Cría, Engorde, Consumo y Exportación: Diferentes Realidades en la Cadena Ganadera

Cría, Engorde, Consumo y Exportación: Diferentes Realidades en la Cadena Ganadera

Por Nicolas Razzetti | Analista Del Mercado Ganadero

Buenos Aires, 27 de agosto (PR/24) .- Invernada con buenos valores y criadores con cuentas saneadas. El consumo está ofertado y son lejanas las posibilidades de mejoras en los valores de la hacienda. Los precios de los novillos de exportación registran una caída leve pero siguen en precios altos para la industria. Las vacas vuelan y China sigue aspirando carne.

En el mercado ganadero se observa un incremento de la oferta de ganado liviano procedente de los feedlots. Hay más novillitos y vaquillonas con destino a la faena para atender a la demanda interna. La disponibilidad de hacienda de esas categorías seguirá en niveles altos durante septiembre, octubre y noviembre.

Por los próximos tres meses no se deberían esperar subas en los valores de la hacienda liviana ya que el consumo, que sigue haciendo todo lo que puede por comprar carne vacuna, demostró tener límites y eso se refleja en los valores de la carne y del ganado.

Tanto los precios de la hacienda vacuna como de la carne vienen registrando subas interanuales superiores a la inflación acumulada, pero en los últimos tres meses la carne aumentó mucho menos que la inflación promedio informada por el INDEC.

De hecho, en julio la carne según el informe de precios del IPCVA subió 2% contra el 4% de inflación que comunicó el organismo oficial. Esa tendencia se mantendría en agosto y en tanto dure la alta oferta de ganado liviano por lo que en poco tiempo más los precios de carne y hacienda perderán contra el indicador oficial de suba de precios promedio de la economía argentina.

Los feedlots informaron pérdidas de 40.000 pesos en su último informe mensual en el engorde a animales livianos. Ese dato surge de medir el diferencial de compra venta y cargarle costos de alimentación. El punto aquí es para tener una referencia real hay que tomar como dato el valor de compra efectivo del ternero, lo que se produjo en la zafra entre febrero y mayo. Si se mira la película los números no dan mal para los engordadores.

Los criadores están todavía en mejores condiciones porque las lluvias recientes mejoraron la producción forrajera en la zona central del país. Además los precios de los terneros son buenos y también el de las vacas que mandan a faena. Vendiendo una vaca manufactura de 420 kilos a 1600 pesos se alcanza una facturación de 670 mil pesos cuando una vaca de segunda parición tiene un valor de 850/900 mil pesos y además le dará en pocos tiempo más un ternero que a precio de hoy vale 450/500 mil pesos.
Las condiciones para la reposición de hacienda son muy buenas, pero como el vientre está barato en términos relativos son pocos los que venden y quien recompone rodeos lo hace mayormente con hacienda de propia producción.

Hay también mejores condiciones financieras bancarias, de las tarjetas de crédito y de las mismas casas consignatarias, pero el mercado del vientre no repunta como debería, por ahora viene lenta la recomposición de sus valores.

De los tres eslabones los que están en condiciones menos favorables son los recriadores de regiones como el oeste bonaerense, La Pampa o Córdoba que fueron seriamente afectados por la seca lo que demoró y redujo la producción de novillos que viene sufriendo la exportación.
Los precios de los novillos para exportación llegaron a niveles altos en pesos y en dólares para las posibilidades de pago de los exportadores.

La reducción de los derechos de exportación a 6,75% para la carne de novillos mejoró las condiciones de competitividad de la venta a destinos com Europa, Isarel, Estados Unidos o Chile. Pero el gran inconveniente es el faltante de hacienda. Eso llevó los precios a los 4.000 pesos por kilo en gancho. Esos valores comenzaron a ceder esta semana porque apareció algo más de oferta y porque las empresas están presionando para pagar menos. Los números no le cierran.

Al cierre de la semana pasada el precio del novillo era de 3700/3850 pesos. La baja fue de 200 pesos por kilo en gancho. Tomando como referencia un tipo de cambio de 940 pesos el kilo producido le cuesta a los frigoríficos 4,05 dólares, por encima del valor de Uruguay y mucho más alto que el de Brasil y Paraguay.
En el caso de la exportación de carne de vacas, la eliminación de los derechos de exportación a 0% se trasladó en su totalidad a los precios de la hacienda que aumentaron 25% en tan solo un mes mejorando de esta manera el ingreso de los criadores y dejando casi en iguales condiciones al negocio para los exportadores.

El dato positivo para los exportadores es que China sigue aspirando carne. Este año sus compras aumentaron 9%. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos espera que importe un récord de 3,9 millones de toneladas y que en 2025 compré un poico más. Los operadores dicen que los importadores asiáticos redujeron sus stocks y en eso se basa la suba de los precios de la carne que fue de 200 dólares por tonelada y se espera que esa tendencia se consolide más teniendo en cuenta que se entra en el período previo al año nuevo lunar. Eso podría compensar los altos costos de la materia prima que seguirá siendo escasa hasta el próximo otoño.

Para descomprimir la dependencia del mercado chino en los últimos meses se vendió más a Estados Unidos incluso pagando aranceles altos, pero ese mercado no va a reemplazar al asiático, es sólo un aliciente que evita pérdidas que podrían ser mayores.

