potencial que ofrece la genética.

En este contexto, donde la rentabilidad es una preocupación constante para los productores porcinos, es crucial desarrollar estrategias que garanticen la viabilidad económica. Aunque existen variables sobre las cuales el productor no tiene injerencia, como el costo de los granos y el precio del cerdo, también existen otras donde sí puede influir de manera significativa. Por ejemplo, puede tomar decisiones sobre la genética utilizada, las estrategias de manejo implementadas, las prácticas de regulación ambiental y la gestión nutricional. Aspectos como la calidad del alimento suministrado, su composición, los niveles nutricionales y la aplicación de tecnologías específicas son determinantes en este sentido.

Gestión nutricional global de la granja:

Resulta fundamental realizar un diagnóstico preciso del escenario productivo actual, lo que permitirá definir las estrategias y objetivos de formulación nutricional a seguir. Estos pueden clasificarse en dos grandes categorías:

Ante escenarios desfavorables, el enfoque se centra en minimizar los costos, reduciendo el costo del alimento por kilogramo de carne producido.

En situaciones favorables, el objetivo principal es maximizar el retorno de inversión (ROI).

Independientemente de los objetivos específicos de cada granja, es fundamental asegurar una nutrición de alta calidad. Esto se logra principalmente utilizando materias primas de excelente calidad, lo que maximiza la eficiencia productiva de los animales al satisfacer adecuadamente sus necesidades, las cuales varían según su estado fisiológico.

Resulta esencial identificar claramente el punto de máxima eficiencia de la genética y/o del sistema productivo. Esto permite establecer el momento en el cual se debe proporcionar una mayor cantidad de nutrientes para maximizar la ganancia de peso, así como el período en el cual es posible reducir esta provisión. Este enfoque está estrechamente relacionado con la capacidad de consumo voluntario, influenciada por la edad del animal.

En el caso de cerdos con destino a mercado, en la etapa de crecimiento, el potencial de deposición de proteína supera el consumo voluntario, lo que implica la necesidad de maximizar el aporte de nutrientes a través de dietas concentradas. Por el contrario, en la etapa de terminación, la deposición de proteína disminuye y el consumo voluntario aumenta, lo que lleva a un mayor depósito de grasa. En esta etapa, es posible utilizar dietas menos concentradas y, por lo tanto, de menor costo, debido a una menor exigencia de calidad en sus ingredientes.

En este contexto, formular bajo el concepto de “nutrición de precisión” emerge como un pilar fundamental para optimizar los resultados productivos en la industria porcina. La implementación de herramientas tecnológicas, como software y modelos de predicción, se convierte en un elemento clave para analizar la situación y los objetivos específicos de cada empresa porcina, lo que facilita la definición de planes nutricionales que se adapten de manera óptima a las necesidades particulares de cada granja.

En este sentido, resulta fundamental la actualización de los requerimientos nutricionales de los cerdos actuales, ya que las tablas utilizadas han quedado obsoletas. Al formular dietas basadas en estándares antiguos, no se proporciona una nutrición adecuada. Por tanto, es necesario considerar las necesidades diarias de los animales, evitando así fases de alimentación prolongadas que podrían desviar los aportes nutricionales de las exigencias reales de los animales.

Implementación de aditivos en Sitio 3:

Una herramienta sumamente eficaz es la utilización de aditivos alimentarios, los cuales desempeñan un papel crucial en la promoción de la nutrición de precisión al aumentar la disponibilidad de nutrientes para el crecimiento animal. Estos aditivos no solo son beneficiosos en las etapas tempranas del desarrollo, sino que también resultan útiles para los cerdos en etapas más avanzadas de su ciclo de vida. Se han desarrollado y siguen desarrollándose aditivos con efectos calmantes en los animales durante la etapa de terminación (Sitio 3), lo que conlleva un beneficio doble: por un lado, mejoran significativamente la conversión alimenticia al reducir el metabolismo basal, lo que deja más nutrientes disponibles para el crecimiento; por otro lado, mejoran la calidad de la canal al mejorar la capacidad antioxidante de los cerdos. Este último aspecto es fundamental debido al metabolismo más acelerado y la mayor generación de calor metabólico de las líneas genéticas modernas.

Conclusión:

En conclusión, la producción porcina moderna exige un enfoque integral, en el debemos prestar atención tanto a la genética como a la nutrición, el manejo y la tecnología para lograr la máxima eficiencia y rentabilidad, sin descuidar la sostenibilidad y el bienestar animal. La aplicación de todas las herramientas productivas disponibles, la adaptación de la nutrición a las nuevas genéticas y desafíos, y la optimización del uso de los recursos para minimizar el impacto ambiental son elementos clave para aprovechar plenamente el potencial que ofrecen las genéticas modernas

Primicias Rurales

Fuente: Provimi

La baja refertilización del trigo afectará la calidad del cultivo

La baja refertilización del trigo afectará la calidad del cultivo

Fertilizar AC advierte que se está registrando un retraso en las refertilizaciones con nitrógeno en este cultivo, lo que generaría una caída en los rindes y en la calidad del trigo pan. Cuál es la importancia de este nutriente en el cereal.

Buenos aires, jueves 22 agosto (PR/24) — Desde Fertilizar Asociación Civil alertan sobre un retraso en la aplicación de fertilizantes nitrogenados para refertilización en trigo, situación que afectaría tanto el rendimiento como la calidad del cultivo, ya que el nitrógeno es esencial para el desarrollo óptimo del cereal.