Por Nicolas Razzetti | Analista Del Mercado Ganadero

Primicias Rurales

Fuente: AgroEducación

«Sacrificaría mi existencia antes de echar una mancha sobre mi vida pública» – José de San Martín

«Sacrificaría mi existencia antes de echar una mancha sobre mi vida pública» – José de San Martín

«Sacrificaría mi existencia antes de echar una mancha sobre mi vida pública» – José de San Martín

Palabra de Honor

En los últimos años, y en particular en estos días recientes, la frase de San Martín resuena por el contraste ante el panorama actual de la Argentina. Ecos de una época donde la palabra y el honor eran casi lo mismo. Hace muchos años que una parte, una buena parte, de los funcionarios que han tenido poder en nuestro país, se ha alejado en forma definitiva del pensamiento de nuestro padre de la Patria. Hemos visto revolear bolsos, hemos visto condenados y también prófugos, hemos visto pilas de billetes contados a escondidas y hemos visto símbolos de derechos universales siendo estandarte de banderías políticas repletas de falsedad. Nos hemos cansado de escuchar griterío en actos sobre políticas inclusivas y soportado clases de moralidad dadas por personas que no pasan el menor filtro de decencia y de coherencia en su vida privada. Nos han predicado sobre amor y paz aquellos que han hecho de la grieta social un negocio. Los de antes y los de ahora. Lo de descubrir que un ex presidente es acusado de golpear a su mujer nos ha escandalizado. Y claro que es para escandalizarse. Hay otros funcionarios acusados de abusos que no parecen generar tanto rechazo, como si los sensores de la indignación estuvieran calibrados selectivamente. Es notable que ya no nos genera sorpresa volver a ver un funcionario corrupto, tal vez porque tantos escándalos nos han adormecido. El “roba pero hace” quizás ya se acepta como doctrina. Tristeza sin fin. Y, como si faltara algo, ahora estamos en discusiones en el Congreso con la SIDE y con la elección de un juez cuestionado para la Corte Suprema, y en medio de disputas internas de todo tipo. Los ciudadanos somos los que elegimos a los gobernantes, como en todas las democracias del mundo. ¿Por qué estamos tan mal como para generalmente tener un menú de candidatos a votar que pareciera reflejar lo peor de lo que somos? Sin embargo, de algún modo nos cuesta enlazar la causa con el efecto. Porque no es casualidad que el 50% de la gente de nuestro país sea definida por la pobreza. No es casualidad el aumento del narcotráfico. Ni los malos resultados de las pruebas educativas. Ni la inflación, ni el déficit fiscal, ni la falta de inversión, ni la caída de la cantidad y calidad del empleo. Causa y efecto. Principio de acción y reacción, como dice la tercera ley de Newton.
Ante este panorama, algunos deciden emigrar en busca de sus sueños. Otros querrían, pero no pueden o no se animan. Pero muchos eligen seguir acá, dispuestos a dar la pelea por un país que puede ser mejor. Convencidos de que vale la pena. Personas que desarrollan empresas o que trabajan en ellas. Funcionarios o empleados públicos que respetan su cargo y asumen su responsabilidad. Familias que inculcan valores y educan superando el escepticismo reinante. Organizaciones y personas que han tejido una red social de contención de los menos afortunados. Gente, mucha gente, que busca calidad de vida, una sociedad en la que vivir y desarrollarse, donde el mérito tenga premio, donde los más jóvenes puedan descubrir la parte amable del fabuloso país que tenemos. Siempre queda una oportunidad más, aunque siempre parezca la última. Volviendo a San Martín… “serás lo que debas ser o no serás nada”. El desafío está claro

LA MACRO EN LA MICRO
Dólar en calma y con brecha en baja es el sueño de todo Ministro de Economía en nuestro país. Y con inflación del 4% en julio. Si bien la tendencia inflacionaria es bajista, algunos economistas indican que será difícil perforar en forma sostenida este valor. El superávit fiscal primario existe desde enero y el superávit financiero fue negativo en julio, pero positivo en el acumulado. Recordar que este indicador se mide sobre “base caja”, o sea que sólo indica que entró más de lo que salió, sin indicar lo que quedó sin pagar (si se difiere un pago al próximo mes, no refleja esa deuda). El Banco Central ha podido retomar en estos días la compra de dólares, pero a un ritmo muy inferior al de los primeros meses del año. Señal de alerta para el mercado, que se pregunta…¿con qué dólares van a pagar las deudas si les cuesta comprarlos? Esta duda se refleja en el riesgo país de 1500 puntos (que implica que la tasa de interés es al menos 15 puntos más alta que para los países “normales”). El gobierno ya ha dicho que el ritmo devaluatorio seguirá en el 2% mensual, que la inflación va a tender a cero y que devaluar más que eso destruiría el plan. Y parecen tener elementos para sostenerlo. Superávit fiscal y dólar controlado son dos pilares que sostienen expectativas. Aunque se vaya a reducir el impuesto País del 17,5% al 7,5%. Aunque haya atraso cambiario. Aunque deban sostener el cepo. La apuesta es conseguir dólares para salir del cepo y, si no, esperar. Dólares que en parte aporten el blanqueo, el RIGI y el superávit energético, en parte por la liquidación normal de granos, y seguramente con la expectativa de conseguir créditos de otros países u organismos que le den respaldo a cualquier movida más audaz en lo monetario.

Transcribimos los puntos más relevantes que surgen del Relevamiento de Expectativas (REM) que hace el BCRA a las principales consultoras económicas. Si bien muchas veces no aciertan, marcan tendencia, y entendemos que es una buena referencia para visualizar el escenario macro de corto plazo.

Inflación: para agosto proyectaron el 3,8% y para el año 127,4%
Producto Bruto Interno: para 2024 proyectan una caída del 3,7% respecto al 2023
Nivel de actividad: comenzaría a recuperarse en el tercer trimestre del año, con una suba de 0,4%. Para 2025 estimó un crecimiento promedio de 3,2%
Tasa de desocupación: para el segundo trimestre del año se estimó en 7,9% y de 8,1% para el último trimestre de 2024.
Tasas: pronosticaron una tasa BADLAR de bancos privados para agosto de 37,5% TNA (equivalente a una tasa efectiva mensual de 3,1%) y un leve aumento hasta 37,9% TNA en diciembre.
Tipo de cambio: las proyecciones de tipo de cambio nominal se ubican en $942,5 por dólar para el promedio de agosto de 2024. Para diciembre se pronostica un tipo de cambio nominal de $1.088,2/USD.
Exportaciones e importaciones: estimaron para 2024 que las exportaciones (FOB) totalizarán USD 77.194 y las importaciones (CIF) USD 58.512 millones
Superávit fiscal: la proyección del superávit fiscal primario del Sector Público Nacional no Financiero se ubicó en $7.384 miles de millones para 2024. Ningún participante espera déficit primario para 2024.
La economía está deteriorada hace años. Y lo sigue estando, al menos por ahora. En este escenario de dudas y expectativas se hacen los negocios y se toman decisiones en las empresas. Difícil tomar coberturas ante la multiplicidad de riesgos. Entre la razón y el vértigo, la nave va.

EN QUÉ ANDAN LAS EMPRESAS
Mencionamos en informes anteriores que las empresas están en modo “pausa”, y no ha cambiado mucho ese modo en el último mes. La mayoría está esperando medidas o señales de mercado que mejoren sus “flacas” rentabilidades proyectadas, y la forma de hacerlo es esperar. Pero, en los ciclos biológicos y comerciales, no siempre esta alineación es posible, y lleva a los productores a tomar decisiones a último momento. ¿Esperar qué? Alguna medida del gobierno (devaluación, algún tipo de dólar soja, baja de retenciones, unificación cambiaria, baja del impuesto País) que mejore la expectativa de rentabilidad de la campaña que viene. O que estimule a liquidar el remanente de cereal de la campaña pasada o bien acelerar la compra de insumos para lo que viene. También, esperar una recuperación de precios internacionales. Precios que han bajado en forma significativa y que no existen señales todavía de su posible recuperación, lo cual es otro freno a la venta del cereal remanente y de la decisión de qué cultivos sembrar en la gruesa. Y mientras tanto, el tiempo pasa, las ventanas biológicas de los cultivos se acercan, las necesidades de caja hacen que se venda solamente lo necesario y a cuenta gotas, y las decisiones hay que tomarlas o nos tomarán ellas a nosotros.

Lamentablemente, creemos que no habrá medidas económicas ni señales de mercado en el corto plazo que hagan modificar sustancialmente el escenario actual. La baja del impuesto País en septiembre impactará en el precio de los insumos una vez que hayan disminuido los stock del canal comercial . Este canal se encuentra en niveles altos de stock, porque fue la manera que encontró este sector de resguardarse de la posible devaluación post elecciones. La baja de las retenciones (carnes y mantenerlas en cero en leche) no son más que una muy buena iniciativa que funciona más como una señal de dónde se desea ir, que como una estrategia de corto plazo para el resto de los granos. El gobierno menciona permanentemente que no devaluará, y la unificación cambiaria se aleja en el tiempo si no existen señales de un sobrante de dólares en la caja. Un dólar exportación distinto al dólar “blend” actual parece más una ficción que una posible realidad. Y un aumento de precios internacionales ante los buenos pronósticos productivos de EEUU, de concretarse, no parece ser el escenario de corto plazo. Todo este escenario de “pausa”, se refleja en el resto de la economía del interior del país y en aquellas industrias que dependen de este sector.

Para los que tenemos algunos años, y hemos transitado este tipo de escenarios complejos y con expectativas de bajas rentas (rentas que no soportan en el Excel mermas de rindes por problemas climáticos), sabemos que el productor ante estas situaciones echa mano a sus herramientas disponibles y a su instinto, y la síntesis de eso es el modo “pausa”.

NEGOCIO AGRÍCOLA
El mercado internacional de granos sigue su tendencia bajista de precios, producto de la combinación de varios factores. Los fundamentals (básicamente oferta, demanda y stocks) definidos por las buenas producciones esperadas de EE.UU., que ya ha superado el riesgo del mercado climático, la tasa de interés de la FED alta y la posición de los fondos vendidos. La pregunta que sigue es si estos precios llegaron a su piso o pueden seguir bajando. Y la respuesta es que en este momento de mercado, son los factores externos a estos fundamentals los únicos que podrían revertir esta tendencia. Una baja de la tasa de interés de la FED, una salida de fondos de la posición vendida, la escalada de algún conflicto bélico existente o la combinación de varios de los anteriores, son los únicos factores actuales que podrían revertir el proceso. Si nada de eso sucede los precios seguirán bajando.