La falta de una adecuada refertilización de nitrógeno podría llevar a problemas similares a los experimentados en 2015, cuando gran parte del trigo producido en la región agrícola argentina no cumplió con los estándares de calidad requerida por el mercado, registrando un contenido promedio de proteínas del orden del 9,5% (base 13,5%H).

Según se han conocido los datos sobre los despachos de fertilizantes nitrogenados informados hasta fines de julio, estos deberían haber sido mayores como suelen ser habitualmente en esta época. “Vemos con preocupación la demora de la aplicación de nitrógeno en trigo en estadio de macollaje y esto puede frustrar bastante las expectativas de rendimientos y calidad esperados”, apuntó el presidente de Fertilizar AC, Roberto Rotondaro.

En este escenario, el directivo aseguró que la plasticidad del cultivo permite entrar en macollaje a refertilizar y poder ajustar la oferta de nitrógeno y así cubrir los requerimientos del cultivo para asegurar rendimiento y calidad.

“Hoy, por la baja disponibilidad del nitrógeno que se observa, estamos desaprovechando una oportunidad para construir el rendimiento y la calidad adecuada en el cereal”, agregó Esteban Ciarlo, responsable técnico de la entidad, “especialmente si se consolida el nivel de humedad del suelo al que están aportando las precipitaciones de estos días en diferentes regiones productivas y donde la aplicación del nutriente debe anticiparse para que las lluvias puedan incorporarlo.”

Una adecuada nutrición de trigo debe contemplar 28 kilogramos de nitrógeno para producir 1.000 kilos de grano con un porcentaje básico de proteínas (11%). Si bien las recomendaciones pueden variar según factores como el tipo de suelo, las condiciones climáticas y las prácticas de manejo agronómico, en promedio puede aplicarse entre el 60 y el 70% de la dosis nitrogenada al momento del macollaje y así alcanzar los rendimientos esperados y con mayores eficiencias.

La deficiencia de nitrógeno no hace buenas “migas” con el trigo
El trigo es uno de los cultivos más importantes a nivel mundial, por su expansión geográfica, volumen de producción e impacto en la economía. La relevancia del cultivo radica en el valor alimentario que poseen sus granos, siendo la harina el principal producto generado. El trigo pan (Triticum aestivum L.) es la especie de trigo más cultivada en Argentina y globalmente.

“La calidad del grano de trigo pan está influenciada por diversos factores agronómicos, entre los que destaca la disponibilidad de nitrógeno”, aseguraron los Dres. Gabriela Abeledo y Daniel Miralles, de la cátedra de Cereales de la FAUBA y del Conicet.

Los investigadores de la FAUBA también explicaron que “el nitrógeno no solo influye en el rendimiento del trigo sino también en su calidad. La gestión de este nutriente asegura una producción de trigo pan eficiente”, e ilustraron que el nitrógeno condiciona la calidad del grano, la cual se evalúa principalmente en términos de la concentración de proteínas, el tipo de proteínas y las características de la harina.

La concentración de proteínas en el grano, expresada en porcentaje refleja la cantidad de proteínas presentes en relación con el peso total del grano. El nitrógeno es un componente esencial de las proteínas: un mayor contenido de nitrógeno en el grano es análogo a un mayor contenido de proteínas y deficiencias en la disponibilidad de nitrógeno para el cultivo se reflejan en un bajo contenido proteico del grano, lo cual deriva en una menor aptitud panadera y una menor calidad alimenticia.

El tipo de proteína que presenta el grano es otro aspecto que se modifica ante una deficiencia nitrogenada. Entre las proteínas de trigo se destacan aquellas que conforman al gluten. Una menor disponibilidad de nitrógeno reduce la cantidad de gluten y modifica su estructura, resultando en una harina con menor capacidad para retener gases en la fermentación que tiene lugar durante el proceso de panificación, y provoca panes de menor volumen y textura menos esponjosa.

“El primer paso para paliar la deficiencia nitrogenada es realizar un análisis del nitrógeno en el suelo”, comentaron los investigadores. La aplicación de fertilizantes constituye la metodología más difundida para ajustar los requerimientos nutricionales del cultivo en base al diagnóstico.

Para resolver la pérdida en la productividad del cultivo es importante determinar cuál será el rendimiento esperado y ajustar la dosis de nitrógeno en vistas de equilibrar productividad y calidad.

La gestión del nitrógeno implica contemplar también el impacto ambiental. El uso de fertilizantes nitrogenados a menudo se asocia con la emisión de gases y la eventual contaminación de aguas subterráneas, pero si se calcula adecuadamente el requerimiento nitrogenado del cultivo, el fertilizante se utilizará de manera eficiente.

Cultivar trigo con deficiencia de nitrógeno no es una alternativa promisoria, ya que se estarían invirtiendo recursos como semillas, combustible, transporte y mano de obra en un sistema productivo que no cumplirá su propósito: producir granos en cantidad y de calidad. Además, la insuficiencia resultará en una menor captura de carbono por las plantas y una reducción en el aporte de materia orgánica del cultivo.

“La integración de las prácticas agronómicas es la vía para asegurar una producción de trigo eficiente en el camino que va desde el lote, pasa por la industria y llega en su tramo final a la mesa de cada uno de nosotros”, concluyeron Abeledo y Miralles.

Primicias Rurales

Fuente: Fertilizar AC