El mercado local está divorciado nuevamente del mercado internacional y esto se aprecia en distintas posiciones. En las posiciones cercanas, las bajas internacionales no se reflejaron con la misma intensidad, y esto es producto básicamente del dólar blend, la retención de mercadería por parte del productor y algunas expectativas de medidas económicas por parte del gobierno (baja de retenciones, devaluación o un nuevo dólar soja). Pero, el otro dato interesante que registra el mercado local, es que en las posiciones cosecha de la nueva campaña (trigo enero, maíz abril y soja mayo) los precios están por encima de la paridad. Aun así los productores no los toman dado que su rentabilidad es baja o negativa tomando esos valores. Ahora bien, la pregunta a hacerse es ¿por qué todas estas cotizaciones a cosecha están por encima de la paridad? Y la respuesta no es sencilla, pero quizás el sector exportador tiene certezas que el resto de los participantes de este mercado no posee, como por ejemplo una baja de las retenciones. Todas estas señales y especulaciones no hacen más que favorecer la retención y la no fijación de precios.

Momento muy complejo para la toma de decisiones de venta o fijación, con mercado internacional en baja y sólo reversible por factores externos, con un mercado local divorciado del internacional, y con precios que, de tomarlos, no generan renta potencial.

La recomendación general en este tipo de mercados es tomar coberturas con opciones, y no cerrar precios en la medida de lo posible.

LA RETENCIÓN Y LAS RETENCIONES
La campaña de soja produjo cerca de cincuenta millones de toneladas., de las cuales hasta el momento sólo la mitad se ha vendido y, de las vendidas, con precio está el 51% y a fijar el otro 49%. Es decir, quedan 25 M de toneladas por vender y 37 M de toneladas para fijar precio. Y todo esto en un mercado internacional que no deja de caer.

Por otro lado el Gobierno necesita el ingreso de dólares producto de los derechos de exportación (DEX), que aparecerán cuando la misma se comercialice. Y ahí comienza la vieja historia de siempre, el relato de que los productores especulan, con el riesgo de ser considerados los nuevos “orcos” por parte del gobierno.

Sabemos que los productores retienen sus granos como una reserva de valor ante épocas de incertidumbre y como forma de esperar mejores precios. Es decir, la combinación de incertidumbre y renta es lo que motiva a retener durante el año parte de su producción. Vale aclarar, algo que pocos mencionan, que la presente fue una buena campaña productiva de soja pero con caída de precios. Esto da como resultado una muy magra renta general. No es que se ganó mucho y se desea ambiciosamente ganar más, sino que en la mayoría de los casos validar los valores actuales para la mercadería no vendida es validar una renta negativa de la campaña que pasó.

Y a partir de este punto comienzan las especulaciones de todo tipo sobre las medidas que pueden venir desde el gobierno (disminución de retenciones, nuevo dólar soja, etc.) Especulaciones a veces sin fundamento. Si el gobierno dejase un mensaje claro, le sacaría “ruido” al mercado y bajaría la incertidumbre. Lo cierto es que esta combinación de factores hasta el momento ha dañado a ambas partes, porque el mercado de soja bajó, el gobierno no obtiene sus dólares (y obtendrá cada vez menos si la tendencia de precios se confirma) y el productor no baja su incertidumbre y ve disminuida su renta. Pareciera que al gobierno le falta algo de conocimiento e inteligencia al respecto, y la prueba de ello fueron las expectativas frustradas de posibles anuncios en el discurso del presidente Milei en la Bolsa de Comercio de Rosario, con un discurso centrado en 100 años de decadencia, la reforma jubilatoria y la casta pero sin mencionar al campo.

Un programa a mediano plazo de baja de retenciones puede ser una medida concreta que disminuya la incertidumbre. En el corto plazo, una disminución temporal de las retenciones de soja (o un dólar soja por 60 días) ayudaría al gobierno a conseguir los dólares que necesita, siendo una solución “tipo parche” pero que descomprimiría el hoy. Sería una señal clara por parte del gobierno de entender el momento y el sector, tanto del mercado como de la etapa productiva previa a la siembra de la gruesa. Pero claro, para ello se necesita algo de conocimiento, inteligencia y audacia, características que el gobierno ha mostrado tener en otras áreas, pero no en todas.

CONFLICTO EN EL PUERTO DE QUEQUÉN
El vencimiento en el mes de Noviembre de la prórroga de la concesión que opera el elevador de granos de Quequén pareciera comenzar un posible conflicto entre el Gobernador Kicillof y la empresa que opera actualmente dicho puerto. La empresa es Terminal Quequen SA, una empresa formada por distintas asociaciones de productores y exportadores, que opera el puerto hace 30 años y los últimos dos con prórrogas anuales. El Gobernador posee la idea de generar cambios en la nueva licitación, donde aumentaría la intervención del Estado provincial. Una mala señal.

https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/disparatado-alertan-que-el-gobierno-de-kicillof-quiere-crear-una-empresa-para-manejar-parte-del-nid13082024/

NEGOCIO GANADERO
Un mes con algunos cambios. La baja a cero de los derechos de exportación (retenciones) a distintos cortes de vacas y la baja del 25% en las demás categorías (pasando del 9% al 6,75%) dieron cierto impulso a los precios. Algo así como un aumento de 150 a 200 $/kilo vivo en las distintas categorías. Ante un mercado que se había quedado mucho, es una buena noticia. Vale aclarar que en cerdos también se eliminaron y en pollo se redujeron un 25%. El novillo gordo de calidad se ubica por encima de los 2100 $/kilo, la vaca buena en el orden de los 1800 $/kg y la vaca conserva cerca de 1200 $/kg. Por el lado de la invernada, el ternero liviano pasó en poco tiempo de 2400 a 2800 $/kilo, observándose también una recuperación en el valor de los vientres preñados, fluctuando entre los $800.000 y $1.000.000. Ya comenzó la temporada de venta de reproductores de cabañas, y se nota interés de la demanda, pagando por los toros puros por cruza el equivalente en promedio a 1500 kilos de novillo, con extremos entre 1300 y hasta 2000 kilos (por supuesto que ha habido remates donde los valores fueron más altos, pero esto creemos representa los promedios más habituales). Los feed lots presentan un buen nivel de ocupación, con un negocio que por ahora cierra bien, aunque comienza la temporada de menor oferta de terneros, lo que seguramente empeore la relación compra/venta. El maíz y otros granos están “baratos”, colaborando a sostener la rentabilidad. El mercado consumidor argentino sigue retraído, en algo similar a los 42 a 44 kilos/habitante/año. Esto se da en el marco de salarios bajos pero que empiezan a ganarle a la inflación, lo cual genera alguna expectativa para el consumo. Pero falta para que este destino, donde va el 70% de la producción, se recupere fuerte en el corto plazo. La exportación se sostiene en volumen embarcado, con una demanda China que sigue siendo el mayor destino, pero con precios más bajos que el año pasado y con un tipo de cambio que se va atrasando y resta competitividad. Deberán seguir bajando impuestos o abriendo mercados, porque todo indica que no habrá una aceleración en el ritmo mensual de devaluación. La cuota Hilton se paga unos 14.000 dólares por tonelada, un buen precio, pero hay dificultad para conseguir en el mercado novillos pesados y alimentados básicamente a pasto. Hay un mercado cuya demanda crece que es parte del sudeste asiático (Vietnam, Indonesia, etc) que va a ofrecer oportunidades para diversificar destinos. Nuestro principal competidor, Brasil, está con precios más bajos y con un tipo de cambio más competitivo, lo que hace que “inunde” de oferta al mercado. Para tener una idea, el precio de la carne al gancho en Brasil es un 30% más barata que en nuestro país. Ante un stock ganadero que se ubica entre los 52 y 53 millones de cabezas, el negocio parece haber encontrado una escala adecuada. No hay estímulos para que siga creciendo, pero si en ganar eficiencia productiva y reproductiva, y hasta teniendo como meta levantar el peso final de lo que llega a los frigoríficos. Algo más se puede hacer si existen los estímulos correctos.

NEGOCIO LECHERO
En julio el precio de la leche Siglea fue de 411,70 $/litro (5628,08 $/kilo de sólido), lo que representa un aumento de sólo un 2,1% respecto al mes anterior pero casi un 285% respecto a un año atrás. Todavía por arriba del índice de inflación y de muchos costos de producción. Y si bien el dólar oficial está levemente atrasado, el precio en esa moneda sigue siendo de 0,43 u$s/litro, valor muy poco frecuente al analizar series históricas. Sin embargo, están ocurriendo cambios. Como comentamos el mes pasado, hay renegociación de acuerdos entre la industria y los tambos. La Serenísima ha avisado a sus clientes que está trabajando en “un nuevo criterio de la construcción del precio”. Buscan que el Siglea ya no sea usado como referencia para fijar precios, sino que sirva sólo como índice estadístico. Si bien los criterios para definir el precio que regirán, serían los tradicionales (calidad, volumen, sanidad, permanencia, logística, regularidad de entrega), la incomodidad para el tambero se refiere a que su venta es a una “pizarra ciega”. O sea que entrega y varios días después se entera a qué precio vendió. Todavía se está negociando. Este cambio no aplica, todavía, a toda la industria. Pero siendo esta la empresa líder y de referencia es posible que se quiera generalizar. Esta situación se da en un marco donde hay menos leche producida. En los primeros siete meses del año se comercializó casi un 12% menos de leche que en el 2023. O sea que la disputa por los litros existe y se ha flexibilizado el código de que algunas empresas no buscaban leche en ciertas regiones para no competir. A nivel productivo, la base forrajera invernal es mejor que la del año pasado, aunque en algunas regiones como el oeste de la provincia de Buenos Aires las lluvias hayan sido escasas y los fríos importantes. Mucha hacienda comiendo silo o alimento balanceado de algún tipo para sostener carga o producción individual. Los alimentos están pesando algo menos que otros años en los costos totales, debido al bajo precio de los granos Para un litro de leche la relación con el valor del maíz es de 2,5 cuando el histórico es de 2. La primavera va a marcar los nuevos picos de producción en niveles que estarán asociados a la llegada o no de un año Niña.

El consumo interno sigue siendo el destino del 70% de la leche que se produce. Los precios en mostrador de quesos y dulce de leche han aumentado en julio 2024 versus julio de 2023 cerca de un 300%, mientras que la leche al tambero ha subido un 5% menos que eso. Según el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino, el consumo se ubica en los 156 litros de equivalente leche por habitante por año (incluye todos los lácteos). Si este dato es correcto, el desplome ha sido importante, ya que en años anteriores este valor rondaba los 190 litros. Poder sostener los precios y la demanda va a depender de que la capacidad de compra se recomponga. La exportación, por la cual se canaliza el 30% de lo producido, presenta un escenario diverso. Por un lado, el precio de la leche en polvo a nivel internacional, principal valor de referencia, ha subido a casi 3500 dólares por tonelada, un aumento del 7,2%. Los principales destinos son Brasil (41%), Argelia (29%) y Chile (9%). El producto más exportado es la leche en polvo (44%) y le siguen los quesos (29%). El atraso en el tipo de cambio va restando competitividad, parcialmente mejorada por la eliminación en forma definitiva de los derechos de exportación. Vale aclarar que ya no hay ni precios máximos ni cupos para negociar lácteos, fundamental para liberar de trabas a este negocio y para que tanto productores como industria estén en condiciones de tener mayor claridad para tomar decisiones.

Primicias Rurales

Fuente: Zorraquin & Meneses

Otro llamativo comportamiento de las importaciones chinas

Otro llamativo comportamiento de las importaciones chinas

Buenos Aires,22 de agosto(PR/24) .- Aunque sus compras de carne siguen en niveles muy destacados, podrían estar mostrando indicios de debilitamiento. Los precios seguían muy bajos hasta las nacionalizaciones de julio con recientes expectativas de que puedan despegar un poco. La Argentina baja dos puntos en su participación y sigue como segundo proveedor.
En julio, China importó 215 mil t peso embarque de carne vacuna, apenas seis mil t más que en junio y una rotunda baja de 80 mil t en forma interanual.

Si se analiza la evolución de estos primeros siete meses, se observa cierta tendencia declinante.

Es cierto que el año arrancó con la masiva cifra de 300 mil t de enero, que se constituyó en el récord histórico de compras en un mes y esto ayuda a ver tal descenso.

Pero aún excluyendo ese dato anómalo, el promedio de los últimos seis meses marca una proyección anual en el orden de las 2,7 millones de t, número muy similar a los registros de los años calendarios de 2022 y 2023.

Quizás el USDA se apuró en aumentar su pronóstico para este año desde las 3,45 millones de t equivalente carcasa, definido en abril, a su nuevo número de 3,9 millones publicado en julio.

Y la proyección de 2,7 millones para el año, equivalente a 3,4 millones peso carcasa, mencionada más arriba, no tiene en cuenta que junio y julio corrieron bien por debajo del semestre febrero-julio.

No obstante, no se puede negar que en estos primeros siete meses del año sus importaciones superan en casi 130 mil t peso embarque (8%), a las del mismo período de 2023.

Pero insistimos, en esta ventaja cuentan, especialmente, el récord de este enero y los pobres meses de abril y mayo del año pasado, cuando se sintió el efecto del segundo embargo brasileño, principal proveedor, a causa de un caso de vaca loca atípico.

Los precios siguen bajos y muy estables

El valor medio cif de la carne congelada sin hueso, principal rubro de sus compras, fue de USD5.150 por tonelada en julio.

Ya van once meses en que este promedio se mantiene casi inalterable, con ningún mes más alejado del mismo que en 100 dólares.

No está de más recordar que representa 33% menos que el máximo anotado en julio de 2022, en plena euforia importadora china.

Otra referencia es que resulta 200 dólares menor al promedio de diez años.

En las últimas semanas los operadores vienen advirtiendo ciertos signos de aumentos de precios, pero por ahora los movimientos son muy suaves.Sin mayores cambios entre los proveedores

Entre junio y julio, Brasil aumentó su participación en el mercado chino de 43 a 45%, mientras la Argentina, que es el segundo abastecedor, pasó de 22 a 20%.

De entre los demás relevantes, Uruguay perdió un punto, de 9 a 8, con Australia, Nueva Zelandia, EE.UU. y Bolivia manteniendo el espacio de junio.

Una curiosidad es que Bolivia, habilitada por China desde hace sólo unos meses, con sus 9 mil t de julio está sólo a un paso de las 11 mil de EE.UU.

Vamos a ver qué pasa en los próximos meses con la carne colombiana tras su reciente aprobación.

Primicias Rurales

Fuente: ValorCarne

Fuerte baja de la soja por suba de stocks proyectados para Estados Unidos

Fuerte baja de la soja por suba de stocks proyectados para Estados Unidos

Rosario, Santa Fe, lunes 19 de agosto (PR/24) — El reporte mensual del USDA sorprendió con un aumento de producción de soja mayor al estimado, lo que terminó trasladándose a stocks, con una relación stocks/consumo que se aproxima al 12%. Así lo indica en su informe semanal Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

Según Romano, esta cifra sólo fue superada en el corto plazo en el momento en el cual -por la guerra comercial China-EEUU- el país oriental no compró soja norteamericana. Actualmente, el grueso de la soja de EEUU se consume localmente para molienda, y China se abastece el grueso de Brasil, por lo que una re-edición de esta situación no generaría problemas.

En su informe, el especialista en granos indica que en maíz “si bien los rindes subieron, bajó el área y los stocks finales terminaron con variaciones menores” y precisa que en ambos casos “los rindes podrían seguir subiendo; y hay que tener en cuenta que en el próximo informe el USDA utilizará por primera vez rindes a campo”.

En tanto, comienza este lunes el Pro Farmer Crop Tour que “dará una primera idea de rindes en base a observaciones a campo para maíz y soja de EEUU”. Romano señala que “si bien no correlaciona tanto con el dato final del USDA, se espera que el viernes cuando publiquen su estimación de producción y rindes termine teniendo impacto en precios”.

“Los bajos precios generaron una reacción de la demanda: las exportaciones semanales de EEUU están muy firmes, y los fondos especulativos que tienen una posición vendida grande, venían recomprando. Es posible que los datos de producción abultada ya estén descontados en precios”, indica el especialista.

En el plano local, “la caída de la soja no se trasladó con toda su fuerza al mercado local, pero claramente tuvo un impacto” y explica que “los precios están en niveles que disuaden ventas de cosecha vieja, y ponen en riesgo la rentabilidad del nuevo ciclo. Se despertaron voces pidiendo baja en derechos de exportación, pero parece difícil dada la situación fiscal”.

En maíz, se difunden los primeros datos de caída del área para la campaña 24/25, y se habla de 20% a 23% de merma, aunque algunos comentarios privados hacen pensar en 30%. “Hablamos de entre 40 y 45 mill.tt. de maíz, cuando un año normal deberíamos estar en 53 mill.tt. y este ciclo con todos los problemas de spiroplasma, estuvo en 46 mill.tt”, indica Romano.

En su informe, sostiene que “la menor producción argentina no es tan relevante a nivel mundial, en un año donde EEUU quedaría con stocks muy altos, y Brasil subiría en producción”. Localmente, sólo se necesitan 15 mill.tt. para el consumo comercial, y no hay exportaciones declaradas, mientas que las compras de la exportación son mínimas.

“No podemos asumir una suba de precios. Sí deberíamos ver más proporción de maíz temprano y mucho menos de tardío. Esto explica que el diferencial entre maíz abril y julio haya pasado de los 15/20 históricos a menos de 5”, añade.

Finalmente, en el caso del trigo, “la cosecha del hemisferio norte está llegando a su fin y con ella la presión de oferta. Los datos a campo en Rusia marcan una producción estabilizándose con una merma de 10 a 12 mill.tt. respecto del año pasado. Eso reduce la presión en los precios, ya que el ruso es el trigo más barato, y tendría menor oferta”.

Primicias Rurales

Fuente: Universidad Austral

Vender o no vender. Esa es la cuestión.

Vender o no vender. Esa es la cuestión.

Por Marcelo Artal CEO y Cofundador de Hedgit

Buenos Aires 5 de agosto (PR/24).- El campo rara vez ofrece tregua. Promediando el invierno y con la cosecha gruesa prácticamente terminada, el productor agropecuario comienza a proyectar la próxima campaña y la peripecia habitual de sortear costos y calcular márgenes renueva su ciclo, dando lugar a la incógnita que suele definirlo todo: ¿qué pasará con los precios?

La pregunta carece de respuesta para quienes no ensayamos la futurología. La trayectoria de los precios agrícolas depende fundamentalmente del volumen global de oferta, sujeto a factores climáticos y eventos geopolíticos de muy difícil pronóstico. El devenir, después de todo, es incierto hasta para el más el más audaz de los analistas.

Lo único que conocemos a ciencia cierta es el pasado, esa base informativa que bien procesada aporta experiencia y pragmatismo a la hora de tomar decisiones. Las estadísticas bajo ningún punto de vista garantizan el éxito, pero ayudan a aproximarlo a partir de la perspectiva.

Si observamos las últimas 10 campañas de soja, en 6 de ellas el precio en cosecha fue superior al observado a principios de Julio del año anterior. A priori, este dato nos ofrece dos nociones fundamentales a la hora de planificar la venta de la cosecha:

  1. Suele existir una leve tendencia alcista en la trayectoria de los precios.
  2. El riesgo de que los precios caigan es alto (40%).

La primera observación sugiere tener paciencia, mientras que la segunda alerta del riesgo que se asume al no vender. En la síntesis dialéctica entre uno y otro concepto se haya la esencia misma del trading: el costo de oportunidad entre cubrir el riesgo y especular. Cada vez que vendemos, resignamos la posibilidad de capturar un margen mayor si ascienden los precios; y si no lo hacemos, asumimos el riesgo de ceder rentabilidad hasta eventualmente perder dinero.

Los escenarios extremos de pérdida y ganancia suelen ser azarosos y mejor explicados por hábitos lúdicos que por prácticas de venta profesional. Quienes mejor venden sus cosechas en el tiempo no son aquellos que aciertan pronósticos arriesgados de alza o caída de precios, sino los que optimizan el mencionado costo de oportunidad, neutralizando la asimetría existente entre perderlo todo y ganar un poquito más.

La incertidumbre es parte del negocio y aceptarla es la llave de la sustentabilidad económica de largo plazo. Carecer de un plan de venta de cosecha se asemeja a la deriva sin brújula: llegar a destino dependerá exclusivamente de la suerte. Hoy la tecnología permite poder planificar la comercialización de los granos sin necesidad de que el productor entienda de mercados o tenga que dedicarle tiempo. Quienes hacemos Hedgit aspiramos a que la gran mayoría de ellos lleve un asesor virtual en el bolsillo que les permita vender la cosecha con el mismo nivel de competitividad con que la producen.

La inteligencia artificial está democratizando el conocimiento en todas y cada una de las cadenas de valor, permitiendo que los usuarios finales tengan acceso a herramientas sofisticadas de manera simple y a bajo costo. En el Agro, ya no hace falta que los productores aprendan las complejas dinámicas del mercado para vender bien, porque simplemente pueden llevar un experto en el bolsillo.

Por Marcelo Artal CEO y Cofundador de Hedgit http://hedgit.ai

Primicias Rurales

Anuncio de baja de retenciones: los riesgos de discriminar entre vacas y novillos

Anuncio de baja de retenciones: los riesgos de discriminar entre vacas y novillos

El análisis de Miguel Gorelik.
Buenos Aires, 1 de agosto (PR/24) .- La medida va a contramano de la necesidad de lograr animales más pesados para mejorar la productividad del stock ganadero. Tampoco se entiende desde el punto de vista económico, ya que de todos modos se resignará la mayor parte de la recaudación por derechos de exportación.

Lic. Miguel Gorellik.

El domingo, el presidente Javier Milei inauguró la Exposición Rural de Palermo, después de cuatro años de ausencia del Poder Ejecutivo a la clásica invitación.

El dato más saliente fue el tono eminentemente político del discurso y el expreso apoyo a las actividades del campo, como hacía tiempo que no se oía desde la primera magistratura.

También hubo anuncios de medidas a tomar, de las que mencionamos, en primer lugar, las dirigidas específicamente al sector de carnes.

Milei anticipó que se van a eliminar los derechos de exportación “a las vacas de categorías A, B, C. D y E”.

Si bien la afirmación no es suficientemente clara, entendemos que se desgravarán las exportaciones de carne de vaca a todo destino, ya que esas cinco letras corresponden a todas las clasificaciones de carne de vaca existentes, no hay ninguna excluida.

Le siguió la reducción en 25% de los DEX a las proteínas animales (carne de las especies vacuna, aviar, porcina, ovina y demás), con que el actual 9% se transformaría en 6,75%.

Concentrándonos en el tema carnes vacunas, anticipó cambios en el impuesto a las ganancias de manera de gravar lo obtenido por la venta de ganado y no por su tenencia, en nuestra interpretación de una frase menos clara. “Vamos a modificar el manejo contable del ganado, de modo tal que se pague ganancia sobre la venta y no sobre el engorde”, fue el texto distribuido por Presidencia el domingo por la noche.

Siguió la amortización acelerada de toros con valor genético.

En temas más generales del sector agropecuario, aunque no en el orden que planteó Milei en su presentación, se refirió a que los productores podrán vender y comprar granos sólo con su RENSPA sin necesidad de registrarse en el RUCA; a la continuidad de la eximición de DEX para el sector lácteo; a la amortización acelerada de bienes de capital para el sector agro; a un régimen de riego para zonas marginales; y a la eliminación de las retenciones en general.

En un orden más global, mencionó la reducción del impuesto PAIS del actual 17,5% al 7,5% en septiembre y su eliminación en diciembre, así como reducir el peso del Estado al 25% del PIB.

Discriminación peligrosa

Indudablemente, la lectura de los anuncios es auspiciosa con respecto al sector ganadero, en particular, y al agropecuario, en general.

Sin embargo, no podemos dejar de señalar lo curioso que resulta desgravar a las exportaciones de carne de vaca al tiempo que se mantienen 6,75 puntos para las demás carnes vacunas.

Como regla general, parece peligroso establecer tal distinción ya que ese tipo de discriminaciones pueden tener consecuencias imprevistas negativas. Además, no hay que olvidarse de las dificultades para fiscalizar si la carne exportada proviene de vacas o no.

Tampoco parece sensato desde el punto de vista económico-político. Desde la aparición de China, menos de diez años para acá, más de la mitad de las exportaciones de carne están constituidas por la de vacas, que tienen asociado el riesgo de que un cliente lleva más del 70% del total (más de la mitad medido en divisas).

Y lo que se debería aumentar son las ventas a mercados que llevan los cortes más caros, que no son de vaca.

Haciendo una cuenta a mano alzada, ya que no existen registros de acuerdo a si la carne es de vaca o de novillo: se exportan USD2.700 millones de carne vacuna por año de las que se recaudan USD240 millones en concepto de DEX.

De éstos, de acuerdo a los anuncios se resigna la mitad por la desgravación de la carne de vacas, digamos 120 millones de dólares, y la cuarta parte del resto, o sea, 30 millones más.

Es decir que por mantener 90 millones de recaudación (menos del 40% de la actual) se perdió la oportunidad de anunciar la eliminación completa de los derechos de exportación sobre la carne. Las exportaciones de carne de pollo y de cerdo son bien menores.

Lo que también habría sido una señal muy buena para los agricultores, ya que se mostraría que se va en serio hacia el objetivo final.

Por otro lado, y seguramente más importante, lo que la ganadería argentina tiene que recuperar es su número de novillos, que se mantienen en la mitad de lo que había antes de la superliquidación de 2008-2009 y es la categoría que puede aumentar considerablemente la producción de carne, con más cantidad y más peso individual.

En cambio, ya hace tiempo se recuperó la cantidad de vacas que había antes de aquel colapso. Además, la vaca es un bien de capital y de cambio, simultáneamente. Los productores no las venden a causa de un precio alto, sino en función de sus planes de producción, sin hablar del descarte natural.

Por supuesto que para completar el análisis, habrá que ver cómo se dictan las normas y cuánto tiempo se extiende la discriminación mencionada.

Lic. Miguel Gorelik, Director de Valor Carne